El primer Realme de gama alta dentro del segmento premium, así se autoproclama el Realme GT 2 Pro. El año pasado pudimos probar a fondo los Realme GT, Realme GT Neo 2 y Realme GT Master Edition. Todos ellos propuestas con potencia de sobra, pero con la cámara como principal pecado, ya que esta estaba más cercana a la gama media que a la de un móvil premium.
Realme ha sacado todo el arsenal con el GT 2 Pro: Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1, el mismo sensor de cámara del OnePlus 9 Pro, pantalla con resolución 2K recubierta por Gorilla Glass Victus y casi todo lo que se le puede pedir a un teléfono para competir con lo mejor del mercado. Analizamos a fondo el Realme GT 2 Pro y, ya te podemos adelantar, que es el mejor Realme que hemos probado.
Ficha técnica del Realme GT 2 Pro
Realme GT 2 Pro |
|
---|---|
Pantalla |
AMOLED de 6,7 pulgadas con tecnología LTPO 2.0 |
Procesador |
Snapdragon 8 Gen 1 |
Versiones |
8GB/128GB |
Cámaras traseras |
Principal: 50 megapíxeles IMX766 OIS, PDAF |
Cámara frontal |
32 MP |
Batería |
5.000 mAh |
Sistema |
Android 12 |
Conectividad |
5G |
Dimensiones y peso |
163.2 x 74.7 x 8.2 mm |
Otros |
Dolby Atmos |
Precio |
Desde 749,99 euros |
Diseño: quiero más teléfonos así
La parte trasera del Realme GT 2 Pro está fabricada con un bio-polímero que, según la compañía, reduce en un 35% la huella de carbono frente a otros materiales de construcción. Saliendo de tecnicismos, estamos ante un plástico reciclado que tiene la particularidad de ser ligeramente rugoso, una sensación muy similar a las famosas fundas Spigen. Es uno de los teléfonos más agradables de sujetar, ya que no resbala, apenas se ensucia y a nivel visual es bastante llamativo.
A nivel más personal, me sobra la firma de Naoto Fukasawa, artista japonés tras el diseño de esta trasera. Hay un recuadro específico y fuera del acabado rugoso para indicar la autoría, algo intrusiva y rompiendo, precisamente, con la continuidad del diseño. Sí que nos ha gustado el enorme recuadro que alberga las tres cámaras y los dos flashes traseros, recubierto por un pequeño cromado y sobresaliendo, aunque no en exceso, del cuerpo del terminal. Básicamente, por detrás es un Realme GT 2 Neo, pero bastante más refinado.
Si nos vamos a los laterales siguen las alegrías. Este GT 2 Pro tiene biseles de aluminio, con una botonera sobresaliente. El botón de encendido es ligeramente rugoso, algo que nos hace notar la calidad de construcción y mimo que se ha puesto en los detalles de este terminal.
Está justo en su sitio, por lo que el pulgar cae directo sobre él (siempre y cuando tengamos una mano grande). Los botones de volumen están en el lado izquierdo, ubicados también en la parte media para que sea fácil acceder a ellos. Puede parecer un detalle trivial, pero poner los botones en un lugar accesible es básico, y no son pocos los fabricantes que descuidan este aspecto.
En la parte inferior, bastante elegante, encontramos la bandeja para la tarjeta SIM, uno de los dos altavoces y el puerto tipo C. Casi todo buenas noticias tanto por detrás como por los laterales, y ya te adelantamos que cuando le damos la vuelta seguimos con una sonrisa en la cara.
Por delante el Realme GT 2 Pro es un gran ejercicio de aprovechamiento frontal. La barbilla inferior es mínima, hasta el punto de que si no tenemos el móvil muy pegado a la cara, la sensación es de completa simetría. El agujero frontal es bastante discreto, ubicado en la esquina superior izquierda del dispositivo.
Además, el panel es plano, por lo que no tocamos la pantalla directamente con los dedos al sujetarla. Las sensaciones no son fáciles de transmitir, pero el Realme GT 2 Pro transmite en todo momento que es un móvil bien hecho.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm²) | Volumen (cm3) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Realme GT 2 Pro | 163,2 | 74,7 | 8,2 | 228 | 6,71 | 5.000 | 121,91 | 99,61 |
Huawei Mate 40 Pro | 162,9 | 75,5 | 9,1 | 212 | 6,76 | 4.400 | 122,99 | 111,92 |
iPhone 13 Pro Max | 160,8 | 78,5 | 7,65 | 238 | 6,7 | 4.352 | 125,59 | 96,07 |
Samsung Galaxy S22 Ultra | 165,1 | 75,6 | 8,9 | 228 | 6,8 | 5.000 | 124,82 | 11,09 |
Xiaomi Mi 11 Ultra | 164,3 | 74,6 | 8,38 | 234 | 6,81 | 5.000 | 122,57 | 102,71 |
Sony Xperia 5 III | 157 | 68 | 8,2 | 169 | 6,1 | 4.500 | 106,76 | 87,54 |
OnePlus 9 Pro | 163,2 | 73,6 | 8,7 | 197 | 6,7 | 4.500 | 120,12 | 104,5 |
En cuanto al ejercicio de compactación, estamos ante un móvil bastante grande, pero es sorprendentemente ligero. Hablamos de un móvil que, pese a superar los 16 centímetros de alto y contar con una batería de 5.000mAh, pesa menos de 190 gramos. Esto, sumado a la pantalla plana y el acabado trasero, hace que sea uno de los claros ganadores en ergonomía dentro de los gama alta de gran tamaño.
Pantalla: gama alta en su máximo esplendor
Resolución 2K para 6,7 pulgadas, 525 ppi, tasa de refresco adaptativa desde 1 hasta 120 Hz, tecnología AMOLED y recubrimiento con Gorilla Glass Victus. Son buenas noticias, pero mejor noticia aún es que este panel es plano. Realme presume de lanzar al mercado la primera pantalla 2K AMOLED de tipo LTPO sin curvas y, bajo mi punto de vista, ojalá todas fuesen así, sin curvatura.
La pantalla del Realme GT 2 Pro está a la altura de lo esperado en la gama alta, aunque se ubica un pequeño escalón por debajo de rivales como el Samsung Galaxy S22 Ultra o el iPhone 13 Pro Max. Es un panel con buen brillo (pico máximo de 1.400 nits), muy nítido y con ángulos de visión destacables. Es asimismo bastante preciso a nivel de color, aunque no el más preciso que hayamos visto.
Su tasa de refresco es adaptativa desde 1 hasta 120 Hz, con una tasa de muestreo táctil que llega hasta los 1.000Hz, la tasa más alta que hemos podido probar. El muestreo táctil hace referencia a lo que tarda el panel en reaccionar a nuestro dedo por lo que, cuanto más alta, más capacidad de respuesta y menor tiempo de reacción.
Es por ello que hay un paso atrás que no nos ha gustado. Cuando no estamos jugando y, por tanto, no forzamos los 1.000 Hz, la tasa de muestreo es de 240 Hz. En el Realme GT 2 Neo esta era de 600 Hz. Esto implica que el modelo Neo da una sensación de fluidez mucho mayor, un importante paso atrás.
A nivel de configuración, podemos cambiar entre los modos intenso y suave, encontrándonos cómodos con la saturación del modo intenso, ya que el suave apaga bastante el color. Al contrario de lo que nos pasó con la familia GT, el brillo automático ya no es lento. De hecho, funciona de forma prácticamente perfecta, con un buen valor cuando salimos al sol y bajando como debe cuando estamos en condiciones sin apenas luminosidad.
Rendimiento: esto es un auténtico espectáculo
El Realme GT 2 Pro es uno de los primeros móviles en aterrizar en el mercado con el Snapdragon 8 Gen 1 de Qualcomm, una bestia de procesador que llega con un nuevo núcleo X2, así como los nuevos Cortex-A710 y A-510. Es un SoC de 4 nanómetros, que pinta bastante eficiente y potente sobre el papel. En el caso de nuestra unidad, le acompañan 12 GB de RAM y 256 GB de memoria interna, por lo que la combinación pinta bien.
A nivel de rendimiento el Realme GT 2 Pro es un espectáculo. Es sobresaliente, no hay pegas ni peros. Moviendo apps saca pecho en tiempos de apertura, transiciones entre distintas apps, carga de archivos... Pero cuando llegamos a los juegos, estamos ante una experiencia soberbia. A través del modo de juego de Realme podemos ajustar la sensibilidad de la pantalla, forzándola hasta los 1.000Hz.
REALME GT 2 PRO | HUAWEI MATE 40 PRO | IPHONE 13 PRO | SAMSUNG GALAXY S22 ULTRA | XIAOMI MI 11 ULTRA | SONY XPERIA 5 III | ONEPLUS 9 PRO | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR | Snapdragon 8 Gen 1 | Kirin 9000 | Apple A15 Bionic | Exynos 2200 | Snapdragon 888 | Snapdragon 888 | Snapdragon 888 |
RAM | 12 GB | 8 GB | 6 GB | 12 GB | 12 GB | 12 GB | 12 GB |
GEEKBENCH 5 | 1.232 / 3.566 | 921 / 3298 | 1.736 / 4.518 | 1.171 / 3.574 | 1.031 / 3.538 | 1.132 / 3.634 | 1.105 / 3.603 |
3D MARK (SLING SHOT) | (Maxed out) | (Maxed out) | - | 9.226 | (Maxed out) | (Maxed out) | (Maxed out) |
PCMARK (WORK) | 12.875 | 9.173 | - | 14.043 | 11.113 | 11.857 | 11.919 |
Hemos jugado a propuestas como Genshin Impact con los gráficos al máximo, a 120 Hz y con la tasa de muestreo a tope. Es difícil describir tal sensación de fluidez, y es que el panel se mueve a la mínima que acariciamos el panel con el dedo. Es un móvil para jugar durante horas y horas, aunque hemos notado que se calienta con facilidad.
No llega a quemar, ni mucho menos, pero no tarda más que unos pocos minutos en alcanzar temperatura. El terminal tiene cámara de vapor para mantenerla estable, y lo consigue, manteniéndose siempre por debajo de los 46 grados.
Software: Android 12 en su justa medida
Realme UI evoluciona a su versión 3.0 para adaptarse a los estándares de Android 12. Estamos ante la misma ROM de la generación pasada, aunque tenemos los temas automáticos de Android 12, por lo que al cambiar el fondo de pantalla cambian los colores de acento. Por lo demás, estamos ante una ROM muy limpia, con un poco de bloatware que podemos desactivar y una cantidad de personalización más similar al de una Custom ROM que al de un fabricante Android.
Podemos cambiar el icono de batería, los iconos de la barra de estado, diseño de las apps, animaciones, panel de notificaciones, e incluso las animaciones del lector de huellas. Es una ROM que hereda funciones de OxygenOS (sin llegar a ser aún la ROM fusionada del grupo OPPO), pero que disfrutarás bastante si eres amante de la personalización.
Volvemos a hacer una pequeña crítica en lo abrumadora que puede ser la cantidad de submenús que tiene cada menú principal. Todo está bien organizado, aunque es bastante denso.
En definitiva, una ROM muy completa, limpia y que aunque requiere un tiempo para familiarizarse con todas las funciones que incluye, acaba convirtiéndose en una opción muy a tener en cuenta.
Biometría
A nivel biométrico volvemos a tener buenas noticias con Realme. El lector de huellas funciona de forma casi inmediata, sin apenas retraso y con una tasa de error bastante baja. De hecho, en esta semana de uso no me ha fallado un solo día, lo cual son grandes noticias.
Este lector no llega solo, ya que tenemos un reconocimiento facial que también funciona de forma rápida. Recordar que es una opción menos segura, ya que se hace mediante tecnología 2D y no con un escaneo profundo del rostro. No obstante, es una función adicional para aquellos momentos en los que no podemos usar el lector de huellas.
Autonomía: un día de uso sin menor problema
Las cifras de batería son las mismas del Realme GT 2 Pro: 5.000mAh y una tecnología de carga rápida de 65W. A nivel de cifras, tenemos facilidad para superar las siete horas de pantalla, números excelentes para un móvil tan potente y con un panel tan brillante. Por lo general hemos estado más cerca de las 6 horas, ya que este móvil invita a jugar bastante, y el Genshin Impact consume lo suyo. Con uso moderado podemos incluso superar las 8 horas de pantalla.
Respecto al tiempo de carga, en apenas media hora tenemos la batería de 5.000mAh cargada al completo, una cifra impresionante. En cuanto conectamos el cargador empieza a subir el porcentaje de batería de forma disparada, con algo más de un 30% en apenas 10 minutos.
Sonido: dos altavoces que no terminan de brillar
El sonido es uno de los apartados en los que este terminal tiene margen de mejora. Encontramos un altavoz en la parte superior y otro en la inferior, contando así con sonido estéreo. Supera los 100 decibelios y es de calidad, aunque le falta presencia de graves y algo más de contundencia.
A nivel de software encontramos integración con Dolby Atmos, pudiendo ajustar distintos perfiles de sonido. No contamos con jack de auriculares, algo previsible en esta gama de terminales.
Cámara: el mayor salto en la historia de Realme
Realme por fin se ha puesto las pilas en cámara, el punto débil de todos sus terminales, incluso los que aspiraban a la gama alta. En este Realme GT 2 Pro contamos con el Sony IMX 766 de 50 megapíxeles, acompañado de un sensor ultra gran angular también de 50 megapíxeles, aunque firmado por Samsung. Por último, contamos con una cámara microscópica de 40 aumentos que ya te adelantamos que nos ha sorprendido
Antes de hablar de los resultados repasaremos la app de cámara, bastante completa, rápida e intuitiva. Los modos de retrato, vídeo y noche están muy a mano, así como los controles para el HDR, la relación de aspecto de la fotografía o el flash.
Cuenta con modo interesantes, como un modo profesional, capacidad para grabar vídeo con la cámara frontal y trasera al mismo tiempo o fotografías panorámicas a 150 grados. Es muy rápida disparando, como más adelante veremos, y la experiencia general ha sido sobresaliente.
Fotografía diurna
Realme por fin se acerca a los resultados de un iPhone 13 Pro, S22 Ultra o Google Pixel 6. Hay todavía que pulir el procesado, pero ya no está tan lejos de la gama alta premium. En fotografía diurna encontramos como puntos positivos un balance de blancos y colorimetría que rozan la perfección. Los colores en Realme han sido un problema durante años, y ahora son sorprendentemente precisos.
El punto negativo es que, pese a que las fotografías tienen mucho detalle, este es bastante artificial. El sharpening es muy agresivo, haciendo que al ampliar mucho la imagen no quede tan bien resuelta como el IMX766 podría hacer. No obstante, el resultado general de la fotografía es espectacular, con un buen rescate de sombras, un genial trabajo del HDR controlando las altas luces y un buen equilibrio general. En tiempos de fotografía computacional es habitual ver fotografías artificiales, por lo que solo pedimos un poco menos de detalle artificial en próximas actualizaciones.
Otro de los puntos positivos en esta generación, es que los algoritmos de reducción de ruido no son agresivos, al contrario de lo que vimos con el Realme 9 Pro+. Es difícil encontrar efecto acuarela, y apreciamos cierta parte del detalle natural si ahondamos en las escenas.
El ultra gran angular se comporta de forma bastante digna. De hecho, no pierde demasiada calidad respecto al sensor principal, si bien los resultados están un escalón por debajo. Tenemos fotografías muy luminosas, de nuevo con detalle artificial, pero más que digno teniendo en cuenta el propósito de este sensor.
Modo microscopio
Si soy completamente honesto, el modo macro que montan la mayoría de teléfonos me tiene bastante cansado, pero el modo microscopio de Realme es una pasada. Utiliza los dos flashes traseros junto al sensor microscópico para, literalmente, funcionar como si fuera uno.
Tenemos que pegar la cámara a los objetos para ver muy, pero que muy cerca de ellos, y los resultados son muy llamativos. No es una cámara que ofrezca fotografías con una máxima nitidez, pero nos permite ver el polvo en una pieza de fruta, las ebras de un paño, o cualquier partícula superficial en la capa de un objeto. Es un modo muy divertido, diferente y que, aunque tengo la sospecha de que no usaremos mucho en el día a día, aporta valor al conjunto.
Modo retrato
El modo retrato de Realme también ha mejorado sustancialmente respecto a la anterior generación. Sorprende lo rápido que dispara, habiendo probado incluso con objetos pequeños en movimiento para comprobar si era capaz de aislarlos en el mapa de profundidad. Otro punto que sorprende es cómo se respeta el ruido del sensor en la capa de desenfoque, para evitar que el bokeh quede completamente plano y artificial.
No es perfecto y se puede dejar algún pequeño elemento fuera del mapa, pero en general es muy preciso con los elementos más finos de la imagen, logrando aislarlos a un nivel que, móviles más caros, no consiguen. El HDR también funciona de forma destacable y el procesado de la imagen no difiere demasiado respecto al disparo normal.
Fotografía nocturna
Por la noche la cámara del Realme tiene dos personalidades totalmente distintas. Por lo general, en los últimos años hemos visto que el modo noche sirve para mejorar la iluminación de las escenas y rescatar algo más de detalle, pero sin mostrar un cambio radical entre una foto y otra.
Realme nos ofrece fotografías completamente diferentes, dos tipos completamente distintos de procesado. Las fotografías sin modo noche son muy planas, con poco detalle y un look que nos recuerda a lo visto en las generaciones anteriores.
Al activar el modo noche el procesado es mucho más duro, bastante al estilo Google, haciendo que las fotografías cambien por completo. Tan curiosa es la diferencia, que realmente el modo noche no capta más luz, sino que es más agresivo con las altas luces y los bordes de la imagen.
Selfie
El selfie del Realme GT 2 Pro es correcto, aunque aquí no ha terminado de convencernos el trato que se hace con la piel ni encontramos un modo retrato tan fino como el de la cámara trasera. También hemos notado que le cuesta un poco enfocar y, si nos movemos lo más mínimo, es fácil que la foto acabe saliendo movida.
Vídeo
El Realme GT 2 Pro puede grabar hasta en 8K, pero es en 4K y 1080 donde se encuentra cómodo. El vídeo es estable gracias al OIS, pero el procesado de la imagen no es tan notable a nivel de colorimetría y aspecto general. Realme ha dado un importante salto respecto a la generación anterior, pero en este aspecto sí que queda más lejos que el resto de competidores en la gama más alta.
Realme GT 2 Pro, la opinión de Xataka
Realme ha conseguido ponerse por fin a la altura de la gama alta. Tiene un móvil con el mejor procesador del mercado, con un desempeño fotográfico en la línea de otros gama alta bastante más caros (salvando las distancias en vídeo), carga de 65W y un panel 2K de tipo LTPO que también roza con los dedos la máxima exigencia.
Nos ha faltado presencia de teleobjetivo, una mejor grabación de vídeo y un sonido de mayor categoría, pero en términos generales ofrece todo lo que debe ofrecer un gama alta: potencia, pantalla impecable y un apartado fotográfico de altura.
9.2
A favor
- El rendimiento es espectacular.
- A nivel de diseño convence, y mucho.
- La batería y la carga rápida son una gran combinación.
En contra
- El audio necesita cierta mejora.
- La cámara pide más zoom a gritos.