Que no sea por opciones. La llegada en forma de tsunami de portátiles de manos de algunos de los fabricantes de smartphones más vendedores ha provocado que el consumidor tenga a su alcance una gama de equipos buenos, bonitos y baratos como nunca antes.
El Realme Book es el último en llegar al mercado con unos argumentos más que notables: pantalla, ficha técnica muy equilibrada y una apuesta clara por un diseño que capture nuestra mirada a la primera. Y lo hemos probado.
Ficha técnica del Realme Book
Realme Book | |
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DIMENSIONES Y PESO | 307,21 x 228,96 x 14,9 - 15,5 mm |
PANTALLA | IPS 14" QHD (2.160 x 1.440 px) // Formato 3:2, 400 nits, 100% sRGB |
PROCESADOR | Intel Core i5-1135G7 |
GPU | Intel Iris Xe |
MEMORIA RAM | 8 / 16 GB LPDDR4x a 4.266 MHz |
ALMACENAMIENTO | 512 GB SSD PCIe |
SISTEMA OPERATIVO | Windows 10 Home 64 |
BATERÍA | 54 WHr con Dart Charge a 30 W |
CONECTIVIDAD | WiFi 6 |
PUERTOS | 1 x USB Type-C (USB 3.2 Gen 2) |
OTROS | Altavoces estéreo DTS y Lector de Huellas |
PRECIO | Desde 599 euros |
Un diseño atractivo ... y conocido
Aunque todo depende de los gustos particulares, el Realme Book, de manera general, podemos decir sin miedo a equivocarnos que es un portátil visualmente atractivo ... pero también algo más de lo mismo.
Realme, sin experiencia previa ni tampoco línea propia de diseño a seguir, adopta algo de aquí y algo de allá para configurar su primer portátil. Hay algo de Apple pero sobre todo mucho de Huawei y sus Matebook.
Sea como fuere, el resultado me gusta. El acabado en aluminio está bien rematado, se ha atendido a los detalles y al final podemos estar hablando de un portátil de 14 pulgadas bastante compacto, grosor de menos de 1.5 cm y un peso de 1.38 kg.
El modelo que hemos probado, con tono azul oscuro que se mantiene también en el interior del equipo, es muy llamativo. Aguanta bien las huellas y es completamente liso, solo alterado por la marca que no viene serigrafiada sino grabada sobre la carcasa.
La parte de identificación biométrica se centra en un lector de huellas situado en el botón de encendido, colocado entre el teclado y la pantalla, en la esquina superior derecha. El funcionamiento es rápido y seguro, lo hubiéramos echado mucho de menos de no haber contado con él.
En cuanto a la conectividad, es uno de los puntos más flojos de este equipo y aunque está dentro de lo esperado en este rango de precios y tipo de portátil, echamos de menos al menos un puerto HDMI.
En el lado derecho disponemos del puerto de auriculares y un puerto USB-A 3.1 Gen1, mientras que en el lado derecho queda sitio para dos puertos USB-C. Pero no son idénticos. Uno de ellos es 3.2 Gen 2 mientras que el otro si que admite la interfaz Thunderbolt 4. Esta "ventaja" solo aplica en el modelo del Realme Book que cuenta con el procesador Intel Core i5, al igual que la conectividad Wifi 6.
En los laterales del portátil no hay salida de aire que valga, y todo el sistema de refrigeración se concentra en la bisagra de la pantalla y la parte inferior, donde contamos con un pie de goma longitudinal para facilitar el paso del aire además de dar espacio para que el sonido de los dos altavoces situados en la parte inferior del portátil pueda ser disfrutado en plenitud. Pero hablaremos más concretamente de este aspecto tras comentar el gran punto fuerte del equipo: la pantalla.
Una pantalla todoterreno ... pero con resolución 2K
El Realme Book apuesta de lleno por una pantalla ante todo productiva. Su diagonal de 14 pulgadas y el formato 3:2 da mucho juego para estudiantes o trabajadores no especializados que quieren un equipo solvente, cómodo de llevar y cuyo precio está situado entre los 600 y los 850 euros.
El panel, IPS con un buen brillo de 400 nits, ofrece una resolución de 2.160x1.440 píxeles. Como hemos indicado, son datos muy óptimos para trabajar en movilidad y los cuales penalizan el aspecto multimedia del equipo pese a que la pantalla resulta bastante inmersiva.
Y es que el ratio de pantalla/cuerpo es del 90%, lo que nos da una idea muy fiel de la excelente reducción de marcos, especialmente en los laterales e incluso el superior, donde pese a ello hay todavía espacio para una webcam. La resolución de la misma, de 720p, y la calidad que ofrece, no es especialmente destacable.
Las bisagras de la pantalla parecen robustas y permiten una completa libertad de inclinación de la pantalla, desde el cierre completo hasta prácticamente los 180 grados, algo que no es demasiado habitual y que viene muy bien en ultrabooks que queremos usar sobre las rodillas, por ejemplo.
En el apartado técnico, la pantalla del Realme Book es bastante estándar: 60 Hz de frecuencia de refresco, cobertura del 100% del espacio sRGB y contraste de 1500:1. Cumple con su propósito general, con reflejos no muy marcados, buenos ángulos de visión y sin fallos aparentes pero no es una pantalla para tareas que requieran de fidelidad máxima ni tampoco para jugar.
Que sea un panel con acabado brillante ya sabemos que resulta muy espectacular cuando reproducimos contenido multimedia y no hay peligro de incómodos reflejos. Ahí entra en juego el sistema de sonido.
En este Realme Book no se opta por dejar sitio a los altavoces a los lados del teclado. El sistema de dos altavoces, firmados por Harman, quedan situados en la parte inferior. Pese a ello, el sonido, con soporte DTS, es potente, nítido y aunque le hubiera sentado genial algo más de refuerzo de graves, es un buen complemento para la reproducción de contenido en su pantalla.
Aunque hemos adelantado que la cámara web, para variar, no es nada destacable por calidad ni resolución, sí que queda bien complementado por el sistema de micrófonos para las videollamadas, que se valen de una gran gestión de la reducción de ruido que podemos configurar vía app.
Configuración estándar para un portátil de consumo
Realme se nota que es un fabricante que viene del mundo del smartphone. Basta mirar las opciones de configuración, que se basan en diferentes bloques conjuntos de procesador, RAM y memoria interna.
Las dos opciones de procesador son el Core i3 y Core i5, mientras que para la memoria interna hay dos cantidades para elegir: 256 y 512 GB. En ambos casos contamos con 8 GB de RAM así como una versión, la más completa, con Core i5, 512 GB de memoria interna y 16 GB de RAM. Como vemos, todo muy estándar y básico.
En Xataka hemos analizado el rendimiento de la versión con Core i5 y 8 GB de memoria RAM. A estas alturas de 2021 es una configuración que no podemos considerar más que de entrada y básica.
Pero dado que el objetivo principal de este equipo no es el de ser un portátil de uso profesional específico sino algo más generalista y centrado en el mercado de consumo (hogar, estudiantes, ofimática ...), sus resultados son correctos.
En el uso cotidiano es un equipo solvente, con cifras de rendimiento estándar, como los 4900 y 3000 puntos en las pruebas Home y Work de PCMark 8 o los casi 5300 y 1264 puntos en los test Multi Core y Single Core en Cinebench R23.
De sus componentes internos, el SSD es de lo mejor que encontramos, con unas buenas velocidades de lectura y escritura, que alcanzan los 3112 y 1848 MB/s en los test.
A nivel de gráficos, la versión que hemos probado es la que recomendamos por el extra de rendimiento gráfico que conseguimos gracias a la Intel Iris Xe, cosa que no pasa con el modelo con el chip Intel Core i3.
En 3DMark Night Raid y Fire Strike, este Realme Book obtuvo 16400 y 1580 puntos respectivamente.
A pesar de que el Realme Book no prescinde de los ventiladores para la refrigeración, su sonoridad no es nada problemática en tanto que no es habitual en las tareas comunes de uso de este portátil ese activen de manera intensa. Tampoco lo es el calor generado, que se centra en la parte inferior y también sobre el teclado, pero sin llegar a valores que puedan suponen una incomodidad para su uso.
Batería ajustada a su capacidad
El Realme Book dispone en su interior de una batería de capacidad también estándar, como casi todo lo que estamos viendo que ofrece este portátil de consumo en su ficha técnica. Son 54 Wh de batería con compatibilidad con Dart Charge de 30 W.
Con esa cifra y la resolución/brillo de la pantalla, este Realme Book nos permite una autonomía de entre 4.5 y 6 horas. Esas cifras las alcanzamos de media con un uso mixto que incluye conectividad siempre activa, brillo alrededor del 30-40% y tareas principalmente de navegación, ofimática y redes sociales. Si abusamos de la reproducción de contenidos podemos subir un poco más esa autonomía.
La autonomía solo correcta queda algo matizada por la carga rápida que nos permite tener casi el 50% de la batería lista en poco más de media hora mientras que para la carga completa se requieren 96 minutos según nuestras mediciones desde el 3% de batería.
La carga es exclusiva vía USB-C y las pruebas las hemos realizado con el cargador que viene de serie, de 65W.
Teclado cómodo y touchpad muy preciso
Realme también adopta para el teclado una configuración que ya conocíamos de los portátiles de Huawei y Honor. Estamos ante un teclado compacto pero de teclas grandes y que cubre algunas teclas clásicas recurriendo a las teclas de función. Cuestión de hacerse a la idea y acostumbrarse.
Las teclas presentan un buen recorrido de 1.3 mm, con respuesta rápida y agradable aunque me ha parecido un teclado que puede mejorar en la estabilidad lateral de las teclas. El sonido en uso es bastante reducido y escribir largos periodos de tiempo no supone fatiga alguna.
El teclado es retroiluminado con 3 niveles de luminosidad seleccionables de manera manual y una buena visualización favorecida por el tono oscuro del teclado y la serigrafía clara.
En cuanto al touchpad, tiene unas dimensiones considerables para el tamaño general del portátil y su tacto es muy suave, agradable y preciso, tanto para los clics como especialmente para lo gestos, contando con soporte para Windows Precision Touchpad.
Realme Book, la opinión y nota de Xataka
Que un portátil sea barato o al menos asequible no tiene por qué suponer que se descuide ni el diseño ni la calidad de la pantalla. Por eso, tanto el diseño como la ficha técnica equilibrada de este Realme Book es la combinación a destacar cuando hablamos de un portátil de consumo que tiene un precio de partida de 600 euros.
El modelo que recomendamos supera esa cantidad de dinero, pero resulta mucho más interesante a pesar de que no tenemos ni una cantidad de RAM ni de almacenamiento muy destacada. Solo normal. Menos básico es el diseño muy cuidado y sobre todo la pantalla, con formato 3:2, buen brillo, reproducción de color y una resolución 2K bien acompaña por unos decentes altavoces.
8,6
A favor
- Cuidado diseño y acabado
- Pantalla 2K de buena calidad
- Teclado y touchpad
En contra
- Ficha técnica algo justa para su precio
- Autonomía corta para quien lo use en el trabajo
- Conectividad limitada
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas