El año pasado Realme consiguió dar un golpe en la mesa de la gama media-alta con el GT Neo 2. Rozar con los dedos la esencia de un flagship alejándose de los precios altos no es tarea sencilla, y el Realme GT Neo 3 ya no quiere enfrentarse a ese reto. Yendo al grano, han Realme ha logrado crear un sucesor que deja con la boca abierta, a cambio de que duela más pasar por caja.
Pasa por nuestra mesa de análisis el Realme GT Neo 3, uno de los móviles más equilibrados del mercado en términos de hardware, y la prueba de que MediaTek está devorando a Qualcomm poco a poco. Este móvil tiene mucho que decir, así que ponte cómodo para conocerlo al detalle.
Antes de empezar el análisis, en la tabla de especificaciones vamos a mostrarte también el Realme GT Neo 3 en su versión de 80W. Es exactamente el mismo teléfono con más batería, menos carga rápida y una versión de acceso con algo menos de memoria RAM. Es imprescindible conocer la existencia de este modelo para poner en contexto la versión de 150W que hemos analizado.
Ficha técnica del Realme GT Neo 3 150W
Realme GT Neo 3 | Realme GT Neo 3 150W | |
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Pantalla | AMOLED 6,7" | AMOLED 6,7" |
Dimensiones y peso | 163,3 x 75,6 x 8,2 mm | 163,3 x 75,6 x 8,2 mm |
Procesador | Dimensity 8100 | Dimensity 8100 |
RAM | 8 GB | 12 GB |
Almacenamiento | 256 GB | 256 GB |
Cámara frontal | 16 MP f/2.45 | 16 MP f/2.45 |
Cámara trasera | 50 MP f/1.88 | 50 MP f/1.88 |
Batería | 5.000 mAh | 4.500 mAh |
Sistema operativo | Realme UI 3.0 | Realme UI 3.0 |
Conectividad | 5G | 5G |
Otros | Altavoces estéreo Dolby Atmos | Altavoces estéreo Dolby Atmos |
Precio | 599 euros | 699 euros |
Diseño: todo un bólido de carreras
Para gustos, colores, y nunca mejor dicho con este Realme. La edición 150W del GT Neo que hemos analizado llega en un color azul eléctrico, con dos líneas verticales que nos recuerdan a las de los vehículos de competición de los 70, como el Ford GT. No es un acabado para todos los públicos, pero es llamativo, muy llamativo. El módulo de cámara sobresale del cuerpo del terminal, con el sensor principal como protagonista y los dos sensores secundarios algo más discretos.
El móvil está acabado el policarbonato, pero la construcción es impecable. Al menos en esta versión no da la sensación de ser un terminal económico. La botonera está bien ubicada y rematada, con un botón de encendido al que llegamos perfectamente (gracias, Realme), y los botones de volumen en el lado derecho del terminal. La parte inferior alberga el USB-C y el altavoz.
Si lo miramos por delante, encontramos un frontal muy bien aprovechado. Hay una ligera barbilla apenas perceptible, pero el resto de biseles están muy bien rematados. El agujero se encuentra ahora en el centro, prueba de que este modelo no recicla el panel de su antecesor.
Destacar, por último, que es un móvil cómodo en mano y relativamente ligero. Pese a ser bastante grande, con sus 16.3 centímetros de largo, pesa menos de 190 gramos. Teniendo en cuenta que es un móvil que invita a jugar y al uso intensivo, esto son grandes noticias.
Pantalla: buena calidad, aunque falta de ambición
El panel de este Realme es de 6,7 pulgadas, con resolución Full HD+, tasa de refresco de 120 Hz y soporte para HDR10+ (sin soporte para Dolby Vision). La calibración es impecable en modo sRGB, aunque por defecto viene en DCI-P3 con bastante sobresaturación. Recomendamos cambiar este ajuste, al llamado modo "natural" (sRGB).
El brillo máximo se queda algo justo, el brillo automático funciona como debe desde el primer momento y, aunque el panel es de buena calidad, en un móvil de este precio Realme podía haber apostado por el panel 2K LTPO de su hermano, el GT2 Pro.
Desde los ajustes podemos configurar el modo de color de la pantalla, ajustar su temperatura y el modo de confort visual. Este reduce la luz azul de la pantalla para aliviar la fatiga ocular, y lo podemos programar para que se active a la hora que queramos.
Por último, indicar que este panel tiene un co-procesador dedicado, enfocado principalmente a procesar la alta tasa de refresco y muestreo táctil cuando estamos jugando. Si, por ejemplo, estamos jugando a una entrega en modo de 120 FPS y, por limitaciones del procesador, cae algún frame, este co-procesador inserta frames de forma artificial.
También es uno de los pocos paneles que alcanza un sampleo táctil de 1.000Hz, algo que permite reducir al mínimo la latencia. En otras palabras, la respuesta táctil es instantánea, con un retraso mínimo.
Rendimiento: el MediaTek de gama media que humilló a lo mejor de Qualcomm
No me escondo, este es el procesador que más ganas tenía de probar en 2022. El MediaTek Dimensity 8100 5G es una plataforma con una arquitectura de 5 nanómetros (proceso de TSMC, no de Samsung, como en el Snapdragon Gen 1), cuatro núcleos A78 y otros cuatro núcleos Cortex A55, todo ello acompañado de la GPU Mali-G610 MC6. Sobre el papel no parece gran cosa, pero este procesador rivaliza con el Gen 1 de Qualcomm, a pesar de estar orientado a la gama media.
REALME GT NEO 3 | OPPO FIND X5 PRO | XIAOMI 12 PRO | GOOGLE PIXEL 6 | IPHONE 13 PRO | OPPO FIND X3 PRO | POCO F3 | |
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PROCESADOR | MEDIATEK DIMENSITY 8100 | QUALCOMM SNAPDRAGON 8 GEN 1 | QUALCOMM SNAPDRAGON 8 GEN 1 | GOOGLE TENSOR | APPLE A15 BIONIC | QUALCOMM SNAPDRAGON 888 | QUALCOMM SNAPDRAGON 870 |
RAM | 12 GB | 12 GB | 12 GB | 12 GB | 6 GB | 12 GB | 6 GB |
GEEKBENCH 5 (Single-Core/Multi-Core) | 923 | 968 | 1.250 | 1.003 | 1.739 | 924 | 944 |
3D MARK (WILD LIFE UNLIMITED) | 5.666 | 10.090 | 7.143 | 7.715 | 11.730 | 5.927 | 4.315 |
3D MARK (WILD LIFE STRESS UNLIMITED) | 5.714 | 9.571 | 9.667 | 7.010 | 11.710 | 5.898 | 4.300 |
PCMARK (WORK 3.0 PERFORMANCE) | 15.876 | 11.701 | 13.180 | 10.697 | - | 10.208 | 12.452 |
Aunque no es habitual, vamos a empezar por los benchmarks y el test de rendimiento sostenido, para entender la magnitud del procesador del que estamos hablando. Esta unidad cuenta con 12 GB de RAM de tipo LPDDR5 junto a 256 GB de almacenamiento interno UFS 3.1, algo que ayudará al procesador a rendir como debe. Adicional, tiene la cámara de vapor más grande en un Realme de la serie GT Neo.
En Geekbench, aunque en single-core la puntuación no impresiona, en multi-core supera con creces al Gen 1, estando prácticamente más cerca de un Apple A15 que de Qualcomm. En PCMark también tenemos puntuaciones bastante altas. En el caso de 3DMark, test de gráficos, la puntuación ha sido inusualmente baja (puede que debido a alguna incompatibilidad a nivel de drivers o falta de optimización). Pese a esto, la estabilidad en rendimiento sostenido es brutal, de casi el 100%. Para comprobar que no hubiera problemas gráficos le hemos pasado, adicionalmente, uno de los test gráficos offscreen de GFXBench y, de nuevo, ha barrido al Gen 1 (21 FPS en el Qualcomm vs 28 FPS en el MediaTek, diferencia enorme).
Pero, ¿en qué se traduce tanto dato? En que podemos usar el teléfono durante horas, sin miedo de que el rendimiento caiga. En algunos móviles con el Snapdragon Gen 1 (no en los de Realme, OPPO y OnePlus, que brillan con este procesador) observamos caídas en frames y rendimiento mejorable con el paso de las horas. Este MediaTek es el campeón del sostenido, algo espectacular teniendo en cuenta que la joya de la corona para MediaTek es su Dimensity 9000, y no este.
Ni que decir tiene que, en uso cotidiano, el teléfono vuela, y que no tendremos retardos de ningún tipo usando las apps habituales. En definitiva, un rendimiento ganador, el mejor con diferencia en su rango de precio.
Software: siguen las buenas noticias
Con Realme UI 3.0 tenemos buena relación: una ROM limpia, basada en Android 12 y con una ligerísima carga de bloatware (Facebook, LinkedIn y Booking) que podemos barrer sin menor problema. Realme UI respeta los temas automáticos de Material You por lo que, si cambiamos el fondo de pantalla, cambiarán los colores de acento.
La dosis de personalización es considerable, y recuerda a los buenos tiempos de OxygenOS. Podemos cambiar el icono de batería, las animaciones del lector de huellas, el diseño del panel de notificaciones, el modo Always On Display... Es una ROM fácil de usar, pero muy densa y completa en personalización para que los más geeks la puedan dejar a su gusto.
Es, básicamente, la misma ROM que encontramos en el ColorOS de OPPO. Funciona rápido, es una especie de Android "Stock" vitaminado, y se sitúa actualmente como una de las capas de personalización más equilibradas del momento.
Biometría
Pasaremos rápido por el apartado biométrico, destacando que el Realme GT Neo 3 tiene un lector de huellas bajo la pantalla que funciona de forma sobresaliente. Le acompaña un sistema de reconocimiento facial no tan brillante. Funciona rápido, pero hemos tenido algún que otro problema en interiores. Recordar, asimismo, que es un sistema de reconocimiento 2D, por lo que no es de lo más seguro.
Autonomía: la carga rápida más rápida del mercado
150W. No bastaba con 65, 80 ni 100W, 150W. El Realme GT Neo 3 es, por el momento, el más rápido cargando. Es sencillamente espectacular y el cargador viene en la caja. Al ser GaN, no es exageradamente grande, teniendo en cuenta su capacidad.
En cinco minutos tenemos el 50% del móvil cargado, y la carga completa con el móvil encendido, del 1 al 100%, ha tardado 16 minutos. Es tan rápida que, en mi opinión, es incluso demasiado rápida, siéndome difícil imaginar un escenario en el que necesitamos que cargue al completo en 15 minutos. Bienvenidos sean, por supuestos, los 150W, pero hay un precio a pagar por ellos.
Estoy convencido de que este punto es interesante para reflexionar, ya que por culpa de tener estos 150W, el separador del cátodo y el ánodo de batería ha de ser más grueso. ¿En palabras más sencillas? Con menos carga rápida, tendríamos más batería. Y la prueba de ello es que la versión que carga a 80W tiene una batería de 5.000mAh, en lugar de los 4.500mAh de este modelo.
Los 4.500mAh rinden suficientemente bien, dando entre seis y siete horas de pantalla en escenarios favorables (WiFi, brillo medio, poca cámara y algo de juego), y bajando hasta las cinco horas si le damos uso intensivo. Buena cifra, pero no sobresaliente. En manos del usuario queda apostar por 80W (que cargan el móvil al completo en apenas 30 minutos) para tener más batería, o cargar más rápido a cambio de que el móvil sufra más en uso intenso.
Por último indicar que los 150W no vienen activos por defecto. Si queremos activarlos tenemos que ir a ajustes, batería, activar la carga rápida y aceptar el aviso de que si activamos esta función el móvil puede calentarse. No vamos a entrar en el debate de si cargas tan rápidas son o no perjudiciales pero, como mínimo, es curioso que en un móvil que se apellida 150W, esos 150W vengan capados, y que tengamos que activarlos bajo advertencias.
Sonido: buena calidad y Dolby Atmos
El sistema de altavoces de este GT Neo 3 es prácticamente idéntico al del GT 2 Pro. No son los mejores altavoces del mercado, pero la calidad es bastante buena para un teléfono de este rango de precio. El sonido viene potenciado con Dolby Atmos mediante software, y la única ausencia marcada (aunque habitual) es la del jack de auriculares.
Cámara: una buena cámara trasera con un par de lastres en la espalda
Con el Realme GT2 Pro ya nos llevamos una agradable sorpresa y, dentro del grupo OPPO, el Find X5 Pro ganó nuestra gran comparativa fotográfica. Por el lado del GT Neo 3 tenemos buenas y malas noticias. La cámara principal comparte sensor del GT2 Pro, lo cual nos alegra bastante. La contrapartida es que los dos sensores secundarios son de móvil de gama media, con un ultra gran angular de 8 megapíxeles y un testimonial macro de 2 megapíxeles (es hora de que este tipo de sensores vayan desapareciendo, por favor).
La app de cámara es la que ya hemos visto en la familia OPPO/Realme/OnePlus. Una app completa, muy rápida e intuitiva. Todos los modos importantes están a mano, y tenemos controles para HDR, flash, modo de IA (sobresaturación al canto) y formato en la parte superior. Tiene algunos modos extra interesantes, como el modo profesional, o la vista dual de vídeo para grabar con cámara trasera y frontal al mismo tiempo.
Fotografía diurna
Por el día, la cámara del Realme GT Neo 3 se acerca bastante a la del GT 2 Pro, pero el ISP (procesador de imágenes) de MediaTek parece menos afinado. Es una cámara trasera de nivel, con buen rango dinámico, un trabajo en colorimetría más que aceptable y el principal pecado de Realme: el detalle artificial, forzado por software. El sharpening vuelve a ser innecesario, teniendo en cuenta que el IMX766 es uno de los mejores sensores del momento en cuanto a detalle fino.
No obstante, este no es un teléfono demasiado orientado a la fotografía, por lo que los resultados de la cámara trasera de día se quedan en un notable más que digno, sin pretensión de ser sobresaliente. Es una cámara consistente, que no nos dará demasiados quebraderos de cabeza.
En esta fotografía diurna en interiores, bien iluminada y con luz natural a primera hora del día, apreciamos aún mejor el buen trabajo que puede hacer el sensor. De hecho, al no haber una exposición tan fuerte, el procesado ha sido mucho menos agresivo. No hay excesiva sobresaturación, y el resultado es digno de un móvil de gama alta.
Ultra gran angular
No podemos decir lo mismo del gran angular, más digno de un móvil de 300 euros que de esta bestia. El recorte en los sensores secundarios se cobra al angular como víctima. Lo resultados no son dramáticos, pero quedan a demasiada distancia respecto al sensor principal. No hay apenas detalle, la distorsión en esquinas es algo exagerada, y necesitaremos muy buenas condiciones de luz para hacerlo funcionar correctamente.
Macro
El modo macro... es un modo macro. No terminamos de comprender cómo, en un móvil de 700 euros, se incluye este sensor de 2 megapíxeles tan sencillo, cuando dentro de la casa Realme hay cámaras microscópicas (de 3 megapíxeles, pero funcionando junto a sistemas de doble flash) que funcionan de auténtico escándalo. Por el día puede servir para enfocar algún objeto cercano y no es del todo malo en detalle pero, sinceramente, nos acabaremos olvidando de que este modo está en los ajustes.
Retrato
Bien por el retrato en este Realme GT Neo 3, aunque igual que sucedió con el OPPO Find X5 Pro, necesita que estemos muy cerca del sujeto. Esto nos limita bastante a la hora de fotografiar en retrato a distancias no muy lejanas, pero vistos los buenos resultados de cerca, nos damos por satisfechos.
Fotografía nocturna
Por la noche, contar con el IMX766 es llevar puesto un salvavidas. Sin modo noche tenemos fotografías bastante aceptables, sin demasiada eliminación de ruido, y con algo de falta de rango dinámico en sombras. Si queremos un proceso más agresivo, podemos optar por el modo noche.
Con modo noche activo el procesado es más duro, y a cambio ganamos algo más de información. Aquí se nota más el trabajo de software para ganar detalle, pero las fotografías en condiciones de baja luz nos regalan un extra de rango dinámico y luminosidad.
Ultra gran angular
El gran angular sufre de noche, aunque las fotografías que obtiene no están mal. No es un sensor a descartar cuando cae la luz, ya que pese a tener muy poco detalle es válido para tener tomas más amplias.
Selfie
El selfie del Realme GT Neo 3 no es su punto fuerte. El HDR funciona en retrato y se respeta el tono de la piel, pero la calidad general es bastante mejorable. El efecto de HDR es muy artificial, genera una extraña capa blanquecina por todo el sujeto, y el recorte del modo retrato no es demasiado preciso.
Vídeo
El Realme GT Neo 3 es capaz de grabar vídeo hasta en 4K, aunque se encuentra especialmente cómodo grabando en Full HD+, donde el trabajo de estabilización es correcto. La colorimetría es bastante artificial y le cuesta bastante ajustar la exposición.
Realme GT Neo 3, la opinión de Xataka
Realme está haciendo las cosas muy bien en el segmento medio-alto. El Realme GT Neo 3 es el ejemplo de que no hace falta gastarse 1.000 euros en un teléfono, pero al mismo tiempo enseña que si queremos un rendimiento envidiable, tendremos que pasar por caja. Este GT Neo 3 es mucho más caro que su antecesor, hasta el punto de rozar el PVP del Realme GT2 Pro, terminal con mejor acabado y mucha mejor pantalla. Costando unos 380 euros al cambio, esperábamos un precio base de unos 500/550 euros, pero 699 son palabras mayores.
El enemigo juega en casa. Este teléfono es una opción espectacular en equilibrio de batería y potencia, pero el Realme GT2 Pro es mejor compra, sobre todo mirando los aspectos que importan cuando rozamos los 700 euros: cámara y pantalla.
Del mismo modo, en el caso de animarse con este modelo, recomendamos la versión de 80W, con más batería y a un precio más económico. El pequeño downgrade en cantidad de memoria no se notará en experiencia de usuario, y aunque los 150W impresionen, no son de por sí un motivo de compra.
9.0
A favor
- La carga rápida no tiene nombre. En 15 minutos tenemos la batería lista.
- El rendimiento es un espectáculo. Larga vida a este MediaTek.
- La cámara principal se comporta bastante bien.
En contra
- Echamos en falta más ambición en los sensores secundarios de cámara.
- Una tasa de refresco adaptativa hubiese sido TOP.
- La edición de 80W + 5.000mAh se plantea bastante más atractiva en calidad-precio.