Aunque el Honor 8, el nuevo flagship de la marca que comparte mercado con Huawei, ya llevaba algunas semanas presentado, la marca tuvo a bien realizar una presentación específica para anunciar la llegada del dispositivo a Europa. Convocados en París, muchos medios tuvimos la oportunidad de echar un ojo en primera persona a la última apuesta del constructor Chino para hacerse con el segmento de la gama media de Android.
Buscando que no compita directamente con su primera marca, Huawei, el nuevo Honor 8 se ha enfocado a un público más juvenil que el que pueda acudir al Huawei P9 y sus hermanos, aunque en la práctica nos encontramos con una ligera variación de dicho flagship con toques extras de diseño y un canal de distribución distinto, al menos de partida. Pero veamos qué nos hemos encontrado en el primer contacto.
El terminal Honor más bonito hasta la fecha
Durante la presentación se hizo especial énfasis en que la línea Honor se enfocaría hacia la excelencia en el diseño y lo cierto es que con el Honor 8 han hecho un gran trabajo. Un dispositivo con líneas redondeadas, completamente liso tanto por detrás como por delante a excepción de su lector de huellas y construído enteramente en metal y cristal.
Quizá esa última palabra sea la principal crítica a su diseño. La elección del cristal conlleva una serie de sacrificios, como la fragilidad o la limpieza, y aunque el dispositivo cuenta con una capa oleófuga lo notamos "fácilmente ensuciable". Como decimos, es la característica común a los dispositivos recubiertos de cristal: la presencia de huellas que empañan el aspecto general.
En cuanto al resto de características, el nuevo Honor 8 luce de maravilla en todos sus colores aunque el azul es probablemente el más destacado. El dispositivo da sensación de robustez y pese al cristal no se resbala, ni estando apoyado ni cuando está en nuestras manos. Todos los controles son accesibles y el apartado de diseño acaba con buena nota. Nos ha gustado lo que hemos visto.
Muy fluido para un procesador de 2015
Esperábamos un modelo casi idéntico al Huawei P9 y nos sorprendió que Honor eligiese el Kirin 950 en lugar del Kirin 955, la última versión de sus chips. Con todo, el Honor 8 funciona muy fluido en todo momento y la respuesta es veloz, sin apreciarse apenas lag o retrasos en la interfaz o las aplicaciones. Se nota que los chinos han puesto énfasis en seguir descargando EMUI, su capa propietaria, y en el nuevo Honor 8 es más ligera que nunca.
Además, el constructor ha añadido algunas mejoras que nos ayudan en el día a día con el teléfono. El lector de huellas dactilares, situado en la espalda del smartphone, cuenta ahora con un botón físico que podemos configurar para que abra aplicaciones a nuestro antojo. Una pulsación, dos pulsaciones o una pulsación larga. Con las tres opciones podremos jugar a abrir el correo, la aplicación de cámara o lanzar Google Now desde el teléfono en reposo, pues al tener lector de huellas abrirá directamente dicha aplicación saltándose el patrón de bloqueo o el PIN que hayamos fijado.
El propio lector de huellas funciona a la perfección. Es rápido y preciso y se combina bien con EMUI pues el retardo entre el toque y el desbloqueo es prácticamente inexistente. Además se trata de un lector de huellas circular que reconoce nuestra huella independientemente de la posición del dedo, algo que nos ha funcionado para desbloquearlo en múltiples situaciones. Los lectores de huellas de Huawei son una referencia en el mercado actual y heredarlos es posiblemente es de lo mejor que le ha pasado a la línea Honor. La experiencia de uso del lector es casi perfecta. Y tenemos NFC, por supuesto, así que tenemos los pagos móviles a un toque de distancia.
Otro factor a tener en cuenta es la pantalla. El Honor 8 ha apostado por un panel LTPS de 5,2 pulgadas y, eso es muy importante, resolución FullHD frente a la tendencia general de montar paneles 2K. Esa combinación, con su 424 píxeles por pulgada, ofrece muy buena nitidez y lo cierto es que el brillo del panel ayuda a conseguirlo. La pantalla del Honor 8 se ve bien tanto en exterior como en interior y su tacto es realmente suave. La pantalla acaba en los marcos de metal pero la transición es prácticamente inexistente. El fabricante hizo especial hincapie en la técnica de construcción empleada para lograr esa sensación de continuidad y se aprecia que lo han logrado. El smartphone se siente como de una única pieza.
No hemos podido probar la batería, al ser una primera aproximación previa al análisis completo que llevaremos a cabo con este Honor 8, pero su fabricante asegura que los 3.000 mAh de su batería deberían ofrecernos más de un día de uso. Si tenemos en cuenta las 5,2 pulgadas FullHD que monta, y anteriores experiencias con el Kirin 950, debería ser así. Pero como os decimos, lo probaremos como debe hacerse para el análisis completo del terminal.
La cámara eleva un poco el listón
Otra de las características sorprendentes de este Honor 8 es su equipo de cámaras, aunque más la trasera que la frontal. Es probablemente lo más parecido que tenemos con el Huawei P9, un doble sensor trasero de 12 megapíxeles cuyas lentes no están en esta ocasión certificadas por Leica pero cuyo conjunto rinde a muy buen nivel.
Las capturas de su cámara trasera son veloces y tanto el contraste como el equilibrio de color son bastante buenos. Fotografías luminosas y muy bien definidas incluso en sitios oscuros y que además cuentan con la ayuda de la interfaz de la cámara, que nos permite decidir la exposición en cada momento. Por no hablar de un modo manual que hemos de explorar más en profundidad pero que nos ofrece un control mucho más preciso.
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La cámara frontal también ha tenido alguna mejora. Sus 8 megapíxeles cuentan ahora con un modo para fotografías en baja luz que, todo hay que decirlo, responde de forma algo lenta. Concretamente, el modo de baja luz toma hasta tres fotografías cuando realizamos la captura y las combina para mejorar la luminosidad. Podríamos decir que es una suerte de HDR pero enfocado únicamente en la luz de la fotografía.
El Honor será un digno rival
Huawei lleva ya tiempo creciendo a muy buen ritmo y parte de la culpa de sus cifras la tiene su familia Honor. Probando este Honor 8 nos damos cuenta de que su éxito no es flor de un solo día sino fruto de un buen trabajo y de construir buenos terminales. A caballo entre la gama media y la alta, los denominados comúnmente como super gamas medias reciben ahora a un digno competidor.
Se aprecia el trabajo de diseño y construcción de un smartphone que nos gustaba sobre el papel y nos ha convencido en directo. Tal vez sólo le resten un par de detalles para ser redondo, como el discutible según gustos cristal trasero o la tecnología de pantalla, servidor prefiere actualmente la AMOLED, pero queda claro que en Honor han construido un smartphone bastante redondo.
Se trata sólo de un primer contacto pero el Honor 8 nos ha dejado buen sabor de boca. Los precios a los que llegará a nuestro país harán que compita con una gama complicada. 399 euros para el modelo de 32GB y 449 euros para el modelo de 64GB le harán luchar por encima de la línea fijada por el OnePlus 3, por ejemplo, uno de sus rivales a batir.
Elegante, bien construido, con buen rendimiento y un excelente nivel fotográfico. El Honor 8 ha entrado con fuerza y las cifras anteriores de la línea hacen pensar que aunque tendrá difícil seguir elevando el listo, cuenta con todo lo necesario para ello. Las ventas llegarán después para darnos o quitarnos la razón pero el nuevo Honor 8 promete dar muchas alegrías. Veremos qué tal sale de nuestro análisis, ya estamos deseando hincarle el diente.
En Xataka | Honor 8, la gama media cada vez se lo pone más difícil a la gama alta