En IFA Samsung presentó un monitor de PC realmente impresionante. Una pantalla de 49 pulgadas con una relación de aspecto 32:9, o lo que es lo mismo super ultra panorámica. En Xataka la hemos podido probar durante unas semanas para contaros cómo es la experiencia de uso con este monitor QLED Gaming. Si os interesa aquí está nuestro análisis del monitor Samsung C49HG90.
Análisis en vídeo
Características
Características | Samsung C49HG90 |
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Pantalla | Panel VA de 49” con tecnología QLED |
Curvatura | 1800R |
Relación de aspecto | 32:9 |
Color | 1.07B, Color Gamut (NTSC 1976) 88%, sRGB coverture 125% |
Resolución | 3840x1080 |
Brillo | 350 cd/m2 (max 600cd/m2) |
Contraste | 3.00:1 |
Respuesta mínima | 1ms |
Refresco máximo | 144Hz |
Soporte | HDR (Alto rango dinámico), AMD FreeSync, PBP (Picture by Picture), Flicker Free, Filtro protección luz azul |
Conexiones | 2xHDMI, Display Port, Mini Display Port, Entrada audio (3,5mm), Salida auriculares, HUB 2xUSB (USB Super Charger) |
Ergonomía | Ajuste de altura, giro e inclinación |
Dimensiones | 120,3x52x55x38,16 cm |
Peso | 15Kg |
Consumo | Max 113W |
Precio | 1.499€ (1209,99€ en Amazon) |
[[gallery: samsung-c49hg90]] La propuesta de Samsung con este monitor gaming es bastante interesante. En primer lugar porque han creado un panel que va más allá de las clásicas relaciones de aspecto a las que estamos acostumbrados. No es el formato 21:9 ultra panorámico sino que duplica al 16:9, dando como resultado una pantalla 32:9 que podríamos decir que es como tener dos pantallas de unas 24” una al lado de la otra. Eso sí, con la ventaja de no tener esa molesta separación que nos corta la continuidad de la imagen en configuraciones multimonitor.
Junto a esto tenemos un panel con tecnología QLED, una alta tasa de refresco y soporte HDR para disfrutar del contenido de alto rango dinámico. Y en temas de conexiones varios puertos HDMI, Display Port (necesaria para aprovechar al máximo las capacidades del panel), HUB USB y entrada y salida de audio para auriculares.
Un monstruo de 49” con estética alejada del mundo gamer
Cada vez que vemos las palabras monitor y gaming juntas la mayoría nos echamos a temblar. Los fabricantes abusan de una estética demasiado agresiva, con su ración fija de LEDs de colores, y eso hace que productos atractivos a nivel tecnológico acaben descartados por su diseño. Por fortuna la propuesta de Samsung no va en esa dirección.
El monitor de Samsung ofrece una estética muy acorde a lo ya visto en sus televisores. Y eso es algo que agradecemos. Fabricado en plástico de calidad y con partes en metal como parte de la peana, por ejemplo, transmite muy buenas sensaciones.
El frontal como podéis apreciar en las fotografías es bastante limpio y la peana resulta elegante. Aunque necesitaremos una mesa con un fondo de unos 80cm si queremos estar cómodos delante del mismo.
Ya en la parte trasera vemos un acabado en gris oscuro y parte restante de la peana. Aquí hay que señalar que podemos adquirir de forma opcional un adaptador para soportes VESA que nos permitirá prescindir de la peana y colocar la pantalla en la pared. Como detalle, en ese círculo donde se une la peana con la pantalla tendremos iluminación LED circular.
Arena Lighting, nombre de esta iluminación, refleja la luz sobre la pared y eso ayuda a mejorar la atmósfera cuando jugamos a oscuras. Aunque si tenéis otro tipo de luminarias con las que poder ajustar color e intensidad lograréis una experiencia más satisfactoria. No obstante no es un mal añadido.
Para finalizar, a través de la propia peana podremos llevar los cables para mejorar la gestión y obtener un Setup mucho más limpio.
QLED Gaming Monitor y su calidad de imagen
Con tecnología QLED (uso de Quantum dots más un panel tipo VA) como protagonista el monitor de Samsung llama muchísimo la atención por el formato y dimensiones de su pantalla.
Tenemos un panel con relación de aspecto 32:9 o lo que es lo mismo, dos pantallas de 16:9 fusionadas. La resolución resultante del mismo es de 3840 x 1080 píxeles. Un número de píxeles interesante para el uso principal al que va destinado pero del que necesitamos matizar un poco algunos usos.
A nivel de resolución esta es correcta pero no despunta. Es decir, tenemos una buena cantidad de píxeles pero la densidad no difiere con lo que podemos ven en una pantalla de entre 24” y 27” Full HD. En el monitor de Samsung tenemos un total de 84,41 ppi. En una pantalla de 24” 1080p tenemos 91,79 ppi y en una de 27” 81,59 ppi. Por tanto, el pixel se puede apreciar fácilmente en ambas si estamos en distancias cortas.
¿Por qué no mayor resolución? Pues por una simple cuestión de costes. Haber subido a un panel con más resolución tanto en vertical como horizontal hubiese disparado el precio del producto, de por sí alto. También hubiese complicado su producción y el equipo que sería necesario para mover tal cantidad de píxeles no estaría al alcance de cualquiera.
Tal y como está pensado ofrece un equilibrio más asumible para la mayoría de usuarios. Aún así no todos seguirá haciendo falta un PC medianamente potente para mover juegos, su finalidad principal, con soltura a resolución nativa y calidad de gráficos alta.
Por tanto, con estos valores el nivel de nitidez si tenemos en cuenta el uso al que está enfocado es bueno. Si queremos usar la pantalla para otro tipo de usos como edición de vídeo, fotografía, etc. creemos que se queda algo justa. Se puede usar, sí, el tener un timeline de tal tamaño en aplicaciones de edición de audio o vídeo es interesante pero no sería la opción que recomendaríamos.
Si es para ver contenido multimedia la cosa cambia. Películas en formato que vayan más allá del 16:9 se agradece tanto como las pantallas ultrapanorámicas. Aún así, las líneas negras que aparecen en los laterales a veces pueden chocarnos e incluso molestar más que las superior e inferior a las que estamos más acostumbrados a ver.
En temas de brillo, con 350 cd/m2 (max de 600cd/m2), el panel no tienen ningún problema aunque da pie a algo de polémica por el soporte HDR. Si vemos las especificaciones de los estándar actuales hay mucha confusión y no existe consenso real para saber qué consideramos o no como panel compatible con HDR. A veces los niveles de brillo no son los que en un principio se exigían pero si tienen un mínimo y permiten mostrar un espacio de color de 10 Bits (aún con técnicas como usar un panel 8 Bits + FRC) entran dentro.
Sabiendo esto el monitor de Samsung sí ofrece soporte HDR. Puede que no sea el “mejor” HDR del mercado, que no se pueda comparar a lo que ofrecen sus propios televisores QLED pero por espacio de color y otras características entra dentro de grupo de pantallas compatibles. Y visualizar contenido compatible con HDR se nota. No es un salto brutal pero hay mejora y eso se agradece.
El contraste es otro aspecto importante a la hora de valorar la calidad de imagen y aquí al menos a nosotros nos gustó lo visto. Con ajustes para establecer la profundidad de negros gracias a un buen control del sistema de retroiluminación, la calidad de los negros es muy buena. Ajustando según vayas a jugar, ver películas o series, etc. se puede disfrutar mucho esta pantalla.
Los únicos puntos que os queremos comentar como algo menos positivos son la nitidez o enfoque de serie y la calibración. Mediante un menú disponible podremos ajustar el nivel de nitidez de la imagen. Recomendamos bajarla ya que de serie viene demasiado alto. Así lograremos una imagen más suave. Algo que se agradece especialmente para leer textos.
De la calibración, sin ser tan viva y saturada la representación de color sí que dedicaría unos minutos a ajustarla. Entre estas opciones, el equilibrio de negros y algunos aspectos adicionales lograremos una imagen más satisfactoria.
Resumiendo un poco todo, la calidad de imagen sin ser espectacular está aun gran nivel. Tanto a la hora de jugar como visualizar películas vamos a disfrutar bastante con esta pantalla. Que tal vez no convenza a todos pero sí creemos que gustará a la mayoría.
La clave: la experiencia de uso
Visto el diseño, visto lo que ofrece a nivel de tecnologías y calidad de imagen el siguiente punto no sólo era el lógico sino también el apartado clave: la experiencia de uso.
Cuando nos sentamos delante de una pantalla así lo primero que nos preguntamos es cómo debe ser la experiencia de uso en el día a día. Y como, a menos que nos sobre el dinero, nadie lo comprará únicamente para jugar veamos diferentes casos.
- Ofimática y navegación web: aquí poder llegar a tener varias ventanas abiertas de forma cómoda es todo un lujo. También muy útil si trabajamos con hojas de cálculos con muchas columnas.
- Edición de audio y vídeo: aplicaciones que hagan uso de líneas de tiempo son las más beneficiadas del formato de pantalla. Ver el timeline pudiendo desplazarte por él sin necesidad de hacer scroll horizontal es muy top.
- Edición de foto: aquí si valoramos el poder tener varias paletas de herramientas las experiencia nos gusta. Pero por nitidez, teniendo ya pantallas 2K o 4K UHD en el mercado a precios tan competitivos pues no tanto.
Si usamos Windows Samsung ofrece una aplicación llamada Easy Setting Box que facilita la gestión multiventana. Pudiendo colocarlas rápidamente en diferentes vistas para maximizar la productividad. Pero si hay un uso donde se debe valorar esta experiencia es jugando. Estamos frente a un monitor gaming así que lo lógico es jugar. Y como podréis imaginas hay que hacerlo con un PC. Porque las consolas no admiten resoluciones con una relación de aspecto diferente a 16:9, por lo que la imagen termina estirada, deformada. Aunque luego comentamos un detalle interesante.
Si nuestro PC y títulos soportan la relación de aspecto del monitor de Samsung la experiencia ya adelantamos que será muy gratificante. Gracias a la curvatura y calidad general se disfruta mucho jugando. Además, si bien es cierto que nos encontramos con una resolución buena pero no la más alta posible, hay un factor que suma puntos positivos: el refresco de pantalla.
Con capacidad de llegar hasta los 144Hz (si vuestra gráfica lo permite) la fluidez que se obtiene es fantástica. Jugar en pantallas con una tasa de refresco superior a los 60Hz es algo que sólo se valora cuando se prueba y vuelve a una pantalla “normal”.
En la pantalla de Samsung podremos además aprovechar los tres perfiles programables que ofrece para establecer ajustes para cada ocasión. Por ejemplo, cuando consumimos contenido multimedia, cuando trabajamos y cuando jugamos. O bien diferentes ajustes según el tipo de juego: estrategia, FPS, acción, etc.
Si juegas mucho en PC a títulos donde se aproveche esta relación de aspecto tu experiencia cambiará de forma radical. Para algunos puede que no sea nada nuevo pues ya hacen lo mismo usando configuraciones multimonitor. Pero el no tener divisiones, esa curvatura y otros aspectos hacen que la pantalla de Samsung sea muy atractiva para el gamer.
Si todo esto fuese poco, Samsung ofrece un modo Picture by Picture con el que podremos mostrar a la vez dos fuentes de vídeo diferentes. Y no sólo eso, también podremos establecer qué relación de aspecto tendrás esas “pantallas virtuales”. Por ejemplo, 21:9 y 11:9, 16:9 y 16:9 o 11:9 y 21:9. Como podéis ver, por opciones no será.
La opinión de Xataka
Tras varios días usando el nuevo monitor de Samsung como principal para todos los usos habituales que hacemos en el día a día, nuestra opinión acerca del mismo se podría resumir de dos formas diferentes en función de si metemos o no el precio en la ecuación.
Si consideramos los 1.300 euros que cuesta el panel de Samsung no pierde atractivo pero sí interés. A pesar de lo impresionante que es contar 49” en una relación de aspecto super ultra panorámica la verdad es que por la resolución global se nos queda ahí ahí. Hay alternativas de 25” 1440p o de 27” e incluso 32” con resolución 4K UHD que hacen que para la mayoría de casos sean más recomendables por comodidad y hasta precio. Todo ello sin olvidar las propuestas ultrawide (21:9). De modo que cuesta decidirse si apostar o no por ella.
Si dejamos el precio fuera, el jugón de PC disfrutará cada centímetro de la pantalla cuando juegue prácticamente a cualquier título. Los juegos de coches, deportivos, acción, FPS,… todos se viven de otro modo y gracias a ese refresco de hasta 144Hz la fluidez puede marcar diferencias.
Estamos frente a una pantalla imponente, atractiva, con buenas prestaciones y un precio que al final es el que determina en la mayoría de ocasiones si apostar por ella o no.
El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas