Mientras la gran mayoría de fabricantes que disponen de smartphones en la gama alta han optado por ofrecer o un solo modelo o varios pero siempre de gran pantalla, Sony estrenó en 2014 una nueva categoría con apellido Compact para dar cabida a terminales que por muchas de sus características y precio podríamos considerar como modelos de gama alta, pero donde la pantalla estuviera en el entorno de las 4,5 pulgadas.
Este año la fórmula se repitió en la presentación de los nuevos Xperia Z5, donde además del modelo clásico y el Premium, Sony anunció un Xperia Z5 Compact que será el primero de los nuevos teléfonos en llegar al mercado y que en Xataka ya hemos probado. ¿Cumplirá el pequeño de los Xperia Z5 con lo que un usuario quiere en un gama alta por el que paga al menos 600 euros?
Un gama alta que cabe en la mano
Sony, desde que creó su primer modelo de Z Compact, no se ha complicado con pruebas ni mezclas extrañas e incluye en este Xperia Z5 Compact lo que podemos esperar de un gama alta pero en formato más compacto. Dimensiones y pantalla es lo que básicamente nos determina que estemos hablando de un modelo Compact o del Z5 de serie. Como ves en la siguiente tabla, el resto de especificaciones están en la línea del mercado:
Sony Xperia Z5 Compact, principales especificaciones | |
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Dimensiones físicas | 127 x 65 x 8,9 mm, 138 gramos |
Pantalla | IPS 4,6 pulgadas |
Resolución | 1280x720 píxeles (323 ppp) |
Procesador | QualcommSnapdragon 810 v2.1 |
RAM | 2 GB |
Memoria | 32 GB (ampliable con tarjetas microSD de hasta 200 GB) |
Versión software | Android 5.1 |
Conectividad | LTE, Bluetooth 4.1, Wi-Fi ac |
Extras | Resistencia al agua y polvo (IP65/IP68) |
Cámaras | Principal de 23 MP // Vídeo UHD // Secundaria 5 MP |
Batería | 2700 mAh (no extraíble) |
Precio | 599 euros |
En esta ficha técnica la base la definen el procesador Snapdragon 810 de Qualcomm, 2 GB de memoria RAM y una memoria interna de 32 GB, ampliable con tarjetas microSD.
Para su tamaño, donde grosor se dispara para lo que podríamos esperar, una cifra muy destacable es la batería, de 2.700 mAh, lo que nos debería marcar una de las virtudes de este terminal sobre el papel. También la cámara, de 23 megapíxeles y estrenando tecnología del sensor y enfoque, es un elemento donde el Xperia Z5 Compact queda claramente en la categoría de gama alta si nos atenemos exclusivamente a las especificaciones, aunque en el caso de Sony habría que referirse más concretamente a aspiraciones.
¿Y la pantalla? Pues aquí está buena parte de la clave del Xperia Z5 Compact. Este modelo de Sony deja la diagonal en 4,6 pulgadas, una cifra bastante alejada de lo habitual en la gama alta excepto por el iPhone 6 de Apple y sus 4,7 pulgadas. Y como Apple, Sony no le otorga una resolución que le permita competir directamente con las densidades de píxeles que ya alcanzan los mejores smarpthones del mercado, incluso con más pantalla.
¿Tiene entonces en la práctica este Xperia Z5 Compact derecho a ser considerado un gama alta de nivel o por el contrario el usuario que no quiere grandes diagonales ha quedado definitivamente huérfano en 2015? Veámoslo.
Sony Xperia Z5 Compact, análisis en vídeo
Empezamos nuestro análisis del Sony Xperia Z5 Compact con una extensa review en vídeo donde poder apreciar con detalle el diseño, acabado y funcionamiento de este nuevo terminal que está listo para aterrizar en el mercado.
Cristal esmerilado y resistencia al agua: no hay nada igual
Con la competencia cada vez más feroz y buscando diferenciarse de partida en el diseño, Sony ha ido mejorando generación tras generación la apariencia de sus terminales pero manteniendo siempre una seña de identidad muy clara. Con cada nuevo modelo se ha ido avanzando en el acabado del marco, la integración de los diferentes elementos y en el Xperia Z3 y posteriormente el M4 Aqua, vimos un resultado que nos parecía muy acertado. Pero Sony lo ha vuelto a mejorar a nuestro parecer.
La clave está en la técnica del esmerilado, que da al cristal opacidad y un tacto muy diferente al habitual del cristal en anteriores Xperia. Sigue siendo cristal, sí, pero al tacto nadie lo diría. Incluso algunos podrían confundirlo por apariencia con plástico, especialmente el marco.
Sin embargo, el resultado nos parece que es un acabado único, muy curioso, tremendamente adictivo al tacto y que hará que los Xperia Z5 se mantengan por más tiempo como nuevos porque ni suciedad ni pequeños roces se aprecian en la parte trasera del terminal.
También es de ese mismo acabado el marco, ancho y que proporciona robustez al diseño final. Lo que nos parece mejorable es la integración de los tres elementos: marco, pantalla y trasera de cristal. El marco no acaba a ras de pantalla ni de la trasera, y aunque es casi inapreciable, es un detalle que ahí queda para resolver y que en el M4 Aqua nos pareció mejor resuelto. A destacar la gama de colores, que se aleja de lo exclusivamente llamativo y escandaloso para conseguir enganchar por la sutileza y exclusividad de sus tonos.
En mano el Xperia Z5 Compact es manejable por su tamaño, siendo especialmente destacable la altura, bastante contenida. El peso no está mal, pues nos ha resultado equilibrado, pero podría haber mejorado. Lo que ya no nos convence tanto es el grosor, de 8,9 mm y que llama poderosamente la atención a simple vista, dejándonos claro que estamos ante un terminal especialmente grueso para lo que se estila en la gama alta. La buena noticia es que es esta diagonal, ese grosor extra no penaliza nada su uso ni buenas sensaciones.
A nivel de diseño lo que menos nos ha gustado está relacionado con el control de volumen. Sony lo ha dejado justo debajo del botón de encendido y nos ha resultado bastante incómodo acceder a él con una sola mano, además de parecernos demasiado corto no en recorrido sino en longitud. Con un tamaño idéntico al de la yema del dedo, es fácil subir el volumen cuando en realidad queríamos bajarlo y viceversa. Para diestros, una mejor opción habría sido pasarlo al lateral contrario, en la parte superior y con una longitud mayor. En el caso de zurdos, la parte superior de ese lateral derecho también nos parece mejor opción que la situación actual.
Donde no hay concesiones por parte de Sony ha sido en la resistencia al agua de sus terminales de gama alta. Aunque es posible por su perfil IP68 sumergirlo hasta 1,5 metros, la firma no recomienda que se haga, así que esa resistencia sirve básicamente para manejarlo en entornos de suciedad o agua sin miedo. Eso sí, siempre hay que asegurarse de cerrar bien los elementos que deben protegerse.
La grata noticia es que ya solo requiere de dicha protección la ranura para tarjetas microSD y nanoSIM, pues el puerto de carga microUSB puede estar ya siempre al aire y mojarlo sin problema alguno. Además, la puerta de cierre que queda todavía ha mejorado la sensación de seguridad y calidad y es bastante intuitivo comprobar si está bien cerrada o no. En la correspondiente al puerto de carga de anteriores generaciones, con el tiempo, ese cierre se había mostrado algo inseguro.
Lo que no ha mejorado Sony es el sistema de bandeja para tarjetas SIM y SD, que nos parece débil, candidato a ser extraviado y no muy sencillo de manejar con frecuencia. Su única ventaja es que no necesitamos herramienta para acceder a ella.
Del diseño también hay que nombrar los altavoces, estéreo y colocados en los bordes superior e inferior, a ras del marco, y que ofrece un sonido aceptable. Si quieres usar una cinta de muñeca para llevar asegurado el terminal en determinados momentos, también incluye Sony una zona (esquina inferior izquierda) para colocarla.
El lector de huellas en el lateral, una buena idea
Una de las promesas importantes de la nueva versión de Android es la integración del pago móvil. La base ahí es la tecnología NFC para el pago sin contacto, pero no debemos olvidarnos del papel que tiene que jugar el lector de huellas a la hora de proporcionar una identificación sencilla y segura para esas transacciones.
Con los rivales integrando lector de huellas en su botón de inicio o en la parte trasera del terminal, Sony tenía todo un reto para introducir esa tecnología de identificación en sus Xperia. Sin botón de inicio en sus terminales, la solución que han buscado era arriesgada: colocarlo en el lateral.
En este Sony Xperia Z5 Compact le ha salido sorprendentemente bien. Le ayuda el tamaño de pantalla y cómo cogemos el terminal con una sola mano. El sensor de huellas va integrado en el botón de encendido y bloqueo del lateral y nos permite identificarnos sin realizar ningún movimiento con el dedo que habitualmente está colocado en esa zona. Tras el toque para activar el terminal y su pantalla, volvemos a posar el dedo en el mismo botón y listo.
La tecnología implementada ha resultado muy acertada y el funcionamiento es rápido y fiable, similar en ambos aspectos a lo que hemos visto hasta ahora en iOS y Android. Aquí es importante que la introducción de la huella en el sistema se realice de la misma manera que se va a usar el dedo, y que se trate de abarcar la mayor superficie posible en los numerosos pases que hay que hacer para incluir una nueva huella en el sistema.
En nuestras pruebas hemos comprobado que la identificación de los Xperia Z5 Compact da mejores resultados con el dedo apoyado en vertical que en horizontal. El principal inconveniente que hemos encontrado a la hora de que el sensor de huellas esté en el lateral es que si el terminal no lo tenemos cogido con la mano, es más incómodo desbloquear el equipo colocado sobre la mesa. Funciona, sí, pero no hay un nivel de aciertos tan alto como con el terminal en la mano y algunas veces optaremos por coger un momento el Xperia, desbloquearlo y volverlo a dejar sobre la mesa.
Sony lo tiene claro con la pantalla
Que el Sony Xperia Z5 Compact debía tener una pantalla nada exagerada en diagonal estaba claro por su nombre. Con ese punto de partida no le quedaban a Sony muchas opciones para mejorar su panel IPS. El más directo era la resolución. Pero sin embargo, ahí Sony ha optado por ser conservadora, algo que, con la excepción del Z5 Premium, siempre ha caracterizado a las pantallas de sus smartphones de gama alta en beneficio de autonomía y rendimiento.
Así que nos encontramos con que Sony le ha dejado a su Xperia Z5 Compact una resolución de 720p que le otorgan una densidad de píxeles de 325 ppp. La cifra es muy respetable, la nitidez es suficiente pero no por ello debemos pasar por alto que con esas cifras, esa pantalla queda por debajo de las densidades que están ya establecidas como referentes en la gama alta este 2015, incluso con pantallas de más diagonal. A día de hoy, y para competir en gama alta (algo que quiere hacer empezando por su precio), un panel 1080p era algo que esperábamos realmente ver en este modelo Compact.
Volviendo al panel, se mantiene la tecnología IPS, ofreciendo al consumidor buena reproducción del color, que, si te parece poco contundente o espectacular, se puede potenciar con dos modos que como en otros modelos que han escogido IPS, refuerzan contraste y saturación para tratar de acercarse en espectacularidad a primera vista con los paneles SuperAMOLED. Personalmente me ha gustado el modo intermedio, el clásico X-Reality de Sony, aunque no hay mucha diferencia con el que se llama super vívido. Sony también nos da la opción de controlar el balance de blancos de la pantalla, anecdótico para la inmensa mayoría de usuarios, y una mucho más útil: un doble toque sobre la pantalla para activarla, algo que nos ha funcionado perfectamente pero que no se replica para volver a apagarla.
En este nuevo panel del Xperia Z5 Compact encontramos ángulos de visión casi completos y un brillo muy alto. Pero hay que introducir algunos matices. El primero es que el máximo se obtiene solamente con el modo manual (también pasa con el mínimo, bastante reducido), no con el automático. En exteriores no hay excesivos problemas para ver correctamente la pantalla, pero es recomendable si la luz es muy intensa activar el brillo manual, lo que le da un extra muy contundente y bastante apreciable. Estamos hablando de más de 650 cd/m2.
Sin embargo, esa opción de cambiar de modo automático a manual en el brillo no está disponible para activar o desactivar más que en los menús de configuración.
Hardware y software no tan amigos
Junto con precio, una pista clarificadora sobre en qué gama quiere competir un smartphone la hallamos en el procesador escogido por el fabricante. Así que basta con echar un vistazo al interior del Xperia Z5 Compact para confirmar su juego entre los smartphones de más alto nivel del mercado al encontrarse en sus entrañas metálicas el controvertido Snapdragon 810, que en esta última revisión no parece presentar problemas de calentamiento excesivo.
Al menos en el Xperia Z5 Compact no las hemos notado, aunque con juegos exigentes o tareas pesadas como la edición de imágenes, la parte trasera de cristal sube de temperatura, pero nada respetable en negativo ni fuera de lo normal. Cuando se producen descargas importantes de datos, por ejemplo con actualizaciones de muchas aplicaciones, sí que es apreciable un calentamiento más alto de la parte trasera del terminal. Pero siempre fuera de lo que podríamos considerar alarmante o peligroso.
El procesador de Qualcomm está apoyado de 2 GB de memoria RAM que nos parece el dato técnico más débil si pensamos que estamos en 2015 y que la mayoría de rivales en Android ha dado ya el paso al menos a los 3 GB. ¿Se nota? Pues con el modelo que hemos probado en Xataka en el día a día no hemos tenido la misma experiencia de uso con este terminal que con otros gama alta recientes.
Oneplus 2 Snapdragon 810 v2.1 |
Alcatel Idol3 Snapdragon 615 |
Aquaris E5 4G Snapdragon 410 |
Galaxy S6 Edge+ Exynos Octa 7420 |
Xperia Z5 Compact Snapdragon 810 v2.1 |
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Antutu | 55608 | 29123 | 20534 | 70100 | 64738 |
PCMARK | 4796 | 3370 | 2786 | 5235 | 4972 |
3DMARK unlimited | 22100 | 7223 | 4341 | 24134 | 21170 |
Y no nos parece que sea por falta de rendimiento bruto, donde las cifras sí que cuadran según los benchmarks que le hemos pasado al terminal. Pero en el uso diario nos hemos encontrado con transiciones y momentos en que el terminal no responde con la agilidad que le correspondería como gama alta, algo que parece quedar más del lado del software. Aquí tenemos un Android 5.1.1 pero personalizado por Sony y donde parece que le ha quedado trabajo por hacer para afinarlo al máximo posible.
La interfaz sigue siendo una mezcla entre Android nativo y la capa propia de Sony. En ella no encontramos un valor clave ni a nivel de servicios, realmente numerosos del lado de Sony, y que en este modelo incluye hasta antivirus AVG o el paquete OfficeSuite, ni por modificaciones o añadidos a la interfaz nativa. No hay realmente nada por lo que uno deba escoger la interfaz de Sony por encima de la nativa o la de otros fabricantes. Sin embargo sí que parece que no ayuda a una experiencia sobresaliente pese al buen hardware que implementa.
En cuanto a la memoria interna, el modelo de 32 GB que hemos probado deja libres al usuario unos 22 GB. El resto lo ocupa Android y los programas preinstalados por Sony, la inmensa mayoría servicios propios. Hay posibilidad de ampliar ese espacio con tarjetas microSD.
Sony es igual a autonomía en la gama alta
Que el Sony Xperia Z5 Compact no sea más ligero y delgado se debe a su batería interna de 2700 mAh, más propia de terminales que rozan el formato phablet que de un smartphone alrededor de las cinco pulgadas.
En combinación con el sistema avanzado Stamina, que sigue siendo el más completo del mercado, hemos conseguido unas 32 horas de uso del terminal. Ese modo podemos activarlo o desactivarlo a mano, pero también le podemos indicar que se ponga en marcha a partir de un determinado porcentaje de batería restante, que entre en modo de espera ampliado sin datos cuando la pantalla está apagada (aunque podemos indicarle cuáles sí pueden acceder a esos datos en segundo plano) e incluso colocar un modo llamado Reloj Stamina para que, si usamos el smartphone como reloj, no se activen los datos hasta que no tocamos la pantalla. Si solo miramos el reloj, pulsamos en el botón de inicio, miramos la hora y listo.
En datos menos técnicos ese uso de 32 horas se corresponde con poco más de un día y medio de uso intensivo, principalmente con cámara, redes sociales, correo electrónico y reproducción multimedia. Un usuario con un perfil más contenido podría alcanzar las dos jornadas de uso con las que se corresponden esas más de 30 horas de uso real, que no es lo mismo que dos días de autonomía.
Aquí Sony ha sido completamente fiel a su idea de ofrecer algo más que los demás. Podría haber reducido esa capacidad de batería para conseguir un diseño más estilizado pero es el “sacrificio” que decide hacer junto con una resolución menor de la pantalla.
Con esa capacidad de 2700 mAh se agradece que el terminal, gracias a Qualcomm, disponga de carga rápida. Esta carga ha sido especialmente eficiente la comienzo de la carga, donde se ha colocado en el 50% en 42 minutos. Alcanzar el 100% le ha llevadoun poco más de 100 minutos. De lo que no hay ni rastro todavía es de carga inalámbrica. Habrá que esperar un poco más.
La cámara del Sony Xperia Z5 Compact: progresa adecuadamente
Una prueba exigente que debía pasar el Xperia Z5 Compact tenía a la cámara de fotos como protagonista principal. Es la eterna promesa de Sony.
Precisamente en este terminal Sony estrena un sensor que tendrá en exclusiva durante unos meses, según informó la compañía. Se trata de un captor con una resolución de 23 megapíxeles, lo que significa que siguen como líderes en esa especificación si descontamos al viejo Lumia 1020. Bien por ellos pero no era la resolución el problema de las generaciones anteriores de sus terminales.
La gran asignatura pendiente de los smartphones de Sony era el procesado de las imágenes y cómo pese a ofrecer una mayor resolución que la competencia y tener un sensor de buen tamaño (1/2,3 pulgadas), al ampliar sus imágenes fuera de la pantalla del smartphone, el detalle desaparecía de forma asombrosa. Y nada tenía que ver el sensor.
En esta generación hemos apreciado por fin un paso adelante en esa faceta que implica una mejora que, sin llegar al nivel de los smartphones fotográficos de referencia de este año, se agradece.
La pérdida de detalle incluso en escenas con buena iluminación ya no ocurre siempre con este terminal, pero todavía no hay una consistencia en los resultados que nos den absoluta tranquilidad a la hora de apuntar y disparar para obtener una excelente instantánea. La reproducción de color es buena, la exposición también pero en rango dinámico está un poco por detrás de lo mejor del año. O al menos, sin HDR de por medio, no es capaz de lidiar tan bien como otros cuando hay diferencias extremas de luz en la escena.
El nuevo sensor de Sony se acompaña de una mejor tecnología de enfoque. El sistema híbrido se anuncia como el más rápido del mercado en la actualidad, con una velocidad de 0.037 segundos. En los márgenes que nos movemos en 2015 no es algo que pueda marcar diferencias cuando en la toma de fotografías la captura no es ya tan rápida. No lo es en el disparo ni tampoco en el almacenamiento de la imagen. La diferencia es casi inapreciable, pero habiendo manejado cámaras donde estos dos pasos han sido más que fugaces, sí que se puede apreciar muy ligeramente.
Ahí hay margen de mejora, lo que no quita que el enfoque nos haya parecido preciso y efectivamente muy rápido, en el mismo listón que los mejores smartphones fotográficos de este año. Sí se mantiene el botón de disparo físico, una especie a extinguir pero que Sony cuida bien y que resulta práctico para iniciar la cámara desde el terminal bloqueado.
¿Y qué pasa cuando la luz ya no está a favor del nuevo sensor de Sony? Pues algo parecido a cuando la hay. El Sony Xperia Z5 Compact mantiene el tipo en algunas situaciones, pero no es consistente en los resultados. En general cuando nos acercamos a las imágenes podemos comprobar cómo para evitar el ruido, Sony vuelve a retirar demasiado detalle en el procesado y a volver artificial el que deja. Aquí la mejora nos parece bastante menor que con buena luz.
Algo que Sony no ha mejorado nada es la interfaz de la cámara. Sigue siendo confusa y falta de numerosas opciones de control manual, que brillan por su ausencia, algo imperdonable en un terminal con tantas aspiraciones fotográficas y donde desde Android ya se le da la opción de tener el archivo RAW, algo de lo que nos gustaría que pudiera presumir esta cámara. Es cierto que hay promesas para mejorarla en breve, imaginamos que incluyendo el procesado de las imágenes, pero por ahora tenemos la misma interfaz de años anteriores donde casi todo es accesorio, como los efectos que pruebas una vez y nunca más. Así nos lo parece cuando hay deberes más importantes en los que centrarse.
De esas opciones dispersas por menús es fiel reflejo el tema de las resoluciones de las fotos. Sony todavía no ha encontrado una solidez en su propuesta y dependiendo del modo podemos escoger una u otra resolución, y según esa resolución tendremos disponibles unos modos u otros. Nada elemental o claro para el usuario, que para optar a modos de disparo predefinidos debe reducir la resolución, por ejemplo. Al menos ya se puede escoger tanto en modo automático como manual las resoluciones de 8 o 23 megapíxeles, y no son excluyentes como pasaba en modelos anteriores.
[[gallery: muestras-sony-xperia-z5-compact]]
Sony Xperia Z5 Compact, la nota y opinión de Xataka
El Sony Xperia Z5 Compact es un lanzamiento valiente de Sony. Incluso solidario podríamos decir. Es prácticamente la única compañía con Android que da la oportunidad de tener un smartphone avanzado y con acabado y componentes de nivel con una diagonal de pantalla rozando las 4,5 pulgadas. La inmensa mayoría ni se acuerda de que puede ser una posibilidad incluso en la gama alta. Démosle de entrada ese valor al terminal.
Pero no todo pueden ser buenos propósitos. El Sony Xperia Z5 Compact cumple con su pantalla IPS especialmente a nivel de brillo, aunque quede a nuestro parecer corto de densidad de píxeles a día de hoy y comparando con la competencia. Lo hace también muy bien en diseño, con un acabado novedoso que nos ha encantado aunque el terminal no sea todo lo estilizado que aspiramos a ver algún día también en estas diagonales. Y sigue siendo resistente al agua, con la mejora de que ya incluso el puerto de carga no necesita tapa.
Además, con su nueva cámara, donde la resolución debería ser lo de menos, ha conseguido darnos esperanzas al conseguir reconducir su procesado no muy apropiado en entornos con buena luz, aunque todavía le queda conseguir la confianza total debido a inconsistencias, así como a las escenas con luz escasa. También esperamos con ganas ver qué tienen que enseñarnos con su nueva interfaz, porque la necesitan mucho. Con la actual, ni están potenciando la toma de fotografías con apuntar y disparar, ni un modo avanzado por las pocas posibilidades que da.
Por último el rendimiento del terminal, apropiado en los datos, nos mantienen alerta en algunos momentos, algo que, en un gama alta de 2015 y 600 euros de precio, no querríamos tener que decir.
La buena noticia para Sony es que, si quieres un terminal Android con pantalla de menos de 5 pulgadas y con componentes de gama alta, es prácticamente la única opción disponible. En teoría no tendría que competir con nadie más.
8,7
A favor
- Pantalla con gran brillo
- Diseño diferencial por el acabado y la resistencia al agua
- Cómodo y manejable en mano
- Gran autonomía con carga rápida
- Sensor de huellas en el lateral
En contra
- Cámara mejora pero no alcanza a los mejores
- Grosor le resta atractivo visual
- Pantalla con poca resolución para estar en la gama alta
- El matrimonio hardware y software no está tan afinado como debería
El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas