Apple ha pasado de lanzar un único smartphone a ir diversificando hasta ofrecernos nada menos que cuatro móviles en un mismo lanzamiento. La gran novedad fue la llegada del iPhone 12 mini, un apellido que habíamos visto en los iPad, los Mac o los viejos iPod, pero hasta ahora nunca en un móvil.
El tamaño es lo que marca la experiencia con el iPhone 12 mini, ya lo vimos con el análisis y confirmo la sensación. La primera vez que lo ves choca lo pequeño que es. Ahora que llevo un mes usándolo, lo que me choca es volver a mi móvil anterior. Nos hemos acostumbrado tanto a usar móviles de más de 6 pulgadas que había olvidado lo cómodo que es un móvil manejable de verdad, pero no todo es bonito y también hay que hacer sacrificios. Así ha sido la experiencia con el iPhone 12 mini durante el último mes.
Ficha técnica del iPhone 12 mini
IPHONE 12 MINI | |
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DIMENSIONES Y PESO | 131,5 x 64,2 x 7,4 mm |
PANTALLA | Super Retina XDR |
PROCESADOR | Apple A14 Bionic |
MEMORIA RAM | 4 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO | 64 GB |
CÁMARA TRASERA | Principal: 12MP, f/1.6, OIS, QuadLED flash |
CÁMARA DELANTERA | 12MP, f/2.2 |
BATERÍA | 2.227 mAh |
SISTEMA OPERATIVO | iOS 14.2 |
CONECTIVIDAD | 5G sub-6 GHz |
OTROS | Resistencia IP68 |
PRECIO |
Nuevo Apple iPhone 12 mini (64 GB) - en blanco
Comodidad absoluta o experiencia visual, ésa es la cuestión
Si tuviera que definir con una palabra la experiencia con el iPhone 12 mini en términos de manejo sería flashback. Primero por el tamaño. Lo decía más arriba: me había olvidado de lo que era usar un móvil compacto. Creo que desde que analicé el Sony Xperia X Compact en 2016 no había usado ninguno tan manejable (sí, ya hace cuatro años. Feel old yet?).
Hacer malabares para poder usar el móvil con una mano o guardarlo en el bolsillo y que se quede la mitad fuera son cosas que hemos interiorizado como lo normal, pero que son muy incómodas en el día a día. Usando el iPhone 12 mini volvemos a esa época en la que los móviles no pesaban, cabían en todas partes y los podías sujetar con una mano sin miedo a que se te cayeran. Qué tiempos.
El segundo motivo por el que tuve un flashback fue por el viejo nuevo diseño. No tuve el iPhone 5 (al que más se parece), pero sí tuve el iPhone 4 y los bordes rectos son su seña de identidad. Es verdad que no resulta tan agradable de sujetar como anteriores modelos ya que hay más aristas, pero como es tan compacto lo compensa con creces.
Ser pequeño y ligero también es una ventaja a la hora de tener un buen agarre. El iPhone 12 mini no resbala, aunque aún así yo lo he llevado siempre con funda porque nos da un grip mucho más seguro, minimiza esas aristas haciéndolo más agradable y de paso elimina lo poco que sobresale la cámara, que no es mucho pero lo hace.
Sobre el frontal, decía mi compañero Jose en la review que el notch es algo grande y estoy de acuerdo. Para Apple el notch es el notch y no hay tallas, da igual que sea el del iPhone 12 Pro Max que el de este mini: tienen el mismo tamaño. Esto hace que el espacio a los lados de la muesca sea bastante pequeño.
Otro punto es que el marco se ve algo ancho. Apple mantiene un marco de un par de milímetros, no es mucho pero en un modelo tan compacto son más evidentes. Con todo, el esfuerzo de compactación está ahí y hace que un móvil pequeño como este nos dé una buena superficie de pantalla.
Hablemos de pantalla. La experiencia visual es excelente en cuanto a nitidez, brillo o calibración del color. True Tone se encarga de que la tonalidad sea siempre la correcta, con blancos puros y una paleta de color viva pero sin llegar a saturar. Apple no ha entrado en la batalla de los hercios, algo criticable en sus hermanos mayores pero que aquí me alegro que haya sido así; el impacto en la autonomía habría sido demasiado.
La experiencia con la pantalla ha sido muy buena en general, pero las primeras semanas tuve un problema bastante molesto con la respuesta táctil. Había momentos en los que de repente los taps no tenían efecto, sobre todo si era cerca de los bordes del panel. Pasaba sobre todo en ciertas apps, por ejemplo al intentar escribir en un campo de texto en un formulario. Al principio pensé que se trataba de un problema de software, pero luego llegó iOS 14.2.1 y entre sus correcciones tenía una dirigida a este problema, por lo que no era cosa mía. El problema parece haberse solucionado, pero no tengo claro que haya desaparecido del todo, ayer mismo me pasó con una app.
¿Y qué pasa con el tamaño? ¿Penaliza la experiencia? Para mí sí. Durante este mes he usado de forma puntual mi móvil habitual (un Pixel 4 XL) y, comparándolo con el iPhone 12 mini, el tamaño me parece excesivo. Sin embargo, si me pongo un vídeo o edito una foto agradezco y mucho tener ese extra de diagonal. No quiero decir que no se pueda consumir multimedia en el iPhone 12 mini, se puede sin ningún problema, pero es aquí cuando las pantallas grandes cobran sentido.
Cada usuario decidirá si antepone manejabilidad a la experiencia visual. No es una decisión de "una cosa o la otra", pero sí que hay que sacrificar un poco de la parte visual para tener ese tamaño tan compacto.
El tamaño tiene un gran inconveniente (y no es la potencia)
El rendimiento está al nivel del resto de iPhones de su generación, lógico ya que monta el mismo chip, un Apple A14 Bionic. El iPhone 12 mini vuela; no hay lag, no hay cierres ni bloqueos. Hay un ligero aumento de temperatura en la parte trasera cuando pasamos mucho tiempo usándolo, pero no es alarmante y si lo usamos con funda lo normal será que ni lo notemos.
Tampoco hay distinción de sus hermanos con respecto a la biometría. Face ID funciona muy bien, pero en la era de las mascarillas es un incordio cuando estamos en la calle. Un lector de huellas bajo la pantalla sería perfecto, pero yo con que se incluyera un acceso directo para abrir el teclado y teclear el código ya me conformaba. Hay que esperar a que Face ID no nos detecte para que nos dé la opción de código y a veces se "atasca" y toca deslizar varias veces hasta que por fin sale el teclado.
Y llegamos al punto en el que el tamaño del iPhone 12 mini deja de ser una ventaja: la autonomía. Una de las ventajas de los móviles grandes es que llevan baterías de más capacidad y gracias a eso tenemos autonomías muy destacadas en la gama alta. Aquí nos tenemos que conformar con una batería de 2.227 mAh. Podríamos pensar que, como todo es más pequeño, consume menos. Si es así, no se nota.
La autonomía está muy por debajo de lo que solemos encontrar en la gama alta. Según los ajustes de batería, el promedio de tiempo de pantalla durante este mes no ha llegado a las 4 horas y media. En días de mucho uso, a media tarde toca pasar por el enchufe sí o sí, lo que implica que si vas a estar fuera de casa toca tirar de powerbank. Sin duda la autonomía es lo que más penaliza la experiencia y donde el tamaño sí importa.
Y hablando de cargar el móvil, he tenido suerte de que el cargador del Pixel viene con toma USB-C y he podido usarlo con el cable Lightning que viene en la caja. El resto de cargadores que tengo por casa tienen toma USB-A por lo que no me sirven. La carga es bastante lenta ya que va a 5W y lo mismo pasa con la carga inalámbrica. Es compatible con cualquier cargador Qi, pero mejor que no tengas prisa. Al final, si queremos una buena experiencia, toca pasar por caja.
Antes de cerrar este apartado, comentar que la experiencia con iOS 14 ha sido satisfactoria. Los widgets son la novedad más llamativa y lo cierto es que, aunque la colección es algo limitada por ahora, los que hay funcionan muy bien. La librería de apps era lo que más ganas tenía de probar para por fin poder esconder esas apps que no quiero tener todo el tiempo en la pantalla de inicio, pero está lejos de ser lo cómodo que es el cajón de apps en Android porque Apple lo ordena como le da la gana. En muchos casos es más cómodo hacer carpetas.
iOS 14 es un paso más hacia la personalización, pero Apple nos va dando miguitas. Personaliza, pero no te pases, parecen estar diciéndonos (aunque hay trucos si quieres venirte arriba y cambiar todos los iconos). Personalmente, los cambios que me gustaría van más enfocados a la usabilidad, como por ejemplo que la configuración de la cámara esté en la cámara y no haya que ir a Ajustes o que el sistema de notificaciones sea más intuitivo. A ver si con iOS 15...
No es la cámara más versátil, pero no defrauda
Uno de los sacrificios que se hacen al no ir a por la serie 'Pro' es la ausencia de teleobjetivo. En el iPhone 12 mini, igual que en el iPhone 12 normal, tenemos únicamente una cámara principal, acompañada de una lente angular. Sin embargo, aunque pueda parecer poco, la realidad es que tampoco se echa tanto en falta el teleobjetivo. Hablamos de un zoom 2x y, salvo para retratos donde sí suele dar buen resultado, personalmente no creo que marque gran diferencia. Otra cosa sería hablar de un 5x, pero no es el caso.
Con buena luz, los resultados son excelentes. El HDR compensa muy bien cuando hay contraste alto y la paleta de color es viva, pero sin llegar a saturar. Si ampliamos, el procesado aguanta el tipo sin crear acuarelas y manteniendo la nitidez incluso en zonas complejas como el césped o el suelo.
El angular rinde muy bien cuando las escenas están bien iluminadas. Los colores no son tan vivos como con la lente principal, pero en general el resultado es muy coherente y no apreciamos diferencias notables en el plano general. Si ampliamos, el angular queda un poco atrás en el detalle, pero aquí hay que sacar la lupa para verlo y ni así es algo evidente. Cuando sí lo notamos es cuando se hace de noche.
La diferencia salta a la vista cuando car la luz. Las dos lentes tienen modo noche, pero el sensor del angular es más pequeño y su apertura menor, lo que se traduce en ruido y una pérdida de detalle evidente. La lente principal consigue una imagen mucho más detallada y clara, quizá algo artificial, pero sin duda supera por mucho al angular en calidad general.
Hablando de modo noche, el de Apple todavía tiene bastante margen de mejora, empezando por su funcionamiento. No podemos activarlo manualmente, sino que se activa cuando la escena lo requiere. Lo que sí podemos es desactivarlo, pero toca hacer dos taps y no es lo más cómodo del mundo.
El resultado es generalmente bueno, pero está lejos de los modos noche de algunos competidores (ejem, Huawei). Suele darnos dominantes de color bastante marcadas como en este caso en tono magenta (aunque normalmente tiende más al amarillo) y como haya fuentes de luz los destellos se disparan. Que por cierto, lo de los destellos de la lente es un problema bastante común cuando hacemos fotos de noche, haciendo que en algunos casos la foto quede inservible.
El modo retrato de los iPhone sigue siendo uno de los mejores. El recorte de la figura es acertado, la cantidad de desenfoque correcta y el procesado de las pieles muy detallado. Activar el modo retrato no implica perder rango dinámico como vemos a menudo en otros terminales, aunque sí es cierto que sigue funcionando regular con objetos y no siempre los recorta bien.
Por último hablamos de la cámara selfie. Apple nos ofrece la opción de abrir el encuadre un poco para fotos de grupo o en las que simplemente queramos abarcar un poco más del fondo. Obviamente no da tan buen resultado como la cámara trasera, pero me ha sorprendido la calidad de las imágenes. De nuevo el procesado de la piel ayuda mucho. Comentar también que la grabación de vídeo es uno de los puntos fuertes, especialmente en lo que respecta a la estabilización.
Un mes con el iPhone 12 mini
Desde hace años venimos viendo una corriente de móviles cada vez más grandes. La industria sigue insistiendo en eso de que más grande es sinónimo de mejor, hasta la propia Apple lo hace con su iPhone 12 Pro Max que lleva la mejor cámara de toda la gama. En este panorama, el iPhone 12 mini parece una contradicción, una que ojalá se convierta en norma.
Usar el iPhone 12 mini es una gozada. Decía al principio que me había olvidado de lo que era un móvil manejable y ahora, un mes después, lo que tengo es miedo de volver a vérmelas con móviles que rozan las 7 pulgadas. El pequeñín de Apple es cómodo, demasiado cómodo.
Pero todo tiene un precio. La autonomía me ha dado bastantes dolores de cabeza este mes y no creo que llegara a acostumbrarme nunca. Quizá podría solucionarse sacrificando un poco el grosor y el peso, pero de momento es lo que hay. Sobre la experiencia visual, es cierto que está un paso por detrás de paneles más amplios, pero no lo he echado tanto en falta como un extra de miliamperios. Pese a todo, el iPhone 12 mini tiene más luces que sombras; la potencia, la calidad de imagen o sus cámaras hacen de él una de las opciones más interesantes de la gama alta en general (y de los móviles compactos en particular).
Hace mucho tiempo que Apple no inventa nada, pero su capacidad para marcar la tendencia que seguirá el resto es innegable. Lo vimos cuando introdujeron el lector de huellas, cuando quitaron el minijack y espero que pase lo mismo con el iPhone 12 mini. Ojalá el año que viene los mini tengan tanto protagonismo como los plus, los ultra o los max.