Tras unos comienzos con titubeos que duraron años, la carga inalámbrica ya es una realidad en prácticamente toda la gama alta de smartphones, y más allá de eso, un elemento identificativo de ésta. Es por ello que resulta más interesante que nunca analizar una de las opciones más económicas del mercado, la base LIVBOJ, que IKEA comercializa por 5 euros.
Por su precio, como cabe esperar, IKEA hace concesiones importantes, como no incluir adaptador de corriente o cable USB-C, pero son carencias que, en cierto modo, se compensan con una construcción de calidad y un diseño sobrio capaz de encajar en cualquier contexto de un hogar u oficina de trabajo. ¿Es ello suficiente para quedarnos con esta opción y no irnos a otras de gama superior? Vamos a verlo en este análisis.
Ficha técnica de IKEA LIVBOJ
BASE DE CARGA LIVJOB | |
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PROTOCOLO | Qi 1.2.4 BPP |
POTENCIA | 5W |
PUERTO | USB-C |
DIMENSIONES | 9 X 2 X 9 cm |
EXTRAS | Monitor de temperatura y potencia por seguridad, LED indicador |
COLORES | Blanco y negro |
PRECIO |
Un diseño alejado de estridencias, clave para no incomodar
En el mercado de los cargadores inalámbricos abundan los diseños recargados, que no pasan desapercibidos y que, por sus luces, pueden llegar incluso a ser molestos por la noche. Por ejemplo, anteriormente, tenía uno que siempre estaba encendido en color azul eléctrico, con LEDs capaces de iluminar la habitación. Al colocar mi smartphone en posición de carga y hacer contacto, la cosa iba incluso a peor: a la luz azul se sumaba una estridente luz rosa que no se apagaba hasta que por la mañana separaba el móvil de la base.
Con el cargador LIVBOJ de IKEA no existe ese problema. Es de plástico mate (en acabado blanco o negro) y con líneas muy sobrias, lo que querrías para encajar en prácticamente cualquier rincón de la casa. En IKEA también los hay más caros y con diseños más rústicos, pero este puede ir bien con muchos estilos de decoración sin destacar en exceso.
Sobre el segundo punto que puede llegar a ser molesto, el de la iluminación, el LIVBOJ es también muy discreto. Cuenta con un pequeño LED que emite luz blanca, pero solamente se enciende mientras carga el smartphone, no por el hecho en sí de estar conectado a la corriente. Además, hay que decir que por la noche la luz que emite no es incómoda y en caso de que no quiera verse es fácilmente dirigible hacia otro punto, al estar tan localizada en uno de los bordes de la base y no en todo el cuerpo.
Junto al LED de carga encontramos el puerto USB-C, algo que ya es común entre la mayoría de bases de carga inalámbrica pero de lo que pueden carecer las más baratas. Hay que aclarar que ni el cable ni el adaptador de corriente vienen incluidas en la fina caja en la que se vende. Si no tenemos cargadores o cables por casa, habrá que hacer cuentas sobre si conviene más esta opción o una que contenga todo.
Una experiencia de carga más que correcta y segura
Cuando hablamos de carga inalámbrica, son varios los problemas comunes que podemos encontrar el numerosas bases. En algunas de ellas, los móviles deslizan en exceso al colocarlos, al no tener una superficie a la que se adhieran de alguna forma para mejorar la sujeción. Otra característica común, en ese sentido, es que los móviles giren sobre sí mismo al colocarlos, y se acaben moviendo.
Todo ello también guarda relación con lo más importante, que la superficie de carga sea muy pequeña. Es decir, que haya que colocar al móvil en una posición muy determinada para que el terminal comience a cargar.
Para evitar que deslice, la LIVBOJ cuenta con un dibujo rugoso del símbolo "+" en su parte central, de forma que el móvil se mantiene en su posición sin moverse en exceso, aunque si lo tocamos sí puede llegar a girar sobre sí mismo. Pero es importante ese detalle: no se moverá si no lo tocamos y si la superficie está bien nivelada.
Al colocar el smartphone sobre la base, se encenderá el LED indicando que la carga ha comenzado. La reacción del smartphone es casi instantánea. Un segundo después de colocarlo, dependiendo de cómo el fabricante haya decidido comunicarlo, el terminal nos avisará de que está cargando.
Antes de pasar a hablar de tiempos de carga, hay que hablar del calor de la base. En este sentido, frente a modelos económicos que pueden llegar a resultar preocupantes por la temperatura tan alta a la que llegan, la experiencia con el LIVBOJ me parece totalmente segura para estar encima de cualquier material, pues en nuestras pruebas con varios terminales no ha pasado de estar templada. El calor es el peor enemigo de las baterías, y cargando con un iPhone 11 Pro, iPhone 12 y Huawei Mate 20 Pro, la sensación ha sido de que la temperatura de carga no sería demasiado perjudicial para la longevidad de las pilas.
Eso sí, si tu duda con este modelo es si el smartphone se calentará más que cargando con el mismo cargador de 5 vatios, por cable, la respuesta es que sí. Tanto los iPhone como el Huawei Mate 20 Pro, cargando con el cargador de 5 vatios de Apple por cable se han mantenido prácticamente fríos, frente a la temperatura más alta que imprime la base de carga.
Tiempos de carga y eficiencia
Cuando hablamos de tiempo de carga en los cargadores inalámbricos, hay que tener en cuenta que la eficiencia en la carga es menor. Es decir, que para llenar los mismos mAh, necesitaremos más tiempo a igualdad de potencia de carga, pues se transmite menos energía que por cable.
Es algo que hemos podido ver en el caso del iPhone 12. Con el mismo cargador de 5W, original de Apple, esto ha sido lo que ha cargado por cable y por carga inalánbrica. Se partía de batería totalmente agotada en ambos casos:
- Tiempo necesario para alcanzar el 30% por cable: 50 minutos.
- Tiempo necesario para alcanzar el 30% por carga inalámbrica: 58 minutos.
Veamos ahora el tiempo total de carga, comparando el total de minutos de cable versus el total de minutos de carga inalámbrica:
- Tiempo necesario para alcanzar el 100% por cable: 189 minutos.
- Tiempo necesario para alcanzar el 100% por carga inalámbrica: 217 minutos.
Como vemos, por carga inalámbrica, el iPhone 12 tarda un 15% más de tiempo en alcanzar en cargarse por completo. Podría pensarse que es porque el smartphone demanda menos energía por carga inalámbrica que por cable, pero no es así. Midiendo con un enchufe inteligente, hemos observado que el consumo pico medido con la base de carga es mayor en un momento similar del ciclo de carga.
Con carga con la base, el enchufe inteligente informaba de que el consumo era de 7,8 vatios, mientras que por cable, el enchufe arrojaba 6,4 vatios. En ambos casos supera los 5W estipulador por Apple en el cargador, algo normal. Son datos que sirven para ver que la carga inalámbrica, además de ser más lenta, consume más energía.
Esta pérdida de eficiencia y el calor extra generado por la base, hacen pensar que, quizá el cambio a la carga inalámbrica no se pueda justificar en ningún caso por cuestiones medioambientales, al menos si hablamos de estas bases de carga económicas. El impacto energético es mayor durante más tiempo, y la batería puede degradarse algo antes por la mayor temperatura a la que opera.
IKEA LIVBOJ, la opinión de Xataka
Antes de comenzar a usar la base de carga LIVJOB de IKEA, eran varias las dudas que teníamos sobre su calidad de materiales y experiencia de carga, tanto por tiempos, como por calentamiento y por incomodidad del LED de carga.
Tras un buen tiempo probando su carga inalámbrica con varios terminales en distintas condiciones de temperatura ambiente, las sensaciones son muy buenas por el precio que IKEA ha fijado. No podemos esperar una velocidad de vértigo en la carga, porque no tiene especificaciones para ello. Pero sí podemos celebrar que no se calienta en exceso, que por la noche su LED no es molesto ni estridente, que encaja en prácticamente cualquier rincón y que si no necesitamos llenar un 50% de carga en media hora, es una muy buena opción.
Con la carga inalámbrica hemos entrado en una era en la que es corriente ver cómo se alcanzan los 65W, aunque a esa potencia se suele dotar a las bases de sistemas de refrigeración. Con el LIVBOJ estamos muy lejos de esa vanguardia, para bien y para mal. Es una buena base si queremos gastar poco dinero y si tenemos suficiente con las más de tres horas y media que tarda en llenar 2815 mAh del iPhone 12. En ese caso, y a su precio, merece la pena tener incluso varias por casa.