En el último año, la fotografía móvil ha avanzado hacia una clara tendencia que parece decirnos que una cámara no es suficiente, pero en Meizu van más allá y apuestan por esta duplicidad en otro elemento clave del dispositivo. Doble cámara y doble pantalla, así se presenta el Meizu Pro 7, nuevo flagship de la compañía china y protagonista de este análisis.
Diferenciarse en un escaparate que cada día resulta más homogéneo no es tarea sencilla, pero en Meizu lo han intentado. Su apuesta es una pantalla secundaria colocada en la espalda del terminal en la que podemos consultar información como la hora, el tiempo o, esta es su función más destacada, hacernos un selfie con efecto desenfoque con su pantalla trasera. No hay duda de que la pantalla trasera es la protagonista del nuevo juguete de Meizu, pero hay más. Tras aproximarnos a él en nuestras primeras impresiones, toca poner el Meizu Pro 7 bajo la lupa en un análisis a fondo.
Meizu Pro 7, especificaciones técnicas
MEIZU PRO 7 | |
---|---|
DISEÑO | 147,6 x 70,7 x 7,3 mm 163 gr Aluminio Unibody Lector de huellas frontal |
PANTALLA | Super AMOLED 5,2 pulgadas FullHD 1.920 x 1.080 píxeles 423 ppp |
PANTALLA SECUNDARIA | AMOLED 1,9 pulgadas 240 x 536 píxeles 307 ppp |
PROCESADOR | Mediatek Helio P25 Octa-core a 2,6 GHz GPU ARM Mali T880 |
RAM | 4 GB LPDDR4X |
MEMORIA | 64 GB eMMC5.1 |
SOFTWARE | Flyme OS 6.1 basado en Android 7.0 Nougat |
CÁMARA TRASERA | Dual RGB + B/N, 12 MP, sensores Sony IMX386, f/2.0, PDAF, modo retrato, HDR automático, modo B/N, modo Pro, vídeo FullHD |
CÁMARA FRONTAL | 16 MP, f/2.0, modo belleza |
CONECTIVIDAD | 4G LTE, WiFi 208.11 a/b/g/n, Bluetooth 4.2, aGPS/Glonass, minijack 3,5 mm, USB-C |
BATERÍA | 3.000 mAh Meizu mCharge 3.0 |
PRECIO | Por confirmar |
Diseño: clásico e innovador al mismo tiempo
Al observarlo por la parte frontal, el Meizu Pro 7 no destaca en diseño, de hecho es un móvil bastante tradicional. Tenemos una forma de esquinas redondeadas, el lector de huellas ovalado bajo la pantalla y sobre ella se sitúan la cámara delantera y el auricular.
Siguiendo con el frontal, queda claro que en Meizu no han entrado en la guerra por reducir marcos, sino que apuestan por el diseño habitual en el que los marcos laterales están más ajustados y tenemos dos bandas más prominentes arriba y abajo del panel.
Concretamente, la pantalla del Meizu Pro 7 ocupa un 71,8% del frontal, una cifra que sin llegar a los números de terminales como el conocido Mi Mix de Xiaomi, es relativamente equilibrada. El hecho de contar con una pantalla de 5,2 pulgadas hace de él un dispositivo muy manejable incluso si lo usamos con una sola mano. El móvil se siente ligero en mano y sus formas redondeadas contribuyen a un buen agarre.
Es cuando le damos la vuelta cuando nos encontramos con la sorpresa de su pantalla trasera. Sobre sus funciones hablaré más adelante, pero no hay duda de que la pantalla es el elemento más llamativo de su diseño, tanto para bien como para mal.
Meizu ha colocado este pequeño panel ajustado al borde izquierdo del terminal, cubierto por una pieza de cristal en la que también han integrado la cámara doble, la cual por cierto sobresale un poco del chasis, pero apenas se nota. Tras pasar unos cuantos días con el terminal, no creo que sea la mejor elección desde un punto de vista del diseño. Al estar pegada al lateral, visualmente queda algo desequilibrado aunque he de reconocer que me he acostumbrado a ver la pantalla y no me resulta tan 'pegote' como en ese primer vistazo.
Pero lo peor de haber colocado la pantalla pegada al lateral no es el efecto visual, es el manejo. Si eres diestra como es mi caso, resulta un poco incómodo alcanzar el panel para interactuar con él y eso ha hecho que muchas veces haya acabado mirando la hora en la pantalla principal.
Eso sí, como ya dije en las primeras impresiones, el trabajo de integración es muy bueno y el cristal está perfectamente encastrado en el chasis, el cual por cierto está creado en una sola pieza de aluminio. También tengo que destacar que la unidad que he probado es la de color negro mate y el tono también ayuda a que el resultado sea más armónico.
Si sacamos la lupa vemos que Meizu ha cuidado mucho los detalles de su nuevo flagship. Lo notamos en las líneas de antena que recorren los bordes, apenas perceptibles en las imágenes , los mecanizados de la parte inferior, la unión entre el cristal y el metal -tanto en la pantalla trasera como la frontal- o los botones físicos situados en el lateral, muy discretos y con una pulsación muy firme.
Hablando de botones, como decía el lector de huellas está en la parte frontal, justo bajo la pantalla, la que personalmente me parece la mejor ubicación para esta pieza. El botón queda prácticamente a ras del cristal, pero aunque a simple vista parezca una superficie táctil, en realidad tiene clic y es necesario pulsar para que detecte la huella. Sobre la respuesta, aunque no es el más rápido que he probado detecta la huella con bastante fluidez, pero no va del todo bien con los dedos algo húmedos.
Destacar también que Meizu incluye una carcasa protectora de plástico en el packaging, un detalle que se agradece especialmente en este caso ya que da un poco de reparo apoyar el móvil sobre su pantalla trasera, pero con esta funda se evita que entre en contacto con la mesa.
Como decía, salvo por su pantalla trasera, el Meizu Pro 7 apuesta por un diseño bastante tradicional. Su tamaño y peso están muy equilibrados y hacen que se sienta muy bien en mano, mientras que su buen acabado hace de él un terminal muy agradable a la vista, aunque insisto siempre tratándose del modelo negro mate. Pude ver las versiones en dorado, plata y rojo y el efecto no resultaba tan elegante como sucede en esta versión.
Pantalla(s) con garantía Super AMOLED
La de Meizu y la tecnología AMOLED es una historia que se remonta un par de años atrás. La firma china viene apostando por paneles de este tipo en sus gamas altas desde el Meizu MX5 anunciado en 2015, y han seguido fieles a esta tecnología desde entonces.
En este caso contamos con un panel Super AMOLED de 5,2 pulgadas y resolución FullHD. Esto se traduce en una densidad de 423 ppp, que sin ser la cifra más alta que podemos encontrar, es más que suficiente para tener imágenes nítidas. Además, haber apostado por una diagonal que tira más al terreno de lo compacto le sienta muy bien en términos de resolución.
Con respecto a la visibilidad en exteriores, destacar que el nivel de brillo se queda algo justo cuando los reflejos son muy fuertes, pero lo compensa con un contraste muy marcado y en general la experiencia visual es buena en casi cualquier situación. Eso sí, el ajuste de brillo automático es algo perezoso y suele tardar en responder a cambios bruscos de luz.
Tratándose de una pantalla AMOLED, era de esperar encontrar una ligera sobresaturación de los colores. Lo bueno es que Meizu ofrece un par de opciones en Ajustes para configurar los tonos del panel. Por defecto, la pantalla viene configurada en el modo Adaptativo, que va modificando los parámetros de gama de color, saturación y nitidez dependiendo de la tarea que estemos realizando.
El siguiente modo es el Estándar, un ajuste mucho más sobrio en el que los tonos pierden esa saturación que comentaba. Si buscas tonos fieles, este debería ser el modo de pantalla a elegir, pero el resultado es un poco apagado y crea un efecto de pantalla lavada que no le sienta demasiado bien.
En el caso del modo Foto, la saturación vuelve con fuerza en los tonos rojos, mientras que los azules y verdes se mantienen más fieles. Por último el modo Dinámico es el que más tonos representa y por tanto el que da más sensación de saturación. En mi caso he optado por dejar el modo que venía configurado por defecto ya que me resulta el más equilibrado. Destacar también que incluye un ajuste de temperatura de color y el inevitable modo nocturno para reducir la luz azul de la pantalla.
Pasamos a la pantalla trasera y volvemos a contar con tecnología AMOLED, esta vez en un frasco mucho más pequeño, concretamente 240 x 536 píxeles con diagonal de 1,9 pulgadas. Aquí la densidad baja, pero la verdad es que esos 307 ppp son suficiente para que el reloj y los avisos que aparecen en este panel se muestren con total nitidez.
Igual que la pantalla delantera, el contraste es de 10000:1, pero la sensación de contraste es todavía más marcada, puede que debido a que siempre tenemos un fondo negro presente. En lo que no se parecen tanto es en la respuesta táctil. Mientras que la pantalla principal responde con gran fluidez, con la pantalla trasera muchas veces toca repetir los taps o gestos para que nos haga caso.
El sustituto del Helio X30 cumple, pero no es lo prometido
El procesador es un punto delicado en el Meizu Pro 7, no porque ofrezca una mala experiencia, sino porque esperábamos otra cosa. Durante semanas, la firma se encargó de promocionar el que iba a ser el primer móvil con el chip Helio X30, el primero de Mediatek fabricado con el proceso de 10 nm, y finalmente así fue, pero solamente en China.
La unidad que he probado es la más básica y, salvo cambio de planes, será la única que llegue a otros países. El principal cambio es que el procesador es el conocido Helio P25, un octa-core ARM A53 a 2,6 GHz que se coloca entre los chips más capaces del fabricante chino, pero no es lo que esperábamos. Le acompañan 4 GB de memoria RAM y 64 GB de almacenamiento.
¿Y qué tal se comporta el Helio P25 en el día a día? Con los chips que tenemos actualmente en la gama media, obtener una buena experiencia de uso en escenarios poco exigentes es un punto que casi todos cumplen con nota, y el Meizu Pro 7 no es la excepción.
El Helio P25 resuelve las tareas más comunes con total soltura e incluso se atreve con otras más exigentes como los juegos de gran carga gráfica como Asphalt 8 sin apenas lag ni caídas de fps. No obstante, aunque cumple en la mayoría de situaciones, también es verdad que he detectado algunos fallos en el tiempo que lo he estado usando.
Estos fallos se suelen manifestar en forma de bloqueos repentinos en algunas apps, sobre todo al exigirle más a la multitarea, y eso que contamos con unos holgados 4 GB. Un ejemplo es Chrome, al abrir una página y salir de la app, a veces al volver tarda unos instantes en responder y resulta imposible hacer scroll. No se trata de un bloqueo general del sistema ya que las veces que me ha pasado (muy pocas, todo sea dicho) he podido solucionarlo bien esperando o reiniciando la app.
El Helio P25 en combinación con sus 4 GB de RAM ofrecen una buena experiencia de uso, fluida y sin fallos notables, pero si lo que buscas es una experiencia de nivel flagship, el Meizu Pro 7 se queda atrás. Las puntuaciones obtenidas en los benchmarks dejan claro que no estamos ante un chip puntero, sino que sus resultados se quedan al nivel de chips de gama media como el Snapdragon 626, el Kirin 658 o el Exynos 7880 de Samsung.
En la tabla podéis ver todos los resultados, incluyendo el Xperia XA1 con Helio P20 que refleja una ligera mejora del Helio P25. En definitiva, un rendimiento aceptable que sabe a poco por esa ausencia del Helio X30. Nos quedamos con las ganas de probar el chip de 10nm de Mediatek.
Meizu Pro 7 |
Sony Xperia XA1 |
BQ Aquaris X |
Huawei P10 Lite |
Samsung Galaxy A5 2017 |
|
---|---|---|---|---|---|
Procesador |
Helio P25 |
Helio P20 |
Snapdragon 626 |
Kirin 658 |
Exynos 7880 |
RAM |
4GB |
3GB |
3GB |
3GB |
3GB |
AnTuTu |
61.289 |
59.046 |
60.123 |
59.806 |
61.108 |
GeekBench |
857 / 3.903 |
829 / 3.270 |
923 / 4.445 |
903 / 3.337 |
769 / 4.097 |
3DMark (Icestorm Unlimited) |
13.362 |
12.866 |
- |
11.412 |
- |
[[gallery: meizu-pro-7-benchmarks]]
¿Pueden 3.000 mAh con dos pantallas?
El Meizu Pro 7 no tiene componentes demasiado 'tragones', especialmente su pantalla, que además de contar con resoluciónFullHD, no es demasiado grande y apuesta por tecnología AMOLED. Sin embargo, tenemos una segunda pantalla y con 3.000 mAh no va precisamente sobrado de batería.
Meizu asegura que el panel trasero no impacta en la autonomía, pero no tenemos forma de medirlo porque el menú de batería no especifica el consumo de la pantalla trasera. Lo que sí he podido comprobar es que el Meizu Pro 7 no es un terminal que destaque especialmente en autonomía. No defrauda, pero tampoco sorprende.
Con un uso relativamente moderado, combinando periodos de mayor intensidad con redes móviles, GPS y haciendo fotos con otros menos exigentes (conexión vía WiFi, uso más esporádico), he tenido que pasar por el enchufe casi a diario. Lo habitual es que, tras 24 horas, nos quede alrededor del 30% de carga.
Según la prueba realizada con la aplicación PCMark, el Meizu Pro 7 consiguió cerca de 10 horas de pantalla, una cifra que no está nada mal, pero que no hemos visto reflejada en el manejo diario usando la red móvil, GPS y otras conexiones.
Con respecto a la carga, el Meizu Pro 7 cuenta el modo de carga rápida mCharge 3.0, que no es el más rápido de la firma, pero consigue cargar el dispositivo por completo en poco más de una hora, un tiempo bastante razonable. Además, la primera parte del proceso va bastante rápida, legando al 40% en unos 20 minutos, por lo que viene bien si vamos con prisa y no podemos esperar a que se complete. Eso sí, durante la carga el teléfono se calienta, no en exceso pero lo suficiente como para que al cogerlo notemos la diferencia.
Flyme se impone a Android y abre una nueva ventana
La personalización del software es una norma casi obligatoria en smartphones que llegan desde Asia, y el caso de Meizu no es distinto. La capa de la compañía se llama Flyme y en esta entrega llega en su versión 6.1, basada en Android 7.0 Nougat, por lo que estamos bastante al día en cuanto a novedades de la plataforma, aunque no hay apenas rastro del software de Google.
Flyme apuesta por un diseño limpio, de colores planos en el que los protagonistas son los iconos, es decir, que no tenemos cajón de aplicaciones. En el panel de ajustes rápidos y notificaciones encontramos iconos redondos blancos un fondo negro, mientras que el menú ajustes destaca por su fondo claro.
Como no podía ser de otra forma, Meizu incluye más opciones de personalización, así que si no te convence el diseño 'stock' de Flyme, puedes probar con uno de los distintos temas disponibles en la app dedicada a tal efecto, que por cierto también incluye fondos de pantalla. El problema es que, aunque los temas se descargan, no me ha sido posible aplicar ninguno. Flyme me dice que los temas no se pueden aplicar en esta versión y me insta a actualizar el sistema, pero el dispositivo está actualizado. Tampoco ha sido posible cambiar el fondo de pantalla, ni desde la app ni tampoco seleccionando una imagen de la galería.
Otro fallo similar con el que me he encontrado es con el modo 'sólo música' que se activa desde el menú de apagado del dispositivo. Según explicaron en la presentación, con esta opción el terminal se convierte en un reproductor musical que podemos manejar desde la pantalla trasera, pero aquí también me ha sido imposible activarlo porque supuestamente no tengo la última versión de Flyme. Esperamos que estos fallos se solucionen con actualizaciones posteriores.
Meizu también aporta muchas funciones propias, una de ellas los gestos sobre el lector de huellas, otra función cada vez más extendida. En este smartphone no hay botones de navegación, sino que únicamente tenemos el lector de huellas frontal, por lo que tareas como volver atrás o abrir las apps recientes se realizan mediante otras acciones.
Con una pulsación (haciendo clic) del botón frontal volvemos a la pantalla de inicio, pero si sólo damos un toque suave regresamos a la pantalla anterior. Si pulsamos dos veces seguidas, por defecto se abrirá la cámara, pero desde el menú de configuración nos permite elegir reproducir música en la pantalla de bloqueo.
Aunque se aleja bastante del manejo habitual de Android, la verdad es que me acostumbré a usar estos gestos rápidamente. El que menos me gusta es el de abrir las apps recientes ya que aquí no interviene el botón, sino que hay que deslizar de abajo hacia arriba desde el borde inferior de la pantalla.
Otras funciones propias de Meizu incluyen la app Seguridad, donde encontramos las habituales herramientas de optimización y limpieza, así como los modos de ahorro de batería, control de datos o un antivirus. También viene con una App Store propia, que convive con Google Play, porque sí la tienda de apps oficial de Android está incluida de serie. Eso sí, cuando lo encendí no había ni rastro del paquete de apps de Google, aunque aquí he de decir que la unidad de prueba viene directamente de China y esto seguramente cambie en la versión que llegue a España.
Pero sin duda la característica estrella, tanto a nivel de hardware como sobre todo de software, es el panel secundario. Si has llegado hasta aquí seguramente sea porque quieres saber para qué sirve la pantallita trasera del nuevo móvil de Meizu, y no te voy a hacer esperar más.
[[gallery: meizu-pro-7-software-1]]
Pantalla trasera: una ventana que se queda pequeña fuera de China
La primera vez que vi una filtración del Meizu Pro 7, me pareció que la pantalla trasera no tenía demasiado sentido. Se hablaba de notificaciones, juegos, fondos de pantalla, selfies... ¿Y para eso hace falta meter una pantalla detrás, no tenemos ya la delantera? Puede que te estés preguntando lo mismo, y no te culpo, pero he de reconocer que poco a poco mi percepción fue cambiando y pasé del '¿para qué?' al 'esto pinta interesante'. Veamos lo que ofrece.
La pantalla secundaria del Meizu Pro 7 es una especie de evolución del modo Always On que encontramos en algunos terminales, sólo que aquí la idea se va a una pantalla independiente. Si le damos la vuelta al móvil la pantalla se enciende automáticamente para mostrarnos el reloj, acompañado de la temperatura y un pequeño icono que nos indica si está soleado, nublado o si hay lluvia.
Si vamos deslizando hacia la izquierda, la siguiente pantalla nos muestra los pasos que hemos dado en ese día -aquí parece que la pantalla quiere ser un smartwatch integrado- y por último tenemos información más detallada sobre el parte meteorológico.
La pantalla trasera también se activa con un doble tap si así lo configuramos en Ajustes, pero como decía antes, el táctil no siempre responde a la primera. Destacar que sólo me ha dado problemas con los taps para activar y al deslizar para abrir la cámara, una vez encendida, la pantalla responde bastante rápido a gestos para ir viendo la información disponible.
Como no podía ser de otra forma, la pantalla secundaria del Meizu Pro 7 también sirve como aviso para notificaciones, aunque tiene bastante que mejorar. Si nos entra un mensaje de alguna app de mensajería, la pantalla mostrará el icono de notificación con el texto 'Nuevo mensaje', pero no especifica a través de qué app nos llega el mensaje ni tampoco muestra su contenido. Sucede lo mismo al recibir correos y otro tipo de avisos.
Con las aplicaciones del sistema ofrece información más detallada. Por ejemplo si tenemos un evento del calendario nos aparecerá el icono del mismo acompañado del nombre del evento y la hora programada. También es posible ver información sobre las alarmas programadas y la reproducción musical. Esta opción solamente funciona si reproducimos desde la aplicación nativa de música, con otras apps como Spotify la pantalla trasera sirve de poco.
Con las llamadas, los avisos de la pantalla trasera también son más descriptivos. Si recibimos una llamada y el móvil está bocabajo, la pantalla nos dice la persona que está llamando y muestra la imagen del contacto si la tuviéramos configurada. Eso sí, al ser una pantalla tan estrecha, la mayoría de nombres aparecen cortados, pero es suficiente para que sepamos quién nos llama.
Si nos llaman desde un número que no tenemos en nuestra agenda, en lugar del número de teléfono aparece texto 'Desconocido'.
Esta es la información que podemos ver en la pantalla trasera del Meizu Pro 7, pero durante la presentación del Meizu Pro 7 en Zhuhai se anunciaron más funciones como por ejemplo integración con WeChat o la posibilidad de elegir fondos de pantalla animados especialmente diseñados para su minipantalla AMOLED. Sin embargo, al salir de China ninguna de estas dos opciones están disponibles.
Dentro de Ajustes tenemos el apartado de fondos de pantalla, pero al pulsar sobre él no sucede nada. La única forma en la que he podido colocar una imagen de fondo de pantalla en esta pantalla es desde Galería, usando la opción Establecer fondo de pantalla. Es curioso que intenté poner la misma imagen de fondo tanto en el panel principal como en el secundario, pero sólo se aplicó en el secundario.
Lo que todavía resulta más curioso es que, una vez aplicada una imagen de fondo, me ha resultado imposible eliminarla. Pero lo peor es que al añadir un fondo, este sustituye la pantalla principal que mostraba el reloj, por lo que ahora tengo una imagen en su lugar y me he quedado sin ver información sobre la hora, aunque se mantienen los datos de actividad y el tiempo.
Aquí está claro que se trata de un fallo de software que esperamos se solucione en futuras actualizaciones, pero no deja de ser un problema que penaliza considerablemente la experiencia de uso con este elemento, que recordemos es la función estrella del Meizu Pro 7.
Pero hay algo más. La pantalla trasera del Meizu Pro 7 tiene otra función más allá de mostrarnos información o notificaciones, y es poder hacernos selfies con su cámara trasera. Con la pantalla secundaria activa, si deslizamos hacia arriba o abajo aparece la vista previa de la cámara para que podamos encuadrar la imagen más fácilmente.
Podemos elegir entre tres modos de imagen: difuminar (desenfoque del fondo), foto normal y modo belleza, después basta con pulsar sobre la imagen para que se inicie la cuenta atrás y dispare la foto. ¿Los resultados? Los vemos a continuación.
La dualidad también está en la cámara
Hasta ahora Meizu no se había adentrado en el terreno de las cámaras dobles, pero con el Meizu Pro 7 la apuesta por la dualidad se extiende a la pantalla y también la cámara principal. Tenemos dos sensores Sony IMX386 de 12 megapíxeles que apuestan por la fórmula de combinar RGB + B/N, muy al estilo de lo que propone Huawei en su gama alta.
Ambos cuentan con una lente f/2,0 y enfoque por detección de fase, además de modos de disparo como HDR, Belleza, Pro, blanco y negro y por supuesto un modo de desenfoque. Pero antes de entrar a analizar los modos más destacados, veamos qué tal cumple al hacer fotos normales, sin desenfoques ni HDRs ni filtros.
Si le ponemos las cosas fáciles -buena luz y contrastes suaves- la cámara del Meizu Pro 7 nos devuelve resultados bastante buenos. En esta escena podemos ver cómo el detalle se mantiene en el recorte al 100%.
Esta segunda imagen fue tomada a última hora de la tarde y aquí ya se empiezan a apreciar las debilidades del procesado. El primer plano mantiene la nitidez, pero cuando nos alejamos el ruido se hace más evidente. Eso sí, en la toma había bastantes fuentes de luz de distinto tono y el trabajo de balance de blancos es bastante bueno. También tenemos un rango dinámico bastante correcto, sin áreas excesivamente quemadas ni totalmente oscuras.
La cámara del Meizu Pro 7 no llega al nivel de los pesos pesados de la fotografía móvil, pero consigue resultados bastante buenos. Ahora toca ver si se mantiene en los distintos modos de disparo.
Modo HDR
Empezamos con el HDR, una función que se ha convertido en imprescindible y viene de maravilla para salvar esas imágenes en las que un elevado contraste estropea la escena. El modo HDR del Meizu Pro 7 se puede activar de forma manual o dejar en modo automático, pero los resultados son bastante aleatorios.
Lo mejor del modo HDR es su rapidez, apenas se nota la diferencia entre disparar foto normal o con este modo activado, pero los resultados son bastante aleatorios. Si tenemos zonas muy quemadas o muy negras sí que puede salvarnos la foto, pero en otras situaciones queda excesivamente artificial, casi más como si fuera un filtro HDR que un disparo de alto rango dinámico.
Aquí he acabado activándolo de forma manual solamente en esas escenas en las que es verdaderamente necesario compensar el contraste.
Modo de desenfoque (difuminar)
Antes de nada conviene destacar que el Meizu Pro 7 no juega con dos distancias focales como vemos en terminales como el iPhone 7 Plus o el Xiaomi Mi 6, por lo que su modo retrato cae totalmente en la parte del software. Los resultados no son los peores que he visto, ni mucho menos, pero también es cierto que está muy lejos de ser el mejor.
Tras pasar varios días jugando con los desenfoques del Meizu Pro 7, la sensación es que todavía tiene mucho margen de mejora. Estos son los problemas más recurrentes con los que me he encontrado:
Lentitud: aunque el enfoque es rápido al hacer fotos normales, cuando entra en juego el modo de desenfoque se ralentiza de forma muy notable. Cuesta enfocar el objeto, sobre todo si hay movimientos y la imagen se ve a tirones.
Recorte muy mejorable: aunque hay imágenes en las que consigue un efecto más natural, los errores en el procesado del desenfoque son muy comunes, sobre todo cuando el borde es irregular como en zonas de pelo o en la ropa.
El movimiento no le sienta bien. La falta de luz, menos: como decía, cuando hay movimientos en la escena es cuando más fallos aparecen, pero también cuando falta luz. Lo mejor es fotografiar objetos estáticos y con buena iluminación, algo que no siempre es posible.
El desenfoque es demasiado marcado: aunque Meizu nos permite editar qué parte de la imagen queremos enfocar una vez disparada, no es posible elegir la intensidad del desenfoque y este es excesivo en muchos casos, haciendo que el efecto pegote sea más evidente. También echo en falta un efecto desenfoque más progresivo en escenas con punto de fuga.
Hablando de editar el desenfoque, para poder hacerlo basta con ir a la foto en cuestión en la Galería y pulsar sobre el icono de la cámara doble. Después basta con pulsar sobre el área que queremos que se muestre enfocada, pero la verdad es que el resultado es nefasto en comparación a la foto original.
Lo he probado con varias imágenes muy distintas entre sí y el recorte original siempre es mejor que el resultado tras editarla, por lo que casi mejor ni tocarlo. Aquí insisto, lo que echo en falta es la opción de poder bajar la intensidad del desenfoque, pero no existe esa posibilidad.
RGB + B/N
Como decía al principio de este apartado, Meizu apuesta por una combinación de un sensor RGB con uno en blanco y negro. La verdad es que este modo no tiene mayor secreto, simplemente dispara imágenes en escala de grises directamente, sin necesidad de aplicar un filtro, pero no ofrece opciones adicionales como el modo HDR o el desenfoque. Si queremos el efecto difuminado en blanco y negro tocará editar la foto después.
El resultado de la imagen en B/N y la editada con Photoshop es bastante similar, pero la foto obtenida con el Meizu Pro 7 tiene un contraste más armónico, no tan marcado. En cualquier caso, es una opción que aporta bastante poco, pero ahí está.
Selfies: ¿cámara trasera o cámara delantera?
Toca el turno de los selfies, pero en el Meizu Pro 7 no sólo se pueden sacar con la cámara delantera, la pantalla trasera también permite que lo hagamos con la cámara principal. Vale, podemos hacernos selfies con la cámara trasera con cualquier móvil, pero aquí he podido comprobar que el proceso es más sencillo porque no vamos 'a ciegas'.
Lo mejor de hacernos selfies con la cámara trasera es que podemos tener el efecto desenfoque, de hecho esta es una de las funciones que Meizu destacó en la presentación. Sin embargo, la cámara delantera con sus 16 megapíxeles y lente f/2,0 también da muy buen resultado.
He de reconocer que en los primeros días que tuve el Meizu Pro 7, eso de poder hacer selfies con desenfoque me llamó la atención y me saqué unos cuantos, pero en cuanto vi los resultados que se obtienen con la cámara delantera empezó a tener menos sentido. Además, si le sumamos que el desenfoque no siempre sale bien, tenemos los ingredientes para acabar por ignorar casi por completo la opción de selfies con la cámara trasera.
No podía faltar el modo belleza, una opción casi obligatoria en móviles asiáticos y que Meizu lleva a otro nivel. En el montaje que se puede ver justo arriba apliqué el modo belleza normal, que se centra en iluminar y suavizar la piel. Pero Meizu no se queda ahí, también cuenta con un modo avanzado que es todo un despropósito.
Para ver hasta donde podía llegar este modo avanzado, apliqué los cuatro ajustes al máximo, y el resultado fue digno de un museo de cera con bajo presupuesto. Suavizar e iluminar la piel mejora un retrato, eso está claro, pero las opciones de agrandar ojos y, sobre todo, la de adelgazar acaban por convertirnos en una persona (?) casi irreconocible. Para unas risas no está mal. Ah, también hay un modo con filtros de maquillaje.
Hablando de modos, la cámara también incluye otras opciones de disparo, entre las que destaca especialmente el modo Pro. Meizu nos permite ajustar siete parámetros: tiempo de exposición, ISO, enfoque, compensación de exposición, saturación, contraste y balance de blancos. La verdad es que el modo automático suele funcionar bastante bien, pero si prefieres ajustar la toma a tu gusto, aquí tenemos bastantes opciones, aunque los modos de contraste y saturación se salen un poco de lo que buscamos en un modo profesional.
También tenemos el modo panorámico, la opción de crear fotos animadas en GIF, escanear códigos QR y un par de modos de vídeo: time lapse y cámara lenta. Con respecto a los vídeos, la verdad que aquí la cosa empieza a flojear, sobre todo cuando hay movimientos o falta luz.
La estabilización es bastante mejorable y la calidad se ve resentida en cuanto las condiciones no son óptimas. Destacar también que en el modo de cámara lenta la calidad se reduce a HD720p, mientras que los vídeos normales son FullHD, nada de 4K en este caso. A continuación podéis ver todas las pruebas realizadas con la cámara del Meizu Pro 7.
[[gallery: fotos-tomadas-con-el-e-meizu-pro-7]]
Meizu Pro 7: la opinión y nota de Xataka
Decía al principio que diferenciarse es una tarea complicada en el actual panorama móvil. Continuamente nos quejamos de que todos los móviles parecen iguales y que no hay innovaciones contundentes, y es verdad. No digo que sea sencillo, pero hay fabricantes que parece que ni siquiera lo intentan, pero en Meizu lo han hecho.
La firma china reedita su flagship con una apuesta arriesgada que destaca por esa pantalla trasera tan poco común; una especie de mezcla entre la idea de Always On, un wearable pegado al móvil y un asistente para selfies. Desde luego original es, pero también es verdad que, tras probar sus funciones, la novedad del principio se ha ido desinflando.
En general, la pantalla trasera me ha sabido a poco, y no sólo por los fallos con los que me he encontrado, sino porque no hace nada que no podamos hacer en un móvil con una sola pantalla. Cuando resulta más práctico es cuando recibimos un mensaje o una llamada mientras el móvil está bocabajo, pero todavía hay mucho margen de mejora. Lo de los selfies es curioso, pero no llega a un nivel de utilidad que justifique la integración de la pantalla trasera, con lo que ello conlleva (diseño menos coherente y una autonomía más ajustada). En este sentido, aunque es una propuesta original, creo que podrían haberle sacado mucho más partido. El intento es muy respetable, pero le falta ser más interesante.
En el hardware hay luces y sombras. Limitar el Helio X30 al modelo que se venderá en China es algo que seguramente se escapa al control de Meizu (las bandas compatibles podrían ser el motivo detrás de esta decisión), pero no deja de ser un hecho decepcionante para el que se alzaba como el primer smartphone en estrenar este chip.
En cuanto a la cámara, otra de sus características clave, también hay margen de mejora, pero para ser la primera incursión de Meizu en el terreno de las cámaras dobles, tiene potencial. También destacan los buenos acabados de su diseño, su pantalla queda en buen lugar y en general es un dispositivo bastante equilibrado, pero ahora nos falta por conocer un dato clave: su precio.
Sabemos que en China esta versión costará unos 365 euros al cambio, pero de momento no hay pistas de su precio en España u otras regiones. Esta será la clave que determine si el Meizu Pro 7 está a la altura de otros competidores chinos o queda eclipsado.
7,9
A favor
- Diseño con muy buenos acabados.
- La originalidad de su pantalla trasera.
- Apostar por la tecnología AMOLED es un acierto.
- Cámara doble muy versátil.
- Incluye carga rápida y USB-C.
En contra
- Muchas funciones no están disponibles fuera de China.
- El modo de desenfoque no siempre acierta.
- El Helio X30 no llega a la versión internacional.
- Las funciones de la pantalla trasera tienen bastante margen de mejora.