Un 9.2. Esa fue la alta nota que se llevó el Galaxy S6 Edge de Samsung en nuestro completo análisis. Diseño muy novedoso, la doble curva de la pantalla que aumentaba su resolución hasta ser una 2K impresionante, el rendimiento casi sin compromisos y una cámara excelente, entre otros, eran sus arguementos principales.
Para corroborar si con el paso del tiempo esa gran sensación que nos dejó el último franquicia de Samsung hemos sometido al terminal a nuestra prueba más dura, la que no todos superan: un mes de uso como terminal principal.
La gran duda del cristal, resuelta: le sienta bien
Uno de los primeros apartados que se ponen a prueba en nuestro análisis tras un mes de uso es el de diseño. Con mucho más uso, el acabado, los controles, la suciedad o las líneas del diseño acaban poniendo a cada terminal en su sitio. Y hay que adelantar que la nota en este apartado del Galaxy S6 Edge se ha mantenido a un nivel muy alto.
El acabado en cristal definitivamente le da dado un aire nuevo y más exclusivo al diseño del terminal franquicia, algo que se agradece. Si además le unimos la pantalla con dos curvas en los laterales del Galaxy S6 Edge, hay que admitir que Samsung ha completado un gran terminal que ya no tiene nada que envidiar por acabado a nadie.
Sobre la resistencia, no hemos tenido problemas, el cristal ha aguantado muy bien y de hecho nos ha convencido la protección antihuellas. Sobre si resulta resbaladizo o no por el uso de cristal, lógicamente no conseguimos el mismo agarre con con un terminal de plástico, pero en general nos ha parecido que el agarre es muy bueno en cuanto a que no se resbala excesivamente de la mano.
A nivel de comodidad, la curva de la pantalla no nos ha acabado de convencer y si le unimos que la utilidad de la misma tiende a cero con el paso del tiempo, confirmamos algo que ya dijimos en el análisis del S6 clásico: es una mejor opción para nosotros.
De los compromisos a los que obliga este cambio de diseño, el de la tarjeta microSD no nos ha acabado de dar tiempo a probarlo. Incluso un mes es poco para definir si echaríamos de menos la ranura para tarjeta de memoria, pero con servicios en la nube cada día con más espacio gratuito (ahí está el nuevo Google Fotos o los 100 GB extras gratis que te da OneDrive al comprar el Galaxy S6), no creemos que muchos usuarios lo echen de menos por la capacidad.
Del diseño tres apuntes más: el lector de huellas funciona y por eso nos hemos encontrado usándolo, algo que no podíamos decir del Galaxy S5; lo que sobresale la cámara no es incómodo pero sí que acaba uno por tener la sensación de estar tocando más tiempo del que debería la lente; el puerto de auriculares y altavoz en la parte inferior no es de nuestro gusto.
Pantalla y batería: unidos para siempre
Si la pantalla AMOLED ya pintaba fantástica en el modelo anterior de Samsung, la llegada de la resolución UHD no ha hecho más que colocarla entre las mejores sin duda. No es ya solo porque haya una densidad brutal de píxeles que hace que todo sea más nítido y haga un guiño al uso de estos terminales con sistemas de realidad virtual como Gear VR, sino porque en la solución de Samsung con sus AMOLED, ese aumento de resolución siempre le beneficia.
La pantalla del Galaxy S6 Edge es magnífica en todos los apartados, con un brillo estupendo, buenos colores, modos de pantalla para personalizar la experiencia. Solo hemos encontrado dos puntos de mejora: el texto negro sobre fondo blando con luz ambiente es mejor en paneles IPS, y ese tipo de panel de la competencia también está todavía muy ligeramente por encima cuando se trata de visibilidad en exteriores con luz solar directa.
El gran brillo y resolución de la pantalla del Galaxy S6 nos hacía tener dudas sobre la autonomía del equipo. En términos generales la experiencia ha sido buena, pero como siempre, dependerá de nuestro perfil. Si consumimos mucho vídeo, no llegaremos seguro al final del día. Para conseguirlo es importante aprender a controlar y saber manejar un compromiso con el brillo máximo de la pantalla, la gran consumidora de energía de los terminales. Ahí la sensación es de que está ligeramente por detrás de muchos gama alta de este año.
Lo que es una delicia es el tema de la carga rápida, que hace que este terminal lidere en la industria en ese campo de forma destacada. Que la batería no sea extraíble queda compensado definitivamente por esta carga rápida que nos da bastantes horas de autonomía con pocos minutos de carga. En caso necesario, el modo de ultraahorro nos permite al menos mantener la funcionalidad de teléfono básico con muy pocas aplicaciones en caso de "emergencia" y por unas cuantas horas.
En términos generales, la autonomía del Galaxy S6 nos parece equilibrada y no creemos que sea algo de lo que preocuparse.
Rendimiento brutal y Touchwiz siempre a debate
Samsung ha sido desde que sacara su primer Galaxy S un fabricante que usaba su terminal franquicia de cada año para mostrar de qué manera se podían unir las mejores tecnologías y especificaciones en un solo equipo. Con el Galaxy S6 repite esa misma idea. Este año le ha salido redonda, y ningún otro terminal puede ahora mismo hacerle sombra en los benchmarks. La nueva memoria RAM, su fiable y contundente chip Exynos o la memoria interna UFS 2.0 configuran una base que se coloca en lo más alto de las pruebas que hemos realizado en lo que llevamos de año. Y todo ello pese al uso de una pantalla UHD.
Algo que nos ha gustado mucho es que pese a esta fuerza bruta, el terminal no sufre de calentamiento excesivo en ningún momento, lo que es otro punto que se pueden anotar los ingenieros coreanos. La única pega a nivel de rendimiento que hemos encontrado en nuestra prueba de más de un mes de uso es que algunas aplicaciones no acaban de estar optimizadas para el terminal. Nos ha pasado con Chrome, hasta el punto de obviarlo en nuestro día a día. Pero por lo demás, con este Galaxy S6 ya podemos confirmar que el lag famoso de los Samsung se ha acabado.
Parte de la culpa hay que dársela a TouchWiz, que sobrecarga menos el sistema, no incluye tantas aplicaciones propias pero sobre todo no se empeña en meter trucos y detalles que luego o no funcionan o acabamos abandonando completamente a los pocos días de la novedad. Luego, que te guste más o menos la capa a nivel de personalización depende de ti. En nuestro caso, cómo soluciona el tema de las notificaciones TouchWiz nos parece más acertado que Android 5.0 de serie.
La cámara del Samsung Galaxy S6 Edge
Con la cámara de su Galaxy S6 Edge, Samsung ha vuelto de manera general a los sensores Sony en su franquicia. Al hacerlo ha conseguido aunar estabilización óptica con una apertura f1.9, lo que nos permite obtener fotos menos movidas sin que la cámara suba en exceso la ISO en el modo automático. No os vamos a repetir las bondades a nivel de calidad de la cámara que ya repasamos en el análisis completo del Galaxy S6 Edge.
En este mes largo de uso hemos corroborado que la rapidez con que podemos acceder a la cámara gracias al doble toque en el botón de inicio es una maravilla, y muy útil para la función principal de la cámara de un smartphone: estar siempre a nuestra disposición. También es muy rápida la cámara del Galaxy S6 Edge enfocando y disparando.
El principal handicap que le hemos encontrado a la función de cámara en esta prueba de largo recorrido es que, por mucha calidad que incluya en los componentes, las fotos con mucho movimiento siguen dando problemas, pero luego uno mira los resultados de los HDR de Samsung y compensa bastante. Lástima que el soporte RAW y plenos controles manuales no estén en el terminal de serie todavía.