El mundo del PC vive desde hace años una revolución gracias al mercado de los jugadores. A los ordenadores de sobremesa, gráficas, periféricos y por supuesto portátiles, se suman accesorios como las eGPU. HP, una de las marcas que más está apostando por el sector gaming, ofrece su HP Omen Accelerator, aunando diseño y posibilidades. Aquí está el análisis de Xataka.
Así es y funciona una eGPU para jugar con cualquier portátil
Por su tamaño, considerable, el HP Omen Accelerator bien podría pasar por una torre de ordenador completa. El diseño que HP da a sus equipos gaming tiene un hilo conductor muy reconocible pero que puede no ser del gusto de todos.
El HP Omen Accelerator bebe de los diseños que no quieren pasar desapercibidos, que incluyen luces (bastante discretas en este equipo) y que dice nada más mirarlos: aquí hay un producto para gamers. Nada discreto. Nada integrable en cualquier estancia. Su apariencia es prácticamente como la del original sobremesa HP Omen X, pero con un tamaño algo más reducido. Es casi como tener un sobremesa clásico.
Pese a su aparatosidad visual, el peso es de 5,5 kg, bastante manejable al menos dentro de casa. Pero no pienses en este Accelerator como un dispositivo externo para llevar junto con el portátil.
Esta eGPU se sirve de la conectividad Thunderbolt 3 (vía USB-C) para ofrecer una solución externa que agregue la potencia de una gráfica dedicada a cualquier equipo al que la conectemos. Pero no se queda solo ahí. En el interior de esta eGPU hay sitio para incluir cualquier tarjeta gráfica actual y poder externalizar el otro gran cuello de botella del mundo del gaming en el PC: el almacenamiento.
El acceso a los componentes reemplazables se realiza de forma más o menos sencilla mediante una abertura que no necesita herramientas. Cambiar la gráfica o unidad de disco de 2,5 pulgadas no es algo que vayamos a hacer continuamente pero será cuestión de abrir y extraer/poner.
El HP Omen Accelerator GA1 cuenta con una fuente de alimentación de 500 W que debe ser suficiente para cualquier tarjeta gráfica, contando con los elementos suficientes para su alimentación. Incluso si lo viéramos necesario, la fuente puede cambiarse.
Las limitaciones de la tarjeta gráfica vienen marcadas únicamente por el único puerto PCIe disponible y la longitud de 29 cm. Hay dos slots para ocupar y la sujeción de la tarjeta gráfica al Omen se realiza con un tornillo directamente accesible pero que nunca podemos sacar, por lo que no lo perderemos. Así deberían ser todos en cualquier sobremesa por piezas en el que queramos cambiar componentes.
En conectividad, además del puerto USB-C (Thunderbolt 3) y uno más USB-C, este Omen dispone en su parte trasera de 4 puertos USB 3.0, y un LAN Ethernet Gigabit 10/100/1000 que podremos luego aprovechar como conectividad principal en el portátil, algo que no viene nada mal para jugar en red si nuestro actual portátil no dispone de dicho puerto.
Pruebas de rendimiento del HP Open Accelerator
Para la prueba de este HP Omen Accelerator contamos con el portátil HP Spectre, uno de los nuevos equipos que incluyen puerto USB-C (Thunderbolt 3) y que por lo tanto pueden beneficiarse de este tipo de dispositivos eGPU.
Los componentes que vamos a usar para ampliar la capacidad de almacenamiento y potencia gráfica de este portátil son una unidad SSD de 1 TB y una tarjeta gráfica Nvidia GTX 1050. Como hemos indicado, podría valer cualquiera de las más actuales sin problema.
Queda pues del lado del portátil tanto el procesador como la memoria RAM. En el caso del modelo que hemos probado de Spectre, la configuración está basada en el procesador Intel Core i7-6500U, 8 GB de memoria RAM y la gráfica integrada HD 520 de la propia Intel.
La instalación de la gráfica y SSD externo es cuestión de unos segundos. La carcasa se abre con un sistema mecánico que libera toda la tapa superior. A nivel de conexiones interiores solo tenemos la alimentación para la gráfica, en caso de que fuera necesaria, y la interfaz para el disco duro, contando con su sitio fijo.
Basta ya solo conectar el SSD y "pinchar" la Nvidia GTX 1050 al HP Omen Accelerator y posteriormente asegurarla con el tornillo fijo del Omen. Buscamos el cable USB-C incluido, para mi muy corto y que nos obliga a tener portátil y HP Omen uno junto al otro, y conectamos.
Antes de que el sistema nos reconociera la gráfica externa vía el HP Omen Accelerator tuvimos que realizar algunas instalaciones y actualizaciones. La de los drivers Thunderbolt más actuales, la del propio Omen (están en la web de HP muy bien indicados, enlazados y organizados) y por supuesto la de la tarjeta gráfica que deseemos usar. Tras un par de reinicios ya teníamos plenamente reconocida la nueva gráfica en el sistema portátil.
El software que incluye HP en su Omen Accelerator es bastante sencillo y permite gestionar tanto la parte de conectividad vía el puerto Ethernet extra que ganamos, como la gráfica en sí. Es cuestión de elegir en la pantalla principal si queremos usar la gráfica externa o la integrada/discreta. Si no detecta más que la integrada, no hay opción de elegir y cuando tengamos el HP Omen Accelerator conectado, será la que use el portátil por defecto. Para que no sea así bastará desconectar el cable USB-C y el Accelerator se apagará.
Pruebas de rendimiento y juegos del HP Omen Accelerator
Una vez configurado el HP Omen Accelerator, pasamos una serie de pruebas y test para comprobar si el rendimiento gráfico del sistema se correspondía con la gráfica añadida de forma externa.
En Cinebench, la primera prueba, en la prueba exclusiva para la parte gráfica, la mejora es evidente. Pasamos de 38,12 fps en el test sin conectar la eGPU, a 63,67 cuando el sistema "tira" de la Nvidia GTX 1050 conectada al HP Omen Accelerator.
Si hacemos la prueba con un benchmark que prima la parte del procesador, la ventaja de una eGPU es casi nula. El PCMark Creative nos da 3956 puntos sin tarjeta gráfica externa, y sube solo hasta los 4004 puntos con ella conectada al puerto USB-C.
Metiéndonos en faena con los juegos, el test con The Division también refleja lo que ganamos con una gráfica dedicada a la hora de jugar: con resolución 1080p, en el portátil sin conectar a la eGPU, hemos obtenido una media de 11,2 fps con los ajustes al máximo. Si pasamos la misma prueba con la GTX 1050 conectada, esa tasa sube hasta los 31 fps de media. Al bajar los requerimientos a Hight podemos estar ya rondando los 50 fps en este juego.
En otros títulos como GTA V o The Witcher, las tasas de fps medias que conseguimos en el portátil usando el HP Omen Accelerator son de 52 y 43 respectivamente.
HP Omen Accelerator, la opinión de Xataka
Salvo casos muy concretos, una eGPU no parece la solución más idónea para gamers que juegan con asiduidad. Ellos seguramente opten por soluciones directas como un portátil gaming o un sobremesa en condiciones. Pero que existan equipos como el HP Omen Accelerator nos da una idea de las posibilidades de los puertos Thunderbolt 3 / USB-C y la modularidad que resulta tan práctica.
Por un precio de unos 300 euros, este HP Omen Accelerator da la oportunidad de tener una alternativa gaming seria para quienes han escogido un ultrabook de poco peso y gran diseño. El producto de HP sigue perfectamente el lenguaje de diseño de su gama Omen y aunque grande, está bien hecho. Y lo más importante: la posibilidad de actualización del componente clave para un jugador, la tarjeta gráfica.