La jugada del iPhone SE, un smarpthone de Apple más asequible, la repite la compañía con el nuevo iPad (2017), tablet con iOS que tiene su principal atrativo en el precio y en la vuelta del tablet a su origen, lejos de discusiones sobre eras PostPC. Y eso no es nada malo.
Un poco Frankenstein: así es el iPad (2017)
El nuevo iPad (2017) es al iPad Pro lo que el iPhone SE a sus hermanos mayores. De forma global. Con algún escalón más de por medio. Pero la idea es la misma: un modelo de entrada en precio pero en el que nos aseguramos un funcionamiento muy bueno en lo básico.
iPad (2017), características técnicas | |
---|---|
Dimensiones físicas | 240 x 169,5 x 7,5 milímetros 469 gramos sólo WiFi 478 gramos WiFi + LTE |
Pantalla | 9,7 pulgadas |
Resolución | 2048 x 1536 píxeles (264 ppp) |
Procesador | Apple A9 |
RAM | 2 GB |
Memoria | 32 / 128 GB (no ampliable) |
Sensores | Touch ID Giroscopio 3D Acelerómetro Barómetro Luz ambiente |
Versión software | iOS 10 |
Conectividad | Bluetooth 4.2 Wi‑Fi (802.11a/b/g/n/ac) LTE, DC-HSDPA, HSPA+ con Nano-SIM |
Cámaras | Posterior de 8 MP, frontal de 5 MP |
Batería | 32,4 vatios/hora (no extraíble) |
Precio | 32 GB + WiFi --> 399 euros 128 GB + WiFi --> 499 euros 32 GB + LTE --> 559 euros 128 GB + LTE --> 659 euros |
Con el iPad Pro como tablet de referencia de Apple, el nuevo iPad (2017) rebaja su precio hasta colocarse en unos tentadores 399 euros. No lo hace lógicamente sin realizar sacrificios a diferentes niveles. Eso en Apple significa escoger un diseño y una pantalla de generación anterior algo mejorada (iPad Air 2), dimensiones del iPad Air y un procesador que tampoco es lo último de la compañía. Todo un Frankenstein.
Ese amalgama de componentes tiene consecuencias a todos los niveles. En diseño, resulta que este iPad (2017) es tan grueso y pesado como el iPad Air original, de hace casi 4 años. Son 469 gramos y 7,5 mm de grosor. Más allá de las cifras (al final es menos de 1,5 mm de grosor y 30 gramos de peso de diferencia con el iPad Pro), en el día a día no es algo que nos deba preocupar, y sigue siendo un modelo de tablet de casi 10 pulgadas manejable, cómodo y relativamente delgado y ligero.
Si comparamos con la competencia, el Samsung Galaxy Tab S2, con quien compite en precio, le da un repaso en dimensiones (mismas pulgadas y solo 5,6 mm de grosor y menos de 400 gramos de peso) pero el modelo de los coreanos se queda algo corto en batería. Y creo que en este margen de dimensiones y precio, prefiero 2-3 horas más de batería que 70 gramos menos de peso.
Precisamente a quien le parezca una ofensa que un iPad en 2017 retroceda casi 4 años años a nivel de diseño, puede tratar de consolarse con un extra sorpresa: un aumento de la capacidad de batería hasta los 32.9 Whr. Como veremos, eso consigue que el nuevo iPad mantenga una cifra de autonomía que es uno de sus puntos fuertes.
El resto de especificaciones son muy conocidas: el A9 que se estrenó en la anterior generación de iPhone, 2 GB de memoria RAM y las opciones de 32 y 128 GB en cuanto a memoria interna. En un tablet el espacio interno sí que es crítico (y más si como en Apple no se admite ampliación con microSD) así que se agradece que Apple no haya aprovechado la reducción de precio para volver a los 16 GB básicos del iPad Air 2.
El truco vuelve a estar en que la mejor opción, los 64 GB, no están disponibles. Eso significa que uno piense más en dar el salto al modelo superior, con 128 GB, y con ello entregar más dinero a Apple a cambio.
Por último debes saber que sí que hay sensor Touch ID, que funciona rápido, pero no conector para accesorios, por lo que si quieres usar teclados tendrás que conformarte con los clásicos por bluetooth de terceros.
El rendimiento nunca ha sido un problema
Un procesador que no es el último disponible para tablets y 2 GB de RAM. Lo que podría suponen un cuello de botella para el rendimiento de un tablet, no resulta inconveniente alguno para este iPad (2017). Tanto en iPhone como en iPad, los números nunca han importado al compararlos con la competencia, y en este tablet el rendimiento no es un compromiso que debas asumir por obtener una rebaja en su precio.
Si comparamos con el iPad Pro, por ejemplo, los datos de GeekBench lo dejan lógicamente por debajo, mientras que con el iPad Air 2 está ligeramente por encima. Si nos ceñimos a datos de 3DMark, en Sling Shot Extreme nos ha marcado una media de 2002 puntos.
iPad (2017) | iPad Pro | iPad Air 2 | |
---|---|---|---|
GeekBench | 2092/3635 | 2940/4775 | 1809/4464 |
Más allá de números, esta combinación de procesador y memoria RAM nos ha demostrado que la mayoría de aplicaciones que uno espera poder usar con este iPad, ya sean juegos, navegación web intensa o incluso creación multimedia con Garageband o Pixelmator, se desenvuelven con soltura.
Pese a que no soy amante de usar la cámara de un tablet para hacer fotos, la calidad del sensor de 8 MP de la cámara principal (que no alcanza a la del iPad Pro tampoco, de 12 MP y con mejor tecnología) admite jugar bastante con la edición fotográfica en el tablet, para lo que la densidad de píxeles y buena reproducción del color, son de gran ayuda.
Autonomía excelente
El segundo apartado donde Apple ha sido siempre referencia en el sector tablet es la autonomía. El iPad (2017) lo reafirma e incluso nos deja mejor sabor de boca que con los modelos anteriores. Su batería de más capacidad le permite superar la autonomía que habíamos medido hasta ahora en el sector tablet de este nivel.
En modo de uso continuado, hablamos de reproducción multimedia, con brillo al 50% y conectividad Wifi (aunque contenido local), la media de uso se ha quedado en las 11 horas. Luego, durante el día a día, con una hora de reproducción de vídeo y un par más de navegación web/redes sociales y algo de juego, podemos estar entre 3-4 días sin necesidad de cargar el tablet.
El lado menos positivo está precisamente en esa capacidad de batería que hace muy larga la carga de la misma. Desde cero hasta el 50%, el iPad (2017) tarda 97 minutos. Para la carga completa debemos emplear cerca de 4 horas.
Un paso atrás en el aspecto multimedia
Si bien el punto del diseño más grueso y pesado no me preocupa si con ello se rebaja el precio del equipo, no me ocurre lo mismo con la pantalla. Es quizás el componente crítico de un tablet y, sin dejar de ser una pantalla que se ve muy bien, hay reducción de prestaciones para rebajar el precio.
Para empezar, la pantalla del nuevo iPad cuenta con un panel IPS sin laminar, lo que supone ya de entrada una sensación de calidad inferior al observarla. Pero también al tocarla, pues nos deja el tacto una especie de rebote y de respuesta no tan inmediata como con una pantalla laminada.
La pantalla del iPad (2017) no es tan espectacular a primera vista como la del iPad Air 2 ni mucho menos como la True Tone del iPad Pro. No cuenta con el perfil de color P3 (menos fidelidad) ni tampoco con capa antireflejos. Y pese a eso, se ve realmente bien, algo que por suerte Apple siempre ha cuidado en sus productos.
Apple sí que le ha colocado una mejora a la pantalla a nivel de brillo. Son 500 nits los que rinde este panel, no muy diferentes del brillo máximo que obteniamos con el iPad Air 2 a simple vista, así que sigue resultando bastante espectacular a la vista aunque no suficiente para que en exteriores nos depare una buena experiencia, especialmente por la capa antireflejos de la que prescinde.
En el iPad (2017) la resolución es la habitual y mínima que debemos exigir a un tablet de gama media: 2048x1536 píxeles. Con esa densidad y que, repetimos, el panel se ve bastante bien, la reproducción de contenido sigue siendo uno de los puntos fuertes del iPad. Sin embargo, esa reducción de precio se ha llevado consigo los fabulosos altavoces estéreo del iPad Pro y a los que nos habíamos acostumbrado. Ahora hay que volver a conformarse con los clásicos estéreo pero situados en la parte inferior, correctos pero sin destacar.
El panel IPS de este iPad (2017) se deja también por el camino el soporte para el Pencil de Apple. A priori parece lógico que esa funcionalidad quede limitada para los modelos Pro, en tanto que el usuario parece que será diferente y se puede establecer una separación más clara entre el iPad de consumo asequible y el más profesional. En todo caso, en este iPad se podrán seguir usando los lápices de terceros sin problema.
Apple, es un tablet
A nivel de software, el nuevo iPad mantiene todo lo positivo de iOS. Viene con la última versión, la 10, así que no es una novedad precisamente. Lo más destacable es que disponemos del enorme y completo ecosistema de aplicaciones, de bastante calidad en muchos casos.
Pero en pleno 2017 y ya con iOS 10, también se mantiene la férrea cerradura de Apple a la posibilidad usar varios perfiles en el equipo. En un tablet tan familiar como éste, que una simple huella dactilar personalice aplicaciones según quién ponga su dedo o contraseña, es tremendamente potente, cómodo y seguro. Y ahora mismo, desaprovechado.
Nuevo iPad (2017), la opinión y nota de Xataka
Hasta hace unas semanas, dentro del ecosistema Apple, renovar un iPad de generaciones anteriores o que ya no nos valía casi pasaba por pensar en el iPad Pro de menos diagonal. Por menos de 200 euros más que el viejo iPad Air 2, había una amplia diferencia en prestaciones y calidad.
El nuevo iPad (2017) se asemeja mucho más a ese iPad Air que quizás estés pensando en jubilar, pero la diferencia con la situación de hace unos meses es que ahora hay una alternativa donde el precio es el factor que más cuenta. Todo ello manteniendo la base de lo que un tablet familiar y de consumo debe ofrecer: pantalla de calidad, ecosistema, comodidad de uso, rendimiento y batería.
Respecto a la competencia, el iPad (2017) se pone a jugar en una categoría nada sencilla porque por su precio ofrece unas especificaciones y rendimiento/autonomía más que destacables, y donde de nuevo el ecosistema sale ganando por calidad. Aunque en calidad de pantalla o diseño, Samsung o Huawei pueden ser interesantes alternativas.
8,2