Es el hermano mayor de la gama alta de Huawei, el buque insignia con pantalla más grande del mercado y uno de los móviles más llamativos para aquellos que prefieran el formato phablet. En el análisis vimos que era extraordinario en batería, pero no el mejor Huawei disponible. Hemos estado probándolo durante un mes y aquí os traemos nuestro análisis del Huawei Mate 20 X tras 30 días de uso.
Utilizar un móvil tan grande tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero no es habitual que este tipo de phablets ofrezcan una experiencia digna de los mejores terminales. El Mate 20 X es un dispositivo que transmite las mismas sensaciones que el resto de la gama Mate 20, pero en un tamaño al que normalmente no estamos acostumbramos. ¿Hasta qué punto ganamos en autonomía? ¿Está la pantalla a la altura de su tamaño? Os dejamos con nuestra experiencia después de utilizarlo durante bastantes semanas.
Huawei Mate 20 X, tras un mes de uso en vídeo
La experiencia de una tablet en un tamaño que nos cabe en el bolsillo
El Huawei Mate 20 X dispone de un diseño muy similar al del resto de terminales de la gama Mate 20. Por su 'notch' en forma de gota de agua nos recuerda mucho al Mate 20, aunque en tamaño el incremento de pantalla hasta las 7,2 pulgadas se nota. Teniendo una tablet Nexus 7 al lado, la pantalla de este Mate 20 es mayor pero el cuerpo entero es considerablemente menor.
En los últimos años ha habido un avance significativo en la reducción de marcos y esto ha permitido que las phablets hayan alcanzado tamaños antes reservados únicamente para las tablets. En el caso del Mate 20 X, los marcos nos han parecido muy bien optimizados y lo cierto es que aunque sí hay algo de mejora, es difícil que cambie ya la experiencia.
Los móviles están alcanzando ratios de pantalla muy elevados, lo que ha conducido que las pantallas grandes cada vez sean más habituales. Algo que todo sea dicho, después de un mes de uso no puedo estar más contento. Estando los móviles flexibles tan cerca, no se me antoja descabellado pensar en un móvil con más de 12 pulgadas.
Controlar el móvil con una mano es posible, aunque no es cómodo. Es un móvil grande y pesado y eso se acaba notando, quizás el punto donde más margen de mejora hay. Llevarlo en el bolsillo es posible, pero la sensación que ante un mal gesto puede romperse es permanente.
En mi caso, además lo he llevado sin funda. ¿Por qué? Principalmente porque debido a su tamaño, si además tenemos que añadirle una funda nos quedaría algo todavía más grande. El excepcional trabajo de compactación de Huawei el año pasado tiene como resultado que su móvil más grande sea relativamente manejable.
El agarre es bastante bueno y la apariencia es muy premium. Aquí sí se mantiene el nivel del Mate 20 Pro y en todo momento que lo tenemos en la mano se siente que estamos ante un móvil de gama alta. La trasera es de cristal y las huellas se impregnan, pero en general es bastante limpio. Al tacto es agradable y se agradecen detalles como el botón lateral de color.
Es algo resbaladizo pero sin suponer un problema y afortunadamente debido a la posición central de la cámara trasera no baila.
No me ha gustado tanto el lector de huellas. Está demasiado arriba y en comparación con el cuerpo del Mate 20 X es demasiado pequeño. El reconocimiento facial funciona correctamente, pero no tenemos el método de reconocimiento biométrico del Mate 20 Pro.
Este es un punto donde sí hemos notado alguna concesión, ya que además el PIN de los Mate 20 es de seis dígitos y tener que ponerlo de vez en cuando no es muy cómodo. Para las siguientes generaciones, esperamos que el lector de huellas integrado en la pantalla ofrezca un plus a la experiencia que con el Mate 20 X nos ha faltado algo.
El Mate 20 X no tiene LED de notificaciones y la sensación es que suele quedar demasiado apagado, en comparación con otros terminales que tienen una pantalla activa llamativa. Sí se incorpora un elemento que muchos gama alta han ido perdiendo, el jack de 3.5mm.
Mi móvil personal, un Pixel 2 XL, no tiene ese puerto y he acabado comprando auriculares bluetooth. Aún así, durante este mes sí me he encontrado en varias ocasiones donde el jack me ha sido muy útil y he agradecido tenerlo. Un añadido que entiendo que tenga que ir eliminándose, pero todavía sigue siendo bastante relevante.
La pantalla no hace la diferencia, su tamaño y sonido sí
El panel AMOLED elegido por Huawei para el Mate 20 X no alcanza la máxima calidad y en este apartado sí sentimos que estamos por debajo de lo que un verdadero buque insignia nos puede llegar a ofrecer. Ojo, se ve muy bien y es un panel de altísima calidad, pero no lo situaríamos entre los mejores que hemos probado.
Para exteriores dispone de un buen brillo, pero no es suficiente elevado y tenemos algunos reflejos. Además, hemos notado que el brillo automático es algo lento y en varias ocasiones nos hemos visto teniendo que subirlo manualmente. El contraste es bueno y la pantalla es uniforme en colores. Tampoco hemos notado problemas evidentes ni degradados graves de color.
A nivel de resolución, en comparación con otros móviles la pérdida de nitidez es evidente. Tenemos un panel FullHD+ con una resolución de 2244 x 1080 píxeles, pero es que son 7,2 pulgadas. Mientras en el Mate 20 X tenemos unos 346 ppp, en el Mate 20 Pro subimos a los 538ppp. Una diferencia que en el día a día se nota y pese a que una pantalla tan grande se disfruta, también nos gusta ver el contenido en la máxima resolución posible.
El argumento que da Huawei para esta resolución es para hacerla más "amigable con los juegos". Es decir, mover aplicaciones en FullHD requiere menos potencia que hacerlo en 2K y de ahí que se haya optado por esta resolución. Como explicaremos luego, es cierto que a nivel de rendimiento funciona increíblemente bien pero no quita que se nos quede esa sensación que no tenemos lo mejor de lo mejor.
Respecto al 'notch' en forma de gota de agua, deciros que pasa totalmente desapercibido. Ya tuve una experiencia similar en el Mate 20 estándar y en este Mate 20 X se ha confirmado. Salvo ocasiones muy puntuales o para personas muy maniáticas, lo cierto es que la muesca es un elemento que no interfiere a la hora de utilizarlo. Entendemos que por cuestiones de diseño el siguiente paso sea el agujero o eliminarlo directamente, pero al menos en el caso del Mate 20 X el porcentaje de pantalla que perdemos es mínimo.
El Huawei Mate 20 X es compatible con stylus, sin embargo no hemos podido disponer de uno durante este tiempo por lo que no podemos comentar hasta qué punto es una mejora.
Sí queremos destacar el sonido. El Huawei Mate 20 X viene con doble altavoz simétrico con sonido Dolby Atmos. Suenan bastante potente y con buena fidelidad, un punto que unido a su gran pantalla hace que ver vídeos sea una gozada. No será el móvil con mejor calidad visual y auditivo, pero por su tamaño y potencia hace que se disfrute fácilmente.
Frío y duradero, un móvil excelente para jugar
Con el procesador Kirin 980 de 7 nanómetros y 6 GB de memoria RAM, el Huawei Mate 20 X ofrece un rendimiento más que suficiente para una experiencia excelente. De hecho, si le sumamos la refrigeración líquida por cámara de vapor tenemos un smartphone digno de la etiqueta 'gaming'. El Mate 20 X se mantiene frío durante todo el tiempo que jugamos y es una auténtica gozada utilizarlo con todo tipo de aplicaciones. Estamos ante una experiencia similar a la que ofrecen los móviles gaming pero con una estética mucho más cuidada.
Es cierto que no tenemos ranura para tarjetas microSD y es un pequeño handicap, pero tampoco la he echado de menos en este tiempo. El GPS funciona bien y el WiFi va genial. No hemos tenido ningún problema de rendimiento y todo va como debe.
Una experiencia cercana de la que tenemos con otros móviles "gaming" pero sin necesidad de apostar por una estética diferente.
En software, el Mate 20 X incorpora EMUI 9 junto a Android 9 Pie. Me gusta la estética y ya llevo mucho tiempo conviviendo con esta capa de personalización, pero debo decir que a nivel de fluidez y estabilidad sigue un paso por detrás. Seguimos sin tener ese "feeling" que sí tenemos en otras ocasiones. Y de la misma manera que decimos que en rendimiento todo va muy bien, a la hora de moverse por el móvil nos falta una pizca de fluidez. No hay lag de ningún tipo, pero no es el móvil más rápido que hemos probado.
No tenemos tampoco un software especial que aproveche una pantalla tan grande. En este caso quizás con el stylus habríamos notado un cambio de sensaciones, pero con el Mate 20 X simplemente tenemos un móvil grande y no una phablet con un software único para sacarle partido.
Otro de los puntos destacados del Mate 20 X es su enorme batería de 5.000 mAh. Es un punto diferencial respecto a otros buques insignia, ya que ninguno alcanza este nivel. A nivel de autonomía, el Mate 20 X supera lo que ya vimos con el Mate 20 Pro y nos permite alcanzar con facilidad la noche del segundo día. Pero ojo, porque eso es con un uso moderado. Si hacemos un uso intenso del móvil sufrirá a medida que avance el segundo día.
Estamos ante una autonomía sobresaliente, con unas 12-15 horas de pantalla en función del uso que le demos. La mayoría de usuarios estará encantado con este nivel de autonomía, pero a decir verdad nos ha sabido a poco. Quizás las expectativas eran algo altas, pero habiendo probado otros terminales con 5.000 mAh esperábamos algo más del Mate 20 X. El phablet de Huawei no nos ha permitido llegar al tercer día y no tenemos la sensación de estar ante el móvil con más autonomía del mercado. ¿A qué se debe? Bueno, es lógico que con una pantalla de esa calidad y un procesador tan potente no se alcance la misma autonomía que modelos de gama inferior.
Algo similar pasa con la carga rápida. El Mate 20 X incorpora un cargador de 5V x 4.5A y podremos cargarlo entero en poco más de una hora y media, llegando al 40% en la primera media hora. Son números de nuevo muy buenos, pero no tenemos la carga ultra rápida del Mate 20 Pro ni su carga reversible. Aquí, como ya pasaba con el Mate 20 estándar, tenemos una tecnología top pero no lo último de Huawei.
Una cámara top con muchas posibilidades pero no termina de sorprendernos
Como ya apuntamos en el análisis del Mate 20 Pro, Huawei ha conseguido una triple cámara todoterreno. El Mate 20 X incorpora la misma triple cámara con sensor principal de 40 megapíxeles y apertura f/1.8, una secundaria f/2.2 para gran angular y una tercera de 8 megapíxeles para telefoto. No tenemos un sensor monocromo como otros años, pero tampoco lo hemos echado de menos al ser una función muy concreta.
La aplicación de Huawei es de las más completas, pero sentimos que todavía hay margen de mejora para hacerla más intuitiva y usable. Y es que en función del sensor utilizado tenemos disponibles unas opciones u otras y pese a llevar un mes con el móvil todavía no acierto siempre a encontrar lo que busco a la primera.
En cuanto a la calidad de las imágenes, los resultados son muy buenos. Los colores elegidos son correctos, el nivel de detalle es elevado y el rango dinámico casi siempre acierta.
A nivel de enfoque, el Mate 20 X es rapidísimo y no cuesta nada hacer una foto. Por el lado contrario, tampoco tenemos una precisión máxima y en algunas ocasiones hemos sacado alguna foto movida que en otros móviles de gama alta normalmente sí nos sale a la perfección.
La inteligencia artificial de la cámara está ahí para de vez en cuando aparecer y sacar un fotón. Pero es difícil de predecir y nos parece demasiado aleatorio.
En situaciones donde la luz es más complicada, el Mate 20 X resuelve bastante bien aunque echamos en falta algo más de detalle y colores más vivos. No ayuda que el HDR esté prácticamente oculto.
Esto se puede corregir con el modo manual o con el modo vívido, pero en este último caso los tonos ya no son tan acertados y peca de saturar demasiado la imagen. La cámara puede llegar a hacer fotos excelentes, pero si lo dejamos en automático a veces el equilibrio no siempre nos convence.
Nos ocurre algo parecido con el modo noche. Sí es cierto que en escenas complicadas con mucha luz el modo noche nos permite obtener una foto más clara e iluminada, pero los tonos no son realistas y acabamos obteniendo una imagen muy amarillenta. Aquí quizás hay algo de margen en el balance.
La triple cámara del Mate 20 X nos ofrece gran angular y zoom híbrido 10x. En el caso del gran angular, los resultados del segundo sensor son buenos pero se nota la falta de detalle respecto al principal. También echamos en falta un ángulo de visión algo mayor, pero es ser bastante exigente con una cámara que sí convence.
El zoom del Mate 20 X es el mismo que vimos en el Mate 20 Pro y se agradece mucho su inclusión. Los resultados son sorprendentes en algunos casos y nos permite realizar fotos que de otra manera serían casi imposibles con otras cámaras.
El modo retrato no nos ha convencido del todo. Funciona correctamente cuando enfocamos a personas, pero no así en objetos. Para esto deberemos tirar del modo apertura que nos permite elegir el nivel de desenfoque. En realidad es una opción acertada ya que se ha magnificado el uso del modo retrato para situaciones donde quizás no es el más adecuado. Aún así, es un paso extra y diferente que nos ha llevado a no siempre realizar la mejor foto.
La cámara frontal del Mate 20 X consigue resultados también muy buenos. Los selfies salen enfocados, con buen nivel de detalle y aunque el rango dinámico es peor que con la cámara trasera, el resultado sigue siendo bastante aceptable incluso en situaciones más complicadas. No estamos ante el top de mejores cámaras frontales, pero sí está dentro de lo esperado para un terminal de su categoría.
A nivel de vídeo, el Mate 20 X nos permite grabar en resolución 4K a 30fps pero no así a 4K y 60fps. Para la cámara lenta sí se añade la opción de 720p a 960fps que nos permite realizar vídeos muy curiosos. El resultado es bueno, con un nivel de estabilización correcto y una captura de sonido muy buena.
Un móvil sin rival en su tamaño
El Huawei Mate 20 X es un móvil único en su especie. Es una phablet gigantesca, pero también un buque insignia preparado para competir contra móviles de cualquier tamaño. La experiencia ofrecida también es muy satisfactoria. Por un lado tenemos las ventajas de tener un móvil con una pantalla tan bestial y por otro lado tenemos acabados de primer nivel.
Acostumbrarse a la pantalla grande es fácil pero lo peor es tener que volver a otros móviles. Una vez te acostumbras, los demás se te antojan pequeños. Y estamos hablando de móviles con pantallas de 6 pulgadas. Es algo que nos preguntamos. ¿Dónde está el límite? Seguramente, mientras nos siga cabiendo en el bolsillo será usable.
La esencia de la gama Mate 20 en formato gigante. Un móvil único que ofrece una experiencia muy difícil de encontrar en otras marcas.
El Samsung Galaxy Note 9 es un smartphone distinto, con una pantalla más pequeña pero con el stylus como principal protagonista. El Mi Mix 3 es más pequeño y el Mi Max 3, con quien sí comparte tamaño, es de una categoría inferior. La mayoría de fabricantes no se han atrevido a ofrecer sus mejores prestaciones en este tamaño, pero Huawei nos demuestra con el Mate 20 X que sí puede haber un nicho de mercado convincente.
La batería es uno de sus apartados clave y los resultados son excelentes, aunque quizás por la misma razón que se trata de un gama alta también hemos notado un mayor desgaste. Si lo enfrentamos con móviles parecidos en tamaño es quizás injusto, porque es de los pocos que verdaderamente es un buque insignia. Pero si decidimos ponerlo de frente contra cualquier otro, quizás no tenemos un gama alta tan redondo.
El Huawei Mate 20 X es un móvil que se disfruta mucho, aunque no tiene ese punto de innovación. Si lo que buscamos es lo mejor dentro de la compañía, nos tendríamos que ir al Mate 20 Pro. Aunque si no tenemos la necesidad de apostar por lo último y realmente buscamos una gran pantalla y una buena batería, el Mate 20 X es un todoterreno muy convincente.