Cuando muchos usuarios de Apple pensaban que el Mac mini estaba a punto de desaparecer por la dejadez de Apple con la renovación de un equipo muy popular en su ecosistema, hace unas semanas llegaba al mercado el nuevo Mac mini 2018, un modelo muy mejorado por dentro y que trae también algo recurrente en los productos de la compañía de la manzana este año: un precio más alto que los modelos a los que renueva.
En Xataka llevamos unas semanas probándolo y este es nuestro análisis completo del nuevo Mac mini 2018.
Mac mini 2018: ficha técnica
La esperada renovación del Mac mini (2018) trae consigo en primer lugar una renovación de la familia de procesadores Intel, que ahora son de cuatro y seis núcleos de la octava generación. También sufren mejoras la memoria RAM, DDR4 a 2666 Mhz, así como el almacenamiento, que pasa a ser ya exclusivamente SSD.
Mac mini 2018 | |
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Procesador | Intel Core i3 de cuatro núcleos a 3,6 GHz de octava generación (ampliable a i7) |
Memoria RAM | 8 GB DDR4 a 2.666 MHz (ampliables hasta 64 GB) |
Almacenamiento | SSD PCIe de 128 GB (hasta 2 TB) |
Gráficos | Intel UHD Graphics 630 |
Puertos | Cuatro puertos Thunderbolt 3 (USB‑C), dos USB-A, Gigabit Ethernet (ampliable a 10 Gigabit Ethernet), HDMI 2.0, jack de audio de 3.5 mm |
Conectividad inalámbrica | Wi‑Fi 802.11ac, Bluetooth 5.0 |
Peso y dimensiones | 1,3 kg. 19,7 cm x 19,7 cm x 3,6 cm |
Precio | 899 euros |
La configuración de la ficha técnica que os mostramos es la que nosotros hemos podido probar. Su precio es de 899 euros, y se trata del modelo de entrada y más asequible de toda la gama, contando con un Core i3 de cuatro núcleos y en el que no tenemos opción ni de hyperthreading ni Turbo Boost.
Saltar a un Core i5 y sus seis núcleos así como doblar el SSD hasta 256 GB ya encarece la compra hasta los 1249 euros, pero dado que ya no se trata de un equipo de entrada y el perfil es más profesional, es una mejora que merece la pena si necesitas espacio interno uy especialmente trabajo duro con multitarea.
La subida de precio se acelera sobremanera conforme mejoramos el equipo, que rápidamente puede alcanzar los 5000 euros optando por la versión con 2 TB de SSD, Core i7 y 64 GB de RAM, demasiada diferencia respecto al modelo base.
De todos estos componentes, el único que en teoría puede intercambiar el usuario es la memoria RAM, pero no es algo directo ni sencillo como cabría esperar en este modelo de sobremesa.
Gran cantidad de puertos: el recorte no llega a los sobremesa
En los últimos tiempos Apple se ha caracterizado por ofrecer soluciones portátiles donde el recorte de puertos era evidente. Ese recorte de "conectividad física" no se ha trasladado a los equipos de sobremesa y de hecho, uno de los puntos fuertes del nuevo Mac mini 2018 es su arsenal de puertos, eso sí, todos ellos en la parte trasera. Esta situación, en caso de que tengas el equipo poco accesible, puede presentar inconvenientes para algunos usuarios.
En esa parte trasera del Mac Mini 2018 encontramos cuatro puertos USB-C (Thunderbolt 3), dos puertos USB-A 3.0, un puerto Ethernet y una salida HDMI 2.0. También disponemos de un puerto de auriculares de 3,5 mm.
Esta cantidad de elementos de salida y entrada es importante especialmente para la conexión de pantallas externas. En total podemos colocarle tres monitores 4K, o si lo preferimos, uno 5K y otro 4K (vía HDMI).
Esa cantidad de puertos es posible en parte por el mantenimiento del diseño y tamaño del Mac Mini por parte de Apple. En ese punto no hay novedad, que por otro lado tampoco creemos que el diseño original necesitara. El Mac mini 2018 sigue siendo un sobremesa compacto muy atractivo y que podemos llevar de un lado para otro sin apenas dificultad.
Además, como nos contó el propio fabricante, el parque de empresas y centros educativos que cuentan con estanterías, racks específicos y accesorios para Mac mini tuvo algo de peso en el "no cambio" de diseño.
El Mac Mini en funcionamiento
La llegada de los nuevos procesadores de octava generación de Intel al Mac mini tras de la mano una renovación del sistema de refrigeración del sobremesa compacto de Apple. Pese a ello, el nulo ruido de funcionamiento del Mac mini sigue siendo asombroso.
Realmente es inexistente la inmensa mayoría del tiempo y en todo caso, cuando por tareas realmente exigentes la refrigeración se pone en marcha, apenas es apreciable salvo en entornos muy silenciosos.
El sistema de refrigeración expulsa el aire tanto por la parte trasera como por la inferior, que es justo donde se encuentra el acceso al interior de este Mac mini, donde, según hemos comentado, el usuario podría modificar la cantidad de memoria RAM pero no de manera sencilla ni directa debido a que es necesario prácticamente desmontar el equipo al completo, retirando entre otros elementos el ventilador y la placa base.
El modelo que hemos probado parte de un Core i3 a 3.6 GHz con cuatro núcleos y 6 MB de caché L3 (65 W). En la parte gráfica tenemos la omnipresente Intel UHD Graphics 630, sin ninguna opción de montar una solución gráfica dedicada por mucho que queramos estirar el presupuesto en la compra de nuestro Mac Mini 2018.
Para la memoria RAM partimos de 8 GB DDR4 2666 MHz, pudiendo alcanzar los 64 GB en los modelos más caros.
Con esta configuración base hemos podido mantener sesiones de trabajo muy satisfactorio y plenamente fluido en tareas de redes, navegación con muchísimas pestañas abiertas, edición de fotografía e incluso test con vídeo 4K que solo se ralentizaba en momentos críticos donde demandaba una buena GPU para aplicar efectos o ajustes en tiempo real y la exportación.
Ese buen rendimiento de los procesadores está siempre apoyado por el excelente desempeño de las unidades SSD que monta Apple. El modelo que hemos podido analizar, con un SSD de 128 GB (NVMe) que nos parece muy poca capacidad para un sobremesa de corte profesional e incluso a nivel de usuario, marcó en las pruebas con BlackMagic 2.633 MB/s y 1.340 MB/s en modo lectura y escritura respectivamente.
Parte del mérito está en el controlador que Apple integra en el chip T2 que estrena este Mac mini. Además de tareas de seguridad básicas, el coprocesador tiene funciones de encriptación del almacenamiento SSD que usa el equipo.
En términos de potencia, el punto flaco del Mac Mini está del lado del apartado gráfico si eres jugador o necesitas máxima velocidad de procesado de vídeo.
Aquí Apple no ha tenido en cuenta a este nicho de mercado y si tienes pensamiento de usar el Mac Mini como equipo para gaming a un nivel considerable o eminentemente para tareas de vídeo 4K, mejor busca alternativas porque no hay opciones de configuración que incluyan tarjetas gráficas dedicadas. Apple lo cede todo a una solución externa vía Thunderbolt 3, apoyando especialmente la solución Blackmagic.
Los recientes movimientos de Apple en las renovaciones de sus equipos más populares y asequibles dentro de la gama Mac (Mac mini y MacBook Air), con una subida considerable de precio que los alejan bastante del modelo de entrada que hasta ahora habían tenido como rol dentro de la familia de productos Apple, parece indicar un paso adelante hacia una mayor diferenciación de productos entre consumo y profesional.
En esa primera categoría, para tareas básicas de ofimática, navegación y simple entretenimiento, Apple apenas deja ahora mismo su iPad básico y los modelos de entrado de los iPad Pro. Todo lo demás está ya situado (bastante) por encima de los precios de las generaciones anteriores. Y pese a todo, este Mac Mini 2018 es el Mac más asequible que tiene a su alcance el usuario que decida entrar en este ecosistema.