Tissot es una de esas marcas en las que no piensas en un primer momento cuando piensas en comprar un reloj inteligente para el móvil. Sin embargo, si piensas en un reloj convencional, analógico y probablemente caro, la cosa cambia. Tissot es una relojera suiza de lujo fundada en 1853 y perteneciente al grupo Swatch. En su catálogo tiene relojes de oro de 18 quilates de 3.225 euros, sí, pero también alguna cosita más conectada: el Tissot T-Touch Connect Solar.
Es un reloj que vale nada más y nada menos que 1.040 euros. No tiene sensor de ritmo cardíaco, no mide el sueño, no permite responder llamadas y no tiene un enorme panel AMOLED con una resolución de escándalo. Al contrario, es un reloj relativamente básico y sus argumentos son otros: un diseño premium y una batería virtualmente ilimitada gracias a un sistema de carga solar. En Xataka ya hemos tenido ocasión de probarlo y esta ha sido nuestra experiencia.
Ficha técnica del Tissot T-Touch Connect Solar
TISSOT T-TOUCH CONNECT SOLAR | |
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DIMENSIONES Y PESO | 47,50 x 47,50 x 15,3 mm |
PANTALLA | Cristal de zafiro táctil |
CORREA | Caucho negra |
GEOPOSICIONAMIENTO | Sí, chip GPS integrado |
BOTONES | Sí, dos |
RESISTENCIA AL AGUA | Hermético hasta 100 metros |
BATERÍA | Batería condensador tipo Renata ICR2430 |
CONECTIVIDAD | Bluetooth 4.2 |
EXTRAS | Carga solar |
PRECIO |
TISSOT T-TOUCH CONNECT SOLAR
Diseño: lo que cabría esperar
El diseño es, sin lugar a dudas, uno de los mejores argumentos del Tissot T-Touch Connect Solar. Es un reloj de 1.040 euros y eso se nota de principio a fin. Tiene una caja de titanio de 47 milímetros con un bisel de cerámica grabado, superficies satinadas y esquinas redondeadas. Es un reloj más urbano y casual que otros relojes más conocidos de la firma, pero el acabado es sensacional. Es una gozada llevarlo en la muñeca y desprende aroma a premium por los cuatro costados.
Como reloj es bastante pesado, algo propio de los relojes convencionales. Pesa 91 gramos y se siente pesado en mano. Esto, que no gustará a algunos, a mí me parece sensacional, ya que este peso ayuda a transmitir esa sensación de calidad que Tissot ha conseguido darle a su reloj. También es bastante grueso, con 15,3 milímetros de grosor, algo que tiene sentido si partimos de la base de que bajo la esfera hay un mecanismo ETA E32.001 de cuarzo.
En el lateral derecho tenemos dos botones, Start y Back, que nos servirán para despertar la pantalla y volver a la pantalla anterior, respectivamente. No clickean en exceso y tienen un recorrido excepcional. También tenemos la corona, que podemos girar hacia los lados para movernos por los menús y pulsar para acceder a las diferentes opciones. En el lateral derecho, por su parte, tenemos el logo de la marca grabado.
Si le damos la vuelta y vemos la parte inferior veremos... nada. No hay ningún tipo de sensor como el que nos solemos encontrar en otros relojes inteligentes. En su lugar, tenemos el nombre de la compañía, el texto que nos indica la resistencia al agua hasta 100 metros y una base de carga inalámbrica compatible con el protocolo Qi. Ni más ni menos.
En cuanto a la correa, nuestro modelo vino con una de caucho negro y cierre de hebilla estándar, pero hay versiones con correas de titanio y hebilla desplegable con pulsadores. La correa de caucho se siente realmente bien y está muy bien terminada. Es bastante premium (aunque debo reconocer que no es la mejor que he probado) y tiene la longitud suficiente para adaptarse a muñecas grandes y medianas. El problema es que no es fácil cambiarla.
El reloj usa sus propias correas, por lo que no podemos quitar la correa preinstalada y poner otra correa de 22 milímetros. La correa instalada en el reloj no se puede sacar, al menos sin hacer virguerías, y es una pena. Pero una de cal y una de arena: la que viene puesta por defecto es bastante buena, así que tampoco hemos tenido la necesidad de quitarla.
En resumidas cuentas, el reloj se siente extremadamente premium. Transmite lo que se podría esperar de un reloj de semejante precio (que ojo, no es caro comparado con los relojes analógicos que se pueden encontrar en el mercado) y se agradece. Algunos usuarios lo encontrarán pesado y grueso, algo no apto para hacer deporte o llevarlo mientras dormimos, y tampoco es algo que importe, ya que ni monitoriza las sesiones deportivas ni registra nuestro sueño.
Pantalla: cristal de zafiro táctil
Pasamos así a hablar de la pantalla, otro aspecto que Tissot no ha descuidado, pero a medias. Por un lado, tenemos un cristal de zafiro a prueba de rayones en una caja de titanio antimagnético con revestimiento PVD en negro y biseles de cerámica grabada. Por otro lado tenemos una pequeña pantalla tipo MIP (Memory in Pixel) que, a efectos prácticos, es una pantalla pasiva. Normalmente estará apagada y solo se encenderá cuando nosotros la activemos.
Sobre la resistencia del cristal de cuarzo no podemos opinar porque tenemos esa manía de no reventar los relojes contra el suelo, pero sí podemos adelantar que las huellas se quedan bastante marcadas y que durante los días que lo hemos llevado puesto no hemos tenido problemas de ningún tipo. Bajo el cristal de cuarzo tenemos las manillas del reloj, que son de color negro y naranja. Las zonas blancas y el grabado de la caja son fluorescentes, así que si estamos a oscuras brillarán para que podamos ver la hora.
¿Y por qué decimos que es raro? Porque este cristal es táctil. Es muy curioso, ya que en todos los relojes inteligentes del mercado tocamos la pantalla, pero en el Tissot T-Touch Connect Solar tocamos un cristal cuya distancia a la esfera podemos apreciar a simple vista. Además, sorprende lo bien que el sistema responde a las pulsaciones. Hasta aquí todo bien.
Pero luego tenemos la pantalla MIP, que no nos ha terminado de convencer. En las imágenes que Tissot muestra en su web se puede ver una pantalla negra con los textos perfectamente definidos y colores vivos. Y sí, son para fines ilustrativos, es cierto, pero de lo que muestra Tissot a lo que tenemos en realidad hay un salto de gigante enorme.
Las pantallas MIP son ideales para tener buena visibilidad a plena luz del día, pero su apariencia es bastante mejorable. Cuando encendemos el reloj, la pequeña pantalla inferior, donde se reproduce toda la información, se ilumina con un marcado tono azul y unos píxeles que son apreciables a simple vista. Los iconos son toscos y el diseño de la interfaz tiene mucho margen de mejora.
A este reloj le habría venido de maravilla una pantalla AMOLED, aunque eso supondría un consumo energético bastante más elevado. Las pantallas MIP, sin embargo, consumen mucha menos energía y más cuando son de este tamaño. No obstante, esperábamos más de un reloj de este precio y diseño.
Rendimiento: más conectado que inteligente
El Tissot T-Touch Connect Solar tiene un sistema operativo propio desarrollado en Suiza: SwALPS (Swiss Autonomous Low Power System). No tiene nada, pero nada que ver con otros sistemas operativos avanzados como WatchOS o Wear OS. Es un sistema operativo de lo más sencillo que nos permitirá navegar por el reloj y acceder a sus funciones, pero no esperemos grandes alardes en materia de aplicaciones y opciones. El reloj es compatible con iOS y Android gracias a la aplicación T-Touch Connect Solar, que es completamente gratuita.
¿Cómo funciona el reloj? Pues es... poco intuitivo. Dejando pulsado el botón Start dos segundos desbloqueamos la pantalla o, mejor dicho, activamos la pantalla táctil. Si nos fijamos veremos que bajo cada texto del marco (Activity, Connected, T-Touch, Timing, Navigation y Meteo) hay unos marquitos. Si tocamos en esos marquitos abriremos las correspondientes secciones). Es muy curioso, ya que al hacerlo el minutero y el horario se moverán a dicha posición. El segundero, sin embargo, siempre se queda apuntando a las 12:00.
Y realmente esto es todo lo que podemos hacer. Aunque la pantalla es táctil en su conjunto, no podemos navegar por los menús de cada sección mediante pulsaciones o gestos, sino que tendremos que usar la corona digital. Girándola hacia arriba o hacia abajo nos moveremos por los menús y pulsándola accederemos a cada opción. Es un poquito confuso, sobre todo al principio, y habría estado bien que ya que tenemos una pantalla táctil, se pudiera aprovechar para hacer este tipo de acciones no solo para que fuese más fácil, sino también más rápido.
En cuanto a las aplicaciones disponibles, las que nos ofrece el Tissot T-Touch Connect Solar son las siguientes:
- Activity: registro de pasos, calorías quemadas, distancia recorrida, periodo de actividad y altímetro.
- Meteo: barómetro y temperatura local
- Navigation: brújula.
- Timing: cronómetro, temporizador y alarma.
- T-Touch: ajustes rápidos (Bluetooth, sonido, vibración, modo avión, nivel de batería, energía solar y ajustes)
- Connected: notificaciones y buscas mi teléfono.
- Pulsación en el centro de la esfera: fecha, hora y hora según zona horaria.
Como podemos comprobar, es un reloj vitaminado, pero no un smartwatch. Y esto ya lo hemos dicho anteriormente: el Tissot T-Touch Connect Solar no es un smartwatch, es un reloj híbrido que tiene más de reloj analógico que de reloj inteligente. No tenemos funciones deportivas, ni sensores de ritmo cardíaco ni nada por el estilo.
En cuanto a las funciones propias de un smartwatch, el reloj es capaz de mostrar las notificaciones de nuestro móvil y las llamadas, pero ya está. Podemos navegar por las notificaciones que hayamos recibido para leer el contenido (si las descartamos se quitan del reloj, pero no del móvil) y ver quién nos llama, pero no podemos invocar a ningún asistente o responder las notificaciones. Un reloj conectado, literalmente.
Desde la app podemos ver el control de actividad (pasos dados, kilómetros recorridos y calorías quemadas), añadir husos horarios, poner una alarma, ver los datos del cronógrafo y poner temporizadores. También se puede añadir una contraseña al reloj para desbloquearlo, activar el modo eco o hibernación, activar o desactivar las notificaciones (todas las apps o ninguna, no es configurable) y sonidos y modificar el comportamiento del altímetro y la brújula.
Y esto es, realmente, todo lo que podemos hacer con el reloj y la app. Es muy básico y, desde mi punto de vista, demasiado básico para todos los que busquen un smartwatch al uso. La interfaz es un poco tosca y poco atractiva, pero cumple con lo que se puede esperar de un reloj híbrido. Si buscamos un reloj que de la hora y nos permita recibir notificaciones y ver los pasos que hemos dado, el Tissot cumplirá, pero en todos los demás aspectos se queda muy, muy por debajo de todos los demás smartwatches porque, al fin y al cabo, no lo es.
Batería: carga solar y autonomía virtualmente infinita
Lo primero que cabe destacar es que no sabemos el amperaje de la pila del T-Touch Connect Solar, y tampoco es algo que nos importe realmente. ¿Por qué? Porque su batería es, de alguna forma, ilimitada. Aunque en la caja se incluye un cargador inalámbrico, lo cierto es que la carga se está llevando a cabo en todo momento gracias a unas células fotovoltaicas situadas bajo la esfera del reloj. Es un sistema propio de Tissot para el cual han necesitado 35 patentes y que ha sido desarrollado en Neuchâtel por el CSEM (Centre Suisse d’Electronique et de Microtechnique).
Si tenemos el reloj cargado por completo y conectado al móvil, dependiendo del uso que hagamos y de a cuánto sol estemos expuestos, la batería puede darnos una autonomía de hasta seis meses. Sin embargo, gracias a estas células fotovoltaicas, la batería acumulador tipo Renata ICR2430 que hay en el reloj se está cargando en todo momento cuando le da el sol. Desde los ajustes podemos acceder a un medidor de luz solar que nos indica cuánta luz está recibiendo en tiempo real.
A lo que quiero llegar es a que la batería no es un problema ni es algo que tengamos que tener en cuenta a la hora de usarlo. Yo, que vivo en Andalucía, la región más soleada de España con 2.800 horas de sol al año, no tengo dudas de que no necesitaría tener que cargar el reloj en muchísimo tiempo. Es un reloj que funciona como un reloj, no tanto como un smartwatch, y su consumo es ínfimo.
Tissot T-Touch Connect Solar, la opinión de Xataka
Las sensaciones con el Tissot T-Touch Connect Solar son mixtas. Por un lado, como reloj analógico es sencillamente fabuloso. Es bonito, está bien construido, sus detalles están muy cuidados y es, en pocas palabras, precioso. Es, sin duda, un reloj que consigue transmitir esa sensación premium que algunos usuarios siguen buscando en los relojes.
Pero más allá de eso, y salvando la excelente autonomía y el sistema de carga solar, es un reloj que, como acompañante del móvil, se queda demasiado cojo. Las funciones propias de un smartwatch son escasas, el sistema operativo es demasiado básico y la pantalla MIP no nos termina de convencer. Es un sistema que, sin duda, tiene potencial, pero que se siente poco pulido y que no acompaña en ningún momento a lo que el reloj nos ofrece por fuera.
En definitiva, si buscamos un reloj bonito, moderno y premium, el Tissot T-Touch Connect Solar nos servirá bien. Sin embargo, como reloj híbrido se queda un poco por debajo de lo esperado y ni siquiera aspira a ser un reloj inteligente como los que tenemos en el mercado. Es un dispositivo bastante peculiar y, como tal, dependerá del usuario establecer sus prioridades y decidir qué pesa más, si un reloj premium con pocas funciones o un reloj menos premium, pero más barato y con muchas más funciones.
6,9
A favor
- Autonomía virtualmente ilimitada.
- Diseño premium por los cuatro costados.
- Excelente construcción y cuidado de los detalles.
En contra
- El sistema operativo es muy, pero que muy básico.
- La pantalla MIP no está a la altura de un reloj de su precio.
- Como reloj es sensacional, pero como reloj híbrido / inteligente se queda demasiado corto.
TISSOT T-TOUCH CONNECT SOLAR
El reloj han sido cedidos para la prueba por parte de Tissot. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.