Todos los protagonistas tradicionales del mercado de la telefonía han presentado sus novedades en el segmento de la gama alta estos últimos meses, y hemos querido hacer un balance de todo lo presentado hasta ahora en el mercado. En nuestro particular examen hemos querido hablar de los Samsung Galaxy S6 y Samsung Galaxy S6 Edge, los HTC One M9, los LG G4 y los Huawei P8. Hemos echado de menos, eso sí, a los Sony Xperia Z4 que por el momento se han presentado de forma muy limitada en Japón.
Hemos optado por citar a estos últimos protagonistas y dejar a un lado terminales de otras marcas que aparecieron el año pasado -iPhone 6, Lumia 930- para centrarnos en esas novedades de unos dispositivos de última hornada que competirán junto a los anteriores (y a alguno más) en ese segmento en el que están "los más deseados". ¿Cuál es el mejor smartphone de gama alta del mercado a estas alturas? Lo intentamos dilucidar en este debate.
El diseño importa, y cada vez más
En nuestros protagonistas es evidente que el factor diseño se tiene cada vez más en cuenta. Los fabricantes de hecho están supeditando en los últimos tiempos otros aspectos para ganar puntos en ese aspecto exterior que se beneficia de materiales y acabados destacables. Ocurre con los S6 Edge, desde luego, pero también hay buenas apuestas del resto de nuestros protagonistas.
Uno de los más destacables es el del LG G4, con ese uso del cuero vegetal -no animal- en la carcasa posterior de sus dispositivos, aunque también hay opción con acabados en plásticos metálicos. El HTC One M9 sigue siendo un referente a pesar de mantener las mismas líneas de diseño desde hace dos años, mientras que el Huawei P8 es algo más somero en este apartado.
Esos diseños pueden condicionar características tradicionales -lo han hecho en los dispositivos de Samsung, que ya no traen MicroSD, batería reemplazable o resistencia al agua- pero otros fabricantes han logrado diseños diferenciales sin comprometer esas opciones que tanto valoran algunos usuarios, como ocurre en el caso de LG.
La batalla del procesador
Mientras que el año pasado hablábamos de una apuesta unánime por los microprocesadores de Qualcomm, en esta ocasión hemos visto propuestas de tres fabricantes diferentes. Además de los Qualcomm Snapdragon 810 y 808 de los HTC One M9 y LG G4 -que apuesta por una mayor eficiencia- hemos contado con los Kyrin de Huawei en sus P8 y sobre todo los Exynos 7520 de una Samsung que arrasa en potencia bruta y que lo hace además con una escala de integración de 14 nm que lo hace coronar el podo del rendimiento.
Es especialmente interesante ver como cada vez más fabricantes apuestan por micros que se salen de la tendencia habitual en la gama alta -LG tiene también sus Nuclun- y cómo los tradicionales Qualcomm y Mediatek -que está subiendo la apuesta en los últimos tiempos- quedan algo relegados. Aquí es patente el interés por tener más márgenes de beneficio y control sobre la plataforma ahora que la tecnología se ha "democratizado", y será interesante ver hacia donde van los pasos de cada fabricante.
En el resto de apartados hardware no hay excesivas diferencias, pero sí tendencias claras. Menos marcos laterales, más superficie frontal ocupada por la pantalla, y un apartado especialmente destacable: el de las baterías. A pesar de contar con procesadores más potentes y con modelos que dan el salto a resoluciones 2K (1440p), todos nuestros protagonistas mantienen o mejoran las autonomías de baterías de sus anteriores ediciones, algo destacable. Y a ello se unen cosas como la carga inalámbrica o la carga rápida que suman enteros en los dispositivos que cuentan con esas opciones.
Cámaras, cámaras y más cámaras
Si hay un aspecto fundamental en estas gamas altas ese es el de las cámaras fotográficas que integran. Esta función esencial de estos dispositivos hace que los fabricantes pongan toda la carne en el asador con sensores que ahora comienzan a hacer mucho hincapié ya no solo en los megapíxeles, sino en otros apartados casi más importantes como la apertura focal.
Nuestros protagonistas demuestran estar a la altura en los análisis que hemos realizado -nos falta la de un prometedor LG G4- y de hecho ya enfrentamos al Lumia 1020 con el iPhone 6 y el Samsung Galaxy S6 en este terreno, y vendrán otras comparativas. La calidad de las imágenes es cada vez más alta y tiene al Galaxy S6 como protagonista, mientras que el HTC One M9 nos ha decepcionado un poco -a pesar de una apuesta que todos esperábamos, la de abandonar Ultrapixel en su trasera- y el Huawei P8 hace un buen trabajo pero no tan sobresaliente como sus competidores.
Con el LG G4 a falta de ser evaluado en profundidad, lo que está claro es que la cámara posterior es uno de los aspectos diferenciales de la gama alta. Otros smartphones de esta categoría ya lo han demostrado, y desde luego en temas como la velocidad de enfoque y disparo, la calidad de las tomas y las tomas en condiciones de baja luminosidad los gamas altas muestran todos sus poderes.
Muchas alternativas, y más que vendrán
Esta hornada primaveral de smartphones de gama alta acompaña como decimos a algunos dispositivos que ya fueron presentados hace más tiempo, pero en realidad esperamos a muchos nuevos protagonistas en los últimos meses. Nos extraña especialmente esa confusa presentación del Xperia Z4 y desde luego esperamos como agua de mayo a los gamas alta que Microsoft nos tiene preparados y entre los que podría haber (ojalá) un sucesor del Lumia 1020.
De los que hemos analizado en este debate hay favoritos, desde luego. El Samsung Galaxy S6 es el más equilibrado por rendimiento, cámara y prestaciones (como su sensor de huella dactilar, y aquí también contamos con un precio que es "lógico" para esta gama), pero hay otras apuestas igualmente destacables en distintos apartados.
El HTC One M9 es un valor seguro en diseño y en sonido, desde luego, mientras que el LG G4 parece muy interesante por su cámara, su posterior de cuero (el agarre es excepcional) o su pantalla 2K con tecnología Quantum Dots. El Huawei P8 es una apuesta muy equilibrada y con muchas mejoras prácticas dignas de mención a un precio especialmente destacable, mientras que el S6 Edge es toda una oda al diseño y la espectacularidad, aunque funcionalmente esa pantalla curva tenga aún mucho margen de mejora. De todo, y para todos, ¿qué más podíamos pedir?