El año pasado Google lanzó los Google Pixel Buds (los completamente inalámbricos, no los que tenían cable que sacaron en 2017), unos auriculares de 199 euros que nos dejaron con buen sabor de boca. El problema es que no todo el mundo está dispuesto a dejarse semejante cantidad de dinero en unos auriculares, así que la compañía ha decidido sacar unos auriculares más baratos. ¿Su nombre? Google Pixel Buds A.
Estos auriculares cuestan la mitad, 99 euros, y buscan ofrecer una buena calidad de sonido, comodidad (ya veremos...) y toda la potencia de Google directamente en nuestra oreja. En Xataka ya hemos tenido ocasión de echarles el guante, escuchar música, podcasts y explotarlos al máximo para traeros este, su análisis, así que vamos a ello.
Ficha técnica de los Google Pixel Buds A
GOOGLE PIXEL BUDS A | |
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DIMENSIONES Y PESO | Auriculares: 20,7 x 29,3 x 17,5 mm, 5,06 gramos |
UNIDAD DE DIAFRAGMA | 12 mm |
CONEXIÓN | Bluetooth 5.0 |
COMPATIBILIDAD | Android 6.0 o superior |
BATERÍA | Por determinar |
AUTONOMÍA | Auriculares: hasta 5 horas |
CARGA DEL ESTUCHE | USB tipo C |
EXTRAS | Control gestual |
PRECIO | 99 euros |
Diseño: esto me suena...
¿Recordáis los Google Pixel Buds? Pues los Pixel Buds A son idénticos. De hecho, es complicado diferenciarlos a simple vista. Es una cuestión de pesos y dimensiones, ya que los Pixel Buds A son algo más pequeñitos y pesan un poquito menos, pero las sensaciones son muy parecidas.
Así pues, tenemos unos auriculares (de color verde oliva en nuestro caso) redondos con el logo de Google grabado en la parte exterior, justo donde está la superficie táctil desde la que haremos los gestos. Repartidos por el chasis tenemos dos micrófonos, el sensor de posición, el orificio de ventilación (para evitar la sensación de taponamiento en el oído) y los pines de carga. Ah, y el arco estabilizador.
El arco estabilizador sirve para que los auriculares se queden encajados en nuestra oreja y no se muevan durante las sesiones de deporte o al hacer movimientos bruscos. Y lo consiguen, sin duda, pero a costa de sacrificar ergonomía. Nos pasó con los Pixel Buds y nos vuelve a pasar con los Pixel Buds A: el arco estabilizador es incómodo y puede llegar a molestar tras una sesión de música más larga de la cuenta.
El problema es que no se puede quitar. Es una pieza de silicona pegada a los auriculares y no puede retirarse, así que es lo que hay. En cualquier caso, esto dependerá del tamaño de la oreja de cada uno. Quizá aquellas personas con orejas más grandes no encuentren incómodo este arco estabilizado, pero no me cabe duda de que los usuarios con orejas más pequeñas lo tendrán que sufrir.
Lo que sí podemos retirar son las gomillas de silicona y, de hecho, es algo que recomendamos hacer. En la caja encontraremos tres juegos de gomillas: S, M (preinstaladas) y L. Mi recomendación personal es que las probéis todas y os quedéis con las que os sintáis mejor. No solo por una cuestión de comodidad, que también, sino porque una almohadilla correcta = mejor cancelación pasiva de ruido.
Dicho esto, merece la pena destacar que son unos auriculares bastante disimulados. En color blanco quizá lo sean un poquito más, pero en verde quedan bastante bien. No son particularmente grandes ni particularmente llamativos. El problema, como decíamos, es que su ergonomía deja un poco que desear debido al arco estabilizador.
En cuanto al estuche, podríamos copiar y pegar el texto que escribimos cuando los Pixel Buds, porque es idéntico. Literalmente, es del mismo tamaño, solo que algo más ligero. Sigue teniendo ese diseño minimalista que tanto nos gustó y esa forma que recuerda a un huevo que hace que sea cómodo de sujetar. No abulta nada en el bolsillo y, por qué no decirlo, es bonito.
El tacto es bueno. Se nota que es plástico, pero es tan suave como el que encontramos en los auriculares. Por poner una pega, habría estado bien que ya que los auriculares son verde oliva, el estuche fuera del mismo color, pero no. Ya tengamos los auriculares en verde o blanco, el estuche siempre será blanco. Es una cuestión de estética sin importancia, pero ahí queda.
El estuche no podría ser más sencillo. En la parte inferior tenemos el puerto de carga USB tipo C, detrás el botón para resetear y vincular los auriculares y en el frontal un LED que se ilumina de diferentes colores según el estado de carga de la batería (en los Pixel Buds este LED estaba dentro del estuche y no fuera). La tapa está imantada y ofrece una buena resistencia a las aperturas involuntarias.
Experiencia: Google sabe lo que se hace
Estamos de acuerdo en que en unos auriculares lo que más importa es la calidad de sonido, pero claro, los Pixel Buds A son unos auriculares de Google y, como tal, no deja de ser interesante comentar todo lo que podemos hacer con ellos, porque no es poca cosa. Al fin y al cabo, alguna ventaja tendría que tener que tengan una integración con Google Assistant tan potente.
Pero antes de nada, compatibilidad. Los auriculares son compatibles con iOS y Android, aunque donde realmente se explotan es en Android. ¿Por qué? Porque la app de gestión (Pixel Buds), la integración por defecto de Google Assistant y Fast Pair solo están disponibles en Android.
La sincronización con el móvil no podría ser más sencilla: abres los auriculares, el móvil los detecta y los enlaza. Fácil y rápido. Luego habrá que descargar la app Pixel Buds para poder gestionar los auriculares y acceder a las diferentes funciones. También es recomendable descargar el traductor de Google y ahora veremos por qué.
Primero, los gestos. Los auriculares tiene una superficie táctil que nos permite hacer acciones rápidamente. Los gestos no se pueden modificar, por lo que no podremos cambiar las acciones que ocurren al hacer un toque o dos. Son los que son y son los que hay. Los controles son idénticos en ambos auriculares y son los siguientes:
GESTO | ACCIÓN |
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Un toque | Reproducir, pausar |
Dos toques | Siguiente canción |
Tres toques | Canción anterior o repetir |
Mantener pulsado | Invocar a Google Assistant |
La detección de los gestos es correcta y en ningún momento hemos sufrido de toques fantasmas o fallos de detección. Es una buena experiencia, así como una lástima que no tengamos la opción de cambiar las acciones de los gestos para adaptar los auriculares a nuestro gusto.
Desde la app podemos desactivar los gestos si queremos. También podemos activar el Bass Boost (para potenciar los graves), el sonido adaptativo y la detección de posición, que funciona sin problema. Gracias a esta función, cuando nos quitemos los auriculares se pausará la música y volverá a sonar cuando nos la pongamos.
Pero hablemos del asistente de Google, que es lo que realmente es interesante. Los auriculares responden a la palabra clave "Hey Google" u "Ok Google" y, como podemos imaginar, podemos hacer de todo: llamadas, enviar mensajes, escuchar nuestras notificaciones, pedir información, controlar la domótica, controlar la música... Vamos, todo lo que podemos hacer con Google Assistant, pero directamente desde la oreja.
La detección de la palabra clave es buena y se ha mejorado la velocidad de respuesta con respecto a los auriculares anteriores. Al decir la palabra clave sonará un tonito y, entonces, podremos dar la orden, que ahora sí se responde casi de inmediato.
Otra función interesante es la integración con el traductor de Google. ¿Para qué sirve? Para traducir en tiempo real en más de 40 idiomas. Es una función un poco tosca porque requiere que usemos la app de Google Traductor en el móvil (algo engorroso realmente), pero que puede sacarnos de un apuro en un momento dado.
¿Cómo funciona? Decimos "OK Google, ayúdame a hablar inglés" (o japonés, francés...). Ese comando abrirá el traductor de Google en modo conversación en el móvil. Ahora dejamos pulsado uno de los auriculares y hablamos en nuestro idioma. El traductor traducirá lo que hayamos dicho al idioma de salida y lo leerá en voz alta para que nuestro interlocutor lo entienda. Y ahora viene la miga.
Cuando la otra persona comience a hablar, digamos en inglés, dejamos pulsado el botón derecho de Google Traductor. Google detectará lo que está diciendo, lo traducirá y nos leerá la traducción a nuestro idioma directamente en los auriculares. Si queréis probarlo por vosotros mismos, poneos un vídeo en inglés en YouTube y seguid estos mismos pasos.
Es una función muy, muy curiosa que demuestra que Google Assistant puede integrarse casi de forma totalmente transparente en nuestro día a día. Lo siguiente es que no haga falta sacar el teléfono para usarla, pero quizá eso llegue con versiones futuras de los auriculares.
Repasado esto, conviene destacar que no hemos sufrido de problemas de latencia de ningún tipo y que hemos podido ver películas y vídeos en YouTube sin apreciar mucho retardo entre imagen y sonido. Minipunto para Google en este aspecto.
Todo bien hasta ahora, pero toca darle un tirón de orejas a Google. Si tenemos un móvil Android la integración con los Pixel Buds A es sobresaliente, pero si tenemos un iPhone la cosa cambia. La integración con el asistente, las opciones adicionales y demás no están disponibles en iOS debido, en parte, a que la app Pixel Buds no está en iOS.
Calidad de sonido: el agradable sonido de la gama media
Pasamos así a hablar de la calidad de sonido. Los Pixel Buds A montan un driver dinámico personalizado de 12 milímetros que sabe comportarse. No podemos esperar el sonido de unos auriculares de gama alta, pero no por ello la experiencia deja de ser positiva. De hecho, nos hemos llevado una grata sorpresa.
Los hemos probado en un móvil Android escuchando música en local y streaming, siempre a 320 Kbps, que por ahora es lo máximo que despacha Spotify. La batería de canciones la componen nuestra biblioteca personal y algunas canciones estándar que usamos en todos los análisis. Puedes encontrarla en este artículo.
El sonido es muy equilibrado. Los Pixel Buds A son capaces de representar correctamente las frecuencias más agudas y medias, que son con las que más suelen sufrir los auriculares TWS de gama media, y ofrecen unos graves bien medidos. No tienen ese efecto "brrrrrm" que tanto gusta de los géneros urbanos, pero puede conseguirse activando el refuerzo de graves en la app. Yo, personalmente, lo prefiero desactivado.
No es el sonido más nítido que hemos experimentado (al fin y al cabo son unos auriculares de 99 euros y en algo se tiene que notar), pero la experiencia es muy positiva. Si tenemos los oídos más entrenados notaremos cierta distorsión en los rangos de volumen más altos, pero en niveles medios la experiencia es muy buena.
En resumen, podemos quedarnos con la idea de que se escuchan bastante bien para ser unos auriculares de gama media. La cancelación pasiva es suficiente para aislarnos ligeramente del exterior, pero perdemos esa inmersión que nos ofrece la cancelación de ruido activa, ya que estos auriculares carecen de ella. En entornos más ruidosos de la cuenta será inevitable que se nos cuele ruido intruso.
Una función que quizá pasa algo más desapercibida es la del sonido adaptativo. En principio, sirve para adaptar el volumen automáticamente cuando vamos de un sitio a otro que sea más o menos ruidoso. Yo he podido apreciar un sutil aumento del volumen al pasar del salón (tranquilo) a la terraza (más ruidosa porque están de obras en la calle), pero el cambio no es muy drástico.
En cuanto al sonido de las llamadas, bastante bien. Los micrófonos recogen perfectamente nuestra voz y nuestro interlocutor nos escucha sin problema. Lo mismo sucede con su voz, que se escucha nítida y sin mayor dificultad. Excelente trabajo el de Google en este aspecto.
Batería: sin destacar en exceso
Terminamos este análisis hablando de la batería. Lo cierto es que me encantaría poder decir que cada auricular tiene tal o cual cantidad de miliamperios, pero Google no ha desvelado esa información. Lo que sí puedo confirmar es que las cuatro horas y media de reproducción continua no nos las quita nadie.
No es la autonomía más alta del mercado y menos en unos auriculares que no tienen cancelación de ruido, pero es suficiente para echar media jornada de trabajo sin problema. Combinada con la carga del estuche podremos acceder a hasta un día de autonomía pero, como siempre decimos, esto dependerá de infinidad de factores, como el volumen, que usemos más o menos Google Assistant, etc.
El estuche, por cierto, se carga vía USB tipo C y carece de carga inalámbrica. Una lástima, pero comprensible si tenemos en cuenta el precio. Conviene destacar que tiene un sistema de carga rápida bastante solvente que en 15 minutos nos da autonomía para seguir escuchando música durante unas tres horas. De nuevo, dependerá del uso que hagamos.
Google Pixel Buds A, la opinión de Xataka
Llegados a este punto, podemos decir que los Google Pixel Buds A son una muy buena alternativa a tener en cuenta si no queremos gastarnos más de 100 euros en unos auriculares. Sin ser los más cómodos, sin tener la compatibilidad más amplia y sin tener la autonomía más alta del mercado, son una opción interesante si usamos un móvil Android y queremos explotar Google Assistant.
Los Google Pixel Buds A, además, nos ofrecen un sonido que, aun siendo propio de la gama media, es muy equilibrado y disfrutable. No tienen cancelación de ruido, pero poco más se puede pedir. Son, en definitiva, unos auriculares muy solventes que recogen el testigo de unos auriculares que ya nos gustaron en su momento y que ahora lo vuelve a hacer costando la mitad.
8.0
A favor
- La integración con Google Assistant.
- Sonido muy equilibrado.
- Bonitos, minimalistas y disimulados.
En contra
- No tienen cancelación de ruido activa.
- El arco estabilizador puede hacer que sean incómodos para algunos usuarios.
- Si tienes un iPhone serán como unos auriculares inalámbricos más.
Estos auriculares han sido cedidos para la prueba por parte de Google. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.