Como marca la tradición, Samsung estrenó su segundo buque insignia del año el pasado mes de agosto. Hablamos de la serie Note, que este año por primera vez llega con un modelo 'Ultra' que se coloca en el punto más alto de especificaciones y, como era de esperar, también de precio).
El Samsung Galaxy Note 20 Ultra ya pasó por nuestra mesa de análisis, pero en Xataka también tenemos tradiciones, por lo que ahora le toca el turno al análisis tras un mes de uso. Veamos cómo se comporta el nuevo gama alta de Samsung en una prueba más larga.
Ficha técnica del Samsung Galaxy 20 Ultra
Samsung Galaxy Note 20 Ultra |
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Pantalla |
Dynamic AMOLED 6,9” |
Procesador |
Exynos 990 |
RAM |
12 GB RAM LPDDR5 |
Almacenamiento |
256/512 GB (con MicroSD) |
Cámara frontal |
10 MP (1/3,24”, 1,22 µm), AF, f/2.2 |
Cámaras traseras |
Cuatro cámaras: |
Conectividad |
5G (NSA y SA), Sub6 / mmWave |
Batería |
4.500 mAh 25W |
Biometría |
Lector de huellas dactilares ultrasónico y procesador de seguridad |
Software |
Android 10 + One UI |
Dimensiones y peso |
77,2 x 164,8 x 8,1 mm |
Otros |
Altavoces estéreo con decodificación Dolby Atmos, IP68, S Pen |
Precio |
Desde 1.079 euros |
Samsung Galaxy Note20 Ultra 5G Smartphone Android Libre de 6.9" 256GB Mystic Bronze [Versión española]
Un traje de lujo y una pantalla que deslumbra
Samsung ha dado un giro al diseño de su gama alta con este Note 20 Ultra. El ADN de Samsung sigue presente, pero ahora tenemos un diseño con unas formas un poco menos orgánicas. Trasera y delantera se unen en una semiesfera perfecta en los laterales, pero los bordes superior e inferior son rectos, casi como si los hubieran cortado. La combinación de rectas y curvas le sienta muy bien.
Es un diseño muy elegante, sencillo pero a su vez con personalidad. No te cansas de verlo ni tampoco te parece un móvil más. Aquí el color rosado y esa trasera mate han ayudado; quizás el modelo gris no sea tan llamativo y acabe resultando más aburrido.
La redondez de los laterales hace que el agarre resulte cómodo y seguro, algo que es de agradecer en un móvil de su envergadura. Sin embargo, esto es sólo cuando lo sujetamos en vertical, al sujetarlo en horizontal para ver un vídeo o jugar, los bordes rectos se clavan un poco y penaliza la ergonomía. Como digo, es un móvil grande y también pesado, no de los que más, pero lo notas en el bolsillo (aunque no cabe en prácticamente ninguno, todo sea dicho), así que si lo que buscas es algo manejable, el Note 20 Ultra no es para ti.
Un detalle del diseño que resulta bastante llamativo es, por supuesto, el módulo de cámara. Lo de los módulos grandes ya es algo que (creo) ya tenemos superado, pero que sobresalga un par de milímetros es de todo menos cómodo. Cuando lo apoyas en la mesa se queda torcido, además de que queda muy expuesto a posibles arañazos. Usar una funda es prácticamente obligatorio, lo malo es que la unidad de review venía con una funda libro, concretamente la Smart Clear View.
La funda viene bien para proteger el móvil y lo de poder ver las notificaciones en esa pequeña ventana es útil, pero personalmente encuentro las fundas libro uno de los inventos más incómodos del sector móvil. La he mantenido puesta por lo que digo del módulo de cámara, pero ha penalizado bastante la experiencia. Obviamente esto no es un problema para un usuario que se comprará la funda que le apetezca (en mi caso una de silicona normalita habría sido lo mejor), pero dado que ha sido un problema constante durante la prueba, tenía que decirlo.
Sí, el tamaño puede ser un problema a la hora de manejarlo o transportarlo, pero las desventajas se diluyen cuando hablamos de experiencia visual. La pantalla del Note 20 Ultra es una gozada, y tener una diagonal de casi 7 pulgadas potencia todavía más ese efecto wow.
No puedo sacarle pegas a esta pantalla, ni siquiera por las curvas laterales ya que en esta generación se han reducido bastante. Cumple con nota en contraste, nitidez, reproducción de color y el brillo es más que suficiente como para que veamos el contenido incluso a pleno sol. Además, los 120Hz de frecuencia aportan un extra de fluidez en juegos y ponen la guinda a una pantalla excelente.
Experiencia de uso: la diferenciación del S Pen y el lastre de OneUI
Samsung hace honor al apellido Ultra en muchos aspectos, incluyendo el de la potencia y también la autonomía. El grandullón de la familia Note lleva el Exynos 990 y rinde como podemos esperar del chip más potente de la firma, y los 12 GB de RAM que le acompañan no hacen más que. El desempeño en tareas exigentes es sobresaliente y la multitarea gestiona los procesos abiertos sin problema.
Sin embargo, en ocasiones, el Samsung Galaxy Note 20 Ultra no va todo lo fino que nos gustaría y el culpable no es el hardware, es OneUI. Ya en el análisis detectamos algunos tirones y en este mes de uso puedo corroborar que así es. El lag no es constante, pero sí relativamente habitual en ciertas animaciones. Por ejemplo al desplegar la cortina de notificaciones, cerrar una app o movernos por los menús, hay momentos en los que el software no consigue ir fluido y los tirones aparecen. No es algo que penalice la experiencia, pero en un móvil de su nivel no debería suceder.
Sobre la autonomía, llegar al final de la jornada sin pasar por el enchufe ha sido la tónica habitual, siempre manteniendo el refresco en el modo de frecuencia adaptable. Al final del día todavía queda carga para parte del día siguiente, aunque aquí ya vamos algo más justos y toca repostar. Que por cierto, el cargador incluido es bastante rápido y consigue darnos una carga completa en poco más de una hora. Pocas quejas con respecto a la autonomía, aunque tampoco puedo decir que me haya volado la cabeza.
Pero lo que de verdad marca la diferencia en la experiencia de uso es el S Pen y todas las funciones de software que ofrece; notas a mano, dibujar sobre una foto, gestos aéreos... Las posibilidades son muchas, el problema del S Pen es que es un añadido al que, si no estás acostumbrado como es mi caso, muchas veces hasta te olvidas de que está.
Durante este mes de uso he tenido que obligarme a usar el S Pen y poco a poco he creado algunos hábitos, como hacer la lista de la compra en una nota a mano alzada, pero es algo que me cuesta bastante. Eso sí, la sensibilidad a la presión es excelente y consigue unos trazos muy naturales, sobre todo al dibujar. Donde no he conseguido pillar el truco es con los gestos aéreos. Muchas veces hago el gesto que no es y acabo haciendo capturas de pantalla o saliendo a la interfaz de multitarea en lugar de pasar de canción o cambiar de cámara.
Un módulo de cámara bien aprovechado (y sin zoom 100x)
Tras probar la cámara del Samsung Galaxy S20 Ultra nos quedó claro que no es necesario tener un zoom de 100 aumentos en un móvil. Primero porque rara vez lo vamos a usar, y segundo porque la calidad es muy justa (obviamente). Para el Note 20 Ultra, Samsung se centra en mejorar la calidad y nos trae un zoom óptico de 5 aumentos (el del S20 Ultra era de 4 aumentos), mientras que el máximo se queda en 50 aumentos.
Los resultados del sensor principal son muy buenos en condiciones favorables. Buena nitidez, balance de blancos correcto y rango dinámico amplio. Eso sí, en la paleta de colores hay una clara tendencia a la saturación, en especial de los tonos verdes. No es exagerada pero ahí está.
Más ejemplos de lo que conseguimos con el sensor principal en un día soleado. La viveza de los colores vuelve a ser la protagonista, aunque aquí hay que decir que las escenas eran así por sí solas. Por cierto, hablando de saturación, mejor desactivar el botón de optimizador de escenas porque lo único que hace es subir todavía más la saturación y un poco el contraste.
El rendimiento de la lente angular es bastante bueno cuando la luz acompaña. Como sucede con otras lentes de este tipo, tiende a saturar los colores más de la cuenta, pero como aquí el sensor principal también peca de lo mismo, con buena luz el resultado es prácticamente igual en cuanto a colorimetría. De noche la calidad cae bastante y el ruido no tarda en aparecer, aunque aquí el modo noche puede ser un buen aliado. Otro detalle: si no activamos el ajuste 'Corrección ultra gran angular', deforma bastante las esquinas, pero si lo activamos controla bastante bien esas aberraciones.
Con respecto al teleobjetivo, buenas sensaciones. Personalmente siempre trato de quedarme en el máximo de zoom óptico, que en este caso son 5x, pero he de decir que el Note 20 Ultra consigue buenos resultados hasta los diez aumentos sin que haya mucha pérdida de calidad, algo en lo que el estabilizador sin duda ayuda. Al sacar la lupa vemos que la definición de las texturas es un poco errática pero en el plano general sale muy bien parado. Sobre el zoom de 50 aumentos, creo que lo probé el primer día a modo de curiosidad y ahí se quedó. Como decía, no es una función muy útil en el día a día.
El enfoque dinámico (el modo retrato de toda la vida) da muy buenos resultados en escenas iluminadas, consiguiendo un recorte muy acertado incluso en zonas complicadas como el pelo. Al ampliar vemos que el corte es un poco brusco pero esto apenas se nota en el plano general. El desenfoque se aplica fácilmente, sin que dé mucha guerra por la distancia al sujeto, pero hubieron unas cuantas veces en las que perdió el foco y la imagen salió desenfocada. No pasa siempre, pero sí más de lo que me gustaría.
Cuando la luz cae, la calidad cae con ella. El sensor principal es el que mejor aguanta, siempre y cuando la escena sea "fácil" como esta, donde no hay movimientos y tenemos una fuente de luz, pero lo normal es que el ruido aparezca enseguida, y la cosa empeora con el teleobjetivo y, sobre todo, el angular. El modo noche puede salvar algunas tomas, pero tampoco hace milagros. En general la foto nocturna es salvable, pero esperaba algo más tratándose del buque insignia de Samsung.
Y cerramos este apartado con la cámara selfie. La calidad es claramente inferior a la del sensor principal, pero nos da imágenes bastante buenas si la iluminación es abundante, mientras que de noche la falta de luz penaliza mucho. Se agradece que sea compatible con el modo noche.
Un mes con el Samsung Galaxy Note 20 Ultra
Tras varios años apostando por lanzar sus móviles estrella por parejas, a principios de 2020 Samsung dio una vuelta de tuerca más y, junto con el dúo habitual nos trajo un tercer dispositivo. Nacían así los 'Ultra', un nuevo apellido para destacar el modelo más avanzado de su respectiva gama. La estrategia se estrenó con la familia Galaxy S y ahora llega a los Note.
El Samsung Galaxy Note 20 Ultra hace honor a su apellido empezando por su tamaño. Por algún motivo, para Samsung, Ultra es sinónimo de enorme. Servidora ya está acostumbrada a usar teléfonos grandes, y el Note 20 Ultra no es el caso más exagerado con el que me he topado, pero tampoco es precisamente cómodo. La parte buena es que la pantalla también es enorme y, junto a la calidad de ésta, hace que la experiencia visual sea sobresaliente. La cámara es otro de los aspectos que más he disfrutado en este tiempo. Si te gusta una cámara versátil, aquí vas a tener opciones de sobra para conseguir una enorme variedad de resultados. Eso sí, la calidad de noche es un punto débil que debería mejorarse en la próxima generación.
Como comentaba más arriba, mi relación con el S Pen ha sido un poco complicada. No estoy acostumbrada a usarlo y, aunque me obligo y voy creando el hábito, siento que no estoy exprimiendo todas sus capacidades al máximo.
Hablando de software, OneUI es para mí el mayor obstáculo. No le falta de nada, pero no termino de hacerme a la capa de Samsung y el lag no ayuda a que nos reconciliemos. Concluye este mes con el Samsung Galaxy Note 20 Ultra y ya voy teniendo ganas de volver a mi capa habitual (Pixel launcher). De lo que no tengo ganas es de dejar de ver esa pantalla o jugar con las cámaras.
Samsung Galaxy Note20 Ultra 5G Smartphone Android Libre de 6.9" 256GB Mystic Bronze [Versión española]