Samsung nos ha demostrado a lo largo de su etapa como fabricante de smartphones que tiene una capacidad de producción única. Nadie más puede seguir su estrategia de cubrir el mercado con todo tipo de móviles. Hasta ahora le ha ido bien, aunque 2014 no está siendo su mejor año. Los coreanos tienen smartphones de todos los tamaños y tipos ¿cuál era la pieza que les faltaba?
La respuesta es clara: un móvil con diseño y materiales premium. Samsung ha sido cuestionada por algunos en cuanto a la utilización del plástico y los acabados de sus dispositivos. La respuesta a esa demanda se llama Samsung Galaxy Alpha y hoy pasa por nuestra mesa de análisis. Veamos si esa denominación Alpha es el principio de una nueva gama o más bien un terminal único para cambiar el itinerario de sus dos grandes buques insignias: Galaxy S5 y Galaxy Note 4.
Especificaciones técnicas
Cuando compramos un móvil de tope de gama lo hacemos con la mentalidad de que nos llevamos un dispositivo con un hardware de garantías, que va a ser actual y competente durante al menos dos años, y sin tener que aceptar ningún tipo de compromiso importante. Suelen ser terminales equilibrados que aunque no todos rinden al máximo en los diferentes apartados ofrecen una experiencia bastante redonda.
Samsung Galaxy Alpha, características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 132.4 x 65.5 x 6.7 mm, 115 gramos |
Pantalla | SuperAMOLED de 4,7 pulgadas |
Resolución | 720p (312 ppp) |
Procesador | Exynos, octa-core a 1,3 GHz |
RAM | 2 GB |
Memoria | 32 GB no ampliable con microSD |
Versión software | Android 4.4.4 (KitKat) con capa TouchWiz |
Conectividad | LTE, NFC, WiFi 802.11ac, BT 4.0 LE, USB 3.0, puerto IR |
Cámaras | Principal de 12 MP con enfoque Selectivo, secundaria de 2,1 MP |
Batería | 1.860 mAh (extraíble) |
Características especiales | Sensor de huellas, pulsómetro |
Precio | El oficial es de 599 euros. |
Ahora bien ¿es Samsung Galaxy Alpha un terminal tope de gama? Mirando sus especificaciones nos encontramos con Exynos, tecnología de la casa para posicionarse como una referencia en la gama alta. Ocho núcleos que compiten de tú a tú con terminales como el S5, G3, M8, etc. Sus 2GB de RAM animan a pensar que vamos a tener una experiencia fluida sobre Android 4.4.4 KitKat.
En la pantalla nos encontramos con tecnología Super AMOLED. Este año Samsung ha dado en el clavo con este panel en su Galaxy S5 por lo que, a pesar de la resolución, era de esperar que esta vez también ofreciera un buen nivel. Lo cierto es que esta vez no han atinado y nos volvemos a encontrar problemas con la matriz pentile y cómo se muestran los blancos.
Los 1.860 mAh de batería son el gran compromiso del hardware. Son escasos y aunque para un día tendremos suficiente, resulta muy justo para quienes busquen un terminal para usar de forma intensiva. En su tamaño, grosor y peso nos encontramos el motivo de tan poca autonomía pero no es algo que todo el mundo quiera aceptar.
Revisando la ficha técnica vemos que Samsung ha puesto mucha tecnología propia en su terminal y a priori parece estar un paso por debajo de lo que ofrecen otros tope de gama. Dicho esto, veamos en detalle por qué este Galaxy Alpha no es simplemente un móvil con cuerpo de aluminio y ofrece otras muchas virtudes que debemos tener en cuenta.
Análisis en vídeo
Diseño
Si miramos el Samsung Galaxy Alpha de frente vemos que podría ser un teléfono más de los coreanos. Mismo diseño, misma distribución de los elementos, un acabado algo más cuadrado en las esquinas que el S5. Giramos un poco el móvil y ya vemos al protagonista del acabado de este móvil: un marco de aluminio ionizado que le da un toque único respecto a lo que hemos visto hasta la fecha en este fabricante.
En mano es un terminal ligero y sus 115 gramos apenas se dejan notar. A nivel de dimensiones es perfecto para usar en la mano pero su grosor (6,7mm) nos indica que esa delgadez se va tener que traducir en algún tipo de compromiso con el hardware. Al tacto, usando la pantalla y los botones es uno de los móviles que más me ha gustado este año.
Como ocurre con el iPhone 6, nos encontramos cuatro pequeñas bandas (dos en el marco superior y dos en el inferior) utilizadas para darle un poco de flexibilidad al cuerpo. Estéticamente no rompen el conjunto como sucedía en el smartphone de Apple. Son discretas y ofrecen una buena cobertura.
Samsung Galaxy Alpha | Samsung Galaxy S5 | Sony Xperia Z3 Compact | iPhone 6 | |
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Dimensiones | 132,4 x 65,5 x 6,7 mm | 142 x 72,5 x 8,1 mm | 127,3 x 64,9 x 8,6 mm | 138,1 x 67 x 6,9 mm |
Peso | 115 gramos | 145 gramos | 129 gramos | 129 gramos |
Este cambio de material se traduce también en la posición de los altavoces. Esta vez se sitúan en la parte inferior junto al conector microUSB. Un lugar más acertado que el clásico orificio de la tapa trasera. Hablando de esta parte del móvil: Samsung ha aprovechado para hacer más sutil el tacto y que no se noten tanto los puntos como el S5. Cuestión de gustos, personalmente me parece un acierto.
La sensación que transmite el terminal es robusta a pesar de ser uno de los más finos del mercado. En ningún momento da la sensación de ser frágil. Esbelto pero con proporciones correctas. No se marcan los dedos en ningún sitio, salvo en el frontal de la pantalla. Como curiosidad decir que el chip NFC del móvil no se encuentra en la tapa como en otros modelos sino en la batería. De hecho, se nota al tacto que sobresale ligeramente.
Los botones no son especialmente rígidos y, personalmente, es algo que me sorprende. Pensaba que iban a ser un poco más duros pero la sensación que da es un poco blanda. Nada grave en realidad. Lo único que podría mejorarse es la pequeña joroba del conector jack. Sobresale lo suficiente para que el móvil baile un poco en la mesa y, cuando vibra, haga mucho más ruido sobre la superficie en la que está apoyada.
Con el Samsung Galaxy Alpha, Samsung acierta en el tamaño y acabado dejándonos un terminal muy cómodo y agradable en mano.
Buen trabajo por parte de Samsung en lo que respecta al diseño. Volver a las 4,7 pulgadas y no hacer un móvil más grande es un acierto. Muy cómodo en mano, ligero, es un terminal que da gusto toquetear y enseñar. Buen trabajo por parte de una Samsung que este año ha sido cuestionada con este punto. Ahora, encendamos la pantalla del móvil.
Pantalla
Samsung ha luchado mucho para posicionar su tecnología AMOLED frente a otro tipo de paneles. Le ha llevado años, ha sido siempre objeto de críticas pero este año con el S5 los medios tecnológicos no solo le dimos el visto bueno sino que la hemos colocado como una de las mejores del año. Dicho esto, lo normal era esperar que repitieran esa misma buena experiencia con el Alpha. No ha sido posible.
Cuando tenemos el móvil justo delante de nuestra todo es perfecto. Colores vibrantes, una buena densidad de píxeles (en menos de cinco pulgadas el Full HD no es crucial) pero cuando giramos un poco la pantalla empezamos a ver que esa primera buena sensación se diluye. Volvemos a esa época donde las matrices pentiles nos mostraban unos tonos azules y verdes que realmente no tendrían que estar ahí.
Podemos acostumbrarnos a ello o incluso puede que pase desapercibido si no tenemos otro móvil con el que comparar pero a poco que seamos observadores nos daremos cuenta de que Samsung esta vez no ha a acertado con el panel. Los 327 nits de brillo se portan bien y el valor gamma se sitúa ligeramente por encima de la media estándar (2.24 frente a un valor de 2.2) en el nivel de brillo máximo.
Tras haber hecho un gran trabajo con el AMOLED en el Galaxy S5, en Alpha los coreanos dan un paso atrás.
Los modos de pantalla que introduce el Samsung Galaxy Alpha no ayudan a aliviar el problema con los tonos verdes y azules. Una lástima porque la pantalla tiene buena nitidez, negros puros y un ángulo de visión muy amplio. Teniendo en cuenta las experiencias previas con AMOLED deja un mal sabor de boca en este apartado.
Rendimiento y autonomía
Samsung ha apostado de forma intermitente por sus procesadores en el tope de gama, siempre intercalando con Qualcomm para cubrir la demanda o bien para ofrecer servicios que en su día no tenía como por ejemplo la conectividad LTE 4G. En este caso ha decidido meter ocho núcleos con Exynos y los resultados han sido bastante satisfactorios.
Samsung Galaxy Alpha | Samsung Galaxy S5 | Sony Xperia Z3 | HTC One M8 | LG G3 | |
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Antutu | 48.333 | 35.736 | 41.271 | 36.124 | 32.715 |
Quadrant | 26.603 | 24.589 | 20.808 | 24.825 | 22.819 |
Más allá de los datos de estas aplicaciones, el rendimiento del procesador y la GPU es excelente. Una buena noticia para Samsung ya que desarrollar sus propios chips y conseguir buenos resultados le hará depender menos de otros fabricantes. El Galaxy Alpha se mueve rápido, fluido y en ningún momento hemos echado de menos tener más potencia.
No hay retrasos y la RAM ayuda a que tengamos bastantes aplicaciones en segundo plano. Tanto con aplicaciones básicas como con juegos se porta bien. Resulta difícil apreciar las diferencias sutiles con otros móviles de gama alta. Rinde muy bien, a pesar que el chip sea un desconocido, quizá nos hemos acostumbrado demasiado a que Snapdragon sea la referencia.
Como veíamos al principio, uno de los aspectos más preocupantes sobre el papel del Samsung Galaxy Alpha era la batería. 1.850 mAh en el momento actual suena a poco. De hecho, se quedan un poco cortos y aunque aguanta bien un día se queda un poco corta cuando tenemos días donde queremos usar el móvil de forma intensa.
Exynos nos demuestra que su rendimiento es excelente y eso son buenas noticias para Samsung: menos dependencia de Qualcomm y sus Snapdragon
Con una cuenta de Gmail y dos redes sociales, hemos notado que usando el móvil de forma poco intensa podemos aguantar un día completo (4 horas de pantalla encendida) sin ningún problema. Los días que hacemos un uso más intenso (sacando fotos, usando el GPS, jugando…) observamos que muchas veces llegamos al final del día con la batería completamente descargada.
Este es sin duda el gran compromiso de hardware con el Galaxy Alpha. Un teléfono muy esbelto y ligero pero con una batería que para cualquier consumidor que vaya a usarlo de forma intensiva resulta insuficiente. Es una cuestión de espacio y aunque podemos recurrir a baterías externas, deja un poco que desear.
Software
Este año Samsung decidió simplificar su interfaz y apostar por elementos más sencillos y coloridos. La apuesta no les salió mal pero hay algo en lo que parece que los coreanos no han pensado con el Galaxy Alpha: es un terminal más pequeño que el S5 o el Note 4. ¿Por qué digo esto? Por la cantidad de elementos que muestra en pantalla.
La sensación que da en 4,7 pulgadas es que todo queda muchas veces demasiado pegado y no hay tanto espacio. Parece que Samsung pensó más en pantallas de cinco pulgadas o más en su interfaz. Algo que se nota mucho en detalles como la barra de notificación y los controles de energía.
En cuantos a los añadidos por parte de Samsung, más allá de sus aplicaciones, nos encontramos de nuevo con el desbloqueo de huella dactilar. Estos meses parece que no han servido para mejorar la experiencia respecto al S5: hay que tener cuidado a la hora de hacer el movimiento y siempre tenemos que seguir el mismo patrón deslizando el dedo. Se echa de menos que sea un poco más libre.
El mismo software pero en una pantalla más pequeña. La sensación de que hay muchos elementos en pantallas puede ser agobiante cuando abrimos la barra de notificaciones.
Samsung ha traído su software tal cual y no ha aportado nada en especial a este Galaxy Alpha. Esta vez no tenemos regalos en forma de aplicaciones o suscripciones a servicios online. Un apartado bastante discreto donde los coreanos simplemente han ido recogiendo el trabajo de otros modelos para ponerlos en una pantalla un poco más pequeña.
Cámara
En la parte trasera Samsung ha apostado por un sensor de 12 megapíxeles, el mismo que vimos en el S5 pero con menos resolución y la tecnología ISOCELL. La cámara tiene un rango dinámico corto que, por fortuna, se puede mejorar gracias a un modo HDR que resuelve muy bien esta carencia en casi todo tipo de circunstancias.
Del S5 hereda un enfoque bastante rápido aunque pierde un poco de estabilización. Es posible que en alguna foto tengamos que confiar bien en nuestro pulso para que la imagen no salga trepidada pero los resultados que consigue la cámara son notables, aunque un paso por debajo de lo que ofrece el resto de la gama alta. Veamos algunas fotos.
Foto con luz ambiente hecha a una hora cerca del atardecer. Imagen ligeramente subexpuesta donde se pierden algunos detalles en los árboles. Buena prueba de que el rango dinámico de la cámara es corto.
Comparación de foto con el HDR activado y sin él. Samsung hace un buen uso del alto rango dinámico y no estropea la imagen al ampliarlo. Un buen detalle que se pueda ver el efecto final en live view.
Macro en interiores con un desenfoque del fondo sutil y con un buen detalle de la espuma y el color de la cerveza. El tono ámbar de la bebida queda un poco más oscuro y opaco en la foto pero siendo interiores con una luz ténue en el bar el resultado es muy bueno. Buen detalle de nitidez en los bordes del vaso.
Foto en exteriores donde el balance de blancos no termina de hacer bien su trabajo y mostrarnos una imagen ligeramente azulada (ver el fondo). Bien en la nitidez, la corrección con el tono se puede hacer posteriormente de forma manual. En las altas luces, esquina superior izquierda, se quema un poco.
Foto de interior con luz naranja tenue. Un poco ruido pero se aprecian muy bien los detalles de las figuritas. De hecho incluso al fondo se puede ver la cara de otra figura (un muñeco anti estrés de sumo)
A pesar de compartir parte de la tecnología de la cámara con el Galaxy S5, esta vez el rendimiento no es tan bueno.
A todo esto hay que añadir los modos de disparo que añade Samsung. No son cruciales pero algunos si que aportan valor aunque no es la cámara más completa de todas cuanto a funciones, podemos descargar unos cuantos más por nuestra cuenta pero en cantidad siguen siendo menos. Algunos detalles como tener el HDR siempre a mano y poder verlo en la vista previa se agradece. Aún así hay detalles que mejorar como a la hora de abrir la cámara o de ver las fotos desde la propia app después de hacerlas.
La opinión de Xataka
Llegados a este punto sería mentira decir que el Samsung Galaxy Alpha es solo una cara bonita. Es cierto que el cambio en el diseño le ha sentado genial a unas líneas que ya empezaban a ser un poco monótonas. Van por buen camino si tenemos en cuenta que estos detalles los veremos en terminales como el Note 4 y estoy convencido de que no será el único que reciba el metal como elemento.
Lo interesante de este terminal es que Samsung ha logrado crear un buen móvil “Mini”. Dejando de lado al S5 Mini, el Alpha es un digno competidor en la gama de teléfono potente pero pequeño (entiéndase menos de cinco pulgadas). Eso sí, si empezamos a comparar vemos que hay algunos aspectos donde no termina de ser competitivo frente a terminales como el iPhone 6 o el Sony Xperia Z3 Compact, principales actores de este pequeño nicho.
La apuesta por parte de Samsung tiene unos cuantos puntos fuertes (rendimiento, dimensiones, autonomía para una batería tan pequeña) pero tiene margen de mejora en otros aspectos como la pantalla, el software o la cámara de fotos. Un terminal de notable pero con deberes pendientes para el futuro.
8.1
A favor
- Rendimiento excelente
- Cámara notable
- Diseño y materiales de tope de gama
En contra
- Pantalla AMOLED decepcionante
- Batería muy pequeña
- Software discreto