Huawei no ha afrontado sola el proceso de diseño y la puesta a punto de este altavoz; ha contado con la colaboración de Devialet. Aunque no es muy conocida por el gran público, esta compañía francesa especializada en el diseño y la fabricación de cajas acústicas y amplificadores de alta gama lleva más de una década sorprendiendo a los aficionados a la alta fidelidad con diseños que apuestan por soluciones tecnológicas muy innovadoras.
Como veremos a lo largo de este análisis, la mano de Devialet está muy presente en el sonido de este altavoz. Y es una buena noticia. A mediados del pasado mes de diciembre tuvimos la oportunidad de probar a fondo el altavoz Sound X de Huawei, que a todos los efectos es el hermano mayor del modelo que estamos a punto de analizar. Y nos gustó mucho, aunque tiene carencias que empañan sus prestaciones sonoras.
El modelo Sound incorpora mucho de lo que nos propone el Sound X, pero tiene un recinto más compacto y una arquitectura diferente. Y también cuesta la mitad, aunque hay ofertas puntuales que colocan ambos altavoces en la misma órbita de precio. En cualquier caso, es una caja acústica que merece un análisis profundo porque tiene cualidades muy interesantes, y también carencias que a los usuarios nos interesa tener en cuenta. Así le ha ido en nuestro banco de pruebas.
Huawei Sound: especificaciones técnicas
HUAWEI SOUND |
|
---|---|
tipo de dispositivo |
Altavoz inalámbrico doméstico con tecnología Devialet |
dotación de transductores |
3 tweeters 1 woofer + 2 altavoces pasivos |
respuesta en frecuencia |
55 Hz a 40 kHz |
cpu |
MediaTek MT8518 |
memoria |
512 MB |
almacenamiento secundario |
8 GB |
conectividad |
Entrada auxiliar de 3,5 mm |
conectividad inalámbrica |
Wi-Fi 802.11ac, Bluetooth 5.0 y NFC |
dimensiones |
147 x 186,7 mm |
peso |
2,2 kg |
precio |
HUAWEI Sound - Altavoz para el hogar con tecnología inalámbrica Hi-Fi (4 Altavoces, Tecnología Devialet Space Soundstage, Sonido 360º, 4 Efectos de Sonido, Hi-Res Audio, Huawei Share) Color Negro
Este altavoz ejemplifica cómo la forma puede seguir a la función
El diseño de este altavoz es similar al de otras cajas acústicas compactas con vocación doméstica que podemos encontrar actualmente en el mercado. A la que más se parece desde un punto de vista estético es al HomePod de Apple, y no es casualidad que sea así. Su recinto cilíndrico y con los bordes superior e inferior redondeados persigue combatir la aparición en su interior de ondas estacionarias, que, cuando surgen, tienen un impacto negativo en la calidad de sonido.
Además, un recinto curvo consigue minimizar la aparición de vibraciones estructurales con más eficacia que los recintos que incorporan paredes paralelas, especialmente si carecen de refuerzos internos, que es lo que suele suceder en los altavoces relativamente económicos. Huawei, Apple, Bose, Google, LG y otras muchas marcas utilizan recintos cilíndricos en sus altavoces domésticos con esta intención. Y, sin duda, es una filosofía de diseño que tiene un impacto positivo en la calidad del sonido y que permite incrementar la rigidez del recinto sin que su coste se desmande.
Como podéis ver en las fotografías que ilustran este artículo, el acabado del recinto, que está fabricado en un policarbonato de buena calidad, es brillante. De hecho, refleja tanta luz que es muy difícil tomar fotografías de detalle sin aparecer reflejado en la superficie del altavoz. Este acabado me parece muy bonito, pero nos obliga a pagar un peaje: es imposible tocarlo y no dejar marcada la huella de nuestros dedos. Eso sí, Huawei nos entrega junto a él una gamuza suave con la que podemos limpiarlo sin arañarlo.
El tercio inferior del altavoz está cubierto por una tela acústicamente transparente bajo la que residen tres tweeters que se responsabilizan de proyectar el sonido en múltiples direcciones con el propósito de recrear una escena sonora envolvente. A diferencia de las bajas frecuencias, los agudos son muy direccionales, por lo que distribuir varios tweeters por la superficie del recinto ayuda a las cajas acústicas compactas como esta a expandir el campo sonoro.
De reproducir el extremo grave se responsabiliza un woofer que se apoya en la tecnología SAM (Speaker Active Matching) de Devialet, para, según la firma francesa, entregarnos todo el potencial de este altavoz. Esta innovación utiliza un chip DSP para procesar en tiempo real la señal de audio justo antes de entregársela al amplificador y de que este excite el altavoz de graves con el propósito de optimizar su respuesta en el dominio del tiempo.
Lo que sobre el papel consigue la tecnología SAM, sin entrar en detalles demasiado complejos, es que la señal que reproduce el altavoz sea virtualmente idéntica a la señal que le entrega la fuente de audio. Además, la monitorización y el procesado que lleva a cabo el DSP minimizan la distorsión armónica total, lo que, en teoría, debería reducir la fatiga acústica cuando el nivel de presión sonora es alto. Desafortunadamente Huawei no ha revelado las características de los amplificadores en clase D que se encargan de excitar tanto los tweeters como el woofer.
La experiencia que nos propone está condicionada por el veto a Huawei
Poner en marcha este altavoz es pan comido. El emparejamiento a través de NFC funciona bien, y la conexión mediante Bluetooth a nuestro smartphone, tablet o a cualquier otro dispositivo que incorpore esta interfaz de conexión y que queramos utilizar como fuente de audio es satisfactoria.
Además, podemos enviarle audio de alta calidad sobre la interfaz Bluetooth utilizando las tecnologías de codificación LDAC, AAC y SBC, aunque no aptX. También incorpora la certificación Hi-Res Audio que lo faculta para lidiar con archivos con calidad de máster de estudio que utilizan una resolución de 24 bits y una frecuencia de muestreo de 96 kHz.
Para actuar sobre el comportamiento del altavoz Huawei nos propone la app AI Life, que está disponible tanto para Android como iOS. Es una herramienta bastante sencilla desde la que podemos llevar a cabo funciones básicas, como son ecualizar su sonido para adecuarlo a nuestras preferencias personales, conectarlo a nuestra red WiFi o actualizar su firmware, entre otras opciones.
Un apunte más antes de dar por zanjada nuestra revisión a sus opciones de conectividad: también incorpora una entrada de línea en formato jack de 3,5 mm a la que podemos recurrir si queremos utilizar como fuente de audio un dispositivo que tiene una salida de línea y carece de conectividad inalámbrica. Un punto a su favor con el que, curiosamente, no cuenta el modelo Sound X.
En la parte superior del altavoz reside una interfaz táctil minimalista desde la que podemos subir y bajar el volumen, silenciar la caja acústica y habilitar el envío de audio a través de nuestra red WiFi. Es una lástima que no nos permita también actuar sobre la reproducción para, por ejemplo, saltar a la pista anterior o la siguiente. Esto tendremos que hacerlo desde el dispositivo que actúa como fuente. Un detalle interesante es que la interfaz táctil incorpora un sensor de presencia, lo que le permite encenderse automáticamente cada vez que acercamos nuestra mano para manipularla.
Como acabamos de ver en lo que se refiere a la conectividad este altavoz nos ofrece un abanico de opciones suficiente, sin embargo, y aquí llega una mala noticia, tiene una carencia importante que se echa mucho de menos en un dispositivo como este: no incorpora ningún asistente de voz. El veto impuesto a Huawei por el gobierno estadounidense impide a la marca china utilizar Google Assistant o Amazon Alexa, y se echan de menos.
Este conflicto también es el responsable de que este altavoz no nos proponga compatibilidad con AirPlay o Google Cast, lo que posiblemente provocará que algunos usuarios lo tachen de su lista de opciones. Y es una lástima. Lo que si cabe es aún más difícil de aceptar es que Huawei no haya reaccionado implementando en este altavoz Celia, su propio asistente de voz, que, además, ya funciona en español. Es una oportunidad perdida que quizá pueda subsanarse en el futuro a través de una actualización del firmware.
Su sonido es sobresaliente, así que sí, se nota la mano de Devialet
Antes de que nos sumerjamos en su calidad de sonido, un pequeño consejo: es importante colocar este altavoz sobre una superficie completamente estable si queremos que nos entregue todo su potencial. La caja acústica tiene un peso respetable (2,2 kg), pero si la ubicamos encima de una superficie poco rígida es probable que empiece a vibrar cuando subamos el volumen, de manera que el sonido que generará la superficie sobre la que lo hemos colocado podría enmascarar el audio que proyecta hacia nosotros el altavoz. Una mesa gruesa es mejor opción como base que una balda fina.
Aquí tenéis algunos de los cortes musicales que he utilizado para analizar este dispositivo. Se los he enviado al altavoz desde Tidal en la máxima calidad en la que está disponible cada uno de ellos, y también en formato WAV utilizando la entrada de línea de 3,5 mm. La selección es ecléctica porque nos interesa que estén representados géneros musicales muy diversos. Eso sí, todos los temas están impecablemente grabados, por lo que son idóneos para revelar las cualidades y las carencias de las cajas acústicas. Aquí tenéis los más representativos:
- ‘Stir it up’, de Bob Marley
- ‘You make me feel like a natural woman’, de Susan Wong
- ‘Redbud tree’, de Mark Knopfler
- ‘Autumn in Seattle’, de Tsuyoshi Yamamoto Trio
- ‘Spanish Harlem’, de Rebecca Pidgeon
- ‘You’ve got a friend’, de Susan Wong
- ‘Wasted time’, de Eagles
- ‘Vivaldi - Flute concerto in D’, Chesky Records
- ‘Stimela’, de Hugh Masekela
- ‘Lush life’, de Billy Strayhorn
- ‘Afro blue’, de Mongo Santamaria
- ‘April in Paris’, de Duke/Harburg
- ‘No sanctuary here’, de Chris Jones
- ‘Under the boardwalk’, de Mighty Echoes
Os propongo que empecemos indagando en la principal seña de identidad del sonido de este altavoz: su extremo grave. Huawei anuncia que es capaz de bajar hasta unos en absoluto despreciables 55 Hz, y estoy convencido de que realmente se aproxima mucho a esta cifra. Y tiene mucho mérito que una caja acústica tan compacta logre algo así. El grave que podemos disfrutar en cortes como 'Stimela', de Hugh Masekela, o 'No sanctuary here', de Chris Jones, impresiona por su rotundidad y definición.
Además, las voces son nítidas y cálidas siempre que, eso sí, la toma de sonido esté a la altura. Incluso resuelve los transitorios con autoridad, una cualidad en la que sin duda interviene la tecnología SAM de Devialet de la que hemos hablado unos párrafos más arriba (los transitorios son sonidos intensos y de corta duración que muchas cajas acústicas no consiguen reproducir correctamente).
El nivel de detalle de sus agudos en mi opinión está un poco por debajo de la resolución que nos propone al reproducir la gama media, pero no desentona en absoluto. También me ha convencido la habilidad con la que consigue mantener la distorsión bajo control. De hecho, para que aparezca es necesario llevar el nivel de presión sonora más allá de los 87 dB.
Es difícil poner pegas al sonido de este altavoz, que solo adolece de lo mismo que otros buenos altavoces de este tipo: consigue recrear una imagen sonora muy amplia con la que es posible llenar de sonido una habitación de hasta 35 o 40 metros cuadrados, pero no nos ofrece la ubicación precisa de cada instrumento que podemos conseguir utilizando dos buenas cajas acústicas en una topología estrictamente estereofónica. Lograr algo así con una única caja acústica no es posible, por lo que lo razonable es perdonárselo.
Huawei Sound: la opinión de Xataka
Como os hemos anticipado desde el titular de este artículo, este altavoz tiene cualidades muy evidentes que entusiasmarán a los usuarios que ante todo buscan un dispositivo con una gran calidad de sonido, pero queda irremediablemente lastrado por la imposibilidad de apoyarse en algunas tecnologías de procedencia estadounidense, como son los asistentes de Google o Amazon, o los estándares de conexión AirPlay o Google Cast.
Su sonido es soberbio, pero este altavoz está boicoteado por el conflicto que mantienen Huawei y EE. UU.
A su favor tiene un diseño cuidado que le permite encajar fácilmente en casi cualquier decoración, una construcción sólida, y, sobre todo, una arquitectura sonora en la que se nota sin ninguna vacilación la mano de Devialet. Además, su sonido es enérgico, dinámico y detallado, y sobresale por la monumental pegada de su extremo grave. Tampoco puedo pasar por alto la eficacia con la que consigue mantener la distorsión bajo control.
Es una auténtica lástima que el conflicto que mantienen Huawei y el gobierno estadounidense boicotee de esta manera el rendimiento de este altavoz. A quien esté buscando un altavoz inteligente con buen sonido se lo desaconsejo, como es lógico. Pero quien pueda prescindir de los asistentes de voz y las opciones de conectividad «extraviadas», y dé ante todo prioridad a la calidad de sonido, acertará si lo introduce en su lista de posibles candidatos. En estas coordenadas es difícil que este altavoz defraude.
HUAWEI Sound - Altavoz para el hogar con tecnología inalámbrica Hi-Fi (4 Altavoces, Tecnología Devialet Space Soundstage, Sonido 360º, 4 Efectos de Sonido, Hi-Res Audio, Huawei Share) Color Negro
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