Si hay un wearable popular en este mundo es la Xiaomi Mi Band, que ahora se llama oficialmente Mi Smart Band pero para qué engañarnos, todos vamos a seguir llamándola Mi Band. La compañía china lo petó con la Mi Band original, lo hizo de nuevo con la Mi Band 2 (que tenía pantalla), lo volvió a hacer con la tres, con la cuatro (que sumó una pantalla a color), con la cinco y ahora tenemos en nuestras manos la Mi Smart Band 6, una pulsera cuantificadora que aspira al trono de los wearables baratos.
En Xataka llevamos ya una semana con esta pulsera en nuestra muñeca. Hemos estado usándola día a día, la hemos llevado mientras hacíamos ejercicio y, en definitiva, la hemos puesto a prueba para traeros este, su análisis. ¿Cómo se comporta la Mi Smart Band 6? ¿Qué ofrece? Pues vamos a verlo, aunque un pequeño spoiler: es un wearable más que correcto, aunque muy lejos de ser perfecto.
Ficha técnica de la Xiaomi Mi Smart Band 6
XIAOMI MI SMART BAND 6 | |
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DIMENSIONES Y PESO | 47,4 x 18,6 x 12,7 mm |
PANTALLA | AMOLED de 1,56 pulgada |
SENSORES | Sensor de frecuencia cardíaca PPG |
BATERÍA | 125 mAh |
CONECTIVIDAD | Bluetooth 5.0 |
RESISTENCIA | 5 ATM |
COMPATIBILIDAD | Android 5.0 o superior |
OTROS | Monitorización de frecuencia cardíaca |
PRECIO |
Mi Smart Band 6 *1.56 Pantalla Completa Amoled* 30 Modos de Entrenamiento* Monitor SpO2* Resistente al Agua hasta 50 m* Aplicación Conection Mi Wear y Mi fit
Diseño: el mismo aspecto de siempre
Comenzamos por el apartado estético, donde realmente no hay mucho que contar. No por nada, sino porque la Mi Smart Band 6 tiene unas especificaciones y características casi idénticas a la Mi Smart Band 5. Ambos dispositivos pesan más o menos lo mismo (11,9 gramos la Mi Smart Band 5 y 12,8 gramos la Mi Smart Band 6), tienen unas dimensiones similares (la Mi Band 6 es algo más gruesa) y tienen las mismas líneas de diseño. Salvando el tamaño de la pantalla, ambas pulseras se sienten igual.
Como todas las Mi Smart Band, la pulsera de Xiaomi consta de dos partes: la pastilla y la correa. La pastilla puede sacarse de la correa para cambiarla o limpiarla sin mayor problema, y salvo para eso no habrá necesidad de sacarla para nada más, ya que Xiaomi ha implementado el mismo sistema de carga visto en la Mi Smart Band 5: un acople magnético que se adhiere a la parte inferior. Es decir, que no hay que sacar la pastilla de la correa para cargarla.
La pastilla está hecha de policarbonato y la correa está hecha de TPU (poliuretano termoplástico). La sensación de la correa es buena. No es la más premium que hemos probado, pero es mejor que la de los relojes Amazfit más baratos. Es suave y relativamente gomosa. Tiene una longitud ajustable de 155-219 mm. La hebilla, por su parte, está hecha de aleación de aluminio y ofrece una buena resistencia a la apertura, salvo que apliquemos más presión de la cuenta.
En la parte superior de la pastilla tenemos la pantalla, de la que hablaremos más adelante, pero de la que podemos adelantar que le da un toque más elegante gracias a su mayor tamaño. Está recubierta por un cristal templado con revestimiento antihuellas que, francamente, ojalá funcionase un poquito mejor.
En la parte inferior, por otro lado, tenemos los pines para el sistema de carga y el sensor de ritmo cardíaco PPG con pulsioxímetro. En lugar de estar integrado en la propia pastilla, Xiaomi los sigue poniendo en una pequeña protuberancia que no se nota al llevarla puesta. Y esto es todo, ya que no tenemos ni micrófono, ni altavoz, ni botones de ningún tipo a lo largo y ancho de la pastilla.
La pulsera es cómoda, muy cómoda, y ligera. Apenas se nota que la llevamos puesta ni en el día a día, ni al dormir ni al hacer deporte. No se siente particularmente premium, pero tampoco es que estemos pagando por ello. Es, en pocas palabras, una Mi Smart Band 5 más grande y con sensor SpO2. No hay cambios destacables en lo que a calidad de construcción se refiere, pero como suele decirse: si algo funciona, no lo toques.
Pantalla: ahora es más grande
Y pasamos al que, sin lugar a dudas, es el punto más llamativo de la nueva Xiaomi Mi Smart Band 6: la pantalla. Y es que si la Mi Smart Band 5 tenía un panel AMOLED de 1,1 pulgadas (que ahora encontramos en el módulo de la cámara del Mi 11 Ultra, por cierto), la pantalla de la Mi Smart Band 6 crece hasta las 1,56 pulgadas, lo que supone aproximadamente un 50% más de área de visualización.
Eso también redunda en una mayor resolución, que pasa de los 126 x 294 píxeles de la Mi Smart Band 5 a 152 x 486 píxeles, lo que se traduce en 326 píxeles por pulgada, una cifra para nada desdeñable. La calidad de la pantalla es indiscutible: se ve muy bien, el nivel de detalle es fabuloso y a una distancia prudencial es imposible apreciar los píxeles de los iconos. Es, en definitiva, una buena pantalla.
Tener un tamaño mayor ayuda a que sea más sencillo leer los textos de las notificaciones y a que la pulsera sea más elegante. Además, el frontal está relativamente bien aprovechado, si bien es cierto que sigue habiendo marcos bordeando el panel. La respuesta de la pantalla es correcta, y menos mal, porque como decíamos anteriormente no hay botones físicos en ningún lado: todo se hace mediante gestos.
El cristal que recubre el panel está ligeramente curvado y eso redunda en algunos destellos no deseados. Sin embargo, estos destellos ocurren en los bordes, no en la pantalla, por lo que no son incómodos en la práctica. La pantalla, en definitiva, se ve bien, pero tiene un pequeño gran problema: no tiene brillo automático.
Y es un problema porque si bien es cierto que el nivel de brillo máximo de la pulsera es muy alto, el nivel intermedio, que es el que usaremos en interiores y la mayor parte del tiempo, no lo es tanto. En otras palabras, nos veremos obligados a estar constantemente cambiando el nivel de brillo conforme salgamos o entremos de casa. Y si fuera rápido pues no habría mayor problema, pero tendremos que dar hasta cuatro pulsaciones para llegar al ajuste concreto que nos permite modificar el brillo. Una verdadera pena.
En cuanto a las opciones de personalización, desde la app para smartphones podemos acceder a un catálogo enorme de carátulas. Podemos elegir una de las tantísimas que hay disponibles como seleccionar una plantilla y crear nuestra propia carátula con una imagen de la galería. Las opciones son virtualmente ilimitadas. Algunas de las carátulas tienen widgets interactivos, por lo que si pulsamos en los iconos abriremos rápidamente la app que representan, como la frecuencia cardíaca o el tiempo.
Rendimiento: sigue siendo una Mi Smart Band
Y ahora que ya lo hemos visto por fuera, vamos a hablar del interior y de cómo se comporta la pulsera en el día a día. Antes de nada, la compatibilidad: la Mi Smart Band 6 es compatible con iOS y Android y se sincroniza con el móvil mediante la app Mi Fit (App Store / Google Play). Es la misma app que se usa para conectar todas las anteriores pulseras de la compañía, por lo que sin novedades en este aspecto.
Dicho lo cual, vamos con la pulsera. Como indicábamos anteriormente, la Mi Smart Band 6 no tiene botones de ningún tipo, por lo que todo, absolutamente todo, lo haremos mediante gestos. Los que tenemos disponibles son los siguientes:
- Deslizar hacia arriba o abajo abrir el cajón de aplicaciones.
- Deslizar hacia la derecha o la izquierda: desplazarnos por los accesos directos.
Fácil y sencillo, como podemos ver. Desde la aplicación Mi Fit podemos añadir hasta seis accesos directos (seis pantallas de widgets) en la pulsera y modificar el orden en el que se muestran. Mi recomendación personal es que añadáis, como mínimo, el de notificaciones y el de tomar una foto, ya que son bastante útiles, pero a gusto del consumidor.
Esto mismo puede hacerse con las aplicaciones. Como en todos los wearables de este tipo, las aplicaciones preinstaladas son las únicas que hay disponibles, por lo que no podemos añadir más desde otras fuentes como Google Play o App Store. Son las que son y son las que hay. Por fortuna, tenemos todo lo necesario para explotar la pulsera al máximo.
Así pues, las apps que tenemos disponibles son estado, PAI, ritmo cardíaco, oxígeno en sangre, notificaciones, entrenamiento, actividades, estrés, respiración, recordatorio de evento, alarma, tiempo, música, tomar una foto, reloj mundial, cronómetro, temporizador, encontrar teléfono, ciclo femenino y configuración. Desde Mi Fit podemos reorganizarlas u ocultar las que queramos, algo que, personalmente, agradezco ya que ayuda a tenerlo todo más ordenado en la pulsera.
Siguiendo con las cosas que nos permite hacer Mi Fit, podemos programar el gesto de levantar la muñeca para despertar la pantalla (consejo: hacedlo y evitaréis deslumbramientos incómodos a media noche), activar el bloqueo de la pulsera y programar el modo nocturno, que atenúa el brillo de la pantalla entre las horas que establezcamos. Desde la propia pulsera, además, podemos programar el modo "No molestar".
Y ahora sí, vayamos con la pulsera. La navegación es fluida y suave. No hemos notado tirones de ningún tipo, incluso cuando hacemos scroll rápido por el cajón de aplicaciones. La conexión es estable y no nos ha dado problema alguno durante esta semana de uso. La experiencia ha sido positiva, en pocas palabras, aunque debo reconocer que alguna que otra vez he echado en falta tener un botón lateral para apagar la pulsera o volver a la pantalla anterior. Es una cuestión de gustos.
Uno de los problemas con los que nos hemos topado en el día a día tiene que ver con el tamaño de los textos en la app de ajustes. Hay algunos, como "Resetear de fábrica" o "Desbloqueo de pantalla" que no caben en la pantalla. Xiaomi, en lugar de poner un salto de línea, ha optado por un sistema de texto con desplazamiento, por lo que tienes que quedarte esperando a que el texto, que no se mueve precisamente rápido, se vaya mostrando para saber qué ajustes es exactamente. Si fuera solo uno, vale, pero es que casi todos los textos de los ajustes se muestran así. Para muestra, el GIF bajo estas líneas.
Otro problema es el ajuste del brillo. Como decíamos en el apartado anterior, la Mi Smart Band 6 no tiene brillo automático, por lo que tendremos que estar ajustándolo todo el rato según nos movamos de exteriores a interiores. Habría estado bien poder poner un acceso directo a este ajuste en concreto, pero no. En su lugar, tenemos que abrir el cajón de aplicaciones, ir a los ajustes, luego a brillo y modificarlo manualmente. Es un proceso quizá algo más tedioso de la cuenta.
En cuanto a las apps, repasaremos enseguida las relacionadas con la salud, pero antes hablemos del control de música y de la cámara. El control de música funciona con cualquier app musical que usemos en nuestro smartphone. No podemos almacenar canciones en la pulsera, sino pausar/continuar o cambiar a la siguiente canción o a la anterior. Es básico, pero funciona. Además, minipunto para Xiaomi por permitir controlar la música mientras hacemos deporte.
El control de la cámara, por su parte, funciona bastante bien. No muestra la imagen que está capturando la cámara, sino que permite sacar fotos a distancia. Eso sí, para que funcione tenemos que abrir manualmente la app de cámara en el móvil y, entonces, abrir el obturador remoto en la pulsera. Dicho esto, el rendimiento es bueno y funciona tanto con la cámara trasera como con la delantera. También con el modo vídeo, aunque a medias: podemos iniciar la grabación, pero no pausarla o detenerla.
Pasamos así a las apps de salud. La primera es la monitorización de la frecuencia cardíaca. Podemos elegir que nos la detecta cada 30, diez, cinco, un minuto o manualmente. A menor intervalo, más nivel de detalle pero más consumo de batería. También podemos activar el control de pulsaciones durante la actividad para que si la pulsera detecta que estamos haciendo deporte aumente la frecuencia de medición, así como las alertas de ritmo cardíaco (más bajo o alto de la cuenta). El sensor es sorprendentemente preciso. No hemos notado picos extraños ni nada por el estilo ni en el día a día ni al hacer deporte con una intensidad media.
Luego tenemos la medición de sueño, que también se nos antoja bastante precisa, al menos si nos ceñimos a nuestro estado anímico al día siguiente. La pulsera detecta bien las horas de sueño y las siestas, desglosa la sesión por fases y, si así lo tenemos activado, mide la calidad del sueño en tiempo real usando el pulsioxímetro. Eso, dicho sea de paso, consumirá batería.
Y hablando del pulsioxímetro, hablemos del nivel de oxígeno en sangre. La pulsera no tiene medición en tiempo real como la OPPO Band o la Huawei Band 6. Tendremos que hacernos las pruebas manualmente a lo largo del día. El único momento en el que funciona de forma continuada es durante el sueño (podrás ver la luz roja del sensor encendida), algo que tendremos que activar nosotros en Mi Fit.
Seguimos con el estrés. La pulsera mide automáticamente cada cinco minutos nuestra tensión para determinar cuán estresados estamos y, de nuevo, ciñéndonos a nuestro estado anímico, podemos decir que es una métrica precisa. Detecta bien nuestros picos de estrés y así lo refleja, aunque también es cierto que durante esta semana no he tenido crisis existenciales que me hayan puesto de los nervios. En cualquier caso, es una función más o menos anecdótica que sirve como excusa para usar los ejercicios de respiración incluidos en la pulsera.
Y todo esto redunda en la métrica PAI, que ya conocemos de otras pulseras y relojes de Xiaomi. Es una puntuación personal única que se basa en los datos de ritmo cardíaco y otros datos de carácter fisiológico. La idea es que si hacemos deporte y somos activos conseguiremos puntos PAI. El objetivo es conseguir 100 puntos a la semana. Es, en pocas palabras, una forma de gamificar el proceso de llevar una vida activa similar a los zonas de ritmo cardíaco de Fitbit o los anillos del Apple Watch.
Y ahora que ya sabemos qué nos ofrece la pulsera en materia de salud, hablemos de las funciones inteligentes. La pulsera nos permite recibir notificaciones y llamadas, pero en ningún caso responderlas desde el propio dispositivo. Los textos de las notificaciones se leen correctamente gracias, en parte, al mayor tamaño de pantalla, pero el dispositivo sigue teniendo problema a la hora de mostrar correctamente los emojis.
Pero sea como fuere, el principal problema de la Mi Smart Band 6 es que no forma parte de un ecosistema mayor al no contar con ningún asistente virtual. Habría sido un puntazo tener Alexa o Google Assistant implementado de alguna forma, pero no. La pulsera no deja de ser un accesorio para el móvil, con todo lo que eso significa. Es algo que quizá Xiaomi podría aprender de Amazfit, cuya Amazfit Band 5 sí que tiene Alexa.
En definitiva, la Xiaomi Mi Smart Band 6 sigue siendo una Xiaomi Mi Band o Mi Smart Band, como queramos llamarla. Es un dispositivo útil para ver de un vistazo nuestra actividad diaria, estar al tanto de nuevas notificaciones y llamadas y monitorizar las sesiones de deporte, que es exactamente lo mismo que podíamos hacer con el modelo anterior. Es decir, que más allá del pulsioxímetro, la Mi Smart Band 6 es clavada a la Mi Band 5 en casi todo, con lo bueno y lo malo.
Hacer deporte con la Xiaomi Mi Smart Band 6
"Vale, todo esto está muy bien, pero ¿cómo se comporta la Mi Smart Band 6 cuando hacemos deporte?". Excelente pregunta. La nueva pulsera de Xiaomi nos permite monitorizar 30 modos deportivos, a saber: cinta de correr, estilo libre, running al aire libre, ciclismo, caminatas, piscina, máquina de remo, elíptica, ciclismo interior, yoga, saltar a la comba, baile, gimnasio interior, gimnasia, entrenamiento por intervalos de alta intensidad, entrenamiento para el tronco, estiramientos, bolos, bádminton, boxeo, máquina de step, pilates, baloncesto, voleibol, tenis de mesa, críquet, patinaje sobre hielo, kickboxing, street dance y zumba. Podemos llevar hasta 11 modos deportivos instalados en el reloj.
Es un listado relativamente amplio, pero se echan en falta algunos deportes populares como fútbol o tenis (y pádel, pero esa es mi cruzada personal). En cualquier caso, si sois usuarios que gusten de salir a pasear o correr, podréis monitorizar la sesión sin problema. El rendimiento de los sensores nos parece correcto y no hemos detectado cifras extrañas. Puede haber cierta variación con respecto a dispositivos más avanzados, pero no debería suponer un problema para los usuarios más básicos.
Durante las sesiones deportivas podemos acceder a una buena cantidad de datos, como el ritmo, los pasos o la distancia recorrida. También es posible controlar la reproducción de música mientras hacemos deporte, siempre y cuando llevemos el móvil, claro está. Y esto es algo que tendremos que hacer no solo para controlar la música, sino también para registrar la ruta que hemos seguido, ya que la Mi Smart Band 6 no tiene chip GPS integrado. Es una lástima, ya que habría sido todo un puntazo que Xiaomi lo hubiese implementado.
El informe generado por la aplicación es de lo más completo. En las capturas superiores podéis ver una caminata de 40 minutos y un partido de pádel de hora y media (aunque ponga bádminton, ya que no hay ni modo pádel ni modo tenis). En el caso de deportes al aire libre, podremos ver la ruta marcada en un mapa de Google Maps / Apple Maps, según el móvil que usemos, así como el ritmo, las zonas de ritmo cardíaco, la variación de altitud, la cadencia y la zancada.
La pulsera, en definitiva, se comporta bien en este sentido, aunque si sois deportistas más "profesionales" mi recomendación personal (no solo en lo que concierne a este dispositivo, sino a todos los wearables más enfocados al público general) es que apostéis por wearables más enfocados al mundo del deporte. Sea como fuere, para tener un registro de nuestras sesiones deportistas y una estimación de nuestro estado de forma la Mi Smart Band 6 será más que suficiente.
Batería: cinco días exprimiéndola al máximo
Y terminamos hablando de la batería. En el interior de la nueva pulsera de Xiaomi encontramos una batería de 125 mAh, que es la misma cifra que la vista en la Mi Smart Band 5. En el modelo anterior llegamos a alrededor de diez días de autonomía, pero en este dispositivo tenemos funciones más glotonas y una pantalla más grande, por lo que el resultado final se ha reducido, y no precisamente poco.
Nosotros hemos explotado la pulsera al máximo. Durante esta semana de uso hemos hecho dos sesiones de deporte, hemos activado la monitorización de la frecuencia cardíaca cada minuto, el control de las pulsaciones durante la actividad, el asistente de sueño, el control de la calidad de la respiración durante el sueño, el control continuado de la tensión y hemos tenido la pulsera conectada al móvil en todo momento, es decir, que ha estado recibiendo notificaciones todo el día. ¿Resultado? Cinco días de batería, lo prometido por Xiaomi.
No es una mala cifra, pero se queda muy lejos de lo que ofrecían las anteriores pulseras de Xiaomi. Es el precio a pagar por tener una pantalla más grande y funciones más avanzadas. En cuanto a la carga, el mecanismo es el mismo que el del modelo anterior: un acople magnético que se fija a la parte inferior de la pulsera, por lo que no es necesario sacar la pastilla de la pulsera para cargarla (menos mal). Se carga por completo en alrededor de dos horas.
Xiaomi Mi Smart Band 6, la opinión de Xataka
Llegados a este punto, la conclusión que podemos extraer después de haber probado la Mi Smart Band 6 es que estamos ante una Mi Smart Band más. Más grande, con mejor pantalla y con sensor SpO2, pero otra Mi Smart Band al fin y al cabo. El aumento de diagonal de pantalla se agradece de cara a leer notificaciones e interactuar con el panel y lo cierto es que le da un toque de lo más llamativo a la pulsera, pero habría agradecido tener un sensor de luz ambiente que regulase el brillo.
En cuanto a funciones, nos encontramos a las viejas conocidas y a una nueva, la pulsioximetría, que está desaprovechada debido a que el sensor no funcione durante todo el día, sino solo mientras dormimos o cuando lo activamos de forma manual. También tenemos más modos deportivos, que está perfecto (lástima lo del GPS) y una autonomía que queda lejos de lo que ofrecían las primeras pulseras de la compañía, pero que sigue siendo suficiente para la mayor parte de casos de uso.
Es, en definitiva, una pulsera muy recomendable debido a su relación calidad/precio y a las funciones que puede ofrecer a los usuarios más básicos. Sin embargo, el mercado aprieta y Xiaomi ya no está sola. Podemos decir que, si bien no hemos tenido una mala experiencia con la pulsera, sí que esperábamos algo más, alguna cosa diferencial o nueva más allá de una pantalla de mayor tamaño. Sin ir más lejos, que tuviese algún tipo de asistente de voz integrado, por ejemplo.
En cualquier caso, por 44,90 euros, la Mi Smart Band 6 es una compra segura. No podemos esperar las funciones propias de un smartwatch o de un dispositivo más avanzado, pero en líneas generales es un dispositivo que, aunque no es perfecto, aspira a ser el rival a batir. Con todo lo bueno y con todo lo malo, claro.
8
A favor
- La pantalla AMOLED se ve de miedo.
- Es ligera y cómoda.
- Batería suficiente para una semana de uso intensivo.
En contra
- No tiene chip GPS.
- No tiene asistente virtual ni forma parte de un ecosistema más amplio.
- La evolución con respecto a la generación anterior es escasa.
Mi Smart Band 6 *1.56 Pantalla Completa Amoled* 30 Modos de Entrenamiento* Monitor SpO2* Resistente al Agua hasta 50 m* Aplicación Conection Mi Wear y Mi fit
La pulsera ha sido cedida para la prueba por parte de Xiaomi. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas