bq está haciendo las cosas bien. Sería simplista e impreciso atribuir su éxito al hecho de ser una compañía española. Chovinismo al margen, hacen bien su trabajando creciendo poco a poco pero a bueno ritmo. Con el X5 demostraron que son capaces de hacer móviles con marco metálico y ahora con la versión Cyanogen dejan claro que no tienen problema en trabajar codo a codo con una operadora.
Aquaris X5 Edición Cyanogen es el mismo móvil que conocimos el mes pasado pero con la diferencia de usar esta ROM. Una versión de Android que recordemos tiene 50 millones de usuarios en todo el mundo. ¿Un guiño de bq para buscar el visto bueno de las operadoras hartas de la posición de Google? El tiempo lo dirá pero mientras en nuestro análisis nos toca ver qué ofrece este gama de entrada con pretensiones de pelearle al puesto al ya tres veces campeón de esta categoría, el Motorola Moto G.
El rival más duro para el Moto G está aquí
A estas alturas, el hardware del Aquaris X5 Edición Cyanogen no necesita ninguna presentación porque es exactamente lo mismo que vimos en la edición normal. Cambia el sistema operativo pero no su perfil de querer ser un referente en la gama de entrada con unas especificaciones muy completas en esta categoría.
bq Aquaris X5 | |
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Pantalla | HD IPS de 5 pulgadas Quantum Color |
Resolución | 1.280 x 720 píxeles 293 ppp |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 412 -Quad-core 1,4 GHz -GPU Adreno 306 |
RAM | 2 GB / 3 GB |
Memoria | 16 GB / 32 GB (más microSD) |
Versión de Android | Android 5.1.1 |
Cámara | Trasera de 13 MPx Sony IMX 214 Frontal de 5MP con flash |
Conectividad | 4G / LTE / HSPA+ 21 Mbps (3G) Wi-Fi 802.11 a,b,g,n Bluetooth 4.0LE USB |
Dimensiones | 144,4 x 70,5 x 7,5 mm |
Peso | 148 g |
Batería | Li-Ion 2.900 mAh |
Colores | Gris antracita (frontal negro) Gris plata (frontal blanco) Oro rosa (frontal blanco) |
Precio | 229,90 euros |
Snapdragon 412 es una evolución muy sutil en el SoC de Qualcomm donde lo único que mejora es la frecuencia del reloj. Procesadores que tienen ya un tiempo pero donde el fabricante de semiconductores se las está arreglando muy bien para estirar su vida útil mientras preparan un salto adelante para sus modelos de entrada. Los 2GB que monta a su lado son un buen seguro para tener una multitarea competitiva.
En la pantalla bq mantiene su apuesta por paneles IPS LCD con Quantum Color+, tecnología que promete colores más vibrantes y estirar el espacio de color para llegar a tonos que si no sería imposible llegar. Marketing al margen, es una pantalla que da buenos resultados y es atractiva a nuestros ojos. La resolución HD (que no Full HD) es suficiente en un tamaño de cinco pulgadas.
La pareja de cámaras, más allá de la resolución de sensores, resuelve bien el dilema de la gama de entrada. Sí, se puede tener un móvil asequible con una cámara que dé la talla y este X5 es una buena prueba de ello. Por encima encontrarás cosas mejores pero en este rango de precio es complicado.
Los 2.900 mAh sorprenden en cantidad y en rendimiento. Esta cifra suele ser más habitual en terminales más caros y aunque bq sigue insistiendo con el polímero de litio (menos espacio físico, más capacidad pero peor rendimiento), la gestión que hace CyanogenOS funciona y resuelve el temido problema de la autonomía.
Difícil encontrar mejores especificaciones en la gama de entrada. Gran trabajo de bq.
En el apartado sonoro, bq presume de tecnología Dolby Atmos pero la realidad es que su altavoz mono que intenta sonar como estéreo está lejos de lo que dicen ofrecer. A poco que se sube el volumen se nota ruido metálico de la caja. Nada que no se arregle con unos buenos auriculares y la aplicación AudioFX para ecualizar.
Punto por punto, el Aquaris X5 tiene todo lo que un gama de entrada necesita para disputarle el trono al Moto G: especificaciones competentes, pequeños compromisos y una cámara de garantías. Hechas las presentaciones, vamos a meternos más en materia con cada apartado.
Aluminio y sobriedad para un diseño atractivo y robusto
Aquaris X5 fue una muestra de que bq podía hacer móviles con materiales nobles (dentro del contexto de los smartphones) y la apuesta le salió bien. Un móvil sobrio, recto y que buscaba ofrecer algo más elegante. Menos funcional que las curvas del Moto G pero con una apariencia más atractiva. Lo consigue.
El X5 destaca sobre la mesa. Discreto pero con un marco metálico que destaca sobre el resto de componentes. En mano es un terminal con una buena proporción tamaño/peso. No es el más ligero pero no lo necesita, el gramaje no le da pesadez sino robustez. Combinación no siempre fácil de conseguir.
El marco metálico es el protagonista del diseño. Agradable al tacto, le da contundencia al dispositivo. Nada de plásticos cromados ni colores chillones para orientarlo al público juvenil, argumento que empieza a sonar a excusa para justificar el uso de plásticos y pinturas más baratas. El color antracita (unidad que hemos analizado) es sobrio y en mi opinión el más atractivo.
El cuerpo metálico es el indudable protagonista del diseño. Buena elección pero la tapa trasera hace que no termina de lucir del todo bien. El surco le quita atractivo, rompe la continuidad de las líneas sin ningún tipo de justificación.
bq hace las cosas bien con el marco pero con la parte trasera demuestra que todavía tiene cosas que aprender: la elección del plástico y la pintura hacen que resbale bastante, elevando así las probabilidades de que se nos caiga de las manos y acabe en el suelo. Se echa de menos un toque gomoso que le confiera más agarre.
A nivel estético es correcto y en su discreción tiene cierto encanto pero por desgracia la trasera tiende a marcarse demasiado con la grasa de los dedos o el roce con los bolsillos del pantalón. Difícil tenerlo impoluto, con razón bq vende protectores transparentes.
Volvemos a la cara frontal y vemos que el espacio está bien aprovechado. Marcos con un grosor correcto donde una vez más demuestra que a bq le preocupa más el conjunto. El resultado final es un móvil que se puede usar con una mano sin dificultades y llegar a toda la superficie de la pantalla. Si os gustan los móviles pequeños el Aquaris X5 es una buena opción. Sin ser compacto (recordemos que son cinco pulgadas de pantalla) sus dimensiones son correctas.
Aquaris X5 es un terminal sobrio pero sabe ser elegante y destacar.
La construcción de los botones es robusta. No tienen mucho recorrido pero en ningún momento dan la sensación de que se van a terminar encasquillando. Cuenta con dos ranuras, una para los dos nanoSIM que admite y otra para introducir una microSD para ampliar los 16GB de memoria interna que tiene.
El altavoz se sitúa en el marco inferior, posición traicionera ya que es fácil bloquearlo cuando cogemos el móvil para ver algún vídeo en horizontal. Como hemos mencionado anteriormente, no suenan bien y ese falso estéreo que crea no termina de convencernos: ruido metálico, mala posición, poca potencia…
Aquaris X5 demuestra que bq se mueve bien y que su propuesta de valor (diseñado en España, fabricado en China) es atractiva para el usuario. Tienen que pulir algunos detalles pero si tenemos en cuenta que se trata de un gama de entrada su diseño despunta sobre los demás: materiales de mayor calidad, mucho mimo en el aprovechamiento del espacio...
Quantum Color+ pone la (sutil) nota de color a la pantalla
bq ha demostrado tener buen ojo a la hora de seleccionar pantallas y este IPS LCD de 5 pulgadas no decepciona. Presume de tecnología Quantum Color+ que en español se traduce a un espacio de color más amplio y colores más vibrantes, sin llegar al punto de los AMOLED eso sí.
Los colores son más vivos, es cierto y el espacio de color es lo suficientemente amplio como para ver muchos detalles en las imágenes pero tras estar dos semanas usando el móvil me da la sensación de que ese Quantum Color+ es algo que pasa discreto, una aportación sutil que se agradece pero que no marca la diferencia.
La temperatura de la pantalla es algo cálida y anda lejos de los 6500 grados Kelvin. Con el brillo al mínimo se aprecia cómo la pantalla tiende al rojo y no se mantiene en un blanco puro. Nada grave ya que es un detalle que solo se aprecia cuando comparamos con móviles con mejor calibración y en esta gama todos tienden a cojear por arriba (rojo) o por abajo (azul).
Buena elección del panel IPS LCD. El cristal es grueso y refleja mucha luz pero la luminosidad del panel es suficiente para ver todo aunque haya mucha luz ambiente.
El contraste es correcto, más amplio que en otros móviles de su categoría. Con el brillo al máximo es una pantalla que se ve bien cuando hay mucha luz ambiente. El reflejo molesta un poco pero apenas nos resta visibilidad. El brillo mínimo es tan bajo como para poder ver la pantalla a oscuras sin forzar la vista.
El ángulo de visión demuestra que el IPS es una buena elección. la pantalla se ve sin problemas desde cualquier posición y solo en las posiciones más forzadas se aprecia alguna pérdida de luminancia. La respuesta táctil responde perfectamente y apenas hay lag cada vez que presionamos con los dedos.
Sobre la resolución, no echaréis de menos más píxeles por pulgada en este panel. HD a secas es una buena cifra y aunque de cerca se observan los puntos, en cuanto nos ponemos el móvil a una distancia normal no se aprecia. No siempre vais a poneros la pantalla a cinco centímetros de los ojos. Los textos y los detalles se ven sin que se produzcan dientes de sierra en los bordes.
Por último, en la parte de software made in Cyanogen, tenemos tecnología Live Display. Un sistema que pone un filtro de color (digital) a la pantalla según la hora del día. Si usáis Mac, el funcionamiento es parecido a Flux: la pantalla se vuelve algo amarilla según se acerca la noche y así se atenúa la luz que llega a nuestros ojos. Es cómodo y podemos activarlo o quitarlo a nuestro gusto.
Autonomía excelente, rendimiento irregular
Qualcomm nos sorprendió hace unos años con su procesador Snapdragon 400 pero el tiempo no ha pasado en balde. 412 con su mero aumento de velocidad de reloj demuestra que este SoC se ha quedado atrás y que en algunas tareas básicas tiene problemas.
Benchmarks | bq Aquaris X5 | Motorola Moto G | Alcatel Idol 3 | Aquaris E5 4G |
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AnTuTu 5.7.1 64bits | 26.432 (32 bits) | 22.406 (32 bits) | 29.123 | 20.534 (32bits) |
Quadrant | 12.478 | 11.583 | 14.483 | 11.427 |
Vellamo | Chrome Browser: 1.928 Multicore: 1.193 Metal: 715 | Chrome Browser: 1.605 Multicore: 895 Metal: 608 | Chrome Browser: 2.184 Multicore: 1.274 Metal: 880 | Chrome Browser: 1.844 Multicore: 1.064 Metal: 794 |
En la presentación, bq alardeaba de potencia al sumar Cyanogen pero la comparativa con otros terminales del mismo corte nos demuestra que en las pruebas sintéticas el Aquaris X5 no es el corredor más rápido de la pista.
Fuera de los benchmarks, el desempeño del Aquaris X5 es algo irregular. En la mayoría de las acciones que podemos hacer en un mismo día se comporta bien pero a veces tiene a ahogarse un poco y demostrar sus carencias.
Algunos tiempos de espera son demasiados largos y abrir algunas aplicaciones nos hará que tengamos un poco de paciencia con él. La experiencia en casi todo el tiempo que hemos pasado con el Aquaris X5 ha sido muy buena pero hay momentos en los que debemos tener un poco de paciencia con él.
El Snapdragon 412 le pasa factura al X5: misma tecnología que hace unos años pero con una velocidad de reloj más alta. En el día a día no supone un avance importante.
Los 16GB de memoria son un buen punto de partida y a priori son suficientes para que podamos instalar aplicaciones sin hacer malabarismos. Para todo lo demás tenemos una ranura microSD que debería cubrir la mayoría de nuestras necesidades.
Los 2.900 mAh de batería son una cantidad muy amplia y Cyanogen los sabe aprovechar. En ninguno de los días he necesitado engancharlo a la corriente antes de tiempo. Incluso en los días de más uso, he conseguido llegar a la cama con un 7% restante.
Como siempre dependerá del uso que le demos pero en mi caso he logrado sacarle cuatro horas y media (a veces cinco) intercalando datos y WiFi en días de mucho trabajo con el móvil. En los fines de semana, donde siempre está conectado por WiFi, la cifra sube hasta las seis.
Aquaris X5 es un buen ejemplo de hasta dónde puede llegar la gama de entrada: buen rendimiento en la mayoría de las ocasiones y algún que otro tropiezo de vez en cuando. La batería está por encima de la media y los 16GB de memoria son ideales para un dispositivo asequible.
Explorando CyanogenOS
CyanogenOS es la ROM elegida por bq que hasta ahora se había mantenido fiel a un Android con muy pocas modificaciones. En su lugar tenemos una versión que coquetea con desligarse de los servicios de Google pero que en el caso de este terminal todavía no lo da. Tiempo al tiempo, no quieren repetir el shock que supuso Firefox OS.
A simple vista puede parecer que este movimiento de bq y Movistar va orientado a quitar a Google de la ecuación pero la realidad es que la experiencia que tendremos con él será muy parecida a la que tendríamos con cualquier otro móvil Android. De hecho, como versión de Android es más comprensible que algunas capas de software de otros fabricantes.
Las aplicaciones de Google no se esconden, están ahí y funcionan junto al resto. Lo que sí que tenemos es la mano de Cyanogen por todos los lados. El Aquaris X5 ofrece muchas opciones de personalización a través de su aplicación temas: iconos, fondos de pantalla, barra de notificaciones, sonidos…
Explorar Cyanogen como alternativa a Android puro es una buena idea. Más opciones de personalización, pequeños detalles de seguridad y la tranquilidad de que usarlo es muy sencillo.
Podemos tirarnos mucho tiempo poniendo nuestro móvil a punto ya que el catálogo es bastante amplio. Tenemos para elegir entre paquetes de personalización gratuitos y otros de pago pero el precio ronda el euro por cada uno de ellos.
El launcher cambia también, el escritorio se mantiene igual de sencillo que en Android stock pero el cajón de aplicaciones adopta un formato de orden alfabético donde un listado de letras en la parte inferior nos permitirá saltar de una app a otra de forma muy rápida. No es tan atractivo como el que trae por defecto pero siempre podemos instalarle Nova Launcher o Google Now.
En seguridad añaden algunos trucos como mostrar de forma aleatoria los números si tenemos configurado un PIN de desbloqueo. De este modo se evita que la gente que curiosea nuestra pantalla pueda aprender los movimientos que hacemos con los dedos. Puede sonar a un quebradero de cabeza para nosotros pero los cambios en realidad son sutiles y la posición de los números que marcamos apenas varía.
La gestión del sonido con AudioFX es una herramienta útil si usamos auriculares. Permite una ecualización rápida y ajustarla al tipo de música que escuchamos. Es un extra que no está en todos los móviles y se agradece su inclusión. Da igual si somos expertos en audio o no, es fácil detectar los cambios que realiza en la música que escuchamos.
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El Administrador de Archivos es más complejo que el que introduce Marshmallow (tampoco es difícil...) y es una herramienta útil para controlar los documentos de nuestra memoria interna. La Galería también es un buen gestor de imágenes pero si estamos acostumbrados a usar Fotos, probablemente la usemos poco pero como app es muy buena.
Además de las aplicaciones que introduce Cyanogen, Movistar aprovecha esta oportunidad para poner las suyas y de serie introduce: Spotify, Mi Movistar, My112, Yaap Money y Yomvi. Todas ellas se pueden desinstalar desde el menú de Ajustes sin necesidad de hacer ninguna configuración avanzada.
Explicado todo eso os estaréis preguntando ¿es rápido en comparación con Android stock? Las diferencias son mínimas, ambas versiones van igual de bien y fluidas. Los fallos de rendimiento anteriormente comentados son más propios del SoC y no tanto del sistema operativo que utilizan. No os preocupéis por eso, Cyanogen a día de hoy es una ROM funcional y fácil de usar al margen de nuestros conocimientos.
Nos queda la duda de las actualizaciones. Si algo ha caracterizado a Cyanogen es su agilidad para distribuir versiones nuevas de su ROM. Con Movistar de por medio el proceso se entorpece un poco ya que la teleoperadora tiene que dar su visto bueno (tal y como nos explicó gente de bq en la presentación del terminal) para que la actualización llegue a los usuarios. Veremos si de cara a las revisiones importantes no acaba siendo una cortapisa.
Sí, se puede tener una buena cámara en la gama de entrada
Cerramos nuestro análisis con la parte fotográfica. bq apuesta por caballo ganador y no se anda con experimentos ni medias tintas: IMX 214, alias el sensor que llevan todos los teléfonos de gama media/alta que quieren ofrecer garantía de calidad. Lo hemos visto en el OnePlus One, el Nexus 6, Mate 7… La lista cada vez es más larga, probablemente sea el modelo más popular de Sony.
En la parte frontal también ponen un sensor de Sony con menos resolución pero con resultados igual de efectivos para una cámara con menos protagonismo pero a la que también se le exige un mínimo de calidad. Veamos algunos ejemplos antes de continuar.
Foto de día soleado con luz ambiente dura y algo de contraste. Sin necesidad de HDR, se pueden observar muchos detalles de las partes más oscuras y en las zonas azules no tiende a sobrexponer. En los recortes al 100% se observan buenos resultados dejando claro que el procesado de imagen que hace bq es bueno. Apenas se nota ruido o efecto de papel mojado.
Foto de interior con luz artificial. El sensor de la cámara hace bien su trabajo con el balance de blancos en automático: capta bien el tono pastel de la pared y distingue los blancos de las fotografías de la pared. A la hora de enfocar en esta toma fue algo lento pero el resultado es correcto.
Foto de interior con luz natural y artificial. Los detalles del café en la parte superior se aprecian perfectamente y en el recorte al 100% no hay apenas ruido. Donde sufre un poquito más es en las zonas desenfocadas del fondo donde se aprecia un poco de grano o en la mesa donde a pesar de captar bien el tono tiene que forzar el ISO.
Foto de exteriores con día nublado. Los detalles del suelo y las líneas del banco se aprecian con mucho detalle. Las líneas verticales de los paneles del fondo no se aplastan entre sí y se pueden contar una a una.
Foto de interior con luces artificiales. El sensor de la cámara muestra un artificio en la parte superior, un halo de luz morada que sale de la nada. Es cierto que con un recorte se arregla pero hay veces donde el sensor tiene problemas cuando hay alguna luz fluorescente relativamente cerca de nosotros.
Foto de interiores con poca luz. Mucho grano en las zonas desenfocadas pero en las que están en foco se aprecian todos los detalles de la copa y la mesa. Lástima el fogonazo que capta en la lámpara del fondo pero teniendo en cuenta lo complicada que es la toma, el resultado es bueno.
En condiciones favorables de luz, el Aquaris X5 demuestra que hace muy bien su trabajo. El procesado de imagen satura algo los colores pero el rango dinámico es amplio y lidia bien con las situaciones donde hay mucho contraste de luces.
Cuando estamos en interiores o hay poca luz, el ruido se nota y el enfoque sufre. Se echa en falta algo de rapidez por mucho que acierte cada vez que pulsamos en una zona. Podremos hacer buenas fotos y en esta categoría solo el Moto G de este año le planta cara.
IMX 214 es un sensor todoterreno. Ya ha sido superado por otros modelos pero su calidad sigue siendo suficiente para muchos gama media y terminales de entrada.
En algunos momentos puntuales he descubierto que la cámara y el software producen algunos artificios con luces artificiales: manchas moradas en lámparas blancas, halos que aparecen de la nada… Nada que no se arregle tomando otra imagen.
La aplicación de la cámara la firma Cyanogen y funciona muy bien. Si venimos de otras versiones de Android, al principio nos costará entender que hay que deslizar el dedo para activar los diferentes filtros y modos. El resto de opciones están más a la vista y podemos cambiar la mayoría de los parámetros con un par de toques.
Un bueno y digno competidor para la gama de entrada, la opinión de Xataka
Aquaris X5 es un buen ejemplo de que podemos tener un gama de entrada redondo capaz de competir por ser el mejor de su categoría. Cuenta con todos los ingredientes para ser una opción a tener en cuenta: buena pantalla, batería capaz de aguantar algo más de un día y una cámara que no es perfecta pero rinde bien en casi todas las situaciones.
Con 16GB de capacidad y la posibilidad de ampliar, se resuelve el principal problema de los teléfonos que hay en esta línea. El precio es comedido, 229 euros y el diseño suma a la propuesta de valor que nos ofrece bq. El resultado final es un terminal muy recomendable si no queremos gastar mucho dinero.
¿Me compro esta edición o la de Android stock? Decisión difícil. El bloatware de Movistar se puede eliminar y el rendimiento de ambas versiones es muy parejo. Si tener Android puro no es prioritario, Cyanogen con su personalización es una buena baza. Sobre las actualizaciones el tiempo dirá quién tarda menos. En cualquiera de los dos casos acertaréis porque bq ha hecho un gran trabajo con este X5.
7.8
A favor
- El marco metálico: calidad y robustez para una bq que sigue creciendo.
- La apuesta por Cyanogen es acertada: más opciones de personalización y funciones.
- Cámara notable, el Sony IMX 214 sigue demostrando que con un buen software de procesado sigue siendo un gran sensor.
- 16GB de ROM es una buena cantidad para la gama de entrada, se agradece poder ampliar con tarjetas microSD.
- Muy buena relación calidad/precio. Por 229 euros es un móvil a tener en cuenta.
En contra
- Altavoz mediocre. bq dice poner empeño en este apartado pero el resultado final no refleja ese esfuerzo.
- Snapdragon 412 ofrece un rendimiento algo irregular. Qualcomm debería ponerse las pilas en su próxima generación de SoCs modestos.
- La tapa trasera: resbaladiza, un imán de suciedad. Con otro plástico habría ganado enteros.
- La duda de las actualizaciones. Con Movistar de por medio este proceso podría tardar más de lo habitual.