Google presentó el primer Chromecast en 2013. Desde entonces han pasado cinco años y diversos modelos, pero todos ellos han sido muy parecidos. Un accesorio que se conecta por HDMI y sirve para enviar contenido a cualquier televisor utilizando el móvil como mando a distancia. Hemos estado durante las últimas semanas probando el último dispositivo de streaming de Google y aquí os traemos nuestro análisis del nuevo Chromecast (2018) de 3ª generación.
El nuevo Chromecast mantiene prácticamente el mismo diseño que el modelo de segunda generación, así como su económico precio. Vamos a repasar todas sus características, contaros como es la experiencia de uso con el nuevo modelo y cuáles son los puntos fuertes y débiles de este dispositivo de streaming que permite tener en la tele todo tipo de contenidos. Un sencillo aparato con miles de aplicaciones compatibles, un rendimiento excelente y un importante rol dentro del ecosistema de Google para el hogar.
Ficha técnica del Google Chromecast 3
Google Chromecast (2018) 3ª gen | |
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Dimensiones | 51,8 x 51,8 x 13,8 mm |
Cable alimentación | 1,52 metros, 5V/1A |
Peso | 40 gramos |
Wi-Fi | 802.11 b/g/n/ac (2,4GHz/5GHz), WEP y WPA/WPA2 |
Audio | Dolby Digital 5.1 / Plus 7.1 |
Vídeo | Hasta 1080p / 60 fps |
Puertos y conectores | HDMI, microUSB |
Precio |
Diseño conservador: cuerpo de plástico y todo el protagonismo para el conector HDMI
El Chromecast 3 está construido en plástico y es tremendamente ligero. Su diseño es básicamente una parte principal circular donde se encuentra la circuitería y van los conectores, una parte alargada y un conector HDMI en la punta. Al conectarse en la tele queda colgando y al ser bastante flexible no es complicado encajarlo. La idea de esa forma es precisamente que no choque con los USB u otros cables que tengamos conectados a la tele.
Tiene un grosor de 13,8 milímetros, lo que es bastante fino en comparación con el tamaño del televisor. Esto será útil si el hueco entre la pared y la tele es reducido y necesitamos colocarlo pegado a la parte trasera. Por otro lado, el Chromecast necesita estar conectado a la corriente.
Tenemos un puerto microUSB y un cable de poco más de metro y medio que o bien va directamente a la luz o puede ir conectado a la propia tele para alimentarse a través de ella. En nuestra experiencia, se hubiera agradecido un cable más largo. También la incorporación de USB C. Aquí la conexión y el tiempo de carga no son factores clave, pero todo lo que sea apostar por el nuevo conector es un paso en la buena dirección.
No es un producto que vayamos a tener en la mano. Básicamente lo dejaremos conectado y nos olvidaremos que está ahí. Aún así el tacto de este año ha cambiado ligeramente. El plástico es más mate y con un acabado más suave. El logo de Google también se ha disimulado. ¿Cuál es la ventaja? Principalmente que se raya menos al golpear con la pared o la propia televisión.
Más allá de los conectores no tenemos muchas más incorporaciones. Únicamente se complementa con una pequeña luz LED para indicar que está encendido y un botón físico que servirá para resetear el Chromecast.
Al contrario que en los modelos anteriores, el Chromecast de tercera generación no incorpora ningún tipo de magnetismo entre el HDMI y el cuerpo principal. Era un añadido que servía para que se sujetase solo al estar desconectado, pero de nula utilidad cuando está conectado a la tele.
No contamos con conexión Ethernet, aunque sí se venden de manera separada accesorios compatibles para incorporarla. No es una falta importante ya que como ahora veremos, el nuevo Chromecast sigue quedándose corto en comparación.
¿Dónde está el 4K?
Google promete un 15% de mejor rendimiento sobre el modelo del año pasado, pero la diferencia es difícil de apreciar.
El renovado Chromecast 3 promete una velocidad hasta un 15% más rápido. El anterior modelo contaba con un chipset Marvell Armada 1500 Plus y 512MB, desconocemos las características técnicas de esta tercera generación pero seguramente se hayan igualado a las del Chromecast Ultra, un modelo que a diferencia de este sí ofrece compatibilidad con streaming en 4K.
Y es que aquí es donde radica la principal limitación del Chromecast 2018. Más allá de ese 15% que difícilmente se aprecia en la experiencia de uso diaria, la falta de 4K hace que la vida útil del Chromecast se reduzca. De hecho, tenemos la sensación que es un producto más pensado para el pasado y teles antiguas que no mirando hacia el futuro. Lo cierto es que la mayoría de televisiones 4K ya ofrecen compatibilidad con algún sistema similar al Chromecast o incluso en el caso de las Android TV se incorpora uno de manera integrada.
Pese a todo, el Chromecast sigue ofreciendo una experiencia muy rápida, sencilla y agradable. Estamos ante un producto conservador pero que sigue funcionando igual de bien y por tanto Google puede permitirse simplemente renovar el dispositivo con pocos cambios. En caso que queramos enviar vídeos en 4K HDR y tengamos un televisor compatible, deberíamos optar por el Chromecast Ultra.
Sí se ha mejorado la tasa admitida, donde antes teníamos vídeo a 720p y 60fps, ahora podremos enviar contenido a 1080p y 60fps. No es habitual ver este tipo de vídeos, aunque sí encontraremos muchos en Youtube relacionados principalmente con juegos. Necesitaremos una buena conexión para poder enviar este tipo de vídeos con fluidez, a poder ser directamente con cable. No es un añadido que vaya a cambiar la experiencia de usuario, pero sí encaja dentro del protagonismo que Google quiere darle al streaming de juegos.
A nivel de conectividad, el Chromecast 3 incorpora WiFi ac de doble banda con seguridad WEP y WPA/WPA2. No hemos tenido problemas de conectividad, aunque también es cierto que para los vídeos más pesados necesitamos de esa buena conexión. Aquí recomendamos disponer de un buen router que sea capaz de ofrecer buena cobertura en el lugar donde vayamos a conectar el Chromecast.
Otra de las incorporaciones que Google podría haber incorporado pero no ha hecho es la implementación de WiFi Direct o algún sistema para poder enviar contenido directamente sin necesidad de internet. Sin embargo rompería la filosofía de un producto para acceder directamente a la nube como es el Chromecast.
Google Home ha evolucionado para bien
Como hemos visto, el nuevo Chromecast no ofrece nada nuevo a nivel de hardware. Es una dinámica que viene repitiéndose los últimos años y en la que Google parece acomodarse. Pero lo verdaderamente importante es su aplicación Google Home y en este aspecto sí tenemos novedades y un diseño mejorado. Algo que eso sí no está estrictamente ligado al Chromecast ya que la app también se utiliza para controlar los nuevos altavoces inteligente de Google Home.
La aplicación tiene un aspecto muy limpio, es fácil de utilizar y cuenta con muchas opciones. Es imprescindible que la descarguemos ya la necesitaremos para configurar el dispositivo. Desde ella además podemos cambiar el nombre del dispositivo, controlar la reproducción, detener el envío, encontrar aplicaciones compatibles o hacer mirroring de la pantalla del móvil. Esta última opción está reservada para móviles Android pero es muy útil para poder enviar a la tele cualquier tipo de contenido que tengamos en el móvil, sin necesidad de pasar por las aplicaciones compatibles.
Para enviar vídeos a la tele tendremos que hacerlo a través del icono de Cast que encontraremos en todas las aplicaciones compatibles. Afortunadamente es fácil de encontrar y lo cierto es que Google ha fortalecido el soporte a Chromecast con el paso de los años. Cada vez hay menos errores y la experiencia es muy agradable.
Entre las aplicaciones compatibles tenemos las clásicas como Youtube, Google Fotos, Play Movies, Spotify o Netflix pero también centenares de aplicaciones menos conocidas entre las que destacan las de enviar contenido guardado en el propio móvil. Echamos en falta Amazon Vídeo, pero al ser un rival directo de Google se entiende que por pura estrategia todavía no hayan añadido el soporte.
La sincronización entre el Chromecast y el televisor es muy buena, pero también hemos podido probarlo junto a un Google Home Mini y se han entendido a la primera. La aplicación de Google permite gestionar todos estos dispositivos de forma fácil y no nos extrañaría que en un futuro los Chromecast puedan tener un uso todavía inexplorado.
Si dejamos el Chromecast conectado pero sin ningún tipo de contenido podemos activar el modo ambiente que actuará como si fuese un salvapantallas. Aquí la aplicación nos deja elegir entre imágenes predefinidas, fotos de nuestra galería de imágenes y fondos de pantalla experimentales donde nos deja enlazar con Facebook, Flickr e imágenes de baja resolución.
Un último truco que ofrece el Chromecast es el modo invitado. Gracias a él podremos invitar a que otros amigos puedan enviar contenido pese a no estar conectados a la misma WiFi. Es un método muy interesante sobre todo cuando estamos reunidos con los amigos viendo vídeos todos en la tele y de repente alguien tiene en su móvil un contenido que quiere compartir con el resto.
El smartphone sigue siendo el mando pero ahora con mayor relevancia para la voz
La principal característica del Chromecast es que todo se realiza a través del smartphone, al contrario que en el Apple TV o el Fire TV Stick, donde sí tenemos un pequeño mando. Entorno a esto gira toda la experiencia de usuario. Para los usuarios menos acostumbrados al teléfono puede ser un incordio, pero lo cierto es que el móvil tiene todo lo que podemos necesitar; desde micrófono para dar órdenes con la voz hasta una pantalla donde ver fácilmente los distintos controles. Además, es importante señalar que una vez enviamos la orden a la tele, ya no necesitamos que el teléfono esté encendido.
Un aspecto que no nos gusta del Chromecast es que nos obliga a activar manualmente el canal del HDMI donde esté conectado. Es decir, de nada sirve enviar el vídeo si la tele está en la configuración errónea. Ocurre lo mismo con las videoconsolas y con cualquier dispositivo de streaming, pero no con las Android TV, ya que al tenerlo integrado el sistema puede acceder instantáneamente.
Dónde sí hemos disfrutado más es con la sincronización con Google Home. Como comentábamos arriba, es precisamente en el software donde tenemos un salto de calidad. Si tenemos uno de estos altavoces inteligentes podemos enviar vídeos a la tele mediante la voz. "OK, Google, reproduce La Maldición de Hill House de Netflix en Comedor". Funciona muy bien y da una sensación de "domótica inalámbrica" genial.
Entre las novedades de Google están las rutinas de Assistant. Con ellas podemos configurar para que a determinada hora del día se envíe un vídeo o cuando decimos al Asistente un determinado comando también active el Chromecast. La voz cobra mucha relevancia en este nuevo Chromecast y al contrario que en los anteriores años, nos hemos visto más veces diciéndole a Google lo que queremos ver en la tele.
Finalmente, desde esta reciente semana hemos podido probar el audio multi-room. Se trata de una función que hasta ahora estaba reservada para el Chromecast Audio, pero que con la tercera generación también llega al modelo estándar. Gracias a esta función podemos crear un grupo de altavoces donde la tele sea solo uno de ellos. Lamentablemente, únicamente funciona con música y no nos servirá para ver los tráilers o las series desde cualquier parte de la casa.
Nuevo Chromecast (2018), la opinión de Xataka
¿Sigue siendo el Chromecast una opción recomendable en 2018? Sí, pero con matices. Depende mucho del tipo de usuarios que seas y de qué tipo de productos dispongas. Si ya tienes un televisor Smart TV de última generación, el Chromecast no es para ti.
Tampoco ofrece algo diferencial si tienes un Chromecast antiguo o si tienes un Apple TV. Por el contrario, si tienes una tele antigua y quieres poder ver vídeos de Youtube o Netflix funciona genial. También es interesante si el rendimiento de tu dispositivo de streaming o Smart TV no te parece suficiente bueno. Aquí el Chromecast no tiene casi rival, ya que la inmediatez y experiencia que ofrece es difícil de igualar.
Este Chromecast 3 queda por debajo del modelo Ultra en cuanto a características, aunque lo recomendaremos por delante de aquel ya que es más barato. La falta de 4K es una lástima, pero muchos usuarios no lo notarán ya que su televisor no alcanza esa resolución.
Nos hubiera gustado encontrar una evolución más importante del Chromecast, pero todos los cambios de uso vienen a raíz de las mejoras de Google Home. Y la mayoría también irán llegando a los modelos antiguos. Al final estamos ante el mismo Chromecast de siempre pero adaptado a los nuevos tiempos, un dispositivo muy sencillo de utilizar y donde pese a no ofrecer mejoras sí sigue teniendo una utilidad muy concreta.
Google continúa mejorando el ecosistema alrededor del Chromecast. Cada vez tenemos más aplicaciones compatibles, la experiencia sigue siendo muy fluida y este año se añade la voz como protagonista. Si a eso le sumamos un diseño ligeramente mejorado y un precio igual de económico, tenemos un producto que sin destacar seguirá siendo una buena compra para aquel que busque conectar su televisor a internet.