Más de una vez habrás pensado lo fácil que te resulta dejar olvidadas las llaves de casa al salir apresuradamente de ella, pero lo casi imposible que es abandonar tu smartphone sin darte cuenta. Tiene sentido, así que las soluciones que permiten usar el smartphone como llave tienen nuestra confianza ganada sin hacer nada.
¿Cómo es vivir sin llaves de casa y usar en su lugar nuestro smartphone o un código de acceso? En Xataka hemos probado la solución Tesa Entr, sistema que nos permite controlar la apertura mediante diferentes credenciales que no son exclusivamente la llave. Huella dactilar, mando a distancia o un simple código son algunas de las opciones que este sistema de Tesa pone a nuestro alcance para acceder de forma segura a casa.
Una nueva cerradura que no necesita de cerrajero
De entrada, pensar en un nuevo sistema de cerradura para la puerta principal de casa asusta. Imaginamos que para eliminar esa barrera de entrada psicológica, Tesa optó por una solución todo en uno y lista para instalar en pocos minutos y por uno mismo. No es quizás la cerradura que uno escoge al comprar la puerta principal de casa y sí una opción una vez que ya estamos viviendo en ella. Al menos hasta ahora.
La única información que necesitamos conocer antes de proceder a la compra de una cerradura motorizada como la de Tesa es el tamaño del cilindro actual de tu puerta. Lo habitual es que sea uno de 30X30, pero es importante asegurarse de esa medida, la cual podemos hacer nosotros mismo sacando el actual cilindro, o usando la información de la caja si la conservamos.
Una vez con la cerradura adecuada a nuestra puerta, que puede ser de seguridad o blindada (era nuestro caso) solo tenemos que cambiar el cilindro. Retiramos el tornillo principal, extraemos y de una sola pieza introducimos el modelo de Tesa. No hay pues que modificar ni la estructura ni realizar cableado alguno en la puerta.
A la ventaja de no requerir que venga nadie más para proceder a la instalación de la nueva cerradura, hay que sumar una muy importante: la Tesa Entr no es diferentede otra cerradura clásica si la miramos por fuera. Nadie desde la calle puede identificar que se trata de una cerradura motorizada. De hecho, como vamos a ver en la review, podemos seguir usando la llave sin problema. El modelo comercial viene de serie con dos juegos.
No sin mi smartphone; sí sin mi llave
Una vez instalada la cerradura, vamos a poder empezar a usarla inmediatamente una vez que la configuremos. Ese proceso no es tan intuitivo como nos hubiera gustado o al menos no tanto como los productos de consumo a los que cada vez nos sentimos más acostumbrados.
Toques en la pantalla, pulsar diferentes códigos ... es cierto que la explicación del manual es simple, clara y precisa, pero ya que vamos a tener un smartphone de por medio, no hubiera gustado un emparejamiento inicial del smartphone con la cerradura y que el proceso de configuración se hubiera guiado y realizado directamente desde la aplicación, sin intervención de controles en la cerradura.
El modelo básico de la cerradura motorizada Tesa Entr se centra en la apertura y bloqueo de la puerta con ayuda de nuestro smartphone.
Las ventajas de un sistema de apertura motorizado y avanzado son más de las que uno llega a pensar al plantearse la compra de una solución de este tipo. Lo inmediato es poder relegar a un cajón las llaves y usar el smartphone o un código de acceso para abrir la puerta. Es justo lo que nos pasó a nosotros, pues en el día a día fueron surgiendo escenarios de uso sin los que ahora es más tedioso vivir.
El más evidente está relacionado con la seguridad. La puerta con el sistema Tesa Entr proyecta automáticamente los bulones para que, en caso de que nos hayamos olvidado de cerrar con llave, todo quede asegurado. Este bloqueo automático no solo es útil por lo dicho en relación a la seguridad sino que resulta muy cómodo. En unas pocas semanas uno asimila que puede simplemente cerrar la puerta de un golpe y ni molestarse en sacar llaves para que quede perfectamente cerrada. El sistema automático se encarga de ello.
Pero hay más. Si por cualquier motivo nos olvidamos de cerrar la puerta al salir y ésta se queda abierta, la cerradura emite una señal a los 15 segundos para que nos percatemos de esa situación y podamos volver rápidamente a cerrarla. Y si no pasan ni esos 15 segundos y no recordamos si la hemos cerrado, en la aplicación del smartphone hay información visual de si está cerrada o abierta.
El uso de la cerradura también se puede hacer de forma manual desde dentro. Podemos directamente girar el pomo o deslizar los dedos por los laterales de la cerradura para desbloquearla. Ese sería el modo manual, que hay que activarlo y que eliminaría el bloqueo automático cada vez que se cierra la puerta.
De los modos de identificación que podemos usar con la cerradura Tesa Entr, hay básicos (vienen de serie) y ampliados por medio de accesorios extra. Los de serie son con el smartphone por medio de bluetooth, mando a distancia o la propia llave pero por medio de accesorios también podemos incluir un bloque que incluye identificación por huella dactilar o teclado numérico. Aquí la utilidad para un hogar no la vemos tanto, pero en edificios puede ser algo muy útil.
El modo de apertura con el smartphone, que veremos en el siguiente punto, se complementa de serie con un mando a distancia que sirve justo para eso: abrir y cerrar la puerta de casa antes de llegar a ella. A mi me ha resultado útil para permitir que mis hijos accedieran a casa cuando van delante de mi o me he entretenido en la calle hablando con alguien. Todavía no son capaces de abrir ellos mismos con una llave.
Sobre el uso del mando a distancia, podemos realizar la apertura tanto desde dentro como desde fuera, y el sistema admite hasta 20 mandos simultáneos. En la aplicación podemos ir dando de alta o baja los mandos, tanto porque ya no se usan como porque se han extraviado o se ha producido un robo.
El sistema de cerradura avanzada Tesa Entr se alimenta por medio de una batería. Aquí hay tanto ventajas como inconvenientes, pero creo que al final, las primeras superan con creces a las segundas. Al tener batería la instalación la podemos realizar nosotros mismos, en cualquier puerta y sin necesidad de cableado alguno. Por contra esa batería debemos recargarla y sí, es otro elemento más del que acordarse, pero la autonomía está muy conseguida.
El fabricante ha establecido una autonomía de 3 meses para un usuario que le haga una media de 25 ciclos al día (un ciclo es tanto apertura como cierre). En mi caso llevo probando la cerradura más de 30 días y todavía no ha saltado ningún aviso en el smartphone, a donde llega la indicación de que debemos recargar la cerradura motorizada.
La carga se puede realizar directamente con cable microUSB (no es muy largo, así que o tenemos un enchufe cerca o tendremos que usar un alargador), pero como accesorio se vende una batería externa que conectamos a la cerradura y queda colgada de la misma. Por la autonomía de varios meses que nos proporciona la cerradura y lo cómodo que es cargarla vía microUSB, no es una compra recomendable porque no la amortizaremos salvo en zonas donde es imposible contar con un enchufe (un ejemplo puede ser la puerta principal de un edificio).
¿Y si la cerradura se queda sin batería? No hay problema siempre que o estés dentro (puedes abrirla con el pomo manual integrado y muy cómodo tanto para abrir como bloquear la puerta) o cuentes con la llave. Con su autonomía de varios meses y el aviso al smartphone por medio de la aplicación, que esto ocurra es bastante poco probable.
Prestando la llave de casa desde el móvil
A los pocos días de dejar en un cajón las llaves de casa, usar el teléfono para abrirla y cerrarla se convirtió en un rutina idéntica a la que era sacar las llaves del bolso o mochila. El funcionamiento es sencillo, y basta abrir la aplicación y deslizar arriba o abajo (cerrar o abrir) para bloquear o desbloquear el sistema. La seguridad aplicada es un cifrado AES-128.
La solución de Tesa es cierto que nos permite olvidarnos de las llaves de casa y mejorar la seguridad de la misma, pero para la apertura y cierre no es una mejora tan sustancial respecto a las llaves. Aquí echamos mucho de menos que Tesa Entr sea una solución con conectividad NFC para conseguir el desbloqueo de la puerta por proximidad: sacar el smartphone, acercarlo a la cerradura y listo. En principio el inconveniente de este sistema es que la cerradura exterior tendría que cambiar y ya no sería una solución transparente hacia la calle.
La conectividad del smartphone con la cerradura es vía bluetooth LE, por lo que aunque es compatible con dispositivos Andorid e iOS, hemos de asegurarnos de que dicha conectividad está soportada por nuestro smartphone o no funcionará.
El uso del smartphone como llave de nuestra puerta incluye una gran ventaja si hay mucha gente que debe entrar a casa. En la aplicación podemos generar llaves virtuales que prestar tanto indefinidamente como para ciertos momentos. Es realmente cómodo poder crear una llave para que un familiar que debe entrar a casa lo pueda hacer sin que, ni le demos una llave física, ni tengamos que desplazarnos.
La gestión de esas llaves se realiza desde la propia aplicación, es rápida y muy cómoda para permitir accesos temporales o programados. El fallo del sistema o la mejora que esperamos es que se pudiera incluir un registro del uso de esas llaves virtuales y se generara un historial de las entradas y salidas de casa, algo que puede resultar útil en ciertos escenarios.
La solución Tesa Entr en su modelo básico tiene un precio de 350 euros. Se trata de una inversión importante que con mejoras a nivel de software remataría la experiencia para la que ha sido pensada: mejorar con tecnología una faceta del día a día de la que no somos conscientes que puede funcionar de otra manera hasta que se intenta.