Tras mis primeras impresiones con el Nothing Phone (2), por fin llegó el momento: toca contaros qué me ha parecido el terminal tras casi dos semanas de uso completo. Pude probar el Nothing Phone (1), por lo que tengo bastante claro cuál ha sido la evolución y en qué punto se encuentra esta nueva iteración.
Nothing ha querido cambiar el concepto en esta generación: ahora estamos ante un terminal que quiere conquistar la gama alta de precio asequible. Un mejor panel, procesador de primera línea y la promesa de grandes mejoras en el apartado fotográfico.
Ficha técnica del Nothing Phone (2)
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nothing phone (2) |
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dimensiones y peso |
162.13mm x 76.4mm x 8.6 mm 201.2 g |
pantalla |
6,7 pulgadas Full HD+ OLED flexible de tipo LTPO 1 a 120 Hz Profundidad de color de 10 bits HDR10+ Brillo máximo de 1.000 nits Pico de brillo máximo en HDR de 1.600 nits Tasa de muestreo táctil de 240 Hz |
PROCESADOR |
Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1 4nm GPU Adreno 730 |
Memorias |
8GB RAM + 128 GB |
cámaras traseras |
Principal: Sony IMX890, 50 MP, f/1.88, OIS. Ultra gran angular: Samsung JN1, 50 MP; f/2.2 |
cámara delantera |
Sony IMX615, 32 MP, f/2.45 |
batería |
4.700mAh 45W carga rápida 15W carga inalámbrica 5W carga inalámbrica reversible |
sistema operativo |
Android 13 Nothing OS 2.0 3 años de actualizaciones de sistema operativo 4 años de actualizaciones de seguridad (parches bimensuales) |
conectividad |
5G SA/NSA Bluetooth 5.3 A-GPS, GLONASS, BDS, |
otros |
Interfaz LED Glyph Lector de huellas bajo la pantalla Protección IP54 contra salpicaduras y polvo |
precio |
Desde 649 euros |
Diseño: ligeros cambios para mantener la filosofía
En un simple vistazo, es prácticamente imposible distinguir al Nothing Phone (2) del Nothing Phone (1) en su parte trasera, salvando que ahora estamos ante un terminal notablemente más grande. La unidad en color negro ahora pasa a un gris oscuro. En lo personal, considero que el cambio de color no es más que un movimiento lateral para diferenciarlo del modelo anterior. No luce mejor (aunque hay a quien le parece más elegante este gris respecto al negro), pero tampoco peor. Sí que he notado que las huellas se repelen un poco mejor: el año pasado era todo un imán para la grasa de los dedos.
Seguimos ante un teléfono acabado en aluminio 100% reciclado (gracias por no usar plástico, Nothing) y un cristal transparente en su parte trasera. Esta, deja ver la nueva matriz LED que, si bien sigue la misma estructura que vimos el año pasado, tiene ahora algunas separaciones extra para lograr duplicar los grupos de LED desde los 8 hasta los 16. El cristal transparente no deja ver los componentes al desnudo: lo que vemos realmente son los embellecedores que se han ubicado por encima.
Pese a que es un teléfono aparentemente idéntico en su parte trasera, desde Nothing nos indican que el cambio de tamaño ha permitido reubicar los componentes internos para hacer más eficiente su distribución. Estamos pues, según esta promesa, ante un terminal con una mayor calidad de fabricación y con un mayor equilibrio interno.
Mirando el terminal por sus cantos, volvemos estar ante un calco del iPhone. Tal y como adelanté en las impresiones, durante estas dos semanas no han parado de repetirme lo mismo: ¡ah, creía que era el iPhone! Hasta que no he encendido los LEDs, todas y cada una de las personas (conocidos y no tan conocidos) que me he cruzado pensaban que estaba usando un iPhone con funda. Esto se debe a que los cantos (tanto laterales como superior e inferior) son prácticamente idénticos a los del iPhone. La botonera también es muy similar, con un gran botón de encendido/apagado en el lateral derecho y los botones de volumen en el lado opuesto.
Esto implica que, ergonómicamente, la sensación haya sido prácticamente idéntica a la de mi iPhone 14 Plus. La gran ventaja del Nothing Phone (2) es que, pese a lo alto y grande que es, tiene un peso ridículo, de tan solo 201,2 gramos.
Al mirarlo por delante, estamos ante un terminal que aprovecha mucho mejor sus marcos y que pasa a tener un agujero centrado en lugar de lateral. Los marcos vuelven a ser prácticamente simétricos, y el frontal viene cubierto con un pequeño plástico protector, detalle que se agradece.
Guste más o menos, la estética del Nothing Phone (2) es de las más cuidadas del momento. La única espina que se me queda clavada es la de tener la sensación de que estoy ante un terminal algo antiguo cuando lo miro por detrás: el Nothing Phone (1) se "inspiró" en el iPhone 12, y hablamos ya de un móvil con casi tres años en las espaldas. Entiendo el movimiento de querer mantener la esencia, pero en un móvil que nace para ser rompedor se hubiese agradecido algo más de ambición en este apartado.
Los LEDs del Nothing Phone (2)
El gran punto diferencial de Nothing en sus teléfonos sigue siendo el sistema de LEDs. Se mantienen todas y cada de las funciones del año pasado (indicador de llamadas, notificaciones, nivel de carga, luz de apoyo en fotografía, linterna...), pero también se han añadido características interesantes.
- Los LEDs ahora funcionan como temporizador, mostrando una cuenta regresiva.
- Integración con Google Assistant: se mostrará una pequeña animación con los LEDs cuando nos esté respondiendo.
- Integración con apps de terceros. Por el momento, funciona con Uber (y Uber Eats). Se muestra el proceso en tiempo real lo avanzado que va nuestro pedido. Se esperan más implementaciones en el futuro.
- Ahora funcionan también como indicador de volumen.
- Nueva app 'Compositor': nueva aplicación para crear nuestros propios tonos de llamada sincronizados con los LEDs.
Es importante destacar que este año los LEDs cuentan con brillo automático, ya que este teléfono tiene un sensor de iluminación en la parte trasera. Esto se traduce en LEDs más eficientes a nivel energético, ya que solo se iluminarán al máximo si estamos en exteriores o en condiciones de bastante luminosidad.
La integración software-hardware sigue siendo sencillamente sobresaliente. La app 'Compositor' es especialmente divertida: nos permite crear nuestros propios tonos de llamada con sonidos creados en colaboración con Swedish House Mafia, uno de los grupos de electrónica más populares del mundo (seguro que suena la canción "Don't You Worry Child"). Sí que tengo una pega con esta aplicación como productor musical: solo permite grabar sonidos de un solo grupo. Me explico.
La app 'Compositor' tiene cinco grupos de sonidos: Modem, Bug, 606, BRRR y Dan. Cada uno de estos grupos tiene cinco sonidos. Podemos, por ejemplo, grabar los sonidos que hayamos creado con el grupo 'Modem', pero no combinarlos con los de los demás grupos. En otras palabras: esta app tiene el potencial de ser todo un pad de creación de instrumentales, pero actualmente está más limitada.
Ahondamos esta app fuera del propio apartado de software ya que su integración con los LEDs es brutal: las melodías que creemos con la app se sincronizan perfectamente con los LEDs, ya que cada sonido tiene asociado una iluminación LED.
También son curiosas funciones como la de que, si pedimos comida por Uber Eats, podremos ver el LED iluminándose conforme el rider avanza, al igual que sirve como indicador visual de los niveles de volumen.
Me alegra especialmente ver que han corregido una de las mayores críticas que tuve el año pasado. Con el Nothing Phone (1), cuando llegaba una notificación, el LED se quedaba parpadeando durante tan solo unos segundos. Esto se traducía en que, si no estabas constantemente mirando el teléfono, era imposible saber si teníamos o no una notificación.
Esto ha cambiado con las llamadas "Notificaciones Essential" o notificaciones esenciales. Esta nueva función permite que, en aquellas aplicaciones que marquemos como esenciales, los LEDs no se apaguen hasta que descartemos la notificación. Es el funcionamiento correcto que debimos ver el año pasado y, por suerte, es una función que también llegará al Phone (1) en próximas actualizaciones.
Ahora bien, una vez probadas las novedades, y estando ante el segundo año en el que pruebo un teléfono con esta matriz trasera de LEDs... he decir que no termino de encontrarle una gran utilidad. Por un lado, Nothing nos explica que quieren que el grupo LED permita interactuar menos con el teléfono y que podamos saber si tenemos notificaciones (y de quién son, ya que podemos personalizarlas) con solo echar un vistazo a la parte trasera.
Esto choca un poco con la idea de crear un teléfono con una pantalla más grande (que nos invita a interactuar más aún) y más potente. Los LEDs son divertidos, y diferentes, pero no son suficientes como para que me acostumbre a tener siempre el teléfono boca-abajo y a perder la vista previa de los mensajes que recibo por no estar viendo la pantalla.
Pantalla: un importante salto adelante
El año pasado Nothing fue algo conservadora con su panel: este año han querido subir la apuesta. Estamos ante un panel de 6,72 pulgadas, con resolución Full HD+, tecnología AMOLED y, lo más importante en este rango de precio: de tipo LTPO. Esto permite que la tasa de refresco sea adaptativa desde 1 hasta 120 Hz y, como veremos más adelante, esto marcará la diferencia en autonomía.
Siento que al panel le falta un poco de brillo en exteriores, aunque se visualiza bastante mejor que el del año pasado. Hablamos de 1.000 nits frente a los 500 del año pasado, 1.600 para contenidos HDR. No es en absoluto un mal brillo pico, pero un poco más de alegría no le vendría mal.
Es un panel de calidad, bien calibrado, con opción de aumentar pico de brillo bajo contenidos HDR y con tan solo dos modos de calibración (como marca AOSP): Activo y Estándar. Podemos también corregir la temperatura de color, aunque me he encontrado cómo con la configuración por defecto.
Es justo el panel que se espera en un terminal que parte de los 649 euros. Quizás apostar por el 2K hubiese sido la guinda, aunque visto el equilibrio general que tiene el dispositivo no es un punto en el que sea justo ser especialmente crítico. Pantalla notable para un teléfono que apunta al sobresaliente en su conjunto.
Sonido: no todo son alegrías
El sonido es uno de los puntos que menos me han convencido de este Nothing Phone (2). Hay más distorsión de la que esperaba en los rangos máximos, algo que se debe en parte a que el volumen es especialmente alto (algo que tiene sentido, teniendo en cuenta que los sonidos personalizados son clave en este teléfono).
No hay gran presencia de graves, con unos medios balanceados y unos tonos altos un poco más subidos de lo que esperaría de una ecualización plenamente equilibrada. Para disfrutar de una buena experiencia de sonido, recomiendo no pasar del 70% del volumen máximo. No encontramos presencia de Dolby Atmos (un añadido que se echa en falta), pero sí que tenemos audio mejorado Dirac.
Rendimiento: imposible pedir más por este precio
La configuración de 12 + 256 GB por 50 euros más respecto al modelo base es algo que considero prácticamente básico. Esta combinación de memorias, junto al Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1, logran que el Nothing Phone (2) sea uno de los terminales más fluidos que he probado este año, a la altura de prácticamente cualquier terminal que cueste 400 euros más.
El ejercicio térmico es más que aceptable. El ligero throttling que ha sufrido lo achaco principalmente a las altas temperaturas que sufrimos en el sur. Nothing ha logrado controlar este procesador bastante bien, aunque sigue siendo menos eficiente a nivel térmico que el Gen 2.
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Nothing phone (2) |
REALME GT 3 |
Xiaomi 13 Ultra |
Honor magic5 pro |
ONEPLUS 11 |
IPHONE 14 PRO |
SAMSUNG GALAXY S23+ |
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PROCESADOR |
Snapdragon 8+ Gen 1 |
Snapdragon 8+ Gen 1 |
Snapdragon 8 Gen 2 |
Snapdragon 8 Gen 2 |
Snapdragon 8 Gen 2 |
Apple A16 Bionic |
Snapdragon 8 Gen 2 (for Galaxy) |
RAM |
12 GB |
16 GB |
16 GB |
12 GB |
16 GB |
6 GB |
8 GB |
GEEKBENCH 5/6 (SINGLE/MULTI) |
1.668 / 4.336 (6) |
1.392 / 3.895 (6) |
1.982 / 5.492 (6) |
1.914 / 5.049 (6) |
1.176 / 4.960 (5) |
2.508 / 6.306 (6) |
2.019 / 5.308 (6) |
3D MARK Wild Life Unlimited |
10.991 |
10.650 |
13.978 |
13.741 |
14.018 |
12.344 |
14.250 |
3D MARK Wild Life Stress Unlimited |
10.987 / 6.507 |
10.940 / 9.968 |
13.926 / 12.788 |
13.765 / 9.226 |
14.250 / 11.186 |
12.344 / 7.931 |
14.018 / 13.968 |
PCMARK WORK |
13.465 |
18.081 |
15.048 |
14.897 |
11.406 |
- |
15.823 |
Si bien el año pasado se echaba en falta un empuje extra debido al Snapdragon 778+, con la nueva propuesta puede competir de tú a tú con los mejores. He jugado a Genshin Impact con los gráficos al máximo, he emulado Nintendo 64 y PS2 (pareciera esto una tarea menor, pero la emulación es especialmente demandante), y los 60 FPS sostenidos son ley en este teléfono.
Es relevante destacar este extra de fluidez ya que el Nothing Phone (2) logra su propósito: tiene un rendimiento de móvil de gama alta por, prácticamente, la mitad de su precio. Hay concesiones en pantalla, sonido y, como veremos más adelante, cámara, pero el lado del rendimiento queda con el check marcado.
Biometría: un gran paso hacia delante
Uno de los puntos que critiqué el año pasado del Nothing Phone (1) tenía que ver con el reconocimiento facial, el cual llegaba muy poco optimizado y prácticamente inservible. Nothing ha tomado nota y, para mi sorpresa, estamos ante uno de los mejores sistemas de reconocimiento facial (teniendo siempre en cuenta que hablamos de 2D) de Android.
Es más que rápido, funciona en prácticamente todas las condiciones de luz y, si bien el lector de huellas bajo pantalla es preciso y raudo, he acabado usando más el reconocimiento facial. Como pega, indicar que si estamos en bastante oscuridad sí que le cuesta funcionar (no tanto en interiores poco iluminados).
Software: los deberes bien hechos
El año pasado me encontré ante un Nothing OS que apuntaba maneras al ser, prácticamente, Android Stock con alguna personalización de Nothing. Pese a ello, llegaba algo verde y con un rendimiento lejos de las mejores ROMs limpias. Este año, todo ha cambiado. El nivel de optimización de Nothing OS 2, en conjunto con un procesador mucho más potente, hacen que esta ROM sencillamente vuele.
Nada de Facebook, TikTok o LinkedIN preinstalado (por favor, Nothing, seguid así). Tan solo tenemos las apps básicas de Google y cuatro aplicaciones personalizadas por Nothing: grabadora, Nothing X (para conectar y controlar los auriculares de la compañía), tiempo y Compositor.
El nivel de detalle con las apps propias es espectacular. La app del tiempo, basada en la app stock de Android pero con personalización de Nothing (y con datos de Accuweather), tiene una estética 100% propia y alejada de lo que encontramos en cualquier otra app de este estilo. La app de grabadora también es bastante visual, amén de permitir grabaciones en AAC a 256 kbps.
También han personalizado el panel de notificaciones y toggles, aunque se respeta por completo tanto Material You (con sus temas automáticos que tantos fabricantes no están implementando), como la propia estructura del panel. Hay algunos añadidos a nivel visual, creando una estética 100% propia que mezcla lo mejor de un Pixel con el aire neo-retro de Nothing. Si queremos ahorrar un poco de energía, tenemos opción para usar iconos monocromáticos y, si queremos personalizar más aún, es bueno saber que el launcher es compatible con packs de iconos de terceros.
El parche es el del 3 de julio, imposible que sea más reciente, y el sistema está basado en Android 13. El equipo de Nothing es pequeño, pero teniendo en cuenta que tan solo tienen dos teléfonos, estoy convencido de que todos los esfuerzos deberían virar hacia un soporte al estilo Pixel o Samsung: al menos tres o cuatro actualizaciones garantizadas de nueva versión de Android. Desde Nothing nos indican que el Phone (2) tan solo tendrá dos años de sistema + tres años de parches de seguridad, un punto que le penaliza frente a algunos de sus rivales.
Mi resumen con el software de Nothing es que, sin que el usuario lo pueda probar, es difícil explicar el mimo que se ha puesto. Cuando las cosas están bien hechas, se nota por los cuatro costados, y esta ROM es el ejemplo.
Autonomía: esto no me lo esperaba
Wow. Con menos de 5.000mAh y un Snapdragon 8+ Gen 1 no esperaba estos resultados. La autonomía del Nothing Phone (2) es sencillamente espectacular. He logrado más de dos días de uso completos con cinco horas de pantalla y cerca de un 20% restante (porcentaje que me daría para, perfectamente, llegar a 6:30h al 0% en dos días y medio de uso).
En un uso intenso en un solo día, esto se traduce en que podemos llegar a ocho horas y media de pantalla. En las gráficas podrás observar casi 20h de YouTube, tiempo que no se corresponde con el tiempo de pantalla. Esto se debe a que suelo dormir dejando un podcast reproducirse. Pese a esto, el consumo por noche no ha sido superior al 5%, un dato brutal.
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Carga con cable Cargador de 65 W PD |
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15% |
5 minutos |
35% |
11 minutos |
50% |
25 minutos |
75% |
40 minutos |
100% |
57 minutos |
El dato no tan espectacular es que el sistema de carga rápida es de 45W. En lo particular no me molesta en absoluto: en 15 minutos se carga más de un 30%, en media hora supera el 50% y la carga completa tarda apenas 1 hora. No son 80 ni 120W pero, en un teléfono pensado para ser longevo, me parece una decisión correcta. Cuenta también con algo a los que los fabricantes se resisten en gama alta "no premium": carga inalámbrica.
Cámaras: una de cal, otra de arena
No tengo dudas: los móviles que andan a medio camino entre los 500 y los 1.000 euros son los más perjudicados en cámara. Por más de 500 euros esperamos una cámara de primer nivel, algo (casi) imposible si tenemos en cuenta que la gama alta premium casi triplica esta cifra. Desde Nothing nos indican que han querido apoyarse en el software para lograr una cámara mejor que la del año pasado, aunque también ha habido mejoras en hardware.
- Cámara principal: Sony IMX890, 50 MP, f/1.9, 24mm (wide), 1/1.56", 1.0µm, PDAF, OIS.
- Cámara ultra gran angular: Samsung JN1, 50 MP, f/2.2, 114˚, 1/2.76", 0.64µm, AF.
El sensor principal de este Nothing Phone (2) es el mismo que montan el OnePlus 11, el OnePlus Nord 3, o el OPPO Find N2 Flip. Un sensor orientado a la gama alta, pero bastante pequeño en comparación con los sensores de primera liga, que rozan la pulgada.
La aplicación de cámara convence bastante: es sencilla, tiene integración con Google Lens, no tiene más modos de los necesarios y tiene una interfaz sin mayores complicaciones. Tenemos acceso al modo RAW a través del modo Pro, aunque es un RAW de 12 megapíxeles, no aprovecha al completo el sensor.
Fotografías con la cámara principal
Seré directo: el Nothing Phone (2) no está al nivel fotográfico que esperaba. El gran cambio de esta generación está en el procesado de los algoritmos del HDR. Gracias al Snapdragon 8+ Gen 1 ahora es capaz de tomar ocho fotografías con distintas exposiciones y trata de balancear al máximo la imagen. Como puedes ver en la imagen superior, las zonas de sombras están bastante apagadas, y para evitar el ruido que se pueda generar en dichas zonas, se aplica un algoritmo denoiser muy, muy agresivo.
Ampliando en el siguiente ejemplo, apreciamos también una pérdida bastante notable de detalle en las zonas más esquinadas de la foto. De hecho, si te fijas en el recorte, observarás que la parte izquierda está relativamente nítida, mientras que la parte derecha está completamente borrosa.
Tampoco es demasiado precisa la colorimetría. Nos encontramos con una cámara que tiende a sobresaturar los verdes y naranjas en prácticamente cualquier escena, y con pequeñas distorsiones cromáticas en el propio cielo por las manchas que llega a generar el HDR.
Disparar a 50 megapíxeles no es una mejor solución. En este ejemplo observamos que el nivel de detalle es muy pobre, con un procesado completamente artificial. Del mismo modo, la IA parece haber detectado que hay flores en la escena, añadiendo un boost de saturación algo exagerado.
Si fotografiamos personas, los resultados son bastante aceptables. Aunque el boost de saturación naranja sobresatura la piel (la mujer de la fotografía es bastante más blanca de piel), hay cierto detalle fino en el pelo y mayor naturalidad que en el procesado de edificios, plantas, etc. No obstante, de nuevo, vemos problemas en el HDR: el cielo está completamente quemado y el resto de zonas de altas luces están descontroladas.
Por la noche, los resultados no mejoran. En esta escena, mucho mejor iluminada de lo que pueda parecer en la fotografía, la pérdida de detalle es brutal. Las altas luces del rótulo y faroles se pierden por completo, y nos encontramos ante un resultado (me atrevería a decir) inferior al del año pasado: hay algo raro con el procesado que estoy seguro se acabará arreglando en actualizaciones.
El disparo a 50 megapíxeles tampoco logra rescatar más detalle. La pérdida de nitidez en esquinas es aún más notable, no se recupera información del cielo ni las sombras de los árboles o balcones. Resultados algo sorprendentes viendo el músculo del sensor.
Fotografías con la cámara ultra gran angular y zoom
El ultra gran angular es sencillamente correcto, aunque está bastante lejos del nivel que podría esperarse en un móvil de este rango de precio. El nivel de detalle es más bajo de lo que nos gustaría y, si bien se ha trabajado muy bien la distorsión en esquinas, ni siquiera durante el día invita a usarlo mucho.
El zoom es digital de dos aumentos: nada de recortes en el sensor, al ser relativamente pequeño. Hay una inevitable pérdida de nitidez, aunque no llega a ser dramático. Siempre es de agradecer un botón integrado de 2x para tener algo de versatilidad, aunque no contemos con zoom óptico.
Modo retrato
El modo retrato no queda mal resuelto, aunque las altas luces sigan siendo la asignatura pendiente. En este modo tenemos incluso más sobresaturación y el bokeh no es demasiado natural, aunque el ejercicio con el recorte no queda mal resuelto.
Selfie
El selfie no se comporta nada mal, con un procesado más natural y con menos agresividad que el visto en la cámara trasera. La piel sigue con ese tono anaranjado que parece inherente a las decisiones a nivel de color que toma esta cámara. No obstante, es curioso como aquí sí hay un control de las altas luces, aunque la distorsión en esquinas sigue siendo muy notable.
Tengo claro que, en general, esta cámara necesita actualizaciones. El músculo está presente, el sensor es bueno, y el potencial existe. No obstante, hay trabajo por delante.
Vídeo
La grabación de vídeo tampoco hace justicia al sensor. Incluso en condiciones diurnas, hay algo de ruido en grabación 4K. La generación de artefactos también es alta, en parte ocasionada por los problemas con el HDR. El trabajo de estabilización óptica y digital es más que correcto y, en general, es una calidad de vídeo correcta, pero en la
Nothing Phone (2), la opinión de Xataka
Tengo sensaciones encontradas con este Nothing Phone (2), y es que no es sencillo explicar ni el concepto ni la evolución real que ha habido. Por el lado positivo, estamos ante una relación calidad-precio casi inmejorable: por 649 euros tenemos un gama alta con un rendimiento espectacular, una pantalla de tipo LTPO, autonomía espectacular, con una buena calidad de construcción y una ROM sencillamente sobresaliente tras corregir algunos de los errores de generaciones pasadas.
No obstante, al menos en el momento de su lanzamiento, la cámara es bastante inconsistente: en algunas fotografías está justo al nivel que se le pide a un teléfono de este rango de precio, pero en otras baja al nivel de un gama media estándar. Tampoco ha habido, bajo mi juicio, un avance especialmente rompedor relacionado con los LEDs traseros. Son diferentes, son curiosos, útiles en alguna ocasión... No obstante, tengo la sensación de que es una novedad que solo logró ese efecto wow el año pasado. Un año después, los LEDs no sorprenden ni suponen un valor añadido tan alto.
Nothing va por el buen camino: nos propone una alternativa al Google Pixel 7 con más potencia, mayor y mejor pantalla, mejor autonomía y unas configuraciones de memoria bastante ambiciosas. ¿El problema? En el rango de los 600/700 euros la cámara cobra más peso que nunca, ya que el ganador en este terreno gana bastantes puntos para ser la alternativa más recomendable.
8,9
A favor
- Guste o no el diseño, es el más diferencial del momento.
- La dupla software-hardware es impresionante.
- Muy buena autonomía.
En contra
- La cámara ha mejorado, pero no es la mejor por debajo de 700 euros.
- El apartado del sonido es mejorable
Imagen | Xataka
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