Ya lo podemos decir alto y claro: Nokia lo ha vuelto a hacer en el MWC. La marca ha aprovechado la edición de este año para repetir el efecto remember que logró el año pasado con el nuevo Nokia 3310 resucitando otro de los modelos míticos de la marca, y nosotros tras asistir a la completa presentación hemos realizado una primera toma de contacto con el Nokia 8110.
Como vimos en la pasada edición el MWC con Nokia, se trata de una actualización tanto en diseño, como en materiales, como en el software que lleva. El énfasis además este año está en soportar 4G y la llegada de apps tan populares como Facebook o los servicios de Google, aunque como veremos siguen habiendo algunas ausencias debido a que no se trata de Android.
Nokia 8110 4G, toma de contacto en vídeo
Diseño banana style
El Nokia 8110 original se caracterizaba por un diseño curvo y una tapa deslizable que cubría el teclado numérico (ése que antes un móvil tenía que llevar sí o sí), recibiendo el apelativo de banana phone como recordamos hace unos meses al hablar precisamente de dicho modelo. En Nokia han visto precisamente ahí el reclamo, lanzando el terminal con dos colores: un discreto (y ¿aburrido?) negro y un llamativo amarillo. Un amarillo muy Nokia y muy banana.
Las líneas, como ya hicieron con el Nokia 3310, son más suaves que el modelo original, teniendo los bordes traseros en curva al igual que los que definen las esquinas de la cara frontal.
También cambia el teclado físico: aquí lo tenemos y también por necesidad (la pantalla no es táctil), pero se han eliminado las teclas "C" (para salir) y "ABC" (para cambiar el tipo de escritura) y se han sustituido las de navegación por un botón central (para aceptar) cuyo marco es en sí cuatro botones para desplazarse entre los menús, así como dos teclas de selección y las de llamar y colgar.
Por supuesto, el teclado es mucho más discreto y moderno que el del modelo antiguo, sin sobresalir e integrado completamente en la parte del frontal que queda bajo la tapa deslizable con gusto y estética moderna. La tapa iguala las líneas de la pantalla al cerrarse y al abrirse continúa la característica curva del terminal, y esto por cierto se hace con facilidad y sin que quede demasiado suelta o rígida.
Así, el teclado está hecho con gusto y es bonito, pero ¿es cómodo? Si hablamos de escribir o de jugar lo es. En estos usos recurrimos al teclado numérico y las teclas son de dimensiones correctas, con una presión también en un nivel adecuado. La posición es también cómoda con respecto a los pulgares, aunque esto se ve en realidad cuando pasamos días con él, así que tocará comprobarlo si tenemos oportunidad de analizarlo a fondo.
Lo que no es cómodo, probablemente por el diseño, es el cursor. Es muy delgado y muchas veces damos accidentalmente a las teclas que hay inmediatamente al lado (la central o alguna de las cuatro exteriores), lo cual es especialmente molesto al resultar en selecciones incorrectas (ir a abrir una app y que se abra la de abajo o la de al lado).
Tiene además el botón de encendido, que nos servirá también para bloquear o desbloquear el terminal sin tocar la tapa. Ésta hace que el móvil se bloquee automáticamente al cerrarse y al abrirse, resultando bastante más cómodo que recurrir al botón, y lo que no hay son botones de volumen: el ajuste del mismo es como antaño, yendo al menú.
El jack de 3,5 milímetros y el microUSB se sitúan en el mismo borde (el superior), y la parte trasera es la que integra la cámara que este modelo de 2018 sí lleva. Bajo esta está el altavoz, recurriendo a una ubicación que casi habíamos olvidado, quizás buscando tener un borde inferior limpio (o que la tapa sea contraproducente para la emisión de audio de haber optado por dicho borde) y/o aprovechando que con el diseño curvo no acaba de quedar tapado cuando el móvil reposa sobre una superficie en su espalda.
Software: ¿quién "Kai" ahí?
La nueva Nokia es también la Nokia con Android (de hecho, en HMD se han mostrado especialmente convencidos y contentos con su acuerdo con Google), pero no hay cabida para ninguna de las versiones del sistema de Google en los feature phones de Nokia y el nuevo 8110 dispone también de Kai OS.
¿Qué es Kai OS? Casi la mínima expresión de sistema operativo para teléfonos móviles que existe actualmente, con tienda de apps propia, creada por la empresa bautizada con el mismo nombre. Pero si queréis saberlo todo de esta plataforma mejor echad un ojo a lo que nos cuentan de Kai OS en detalle en Xataka Móvil.
¿Y cómo es Kai OS en el Nokia 8110 2018? Es un sistema básico a nivel de interfaz, muy intuitivo (aunque está el factor memoria y el que pueda resultar más familiar que intuitivo) y que dispone una serie de apps presinstaladas como las utilidades (calculadora, galería de fotos, vídeos y música, etc.) o el pertinente apartado de ajustes.
Es sencillo navegar por él y encontrar las distintas opciones y apps: hay un cajón de apps al que se accede pulsando el botón central desde la pantalla de inicio y con el cursor y el resto de botones se interacciona con bastante facilidad.
Muy estilo Symbian (pero con dark theme) sobre todo a nivel de los ajustes y con una tienda propia en la que encontramos más apps que el año pasado, pero sigue la marcada ausencia de WhatsApp, así que ya os anticipamos que tampoco este feature phone de Nokia nos valdrá para la app de mensajería por antonomasia.
Eso sí: no nos esperemos una fluidez característica de otros móviles con procesadores más potentes y Android. Las transiciones son relativamente lentas y si jugamos a la Serpiente ésta se lo toma con bastante calma.
Un feature phone con cámara
La pantalla a color implica múltiples ventajas como el poder disfrutar de juegos y apps a color, así como de la visualización de fotografías. Sobre todo teniendo en cuenta que en ese pequeño panel de 2,4 pulgadas tenemos una resolución bastante superior a su predecesor: hablamos de 240 x 320 píxeles frente a 4 x 13 caracteres. Caracteres.
Pantalla que se ve muy bien en interiores, teniendo suficiente brillo, y que haciendo honores al tipo de móvil que la alberga no es táctil. A falta de ver qué tal resulta a plena luz del día, parece que no hay ningún problema de visualización aquí y que la resolución es la que corresponde a un móvil planteado como éste.
Fotografías para ver y fotografías para hacer, porque como hemos comentado en la espalda de este renacido hay una cámara de 2 megapíxeles. Sin poder ver las fotos en una pantalla decente y probándolo tan poco tiempo (con unas condiciones de luz nefastas para cualquier cámara con ajuste automático, además), no podemos ser determinantes en el análisis de las fotografías, pero evidentemente la calidad es bastante baja.
La app de cámara permite seleccionar la resolución (que por defecto viene en su valor inferior), también de la opción de vídeo, cuya calidad también parece ser bastante baja. Eso sí, es muy sencillo hacer fotos y navegar por la app, características prioritarias en un feature phone antes de optar por una cámara mejor y más cara.
Nokia 8110 4G: una fórmula resultona pero un tanto menos mágica
Nadie en su sano juicio hubiese pensado hace 22 años que podría conseguir un Nokia 8110 por 79 euros, el precio que tiene este modelo (20 euros por encima del precio de salida del Nokia 3310 de 2017). De hecho, ya vimos que ajustando el precio a la inflación en 2017 hubiese costado (el modelo original) 1.500 euros.
Nokia ha resucitado este terminal para que ahora sea una opción más en un mercado que quizás se tiende a mimar menos debido a una demanda decreciente, con un terminal de diseño llamativo y atractivo, a precio competitivo y con 4G, y procurando un software poco exigente a un hardware básico al que poco a poco van llegando más apps, teniendo ya las de Google.
Una pena lo del diseño del cursor, porque hace que no tenga un manejo cómodo del todo, así como que el surtido de apps sea más limitado del que dispone Android. Ambas cosas implicarán con toda seguridad que el usuario tenga que dedicar un tiempo de adaptación tanto a cogerle el truco al manejo de las teclas como a intentar cubrir las necesidades con las apps existentes.
De momento nos quedamos con buen sabor de boca, quizás por la nota de color banana, la morriña o la frescura que estos lanzamientos suponen en el panorama de los móviles (smart o no), con una dominancia de un único factor forma que pocos se atreven a no seguir (y que nadie logra hacerlo con éxito, de momento). Habrá que pasar más horas con él para ver si logramos acostumbrarnos al teclado físico numérico tras años de interacción táctil (aunque unos otros tantos de interacción con el numérico físico) y a esa tapa que nos lo disimula a nuestro antojo.
En la realización del vídeo tenemos a Pedro Santamaría y Mario Merinowski.
En Xataka | Nokia 8110 4G Reloaded: vuelve un clásico con tapa deslizante actualizado con 4G por 79 euros