ROG Phone 8, análisis: no es solo el móvil gaming más completo. Es también un gama alta espectacular

Un móvil gaming que no parezca (tanto) un móvil gaming. Esta es la nueva filosofía que tiene ROG con el ROG Phone 8, un teléfono que llevo utilizando como dispositivo personal desde hace un par de semanas. Es uno de los primeros teléfonos que aterrizan en el mercado con el Qualcomm Snapdragon 8 Gen 3, y una de las propuestas más curiosas para este curso 2024.

He podido analizar en profundidad cómo se comporta este móvil que podría perfectamente pasar inadvertido como un teléfono más en la gama alta premium. Si será capaz o no de competir con los mejores móviles de 2024 es algo que solo el tiempo dirá. Lo que sabemos, por el momento, es que tiene (casi) todo para lograrlo.

Ficha técnica del ROG Phone 8

Diseño y pantalla: un buen cambio de filosofía

El ROG Phone 7 era un teléfono bastante peculiar a nivel de diseño. Dejaba claro en cada rincón su aspiración gaming  y el grosor de más de 10mm lo alejaba del refinamiento que, por su precio, podría esperarse. Los enormes marcos frontales podían perdonarse entendiendo que era un teléfono con un fin claro, pero en pleno 2024 el diseño pasa a desempeñar un papel crucial.

ROG ha lavado por completo la cara al nuevo ROG Phone 8, adoptando una estética más convencional. Su parte trasera le delata, con el enorme logo de ROG que se retroilumina en circunstancias que más adelante explicaremos, así como la tonalidad de doble color gris con una agresiva franja diagonal. El teléfono está acabado en cristal y aluminio, sintiéndose bastante premium en mano.

Aunque la sensación no alcanza los estándares de dispositivos como el S23 Ultra o el iPhone 15 Pro Max, en todo momento sentimos que estamos ante un teléfono de alto ticket. Me ha gustado especialmente la buena ubicación de los botones de volumen y encendido, ya que son muy accesibles (algo a aplaudir en un teléfono de casi 6,8 pulgadas y más de 16 centímetros de alto).

Es considerablemente más delgado y ligero en comparación con su predecesor, alineándose con los teléfonos de gama alta del año pasado. Los bordes son minimalistas, sin botones de colores llamativos. Así, el ROG Phone 8 abandona su imagen tosca y robusta para adoptar una apariencia más refinada y agradable, tanto al sostenerlo como al guardarlo en el bolsillo.

Como curiosidad, contar que este ROG Phone 8 cuenta con doble puerto C. Esto permite que cuando estamos jugando con el móvil en horizontal, no nos moleste el cable. Podemos cargar el teléfono con los dos puertos, pero no servirá de nada conectar dos cargadores C. Cobra especial sentido en un teléfono pensado para jugar en horizontal, ya que repite con la configuración de gatillos hápticos en su lateral derecho.

Respecto al panel, estamos ante 6,8 pulgadas con resolución Full HD+. En un móvil orientado a juegos y con aspiraciones de la gama más alta, la resolución se hace algo escasa. Este móvil pedía a gritos Quad HD+ para disfrutar por completo. El brillo HBM es de 1.600, con pico de 2.500 nits.

Al brillo pico le cuesta un poco salir a relucir: necesitamos fuerte incidencia solar para que se active. Es algo que sucede en plena calle, pero en interiores hemos intentado subir el brillo (desde el modo automático) y, en alguna ocasión, se nos ha quedado un poco corto. No es un panel de primera línea, pero es de una calidad innegable. También está muy bien aprovechado el frontal, prometiendo ASUS un 94% de relación pantalla-bisel.

El sonido también cumple, con doble altavoz estéreo bastante contundente. No es el mejor sonido que hemos probado en un gama alta, pero el volumen máximo es bastante elevado y, lo más relevante para muchos: cuenta con un puerto minjack para conectarle auriculares por cable.

El LED trasero y su personalización extrema

Antes de finalizar con el apartado del diseño, el LED trasero merece unas palabras. Se trata de una pequeña matriz LED retroiluminada y personalizada hasta el extremo, con un mimo en el software especialmente cuidado. Este sistema de iluminación puede configurarse a voluntad para que se encienda en los siguientes escenarios:

• Llamada entrante
• Modo botón (que se encienda al pulsar los AirTrigger/Gatillos hápticos)
• Música
• Modo X
• Notificación
• Cargando
• Pantalla encendida
• Pantalla apagada

Tal es la integración software/hardware, que podemos hacer hasta que este LED vaya cambiando su color de forma progresiva con la temperatura del teléfono. El problema que le veo al LED es que... no lo vemos. Solo tiene utilidad práctica como LED de notificaciones con el teléfono boca abajo. En el resto de modos tan solo verán los colores las personas que tengamos alrededor.

Un rendimiento espectacular y un software impecable

A nivel de rendimiento seré rápido: este es el móvil Android más potente y fluido que jamás he probado. Era algo predecible, teniendo en cuenta el brutal hardware con el que cuenta. Esta unidad monta el Snapdragon 8 Gen 3 acompañado por 16 GB de RAM y 512 GB de memoria interna. Si bien es una combinación brutal, el ejercicio de disipación catapulta el rendimiento a un punto que no todos sus rivales llegarán.

Cualquier tarea con este teléfono vuela, incluso el desbloqueo mediante el lector de huella demuestra que el hardware está a punto. Los juegos se mueven con una estabilidad de FPS espectacular, y no hay forma de hacerlo desfallecer gracias a los 16 GB de RAM. Es un teléfono hecho por y para rendir al máximo. De hecho, cuando vamos a jugar o pasar un benchmark, se activa el Modo X. Este es un modo que configura al máximo la CPU y la GPU, aumenta el límite térmico del terminal y aumenta la sensibilidad táctil. Los resultados en los benchmarks hablan por sí solos.

No solo ha obtenido una puntuación absurdamente alta en 3DMark y PCMark: ha logrado una estabilidad del 95,5% en este test. No es un test aislado: el test de estrés específico de CPU también muestra una estabilidad del 90%. Esto se logra gracias a un control de temperatura que llevábamos tiempo sin ver. No he tenido forma de hacer que la CPU se caliente en exceso. Es cierto que el frío del invierno es la época que mejor le sienta a los procesadores, pero el comportamiento del procesador y disipación es ejemplar.

A esto ayuda uno de los puntos clave de ROG: el software. Es tan, tan bueno, que llega a convencerme incluso más que muchas capas de personalización que he probado. Podemos escoger entre dos tipos de interfaz: la nativa de ROG o la Stock de Android. Si escogemos la nativa de ROG tendremos iconos bastante "gamers" y un panel de notificaciones unificado.

Me he encontrado más cómodo configurando en modo stock, estando prácticamente ante un Google Pixel con muchas vitaminas. Todo está pensado al detalle en este software. Y por todo, me refiero a todo.

Todo lo relacionado con el gaming es configurable: gatillos, LEDs, comportamiento individual en cada juego, perfiles personalizados para los juegos, área de visualización, contador de FPS, medidor de temperatura, etc. Los gatillos no solo sirven para videojuegos: también son botones personalizables para disparar aplicaciones o ejecutar acciones personalizadas.

Podemos ajustar el comportamiento de la carga, desactivando la carga rápida, programando cuándo queremos que cargue, seleccionando límites de carga, etc. También podemos decirle al teléfono que, cuando esté cargando, tan solo utilice la energía del cargador y no de la batería, para así no dañar la batería cuando estamos jugando.

Tenemos fondos generados mediante IA, muy poco bloatware, apps de Google como apps nativas, y un grado de personalización general que llega a ser incluso abrumador. Si ASUS cumple bien con el soporte (este teléfono llega con Android 14), estaremos ante uno de los mejores exponentes en software del mercado. Como pequeño tirón de orejas, ya que no todo es perfecto, indicar que hay algunas traducciones a medias que hacen que la experiencia no sea redonda del todo.

Por último, toca hablar de la batería. Los 5.500mAh dan para bastante, teniendo en cuenta que es un teléfono pensado para exprimirlo al máximo. Las jornadas con el ROG Phone 8 han sido más intensas de lo habitual. En uso intensivo, con muchos juegos, hemos superado las seis horas de pantalla. Si lo usamos como un teléfono "normal", podemos alcanzar las ocho. La carga rápida es de 65W, y en menos de 40 minutos la tenemos completa.

ROG y la asignatura pendiente con la cámara

La propia ROG nos ha reconocido que la cámara de sus anteriores modelos era la gran asignatura pendiente. Este año han querido cambiar las tornas, dotando al ROG Phone 8 del mejor hardware fotográfico que jamás ha incorporado la compañía. El sensor principal es el Sony IMX890, el mismo que montan teléfonos como el OnePlus 11, OPPO Find X6 (versión no Pro) o Realme GT5. No es un sensor de primer nivel, pero es una de las apuestas más equilibradas de Sony.

Le acompañan un ultra gran angular de 13 megapíxeles y un teleobjetivo de 32 megapíxeles que logra tres aumentos de forma óptica y que permite hacer zoom 2x mediante recorte de sensor.

La aplicación de cámara es bastante limpia e intuitiva, con integración de Google Lens y un sistema de ajustes rápidos también basado en Android Stock. El funcionamiento es ágil y fluido, con una velocidad de obturación más que digna.

¿Logrará ROG ponerse al nivel de lo que se espera en un móvil de 1.000 euros? Podría dejar la intriga en el aire, pero la respuesta es. me temo, un no.

Con la cámara del ROG Phone 8 hay una noticia buena y otra no tan buena. La positiva es que es una cámara bastante usable y con un look general más que aceptable. Me ha sorprendido el trabajo con el HDR en fotografías de plano abierto, ya que controla bien las altas luces. No obstante, la naturalidad no es su punto más fuerte.

El problema viene al ampliar un mínimo. La falta de detalle es mucho más acusada de la que podríamos esperar con este sensor. No hay apenas nitidez natural y el procesado elimina ruido generando efecto acuarela incluso en fotografías diurnas. Cuando fotografiamos a personas, con o sin modo retrato, se aprecia aún mejor esta falta acusada de nitidez.

Por el día, es una cámara suficiente, pero teniendo en cuenta que el precio de partida supera los 1.000 euros, es resultado es insuficiente.

Respecto a ultra gran angular y zoom, el primero ofrece fotografías bastante aceptables. El gran angular siempre es el patito feo en las cámaras, incluso en la gama alta, pero este teléfono logra defenderse de forma digna. El teleobjetivo nos permite esa versatilidad extra de contar con tres aumentos ópticos. No es el zoom más nítido que hemos visto, pero siempre se agradece contar con ampliación óptica en terminales de este precio.

El selfie se comporta bien a nivel de rango dinámico, dejando quemar ligeramente para mantener un buen equilibrio en las sombras. El color sigue teniendo un toque ligeramente saturado y no hay una gran cantidad de detalle.

Cuando cae la luz, la cámara se comporta de forma aceptable, aunque con una notable pérdida de calidad. Pese a ello, el resumen es muy similar a lo que vimos de día: las fotografías son más que aprovechables, siempre y cuando no queramos ampliar.

Donde sí ha brillado por su trabajo en estabilización es en la grabación de vídeo. Es una cámara que estabiliza bastante bien en 4K, aunque en modo 8K 24 FPS no se encuentra tan cómodo.

El apartado del vídeo es bastante mejorable y deja ver las costuras al procesado. El sensor bueno, el estabilizador sobresaliente, pero vemos bastantes artefactos y detalle algo sucio.

ROG Phone 8, la opinión de Xataka

Me ha gustado el ROG Phone 8, mucho. Tanto, que de no ser por la cámara no me importaría usarlo una temporada como móvil personal. Es cierto que tiene un perfil muy marcado: ese que abusa de 'PUBG Mobile', 'Genshin Impact', 'Hearthstone' a 165 Hz o emuladores de consolas retro.

Si te gusta jugar en el móvil, el ROG Phone 8 es una auténtica delicia. Además de estar centrado en gaming, tiene una buena pantalla, capacidad de almacenamiento elevada y un software que es una delicia, a falta de pulir algunas traducciones al español.

La cámara ha mejorado respecto a la generación anterior, pero no podemos esperar mucho más de lo que encontraríamos en un teléfono de gama media, a excepción de la versatilidad extra que aporta el sensor teleobjetivo. ROG nos indica que en próximas actualizaciones este aspecto mejorará, por lo que hay esperanzas para este apartado.

En definitiva, una evolución más que lógica de un teléfono que nace por y para jornadas intensivas de juego, pero que quiere ser una alternativa con argumentos para enamorar al usuario más generalista.

Imagen | Xataka

En Xataka | Game Pass para Android: cómo jugar en el móvil a sus más de 150 juegos de PC y consola

El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de ROG. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.