Como recordaréis, no hace mucho que realizamos el análisis del sensor Beast, que nos ayuda a conocer la velocidad de los levantamientos que realizamos en el gimnasio, haciendo las veces de un encoder portátil. Un dispositivo muy útil a la hora de centrarnos en nuestro objetivo y entrenar mejor.
Otro de los gadgets que encontramos en el mercado con esta misma función es la Push Band: un dispositivo que, colocado en nuestro antebrazo o en nuestra cintura, nos ayuda a saber a qué velocidad estamos levantando la barra o las mancuernas y, por ende, si estamos utilizando un peso correcto para el objetivos que perseguimos con nuestro entrenamiento. Hemos probado la Push Band y os contamos qué tal funciona.
Las características técnicas de la Push Band
La Push Band es un encoder portátil que, en un tamaño bastante pequeño (77,5 x 53,3 x 15 milímetros) y con un peso muy ligero (32 gramos) es capaz de medir la velocidad de los levantamientos que realizamos en nuestro entrenamiento.
El dispositivo, fabricado en material plástico, contiene un acelerómetro y un girsocopio capaces de detectar el movimiento que estamos llevando a cabo y la velocidad del mismo.
Funciona con una batería de polímero de litio que se conecta a través de una conexión bluetooth 2.1 con la aplicación gratuita de nuestro teléfono móvil (importante: a pesar de que antes funcionaba con Android e IOS, hace unas semanas han decidido dejar de trabajar con Android, por lo que la aplicación solo está disponible para iPhone 5 o posterior).
A través de un acelerómetro y un giroscopio, la Push Band mide la velocidad de nuestros levantamientos
La Push Band cuenta con una entrada USB a través de la cual se realiza la carga: tarda aproximadamente dos horas y media en cargarse de forma completa y tiene una autonomía de siete horas en funcionamiento (dependiendo de la duración de nuestros entrenamientos, tendremos que cargarla aproximadamente una vez a la semana).
Un indicador LED con iluminación en varios colores nos indica cómo está funcionando nuestro dispositivo: rojo intermitente cuando intenta conectar con el teléfono, rojo fijo cuando está conectado, verde cuando está listo para empezar a grabar nuestro entrenamiento o naranja cuando está cargando.
Además, cuenta con un solo botón que sirve para encenderla y apagarla: todo el manejo de este dispositivo se realiza directamente desde la app o desde su portal web, donde podemos acceder para ver nuestros datos después de los entrenamientos.
El precio de la Push Band en su página web es de 289 dólares (unos 264,7 euros).
Entrenando con la Push Band
El manejo de la Push Band a la hora de entrenar es bastante sencillo. Podemos optar por diseñar nuestro propio entrenamiento en su portal web y sincronizarlo con la app para saber exactamente qué ejercicios vamos a hacer, cuántas, series y cuántas repeticiones, o bien podemos improvisar, simplemente ponernos la Push Band e ir haciendo los ejercicios que queramos.
Para medir correctamente la velocidad de los levantamientos, nos colocamos la Push Band con uno de sus brazaletes (en la caja vienen dos, con dos tamaños diferentes y con cierre de velcro) en nuestro antebrazo, cerca del codo, con la luz LED apuntando hacia arriba. Si comenzamos a entrenar con la Push Band mal colocada, un aviso en la pantalla de nuestro móvil nos indicará que debemos colocarla bien.
Para algunos ejercicios será necesario colocar la Push Band en la cintura con un cinturón especial que no está incluido en el pack y que debemos comprar por separado (su precio es de 75 dólares en su web, unos 68 euros al cambio). Aunque también podemos hacer el apaño con un cinturón casero.
Entrenamiento libre
Para realizar un entrenamiento por libre tendremos que ir seleccionando cada uno de los ejercicios que vamos a realizar en la app, y el peso con el que vamos a hacerlo. Una vez listo, tocamos en el botón Ready y el LED de nuestra Push Band se iluminará de color verde, lo que quiere decir que está lista para comenzar a medir.
La app va contando cada una de las repeticiones y haciendo un sonido de campana para que sepamos que la ha contabilizado, y en la pantalla de la app aparece la velocidad con la que hemos movido la barra o las mancuernas en tiempo real, además de otros datos: si hemos subido o bajado respecto a la repetición anterior y si hemos subido o bajado respecto a la mejor repetición de esa serie.
Una vez terminemos la serie, pulsamos en la app y pasamos a otra serie de ese mismo ejercicio (podemos cambiar el peso si lo necesitamos) o pasamos al siguiente ejercicio de nuestra rutina.
En el caso de que hayamos planificado el entrenamiento desde su portal web, el listado de ejercicios irá apareciendo en la app para que sepamos lo que tenemos que hacer.
Entrenamiento orientado a objetivos
Esta, sin duda, es la parte más interesante de la app y la que una mejor aplicación puede tener a mejorar nuestro entrenamiento. Como explicamos cuando hablamos del entrenamiento con el sensor Beast, la velocidad con la que realizamos un levantamiento está directamente relacionada con el peso que estamos moviendo y con el objetivo con el que estamos entrenando. Por ejemplo, si queremos entrenar nuestra fuerza, tendremos que utilizar un peso, un número de repeticiones y de serie y una velocidad de la barra diferente a si queremos entrenar hipertrofia.
Si entramos en el menú Select Training Focus de la pantalla principal de la app podemos seleccionar cuál será el objetivo principal de nuestro entrenamiento: fuerza, hipertrofia, potencia, velocidad o resistencia (o ninguno si simplemente queremos saber la velocidad con la que levantamos).
¿Estás levantando el peso adecuado para tu objetivo en el gimnasio? Push Band te lo dice a través de la velocidad con la que haces los ejercicios
Una vez seleccionado el tipo de entrenamiento que queremos hacer, procedemos como en el modo manual, con la diferencia de que ahora la app nos dirá si estamos dentro del rango de velocidad que debemos usar para realmente entrenar enfocados en ese objetivo. Si levantamos más despacio de lo que deberíamos, habrá que sacar peso; mientras que si levantamos más rápidamente, tendremos que meter más peso. Al terminar cada serie, la app nos da un mensaje con estos datos.
Una cosa importante a tener en cuenta es que la Push Band solamente mide la velocidad en la fase concéntrica del movimiento, y no en la excéntrica.
Posibilidad de medir nuestra 1RM
Otra de las cosas que podemos hacer con la Push Band, aunque no sea un entrenamiento en sí mismo, es medir nuestra 1RM o repetición máxima en los tres ejercicios básicos: sentadilla, press de banca y peso muerto. También podemos medir nuestro máximo en distintos tipos de salto (salto vertical, salto con balanceo de brazos, sentadilla con salto y otros).
En una primera pantalla la app nos pide nuestra predicción de 1RM, y después nos indica hacer tres repeticiones lo más rápido posible con el peso que nos indica la misma app, con un total de cinco series. Al final de las cinco series, teniendo en cuenta la velocidad de nuestros levantamientos, la app calculará automática cuál es nuestro 1RM en ese ejercicio.
Esto es interesante para conocer nuestra 1RM sin los riesgos que conlleva ir probando "a ciegas", simplemente subiendo la carga hasta que no podamos moverla.
Cómo funcionan la app y el portal web
Tanto la app como el portal web son muy sencillas en su funcionamiento, que es muy intuitivo. De hecho, en el manual de usuario que viene con la Push Band no se prácticamente de estas dos cosas.
En el portal web accederemos a nuestro espacio personal a través de nuestro correo y contraseña (con los que nos hemos registrado previamente). Allí tenemos varias secciones interesantes: posibilidad de diseñar nuestras propias rutinas y entrenamientos concretos (muy práctico para organizar los macrociclos de entrenamiento) y, lo más interesante, ver cómo ha sido nuestra evolución en una misma rutina o en un ciclo concreto.
"Lo que no se mide no se puede mejorar", y conocer las métricas de nuestros entrenamientos nos permite aprender de ellos, saber si hemos entrenado de forma adecuada para llegar a nuestro objetivo y valorar qué debemos hacer en el futuro para seguir mejorando (y hacerlo mejor y más rápido). En los gráficos que nos ofrece el portal web podemos ver cómo ha sido la evolución de nuestro entrenamiento, qué velocidad media hemos llevado en cada ejercicio, con cuánta carga y qué pico de velocidad hemos alcanzado.
La parte más interesante de la app quizás sea la amplia biblioteca de ejercicios que incluye, donde podemos ver vídeos de cada uno de ellos además de una descripción por escrito. Encontramos todos los ejercicios que se pueden medir con la Push Band, ya sea colocada en el antebrazo o en la cintura. También podemos acceder a esta biblioteca de ejercicios desde su página web.
La opinión de Xataka
La Push Band no es un dispositivo dirigido al público en general: más bien a un público muy segmentado, que es el que entrena con peso en el gimnasio con un objetivo muy concreto. Para estas personas sí puede ser muy útil de cara a mejorar su entrenamiento y a maximizar sus resultados.
Su elevado precio (cuando salió al mercado como prototipo costaba 110 euros más gastos de envío) hacen que este dispositivo no sea apto para todos los públicos, pero está en el mismo rango que otros dispositivos similares.
Sí puede ser muy útil para aquellas personas que se acercan al gimnasio con un objetivo muy concreto, que quieren mejorar su desempeño en la sala de pesas para complementar otros deportes (y, por tanto, necesitan centrar muy bien sus objetivos para conseguir, por ejemplo, una mayor potencia en su tren inferior en el caso de los corredores) o para los competidores de distintas disciplinas.
Una de sus mayores ventajas es la posibilidad de comprobar la calidad de nuestro entrenamiento en tiempo real y, si fuera necesario, redirigirlo en función de nuestras necesidades, siempre con la ayuda de los comentarios que la app nos ofrece durante las sesiones de entrenamiento.
La Push Band ha sido cedido para la prueba por Push Inc. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Más información | Train with Push