Sony Vaio Pro 13, análisis

Sony busca un lugar entre los referentes de los portátiles de gama alta que apuestan por la delgadez, el diseño y la autonomía. El Sony Vaio Pro 13 es una propuesta que pusieron en marcha en verano y que, a las puertas de que comience IFA y con él aluvión de novedades, es la referencia de los japoneses en ordenadores personales.

De entrada debemos anotar algunas características que destacan de inmediato: incorpora los nuevos micros Haswell de Intel, es el portátil más delgado y ligero con pantalla táctil, viene con resolución FullHD y el disco duro promete un especial buen rendimiento incorporando tecnología PCIe SSD.

¿Sufiente para liderar la gama en la que tan bien posicionado está Apple con Macbook Air y en el que los Samsung, HP, Acer, Asus… también están peleando? Veamos.

Sony Vaio Pro 13, características técnicas

Antes de comenzar con el análisis a fondo del Sony Vaio Pro 13, repasemos sus principales características:

En la página oficial de Sony están las características completas, además del precio recomendado que empieza en 999 euros. En Xataka hemos probado la versión con i5 y 4 gigas de RAM, pero es bastante configurable, mereciendo la pena echar un vistazo a la ampliación de 8 gigas de memoria.

Diseño

Si en algo destaca poderosísimamente este Sony Vaio Pro 13 es en su ligereza. 1.06 Kg es una marca magnífica para la gama en la que se encuadra, comparando a favor del equipo si miramos el peso del Air (1.35), del Ativ Book 9 Plus de Samsung (1.39), el nuevo Aspire (1.3), Zenbook Prime (1.3), Spectre de HP (1.4), Ideapad Yoga 13 (1.5) y así podríamos seguir… la Surface Pro con teclado pesa más que este equipo, lo que atestigua el valor de lo conseguido con él.

El Pro es tan ligero que a menudo hemos tenido que mirar dentro de la mochila para ver si lo llevábamos

La sensación con el equipo se acerca mucho a la de ir llevando un tablet, uno a veces cogía la mochila con la duda de si el Vaio Pro estaba dentro o no. La apuesta por la fibra de carbono se salda con un sobresaliente para Sony en este aspecto, algo que no había visto en ningún equipo de 13 pulgadas, sin que aparentemente haya afectado a la resistencia del equipo.

Con un mes de uso del mismo no podemos atestiguar grandes golpes en el portátil, pero lo que transmite el equipo en su chasis es durabilidad. Algo que también provoca es cierta sensación de fragilidad, sobre todo cuando sujetas el equipo por la zona donde se apoyan las muñecas.

Si hay un aspecto que se le pueda achacar al diseño es que la pantalla sobresale algo por debajo respecto al teclado, siendo ligeramente incómodo el utilizarlo sobre las piernas puesto que se notan los enganches en lugar de la superficie. Ayuda a mantenerlo más frío (al portátil y a quien lo esté utilizando), pero quienes solemos hacer coberturas sin mesa de apoyo lo notaremos.

Algo a subrayar en estos tiempos: a pesar de que viene con pantalla táctil, el Sony Vaio Pro 13 es un portátil puro. No hay factor forma sorprendente, nada se extrae ni se dobla para quedar como un tablet. Un portátil para quienes gusten y busquen el modelo clásico de este tipo de dispositivos.

Pantalla y sonido

La pantalla es otra buena noticia en el Sony Vaio Pro 13. El panel IPS a 1080p, al que Sony apunta que ha incorporado la tecnología Triluminos de sus televisores Bravia, tiene un comportamiento excelente: un ángulo de visión notable, fidelidad de color, brillo… y además es táctil (10 puntos simultáneos) con un funcionamiento de lo más solvente.

Es sin duda uno de los puntos fuertes del equipo. Si en algo podemos sacarle un defecto es como colisionan – en este equipo y en cualquier otro – la resolución de estas pantallas con manejar el interfaz de escritorio clásico en Windows 8. Uno que ya se le van las manos a la pantalla a menudo con este sistema operativo (sobre todo cuando no tengo un ratón o trackpad muy buenos), padece cada vez más el síndrome “automatizo usar lo táctil pero de repente deja de ser la mejor manera de hacer las cosas”.

En cuanto a sonido, los altavoces están en la zona de la bisagra entre pantalla y teclado y como en la mayoría de los ultrabooks no son lo mejor del equipo. Mucha mejor experiencia obtenemos al enchufar unos auriculares de calidad (en mi caso unos Senheisser), que junto a mantener la opción “ClearAudio+ for Music” en el Control Center que añade Sony al equipo me han resultado una combinación a destacar.

Autonomía

La autonomía era otra de las grandes promesas de Sony con el Vaio Pro y en esta ocasión tampoco decepcionan aunque hay que matizar las ocho horas a las que apuntan. Aunque los japoneses no son los más dados a exagerar en este aspecto, en nuestras pruebas el Vaio Pro ha llegado a un máximo de seis horas y media, con fuertes compromisos en brillo de la pantalla y con un uso de la potencia moderado (poco vídeo, mucha más navegación y ofimática, sin juegos).

En nuestra prueba el Vaio Pro ha llegado a las seis horas y media de autonomía con serios compromisos en brillo y potencia

A eso hay que sumar que ofrecen una batería extra que llevaría al equipo a 18 horas de autonomía según Sony (que con nuestras pruebas habría que matizar y situar más cerca de las 14). Asombroso y una gran marca en el sector en todo caso, aunque las cifras del Air con ambos sin batería extra son mejores. Es probable que aquí la super pantalla pese al equipo de Sony que aún así logra una gran marca pero no la mejor.

Software y rendimiento

Con una configuración basada en i5 y 4 gigas de RAM, el Vaio Pro 13 ofrece una buena versión del compromiso que suponen los ultrabooks: potencia comedida a cambio de un equipo ligero y, eso sí, un arranque rapidísimo. Unos ocho segundos – y eso que viene con mucho software precargado – de apagado a estar moviendo Windows invita a no suspender el equipo y apagarlo cada vez.

Trae tarjeta gráfica integrada Intel HD Graphics 4400, que viene a ser una mejora de la 4000 habitual hasta hace poco. Un servidor no ha encontrado demasiada diferente. He probado algunos juegos – Borderlands 2, Skyrim – y como en la mayoría de ultrabooks – incluidos los de gama alta como este – he conseguido una experiencia aceptable para jugar pero sin alaracas gráficas. En este caso además he bajado la resolución para no perder muchos fps.

Quien busque potencia seguramente no tendrá este equipo entre sus posibles elecciones. Aún así, pasando al Intel i7 y añadiendo cuatro gigas de RAM extra (unos 200 euros más al precio según la página de Sony), se debería obtener una buena mejora.

Por lo demás, el equipo viene de base con Windows 8 (ampliable a Windows 8 Pro), con algún añadido de Sony (PlayMemories, el Control Center, Social Life que es un “hub” de sitios sociales alternativo al que trae el sistema de Microsoft) y de terceros. En este último apartado tenemos que subrayar la insufrible experiencia de tener que lidiar con el pesado de McAfee. Puede ser desinstalado, claro, pero uno piensa en un usuario novato y en la constante amenaza a la que le someten Sony y McAfee tipo “estás completamente desprotegido” todos los días, “deberías actualizar a la versión de pago del antivirus…”, uno lo puede llegar a comprender en gama baja para ajustar precios, pero en un gama alta debería estar fuera de lugar esta práctica.

Otro aspecto en el que el Sony Vaio Pro 13 no es precisamente el mejor de la clase es en el calentamiento que sufre cuando se le “aprietan las tuercas”. Es jugar y el equipo empieza a subir de temperatura y a desprender calor, algo que acompaña de algo de ruido, aunque éste no es tan notable

Teclado y trackpad

El teclado del equipo es sólido, espaciado y con buena respuesta de las teclas. Sin ser el mejor teclado que he probado, cumple bastante bien y la retroiluminación viene a echar un cable cuando es necesario. Sólo le achaco que la escasez de teclas de función obliga a tirar de Fn para tareas tan habituales como ajustar el sonido o el brillo de pantalla.

El trackpad del Vaio Pro no está a la altura de un equipo con Windows 8

Con el trackpad he acabado bastante menos satisfecho. En mi uso de Windows 8 es un elemento que se ha convertido en indispensable y el del Vaio Pro 13 no está a la altura del resto del equipo. Aprueba apenas, con demasiados falsos positivos, inconsistencias (haces un gesto y funciona, la siguiente vez no) y dan ganas de olvidarse de los gestos del sistema y apagarlos todos.

En el uso de un portátil de pantalla táctil se espera que cada usuario construya su “mix” de interfaces: las cosas que hace con el teclado, las que tira de trackpad y las que resuelve con el dedo directamente. Mi uso bascula mucho entre los dos primeros (son tantos años ya de interfaces clásicos), pero cuando en un equipo como este el trackpad no me responde como espero, suelo tirar de interfaz táctil… algo que en el Pro 13 se hace muy difícil por el pequeño tamaño de tantos iconos con su resolución.

El portátil ha sido cedido para la prueba por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas