El iPad Pro de 2020 llegó por sorpresa para ser el buque insignia de los tablets de Apple, el pensado para las tareas más exigentes y dar motivo de llevar ese apellido. Algo que hemos querido comprobar tras un mes de uso con el iPad Pro (2020), centrándonos sobre todo en la experiencia de trabajar con él como dispositivo único y si eso es posible.
Un tablet cuyas principales novedades, además de actualizarse por dentro, es un escáner LiDAR y soporte para trackpad. Hemos probado el de 12,9 pulgadas algo que casi se llevó el mismo (o mayor) protagonismo en este estreno: el Magic Keyboard. Os contamos qué tal con ambos.
Ficha técnica del iPad Pro (12,9 pulgadas)
IPAD PRO 12,9" |
|
---|---|
DIMENSIONES Y PESO |
280,6 x 214, x 5,9 mm |
PANTALLA |
Liquid Retina de 12,9 pulgadas |
PROCESADOR |
Apple A12Z Bionic de 64 bits |
MEMORIA RAM |
Por determinar |
ALMACENAMIENTO INTERNO |
128/256/512/1.024 GB |
CÁMARA TRASERA |
Angular de 12 MP f/1.8 |
CÁMARA DELANTERA |
TrueDepth de 7 MP f/2.2 |
BATERÍA |
36,71 Wh |
SISTEMA OPERATIVO | iPad OS |
CONECTIVIDAD |
WiFi 6 |
OTROS |
Face ID |
PRECIO |
12,9" WiFi: 128 GB: 1.099 euros |
Nuevo Apple iPad Pro (de 12,9 Pulgadas, con Wi-Fi y 128 GB) - Gris Espacial (4.ª generación)
Más de lo mismo (para bien) en diseño y pantalla
El diseño no ha experimentado apenas cambios con respecto al iPad Pro de 2018, viendo esas aristas en ángulo recto que no dibujan otros tables como el iPad estándar o la Samsung Galaxy Tab S6 Lite, siendo algo casi más cercano al estilo Surface. Pese a esto no resulta incómodo en mano, no da sensación de “cortar” o molesta al agarre, si bien es más agradable llevarlo dentro del Magic Keyboard (aunque éste se ensucia con demasiada facilidad).
De hecho, para sus dimensiones tampoco resulta pesado, siendo también bastante fino y al final muy cómodo de llevar de aquí para allá al menos hablando del dispositivo sin fundas y añadidos. El Magic Keyboard añade un peso considerable, pero al final sigue siendo menos que lo que puede pesar un portátil de 13 pulgadas como su primo hermano el MacBook Pro.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
iPad Pro (2020) | 280,6 | 214,9 | 5,9 | 12,9 | 641/643 | 36,71 (Wh) | 603 | 355,78 |
iPad Air (2019) | 250,6 | 174,1 | 6,1 | 456/464 | 10,5 | 30,2 (Wh) | 436,3 | 266,14 |
iPad (2019) | 250 | 174,5 | 7,5 | 483/493 | 10,2 | 34,2 (Wh) | 436,25 | 327,19 |
Huawei MatePad Pro | 246 | 159 | 7,2 | 460 | 10,8 | 7.250 | 391,14 | 281,62 |
Surface 7 Pro | 292 | 201 | 8,5 | 775 | 12,3 | - | 586,92 | 498,88 |
Samsung Galaxy Tab S6 | 244,5 | 159,5 | 5,7 | 420 | 10,5 | 7.040 | 389,98 | 222,29 |
En su versión de 12,9 pulgadas es bastante más grande que el iPad (2019) y no le gana a ligereza al iPad Air (2029). Sí logra tener algo menos de volumen que la Surface 7 Pro, que entra en las diagonales de 12 pulgadas (y es quizás el producto más enfrentado a nivel de prestaciones).
La cámara frontal (y por tanto el FaceID) se sitúa en el borde superior (mirándolo en vertical), de modo que cuando lo tengamos en el Magic Keyboard o lo sostengamos en horizontal tendremos que tener cuidado para no taparlo con nuestra mano o para saber dónde dirigir nuestra mirada para la identificación del rostro. Apple no suele optar por decisiones asimétricas en lo referente a los frontales, pero quizás la ubicación en una esquina (algo como el Huawei MatePad Pro, aunque no fuese con agujero) hubiese sido más práctica en este sentido.
La trasera, metálica y mate, resiste bastante a suciedad y a huellas sin que tampoco resbale. Eso sí, la resistencia oleofóbica del cristal de la pantalla es mucho menor, ensuciándose con mucha facilidad al igual que como veremos en el caso del Magic Keyboard. Aquí también se sitúa el nada discreto módulo para cámaras, que adopta la misma forma de baldosa (o vitrocerámica) de los iPhone 11 pero no hace que el iPad Pro se tambalee si lo usamos apoyado en una superficie.
En todo caso, se trata de un producto muy bien construido y aparentemente resistente. La poca anchura de los marcos logran trasladar la sensación de un “casi todo pantalla” de manera conseguida, y que con el Magic Keyboard se consiga transmitir la sensación de que estamos trabajando con un ordenador.
Hablando pues del panel, se trata de una pantalla Liquid Retina de 12,9 pulgadas y una resolución de 2.732 x 2.048 píxeles, con una densidad de 264 píxeles por pulgada. La tasa de refresco es de 120 hercios, como su predecesor, y es una de las claves para que la experiencia con ella sea muy buena.
En iOS no encontramos apenas ajustes para la pantalla, si bien viene bien calibrada y aunque viene algo cálida de fábrica el contraste y la saturación son adecuados. La sensibilidad táctil también es adecuada, tanto al tap como a los gestos, lo cual de hecho es básico para que la experiencia con este dispositivo en el trabajo sea buena.
La densidad de píxeles no es rompedora, pero es suficiente para dar una buena experiencia a nivel de nitidez. Salvo por lo fácilmente que se ensucia, en general y en conjunto con los marcos bastante reducidos da buena experiencia.
Potencia de sobra, autonomía decente y un LiDAR muy hot
El iPad Pro es fiel a la mínima del fabricante con los procesadores propios para dispositivos móviles e integra el Apple A12Z Bionic, con el misterio de la RAM (6 GB según se vio en el despiece y como muestran los benchmarks). Un procesador que junto a la GPU debería ser capaz, para cumplir lo prometido, de renderizar en 4K, mover bien juegos exigentes a 120 Hz o rendir mejor en realidad aumentada entre otros aspectos. ¿Ha sido así?
Como hemos dicho antes, en estas semanas hemos intentado hacer del iPad Pro nuestro equipo único, ya no sólo para trabajo sino también para entretenimiento. Además de los benchmarks que os mostraremos a continuación, hemos jugado con juegos estándar, juegos de AR, editado fotos desde una tarjeta SD, compuesto vídeos y sobre todo trabajar a doble ventana, y en ningún momento hemos notado que el hardware fuese insuficiente. Fluidez y potencia siempre, para todo.
Eso sí, siendo la AR una de las características a las que más importancia se le ha dado, hay que destacar que se calienta de manera exagerada (y sin estar demasiado rato con este tipo de apps). Algo que ya nos llamó la atención en el ASUS ZenFone AR, lo cual es normal al ser un uso muy exigente, pero no deja de dejar dudas de cómo afectará esto a la larga al hardware (sobre todo a la batería).
Hablando de la autonomía, alternando un uso intenso y otro menos exigente nos aguanta más o menos dos días. En los días más intensivos (trabajando las ocho o más horas con él y usándolo unas 10 horas al día), la autonomía es de algo más de un día. Con estas cifras se logra estar tranquila en un trabajo en movilidad a la hora de no depender de cargadores o enchufes para antes de que finalice la jornada, tardando unas 3 horas y 15 minutos en cargarse.
Esto nos lleva al USB. Está muy bien que Apple ceda y sus dispositivos tengan conexiones más universales, pero al no tener jack de audio si no tenemos auriculares inalámbricos no podremos cargarlo/usar algún adaptador USB y escuchar música, llamadas, etc. a la vez. En esta pandemia de videollamadas no han sido pocas las veces que hemos tenido que elegir entre conectar una cosa u otra, al no siempre disponer de auriculares por Bluetooth, y creo personalmente que el ancho lo podría permitir como ocurre con el iPad estándar.
Hablando del desempeño en vídeo y audio, la verdad es que es un tablet muy apto para ser un centro multimedia ya sea por trabajo o por ocio. En nuestro caso hemos aprovechado el Magic Keyboard para que fuese un stand a la hora de ver películas o sobre todo vídeos para hacer ejercicio. Si no disponemos de un televisor (que suele ser lo más cómodo), es una alternativa buena a nivel de audio y calidad de vídeo, funcionando bien tanto con Chromecast y Air Play en caso de poder recurrir a ello.
En cuanto al sonido, los altavoces están muy bien ubicados de modo que no suelen taparse aún agarrándolo en horizontal. No hay ajustes avanzados de audio, lo cual junto a la ausencia de jack de 3,5 milímetros es lo que más puede echarse en falta en este sentido, pero en todo caso el sonido es de calidad y tanto agudos como graves están bien compensador.
El iPad Pro como herramienta única de trabajo
Hemos querido probar si el iPad Pro puede ser un sustituto de un ordenador en un trabajo como el nuestro (editor). No suele requerir el uso de software demasiado exigente salvo algún editor de fotos y vídeo, usando sobre todo apps como procesador de texto, navegación web, redes sociales, mensajería instantánea, hojas de cálculo y sobre todo últimamente apps para videollamada.
Todo esto queda cubierto con apps disponibles para iPadOS, como la suite de ofimática de Google, el navegador que más nos guste o en nuestro caso Pixelmator para la edición de las fotografías que importamos de una SD. A este respecto comentar que disponíamos de un adaptador SD para USB tipo C para MacBook Pro, que sirve para este iPad.
Tardamos algunos días en hacernos al flujo de trabajo, pero en nuestro caso sí puede trabajarse sin echar en falta herramientas o funciones. La clave ha sido la pantalla dividida, que aunque podría ser más versátil ha facilitado bastante realizar algunas tareas, junto al manejo por gestos.
De hecho, el trackpad del Magic Keyboard es lo que no nos ha acabado de convencer (por ejemplo en la multitarea), y algo que habría que mejorar es quizás el soporte de ratones y teclados, notando que el Logitech MX Master 2S no acaba de ir muy fino.
Editar fotos y componer vídeos sencillos tampoco ha ido mal. No se ralentiza ni hay limitación usando formatos compatibles con el software, y a la hora de editar fotografías el poder tocar la pantalla puede ser un aliciente.
En nuestro caso nos hemos podido adaptar, pero no ha dejado de ser eso (al menos de momento): una adaptación con concesiones. Es mucho más cómodo trabajar con una pantalla más grande en la que la multiventana tiene muchas más posibilidades y iPadOS aún no es tan abierto como para permitir el trabajo con determinados software o plataformas, pero para profesiones en las que se necesiten apps existentes el hardware ha demostrado ser suficiente.
Sigue sin ser además un sistema demasiado intuitivo y requiere cierto entrenamiento si no se tiene una base al menos de conocimiento de iOS, sobre todo para trabajar con la selección de texto si no se va a usar el trackpad o un periférico. Lo que sí vemos es que al menos el Magic Keyboard tiene algo de personalización en los ajustes.
Las cámaras: mejor como actrices secundarias
La cámara da buen resultado teniendo en cuenta que es un tablet, de hecho hemos hecho un uso bastante menor que con un smartphone. La calidad es aceptable sobre todo con buena luz, con buen rango dinámico hablando tanto de la estándar como de la gran angular, aunque con iluminación baja decae un poco. Eso sí, el modo retrato es sólo para la cámara subjetiva.
Hilando con ello, la cámara frontal tiene una calidad aceptable, aunque una de las prestaciones que más hemos aprovechado es la capacidad de recoger vídeo a 1080p (con tanta videollamada y vídeo subjetivo), la cual capta tomas con bastante mayor calidad que muchas webcams de ordenadores portátiles. Aunque eso sí, lo suyo es tener un stand para tenerlo en vertical si vamos a usar esta cámara.
¿Y el LiDAR? Se trata de algo muy específico y que no usaremos demasiado si no solemos jugar con apps de realidad aumentada o para nuestro trabajo nos viene bien la posibilidad de ver objetos virtuales en el entorno y sobre todo medir distancias.
Es muy rápido, sobre todo a la hora de detectar la superficie del ambiente en el que estemos, y crea un mapa espacial bastante preciso. Pero como hemos dicho anteriormente el dispositivo se calienta mucho, así que mejor usarlo lo justo y dejándolo “descansar”.
Un tablet muy completo que no siempre podrá ser "Pro"
El iPad Pro para quien viene de un ordenador de Apple debe ser algo similar a la Surface Pro a quien viene de un PC con Windows, aunque iPadOS no tiene el grado de madurez que lo equipararía a macOS tan de tú a tú. Sin embargo, se trata de algo muy cercano a un ordenador, sobre todo si tras unos días de habituación y algunas concesiones.
La interacción táctil con funciones como la pantalla dividida logra dar cierta versatilidad al flujo de trabajo que no se tiene con pantallas no táctiles, y que haya soporte para periféricos puede ser un aliciente (aunque esto tiene margen de mejora). En nuestro caso hemos estado cómodos con él tanto para trabajo como para ocio tras unos días de "entrenamiento", con un buen rendimiento del Magic Keyboard sobre todo a nivel de la pulsación de la tecla (para ser un teclado de este tipo).
Logra no ser demasiado grande pese a las 12,9 pulgadas, sobre todo si nuestra idea es que sea un sustituto de un portátil. El peso es mayor con el teclado, pero su diseño también permite que lo llevemos de aquí para allá con cierta tranquilidad (salvo por la suciedad, esto nos ha resultado algo exasperante pero depende de la importancia que se le dé a esto).
En todo caso, el iPad Pro de 2020 es un dispositivo muy completo que cubre muchas de las necesidades más habituales (multimedia, navegación, redes sociales, mensajería) y con el teclado puede hacer las veces de nuestro equipo único de trabajo, aunque esto será bastante más posible si trabajamos previamente con alguna plataforma de Apple por cuestión del software. Y por cierto, al final aspectos como la pantalla, el audio o la autonomía nos han convencido mucho más que el LiDAR.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Nuevo Apple iPad Pro (de 12,9 Pulgadas, con Wi-Fi y 128 GB) - Gris Espacial (4.ª generación)