Los móviles plegables todavía son dispositivos minoritarios, pero siguen abriéndose camino en el sector móvil y ya podemos hablar de segundas generaciones. Tras la llegada del Galaxy Fold en 2019, este año Samsung nos trae un concepto distinto con el Samsung Galaxy Z Flip. Si con el Fold la idea era ofrecernos un smartphone que se convertía en tablet, el Flip apuesta por un diseño que recuerda a los móviles de tapa, pudiendo reducir su tamaño a la mitad cuando está cerrado.
A día de hoy todavía no está claro que los móviles plegables vayan a convertirse en una categoría muy popular o si seguirán siendo, como decíamos, dispositivos minoritarios. Hay muchos puntos a su favor, pero también plantean dudas. Teniendo en cuenta esta división de opiniones, hemos abordado el análisis entre dos personas con puntos de vista opuestos: un escéptico y un defensor de los plegables. ¿Seguiremos pensando lo mismo al concluir la review?
Samsung Galaxy Z Flip, especificaciones técnicas
SAMSUNG GALAXY Z FLIP | |
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DIMENSIONES Y PESO | 167,3 x 73,6 x 7,2 mm (desplegado) |
PANTALLA | AMOLED de 6,7 pulgadas |
PANTALLA SECUNDARIA | Super AMOLED de 1,1 pulgadas |
PROCESADOR | Snapdragon 855+ |
MEMORIA RAM | 8 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO | 256 GB UFS 3.0 |
CÁMARA TRASERA | 12 MP f/1.8 |
CÁMARA DELANTERA | 10 MP f/2.4 |
SISTEMA OPERATIVO | Android 10 con One UI 2.0 |
BATERÍA | 3.300 mAh |
CONECTIVIDAD | WiFi 6 |
OTROS | Lector de huellas lateral |
PRECIO | Disponible en precompra por 1.500 euros |
Samsung Galaxy Z Flip (precompra)
Un análisis desde dos puntos de vista opuestos
Un móvil plegable no es un móvil al uso, por eso creemos que la review debe adaptarse a este nuevo concepto. Si con el Galaxy Fold tuvimos cinco tipos de usuario probándolo para ver a quién se adaptaba mejor, con el Galaxy Z Flip hemos planteado un análisis desde dos posturas enfrentadas. Antes de empezar, vamos a establecer dichas posturas y, al final, veremos si se mantienen o el plegable de Samsung nos ha hecho cambiar de opinión.
El creyente: José García, editor en Xataka
Reconozco que tenía ganas de ver los primeros plegables en el mercado. Es un tecnología que, considero, puede ser un punto de inflexión en el sector de la telefonía, principalmente porque el mercado pide a gritos un factor forma diferente e innovación. Con todo, soy consciente de que las marcas que se ha aventurado en esta ¿gama? de smartphones están dando sus primeros pasos, y que hay aspectos que deben evolucionar y mejorar.
A título personal, me gusta mucho más el concepto del Samsung Galaxy Z Flip que el del Galaxy Fold. El Galaxy Fold es, para como yo entiendo un smartphone, demasiado grande, pero el Galaxy Z Flip es todo lo contrario. Es un móvil con tamaño de móvil (hablaremos de esto más adelante, pero se entiende la idea) que se dobla y que se puede guardar en un tamaño más compacto, y la sensación de llevar el móvil en el bolsillo sin sentir que llevo un dispositivo grande me atrae.
Por otro lado, confío en que Samsung haya aprendido de los errores del Samsung Galaxy Fold, principalmente en cuando a durabilidad, tacto de la pantalla y pliegue. Estamos de acuerdo en que el precio es alto, más que la mayoría de móviles no plegables, pero es que el Z Flip no creo que sea un móvil para todos. Ni este ni ningún plegable. Primero será una tecnología de nicho, al alcance de unos cuantos, pero no me cabe duda de que en algún momento las pantallas plegables mejorarán y serán más mainstream.
La escéptica: Amparo Babiloni, directora de Xataka Android y Móvil
Llevo leyendo sobre la revolución de los móviles plegables casi desde que empecé en esto, y no llevo poco tiempo. Tras años de prototipos y conceptos futuristas, hoy por fin podemos decir que los plegables son una realidad. El avance es real, el Galaxy Z Flip es una prueba de ello, pero personalmente no creo que los plegables vayan a ser el boom que muchos vaticinan.
Creo que el concepto del Galaxy Z Flip tiene más sentido que el Fold ya que se centra en reducir tamaño y no en ampliarlo, pero sigue generándome dudas. Sí, se hace más pequeño al plegarlo, pero el teléfono no es funcional en este estado, tenemos que abrirlo para poder usarlo y no parece fácil hacerlo con una sola mano si estamos ocupados.
Con lo que hemos visto hasta ahora, para mí las ventajas que ofrece un plegable pesan menos que los inconvenientes, y el principal es la durabilidad. Está claro que cualquier móvil se puede romper, pero los plegables tienen diseños más complejos, con muchas piezas móviles y por tanto son más caros de reparar. Y hablando de precios altos, por el momento son dispositivos muy exclusivos al alcance de unos pocos. Creo que los plegables evolucionarán y mejorarán, pero serán una categoría de nicho y la mayoría de móviles seguirán teniendo diseños tradicionales.
Experiencia global
Amparo Babiloni: reconozco que cuando saqué el móvil de la caja me llevé una pequeña decepción porque no venía plegado (me pregunto si es porque es malo que el panel pase mucho tiempo en esa posición), pero se me pasó nada más doblarlo yo misma. Seré escéptica, pero no soy de piedra. El Galaxy Z Flip mola mucho.
Lo de cerrar el móvil y echármelo al bolsillo es lo que más me ha gustado. Se hace muy compacto y cabe en casi cualquier lado (hasta en el bolsillo de un pantalón donde jamás se me hubiera ocurrido guardar un móvil). Reconozco que es una gozada llevarlo encima o directamente en la mano, donde parece de todo menos un móvil. Ésta es la mayor ventaja de su diseño y algo que no encontramos en otro móvil (con permiso del RAZR). ¿Me estaré volviendo creyente? pensé. Lamentablemente, no tardé en empezar a encontrarle inconvenientes.
El móvil cerrado no vale para prácticamente nada, siempre hay que abrirlo porque la pantalla externa es enana. Esto no supone un problema en muchas situaciones, lo abres y punto, pero en otras sí. Soy capaz de abrirlo con una sola mano, pero el miedo a hacer un mal gesto y que se caiga es mayor. Y es que la sensación de estar manejando algo extremadamente frágil no se me ha ido en todo el tiempo que lo he probado. La bisagra se siente robusta y la construcción es sólida, es la pantalla lo que más miedo me daba, tanto ante una caída como ante una pulsación demasiado fuerte. Creo que el aviso que aparece nada más encender el móvil no ayuda.
Y hablando de pantalla, el pliegue se nota si lo tocas o si hay reflejos, pero la mayor parte del tiempo que lo he estado usando, la experiencia ha sido como mirar la pantalla de un móvil normal. Me esperaba peor calidad o una sensación más "plastiquera" pero no ha sido así. De la pantalla exterior no tengo tan buenas palabras, no porque no se vea bien, sino por su tamaño casi anecdótico. Leer las notificaciones sin abrir el móvil es de todo menos cómodo.
El Samsung Galaxy Z Flip es un nuevo concepto de plegable que hace justo lo contrario de lo que creíamos que serían los plegables; en lugar de un móvil que se hace tableta, es un móvil que reduce su tamaño a la mitad. El lado bueno es la comodidad en el transporte, pero no aporta nada más. La prueba está en las escasas funciones de software que ofrece y que, al menos yo, apenas he usado. Pero da igual, porque no es la intención de este smartphone. Lo que quiere el Galaxy Z Flip es colarse en cualquier bolsillo y eso lo consigue de sobra. Ah y atraer miradas, eso también lo consigue.
Jose García: La experiencia diaria con el Samsung Galaxy Z Flip es un poco particular. Cuando lo sacas de la caja tiene ese efecto ¡Wow!, y cuando ves que que se pliega, que funciona y que todo es como un "móvil normal", la sensación es de lo más curiosa. Mi primera impresión fue de estar tocando el futuro de los smartphones con la punta de los dedos, y lo digo siendo completamente sincero.
Al principio cuesta, no voy a engañar a nadie. No es un dispositivo que se pueda manejar cómodamente como una mano y para este análisis he tenido que aprender a usar las dos. Estoy acostumbrado, como todos, realmente, a usar el móvil con un sola mano, y uno de los sacrificios que hay que hacer por tener un teléfono de esta categoría es que la mano izquierda toca empezar a moverla. No es engorroso, no me malentendáis, pero es algo que hay que tener sabido antes de sacarlo de la caja.
Cuando tienes el teléfono en la mano, es imposible evitar que te venga a la cabeza una impresión de fragilidad, de que se te va a romper, como si fuera porcelana. Y es un miedo que no se me ha quitado durante el análisis. Tras usarlo varios días, me he encontrado usándolo con más cautela que la que suelo tener con mi móvil u otros terminales que analizo, y realmente es una tontería, porque cuando lo usas un par de horas te das cuenta de que Samsung ha hecho los deberes y que el Z Flip aguanta.
Es un móvil resistente, pero en mi opinión, quizá por su diseño, no consigue transmitirlo a simple vista. Y de la misma forma que no consigue transmitir esa sensación de robustez, no creo que la pantalla plegable esté bien aprovechada a nivel de software. No hablo del pliegue, eso lo desarrollaré más adelante, sino de la diferencia que puede haber entre usar un móvil plegable o un móvil normal.
Hay un par de añadidos en la app de cámara y en la galería, pero... poco más. La app de cámara es curiosa, porque puedes dejar el teléfono semiplegado sobre una mesa y hacerte una foto sin tocarlo, y eso para los primeros días está bien, pero es de esas funciones que acababan olvidadas y solo siendo usadas de forma muy esporádica. Las apps de terceros no están adaptadas, así que en la práctica es como un móvil normal que se dobla. En ese sentido, la experiencia general se me ha quedado un poco coja.
Ahora bien, pensaba que no iba a hacerlo tanto, pero no he tardado en acostumbrarme a guardarlo plegado en el bolsillo. Es difícil describirlo con palabras, pero la sensación de tener un móvil enorme, porque es enorme, doblarlo por la mitad, guardarlo en el bolsillo y que no ocupe tanto espacio es pura fantasía. Es muy cómodo y estoy seguro de que cuando vuelva a mi móvil lo voy a echar de menos.
Esto ha sido, sin duda, lo que más me ha gustado, lo que más útil me ha parecido y lo que más he aprovechado en el día a día. Como contrapunto, la pantalla secundaria es demasiado pequeña y sí, está bien para saber que has recibido un WhatsApp o conocer la hora, pero en la práctica, cualquier cosa que suponga interactuar con el móvil conlleva abrirlo por completo. Y eso sí es engorroso e imagino que a largo plazo, molesto.
Con todo, el dispositivo me sigue pareciendo de lo más interesante. No creo que sea una tecnología que esté lista para el consumo masivo, pero Samsung ha hecho un trabajo excelente en la construcción del terminal. Esto seguro de que dentro de unos años la cosa habrá cambiado mucho, pero si uno de los primeros plegables está tan bien resuelto, con sus más y sus menos, no me cabe duda de que el futuro nos depara grandes cosas.
Diseño y manejo
Empezamos analizando el punto diferencial de un terminal plegable: su diseño. Como un plegable presenta bastantes particularidades, vamos a dividir este apartado en tres bloques: como es la experiencia abriéndolo y cerrándolo, como es el Z Flip abierto y como es cuando está cerrado.
Experiencia abriéndolo y cerrándolo
Amparo Babiloni: El primer contacto con la bisagra fue muy bueno y se mantuvo durante todo el análisis; no cruje y es resistente, pero a la vez va suave. Dicho de otro modo: tiene el punto justo de resistencia para que transmita confianza de que no se va a romper y a la vez nos sea fácil de abrir. Un detalle que me llamó la atención es que el móvil viene abierto, me pregunto si es debido a que es "malo" tenerlo plegado mucho tiempo.
¿Y cómo es usar un móvil plegable? Me costó un poco interiorizar eso de tener que abrir el móvil para poder usarlo y en ocasiones me ha resultado bastante engorroso. Por ejemplo, es incómodo cuando tenemos solo una mano libre (aunque se puede abrir haciendo algunos malabarismos) o si lo estamos consultando constantemente (por ejemplo si vas haciendo fotos).
Solo lo he dejado abierto cuando lo tenía sobre el escritorio mientras trabajaba, ya que la pantalla exterior me parece del todo insuficiente para ver las notificaciones (luego lo comentaré con más detalle), pero el resto del tiempo siempre lo he plegado por miedo a dañar la pantalla.
Por cierto, también es incómodo cuando lo sacamos del bolsillo y tratamos de abrirlo sin mirar. Al ser cuadrado, no tenemos "tacto" para saber en qué posición lo tenemos sujeto y, por tanto, en qué dirección abrir la bisagra. Confieso que ha habido unas cuantas veces (muchas) que he intentado abrirlo por donde no era.
Jose García: abrir el terminal con una sola mano es complicado, pero no imposible. La bisagra del Galaxy Z Flip se siente robusta y el sistema ofrece cierta resistencia, algo que es cierto que complica desplegarlo con una sola mano, pero que prefiero a que la bisagra sea endeble. El mecanismo transmite mucha seguridad y la sensación de abrirlo es muy positiva. Cerrarlo es tan simple como empujar con el dedo índice, no tiene más. No cruje ni se oye nada raro y creo que Samsung ha hecho un excelente trabajo con el mecanismo.
El manejo, en mi opinión, es muy bueno. Es muy fácil acostumbrarse a desplegar el móvil, contestar un mensaje o una llamada, plegarlo y guardarlo en el bolsillo. Además, no es necesario abrirlo para estar al tanto de las notificaciones, porque aparecen en la pantalla secundaria. Puede ser un poco tedioso abrirlo y cerrarlo todo el rato, pero considero que es uno de los pequeño sacrificios que hay que hacer por tener un mecanismo plegable resistente y un dispositivo con esta tecnología. Tampoco es que tardes dos minutos en abrirlo, solo que en lugar de llevarte un segundo te lleva dos, pero nada drástico.
En pocas palabras, a pesar de lo que se podría transmitir un terminal de estas características, el mecanismo de bisagra del Galaxy Z Flip transmite mucha seguridad. Incluso puede cerrarse y abrirse con cierta brusquedad (sin pasarse, evidentemente) y sentir que el mecanismo aguanta. Además, este sistema de pliegue en vertical me parece más útil que el del Galaxy Fold, porque al plegarse se hace más compacto y al desplegarse se convierte en un móvil convencional.
Cómo es cuando está abierto
Amparo Babiloni: abierto, el Z Flip es bastante alargado, pero salvo este detalle la experiencia es prácticamente la misma que al usar un smartphone tradicional. Rápidamente me acostumbré a su formato y llegué a olvidar que estaba usando un móvil plegable. Hay un punto flojo y es que los botones de volumen están bastante más altos de lo normal, aunque tiene excusa y es que hay una bisagra justo a la altura a la que se suelen colocar.
Un punto a su favor el peso, "sólo" 183 gramos, que no está mal para un plegable y es bastante menos que el de otros móviles normales. Sin ir más lejos, el S20 Ultra pesa 222 gramos. Eso sí, en este caso el aprovechamiento del frontal es mejorable y tenemos un marco más ancho que de costumbre, aunque no es un drama. Lo que sí puede ser un poco drama dependiendo de lo quisquillosos que seamos es el pliegue, porque sí, se nota bastante. Luego lo veremos más en detalle en el apartado de pantalla.
Jose García: cuando el Samsung Galazy Z Flip está desplegado o abierto, su altura es bastante considerable. Después de todo, es un pantalla de 6,7 pulgadas en formato 21,9:9, así que acceder a la parte superior de la pantalla con una sola mano es complicado. ¿Solución? Activar la navegación gestual, configurar la pantalla de inicio para que al deslizar hacia abajo se despliegue la cortina de notificaciones y configurar los gestos en el sensor de huellas.
El sensor de huellas está en una posición fácilmente accesible con una mano (dedo pulgar para diestros, dedo índice para zurdos), pero los botones de volumen están demasiado arriba, hasta el punto de que no es viable subir el volumen con una sola mano. Con todo, no es un móvil pensado para usar con una sola mano, así que es cuestión de acostumbrarse a usar las dos manos para ciertas cosas.
La pantalla está rodeada por unos generosos marcos. Y sí, es cierto que estos han tendido a desaparecer en los móviles no plegables, pero tenemos que entender que la construcción de este dispositivo no es igual a la de sus homólogos firmes. Los marcos están ahí y se aprecian, mucho, pero no molestan. ¿Que se puede aprovechar mejor el frontal? Sin duda. ¿Que para ser uno de los primeros móviles plegables de la historia está bastante bien? También. Sobre el pliegue, que "haberlo, haylo" hablaremos más adelante.
Cómo es cuando está cerrado
Amparo Babiloni: tengo que reconocer que el Galaxy Z Flip es una maravilla a la hora de transportarlo cerrado. En la mano es muy cómodo de llevar y no parece que estemos sujetando un móvil. Acostumbrada a usar móviles-ladrillo, ha sido muy refrescante eso de poder guardarlo en cualquier bolsillo sin que sobresalga medio terminal y el abrir-cerrar me ha traído muchos recuerdos a la época de los móviles de tapa.
Sin embargo, no todo iba a ser bueno. Cuando está cerrado, el móvil no es funcional. Vale, tenemos una pequeña pantalla donde ver la hora y si tenemos alguna notificación, pero leerlas en tan poco espacio es muy incómodo y al final toca abrirlo cada vez, castigando la bisagra más y más. Creo que se podría haber mejorado mucho este punto con una pantalla algo más grande donde pudiéramos interactuar un poco más con el contenido.
La forma cuadrada es compacta y se siente muy bien en mano o en el bolsillo, pero al ser simétrico, igual que me pasaba al tratar de abrirlo y hacerlo por donde no era, si iba a ajustar el volumen, dependiendo de la posición, a veces lo acababa subiendo cuando en realidad lo quería bajar y viceversa. No es un problema grave, pero ahí está.
Jose García: tenerlo cerrado es pura fantasía. Con este móvil me ha pasado lo mismo que con los lectores de huellas bajo la pantalla, que al principio chocan, pero al cabo del tiempo se acaba haciendo muy natural lo de poner el dedo en la pantalla y desbloquearlo. Pues con el mecanismo de pliegue, exactamente lo mismo. En cuestión de un par de horas ya estaba acostumbrado a usarlo, plegarlo y guardarlo en el bolsillo, y la sensación no podría ser más positiva.
Estamos acostumbrados a llevar un dispositivo enorme en el bolsillo, pero con el Galaxy Z Flip la sensación es completamente distinta. Al plegarlo se convierte en un gadget cuadrado que cabe perfectamente incluso en los bolsillos de los pantalones más apretados, y es un gustazo no sentir que llevas un ladrillo en el bolsillo. Pesa poco más de 180 gramos, y eso ayuda a que la sensación mejore.
Cuando está plegado, el Galaxy Z Flip no se queda completamente cerrado, sino que hay una pequeña hendidura entre los dos "módulos", aunque el espacio es lo suficientemente pequeño como para que no entren objetos extraños (llaves, etc.). Si aplicas fuerza, evidentemente entran, pero no es un problema que haya sufrido en el día a día. Como decía, creo que el mecanismo de pliegue está muy conseguido y que transmite mucha más seguridad que la que transmitía el Samsung Galaxy Fold.
Asimismo, cuando el terminal está cerrado es operable. Se pueden sacar selfies con la cámara trasera pulsando dos veces el botón de inicio, subir y bajar el volumen si estamos escuchando música en segundo plano y consultar información contextual, como la hora, el día, la batería y las notificaciones gracias a la pantalla secundaria. Todo esto, por supuesto, con una sola mano.
Pantalla
La pantalla es otro aspecto clave del Galaxy Z Flip y aquí, además de hablar de la experiencia visual con el panel, también vamos a responder una pregunta que seguro muchos os hacéis: cuánto se nota el pliegue.
¿Se nota el pliegue?
Amparo Babiloni: un sí rotundo. El pliegue se nota, y no poco. Al contrario que el Fold, el pliegue del Flip atraviesa la pantalla en horizontal, de forma que lo tocamos bastante más al, por ejemplo, hacer scroll. Al final te acabas acostumbrando a ese pequeño bache y no supone un problema en el manejo ni tampoco afecta a la sensibilidad de la pantalla, pero notarse se nota bastante.
También se nota a la vista, no siempre, pero sí cuando el fondo es oscuro o hay reflejos en la pantalla. Estéticamente no queda bien, lo mires por donde lo mires, y da la sensación de que el tacto va a ser muy "plastiquero", pero lo cierto es que al tocar el panel no tenemos esa sensación. No es igual que tocar una pantalla cubierta de cristal, pero tampoco parece que estemos tocando un plástico blando, aunque también os digo que no he probado a clavarle la uña. De hecho, nada más configurarlo aparece un aviso que, entre otras cosas, nos dice que no presionemos demasiado fuerte la pantalla para no dañarla.
Si la bisagra transmite resistencia y seguridad, el pliegue es el detalle que más evidencia la fragilidad del móvil. Más allá de la cuestión estética o la sensación de notarlo tacto, la arruga nos recuerda que hay que llevar mucho cuidado con este teléfono. Si se cae, la pantalla no se va a quebrar como una de cristal, pero lo más seguro es que salga mal parada y dudo mucho que la reparación fuera a ser tan sencilla. El miedo a una posible caída o a dañar la pantalla por pulsar demasiado fuerte ha sido constante durante la prueba, lo que acaba empañando la experiencia de uso.
Jose García: Sobre el pliegue: ¿Se nota? Sí. ¿Se ve? Sí. ¿Si paso el dedo por encima noto un bultito? Sí. ¿Afecta a la experiencia de uso? Depende. El pliegue se queda justo en la mitad del teléfono, una zona un poco "muerta", si se me permite la expresión. Por norma general, el móvil se usa interactuando con la zona inferior de la pantalla y con los laterales cuando lo sujetamos en horizontal (pensemos en controlar un juego de disparos). La zona central no se toca a menudo, así que no es que estés tocando el pliegue todo el rato.
Pero está, se ve y se aprecia. Cuando lo miras de frente no se nota la "arruga", pero la pantalla, que no deja de ser una capa fina de plástico, tiene una pequeña distorsión en la zona del pliegue que refleja más de la cuenta. Esto es muy evidente cuando hay colores oscuros de fondo, pero por ejemplo, si el fondo de pantalla es claro, el pliegue pasa inadvertido a simple vista. Aún así, vuelve a aparecer cuando inclinamos el móvil hacia arriba o hacia abajo o lo usamos con la luz dándole de lleno. Vamos, que el pliegue está y hay que aprender a convivir con él.
Con todo, no es algo que me haya molestado en el día a día. Que sí, que es algo que está presente y que hay que tener en cuenta, pero se puede navegar, chatear, usar Instagram, jugar y ver vídeos sin que el pliegue moleste. Hay que entender que la tecnología que hay es la que hay. Tiene margen de mejora y confío en que evolucione con los años, pero creo que el Galaxy Z Flip ha cogido lo que hay y lo ha implementado de la mejor manera posible.
Experiencia visual
Amparo Babiloni: además de tener el bulto del pliegue, la pantalla del Galaxy Z Flip hace otros sacrificios como la resolución. El FullHD+ ha demostrado ser más que suficiente para ver el contenido con nitidez y aquí se vuelve a cumplir. Es un panel grande, pero no he echado en falta más densidad de píxeles. La tecnología es Dynamic AMOLED, igual que en los gama alta no plegables de la firma, y también cumple a nivel de calibración del color (y además podemos ajustarla bastante en detalle desde ajustes).
Dónde sí he echado en falta más ambición es en el brillo. Al usar el móvil en ambientes con luz más amable, como interiores o el exterior con luz indirecta, no tengo quejas a la hora de ver el contenido, pero a pleno sol los reflejos acabaron por desesperarme en más de una ocasión. Aquí, además del brillo, entra en juego que la capa que recubre el panel parece acumular más suciedad y es más difícil de limpiar. Además, el pliegue provoca más reflejos todavía y penaliza la experiencia. Solo pasa cuando el sol está en su punto más alto, pero es bastante engorroso.
Sobre el formato de la pantalla, los casi 22:9 hacen que sea un panel largo, muy largo. Sin embargo, como decía en la parte de diseño, me acostumbré bastante rápido al formato y tras pasar largos periodos usándolo se me llegó a olvidar que el móvil se podía plegar. Bastante bien en este apartado.
Jose García: la pantalla está protegida por una capa protectora de plástico, y si bien no se nota demasiado plasticosa, se aprecia que no es cristal. El tacto es, de alguna forma, parecido al que conseguimos cuando le ponemos un protector de pantalla de plástico a nuestro móvil, por lo que tampoco es algo particularmente molesto, notorio o excesivo. Vamos, que no da una mala experiencia, en pocas palabras.
En cuanto a la calidad de esta, se ve realmente bien, los colores son correctos y los blancos están bien calibrados. La resolución FullHD+ es suficiente para la mayoría de casos de uso diarios y el brillo máximo permite usarlo sin forzar la vista de día (aunque quizá un puntito más de brillo no habría estado de más). Se podría decir que el móvil, en lo que a calidad se refiere, cumple bien con su cometido.
El único inconveniente es a la hora de ver vídeos en YouTube o Netflix, por ejemplo. La mayoría de vídeos están grabados en 16:9 o 18:9, así que como la pantalla es 21,9:9 aparecen dos marcos negros en los laterales. Basta con hacer pinch to zoom en el vídeo y se adaptará a la pantalla, recortando, eso así, elementos de la zona superior o inferior. Resuelve ligeramente el problema, aunque reconozco que con un formato más pequeño, quizá 19:9, el teléfono habría ganado enteros
Software
Pasamos así a hablar del software. Samsung ha añadido algunas funciones para aprovechar la pantalla plegable en algunas apps, pero ¿cuáles son? ¿funcionan bien? ¿Son útiles en el día a día?
Amparo Babiloni: decía al principio que el diseño del Flip me parece que tiene más sentido que el del Fold, pero esto aplica al diseño en sí mismo, es decir, es más cómodo, fácil de transportar, etc. Donde no aplica es en el software ya que aquí no tenemos la opción de usarlo cerrado como con el Fold y, al abrirlo, las apps no hacen nada especial, es como usar un móvil normal.
Las funciones especiales de software son más bien pocas. La más curiosa es que podemos hacernos un selfie con el móvil cerrado ayudándonos de la vista que aparece en la pantalla externa. También podemos doblar el móvil en “L” de forma que se sujeta por sí mismo para hacernos una foto, grabar un vídeo o también para ver vídeos en el reproductor nativo y fotos en la galería. Esta opción sí la he usado más, por ejemplo mientras estaba haciendo algo y quería ver un vídeo. Sin embargo, por el momento no hay más apps que adapten su formato a esta posición, pero sería interesante que YouTube y otros servicios de vídeo también lo permitieran.
Volviendo a la pantalla exterior, es demasiado pequeña. Mucho. Si hacemos un doble toque se enciende y en ella vemos la fecha, hora y un puntito naranja si tenemos alguna notificación. Aquí viene lo complicado y es que, para ver qué notificaciones tenemos hay que hacer un tap sobre el icono de la app y después aparece el mensaje, pero como es tan pequeña lo hace a modo de scroll. Al final, si veía el puntito naranja acabé abriendo el móvil directamente y dejé de usar la pantalla externa.
Jose García: el software es Android 10 maquillado con One UI, aunque en esta ocasión se ha aderezado con par de funciones para aprovechar la pantalla plegable. La principal está en la app de cámara, ya que podemos plegar el móvil para dejarlo sobre una mesa o superficie plana y sacarnos un selfie o grabar un vídeo con las manos libres. No soy usuario de TikTok, pero seguro que para grabar vídeos en TikTok tiene que ser un puntazo.
También se adaptan la galería y el reproductor de vídeo, de forma que si ponemos el móvil plegado 90º la foto o el vídeo se pone en la zona superior para poder verlo más fácilmente y la parte inferior actúa como un trackpad. Es decir, que si deslizas hacia los lados en la parte que está sobre la mesa podrás ir pasando las fotos. Sin embargo, las apps de terceros (WhatsApp, Instagram, Twitter...) no ofrecen ninguna función adicional.
Otro punto a destacar es la pantalla secundaria. Es una pantalla chiquita que hay en la "tapa" y que muestra la hora, la batería, las notificaciones y las llamadas. Algo curioso es que si pones el teléfono a cargar, el icono de la batería irá cambiando para mostrar el porcentaje de carga actual. Es bastante útil porque permite estar al tanto de lo que sucede en el teléfono sin tener que abrirlo.
También permite sacar selfies con la cámara trasera dando tos toques en el botón de inicio. La imagen aparecerá en la pantalla (en chiquitito) y si pulsamos sobre ella cambiaremos entre el angular normal y el gran angular. Esto puede ser bastante útil, pero algo que no alcanzo a entender es que las fotos salgan cuadradas. O sea, si es la misma cámara, ¿por qué no salen como cuando hacemos fotos con el móvil abierto?
Potencia, autonomía y otras cuestiones
Ahora que ya conocemos todo el exterior del terminal, toca echar un vistazo bajó el capó para ver qué ofrece este Samsung Galaxy Z Flip y cómo se comporta cuando lo usamos en el día a día. Aquí hablamos de rendimiento, autonomía, biometría y también sonido.
Amparo Babiloni: a nivel rendimiento, la sensación al usarlo es de gama alta en toda regla. No he detectado lag ni cierres, y eso que OneUI no es precisamente una capa ligera. El Snapdragon 855+ y los 8 GB de RAM dan potencia de sobra para tareas del día a día y pueden con otras más complejas sin problema. Esperable.
En autonomía también me quedan muy buenas sensaciones. El análisis me pilló en fin de semana por lo que estuve fuera de casa casi todo el tiempo y dándole mucho uso. Me llevaba una batería externa por si acaso, pero solo tuve que usarla una vez y ya era bastante tarde. Uno de los ciclos de carga que realicé duró unas 18 horas con 6 horas de pantalla, que sin ser una cifra espectacular, es más que aceptable (sobre todo teniendo en cuenta la caña que le metí).
Con respecto a la biometría, con el móvil abierto, el lector de huellas está ligeramente más alto de lo que me gustaría, pero de nuevo es debido a la bisagra. Personalmente he acabado usando más el reconocimiento facial porque me ha resultado más rápido que el lector, que suele fallar bastante. Con todo, ni un sistema ni otro pasarán a la historia por ser los más rápidos del momento.
Por último, decir que el sonido deja algo que desear. Solo tenemos un altavoz en la parte inferior, lo que resta profundidad al sonido. Tiene buen volumen, pero cuidado con subirlo a tope ya que distorsiona con facilidad. Tampoco hay minijack, pero al menos vienen auriculares AKG y estos sí suenan bastante bien.
Jose García: al Samsung Galaxy Z Flip no se le pueden poner pegas en cuanto a rendimiento. Es un gama alta con todas las de ley, y prueba de ello es el Snapdragon 855+, los 8 GB de memoria RAM y los 256 GB UFS 3.0 de almacenamiento que hay en su interior. No es lo último de lo último en componentes, pero mentiría si dijese que echo en falta más carbón en esta caldera. No hay lag de ningún tipo, todo se mueve fluido, no he notado un calentamiento fuera de lo normal y la experiencia de uso es la esperable de un terminal de esta categoría.
En cuanto a la batería, es posible llegar al final del día con un uso moderado. El dispositivo tiene 3.300 mAh y de media he conseguido entre cinco y seis horas de pantalla activa. No es la cifra más alta del mercado, de eso no hay duda, pero usándolo normalmente, llegar al final del día es más que posible. Tiene carga rápida de 15W, que no es la más rápida del mercado, y carga inalámbrica de 9W, que tampoco lo es. Las cifras, en general, no destacan entre los móviles más premium, pero entiendo que se hayan hecho sacrificios para implementar la pantalla plegable. Pero sea como fuere, no he echado en falta más batería.
La biometría tiene muchas sombras. Si bien el lector de huellas es accesible con una sola mano, durante mis pruebas ha fallado más veces de la que me habría gustado. A la mínima que tengas el dedo un poco sucio, no mucho, solo un poco, es fácil que el lector falle. También tiene reconocimiento facial en dos dimensiones, y funciona bien, pero tienes que esperar a que te reconozca. Si a ese tiempo le sumas tener que abrir la pantalla, lo cierto es que no ofrece la experiencia más óptima. En líneas generales, lo más útil ha sido el lector de huellas.
Por lo demás, un par de apuntes: tenemos NFC para pagar con el móvil; el sonido es correcto, pero sin llegar a destacar, aunque en la caja trae unos auriculares AKG con USB tipo C que se escuchan francamente bien; también se incluye en la caja una funda de silicona protectora y en el sistema operativo se ha habilitado la opción "Conectar con Windows" para mejorar la integración con el PC.
Cámaras
Toca hablar de la cámara. ¿Se han hecho sacrificios en el Samsung Galaxy Z Flip? ¿Rinde igual que sus homólogos no plegables? Veamos como se comporta.
Amparo Babiloni: en un móvil plegable, la cámara nunca puede ser la característica estrella (al menos actualmente), para eso ya está el diseño. Admito que esperaba unos resultados bastante pobres y en algunos casos no me he equivocado, pero también tengo que reconocer que en condiciones favorables puede llegar a sorprendernos a nivel detalle. Eso sí, mejor usar la lente principal porque el angular queda en clara desventaja. Y bueno, no tenemos zoom óptico. Podemos ampliar tirando de zoom digital, pero ya sabemos qué pasa en esos casos.
Con buena luz el resultado es bueno con ambas lentes, aunque se aprecian ciertas inconsistencias (el angular tiende a sobreexponer un poco). Tenemos bastante detalle, una gama de colores amplia y buen rango dinámico gracias al HDR. Pero aunque podamos conseguir buenas instantáneas, no está al nivel de otros gama alta que, vale, no se pliegan, pero hacen mejores fotos (y tienen zoom). En general, la experiencia fotográfica con el Z Flip es buena, pero está bastante más cerca de un Galaxy A que de un Galaxy S.
De noche, la cámara queda en evidencia sin tener que apretarle mucho. Aquí teníamos una escena complicada, pero se pueden ver otras mucho más amables en la galería donde el detalle brilla por su ausencia. Es posible conseguir alguna foto buena, pero la sensación es de una cámara muy impredecible que lo mismo te sorprende para bien como te sorprende para mal.
Al principio, lo de hacerme un selfie con el móvil cerrado me pareció la típica función que pruebas el primer día y ya no usas más. Mi opinión cambió cuando vi la calidad de los selfies hechos con la cámara trasera y los que consigue la cámara delantera. No es precisamente cómodo y el formato de la foto es cuadrado, pero viendo los resultados creo que compensa de sobra.
Jose García: el Samsung Galaxy Z Flip tiene dos cámaras traseras, a saber: una lente angular normal y un gran angular, ambos de 12 megapíxeles. Eso significa que estamos sacrificando, principalmente, dos cosas: el teleobjetivo y el sensor ToF para los modos retratos. La cámara no es la mejor de la gama alta y quizá se queda un poco coja. A título personal, 12 megapíxeles se me antoja una resolución algo escasa, y dado que no hay telefoto, hacer zoom es sinónimo de perder nitidez y detalle. El gran angular es llamativo, pero en última instancia, dependerá del estilo de fotografía de cada uno.
Las fotos salen bien, pero los resultados distan mucho de sus homólogos no plegables. No es que sean malas cámaras, ni mucho menos, pero al tener un móvil plegable se deben asumir ciertos sacrificios, y la cámara ha sido uno de los elementos que se han recortado. El HDR es correcto y la gestión de las luces y sobras es correcta, pero echo en falta más detalle, más profundidad. Esto se nota mucho más de noche, cuando la cámara se queda un escalón por debajo de lo esperado.
En cuanto al selfie, los resultados me parece bastante buenos de día. De nuevo, echo en falta un poco más de resolución, pero las imágenes salen bien. Además, reconozco que es un puntazo poder tomar fotos con las manos libres o grabar vídeo en vertical plegando 90º el teléfono. Es una función que, en la práctica, me ha resultado de lo más útil.
Lo que no me convence es sacar fotos con las cámaras traseras con el móvil plegado. No porque no salgan bien (porque salen como las principales en cuanto a detalle), sino porque salen cuadradas y no se puede cambiar. Además, usando el gran angular, es casi imposible evitar que salga el dedo (como queda patente en la foto inferior). Es una de esas funciones que usas un par de veces cuando sacas el móvil de la caja pero que, tal y como está ahora mismo, apunta a quedar en el olvido en el día a día.
En líneas generales, el apartado fotográfico me parece suficiente, sin más. Entiendo que no es el principal argumento del Galaxy Z Flip (puesto que es el hecho de ser plegable, evidentemente), pero habría agradecido una mayor resolución y mejor nivel de detalle. Es lo que decía antes, entiendo que hay que hacer sacrificios, pero no creo que el Z Flip compita contra el resto de la gama alta en este apartado.
Samsung Galaxy Z Flip, la opinión de Xataka
Amparo Babiloni: empecé esta review como escéptica y no voy a mentir, sigo siéndolo, pero tengo que reconocer que soy un poquito más creyente que cuando empecé el análisis. Lo único que ofrece el Galaxy Z Flip es que se dobla por la mitad, pero no imaginaba que ese pequeño gesto fuera a ser tan enorme en el uso diario, incluso con los inconvenientes que acarrea.
Tras pasar unos días usando el Galaxy Z Flip, veo más posibilidades a que los plegables se hagan un hueco en el escaparate móvil. Hay detalles a pulir en su diseño, pero ya sabemos que esto avanza rápido y puede que en pocos años haya más y mejores plegables. Eso sí, como no bajen precios seguirán siendo un producto exclusivo imposible de recomendar.
8.2
A favor
- La bisagra es resistente y suave al mismo tiempo.
- Cabe en cualquier bolsillo y no pesa demasiado.
- Buen rendimiento.
En contra
- El pliegue de la pantalla transmite fragilidad.
- La pantalla exterior es casi anecdótica. Cuando el móvil está cerrado no es funcional.
- La cámara no está a la altura de un móvil de su precio.
Jose García: respondiendo a la pregunta del principio: sí, sigo siendo creyente. El Samsung Galaxy Z Flip es un terminal robusto, "compactable", que aporta seguridad y que demuestra que Samsung ha aprendido de los errores del Fold. El rendimiento es sobresaliente, no hay duda, pero reconozco que a día de hoy, no es un dispositivo que sea recomendable para el usuario de a pie.
Vuelvo a la idea de la que hablaba antes. Los móviles plegables están empezando ahora, están saliendo del cascarón, y tendrán que pasar algunas generaciones para que la tecnología de la pantalla sea la óptima. Me gusta el concepto de tener un teléfono cuyo tamaño se reduce para hacerlo más "llevable" y creo que es el camino a seguir. Confío en que de aquí a un par de años esta tecnología se haya pulido lo suficiente para que pase al mercado de consumo más mainstream.
8.5
A favor
- Aunque no lo parezca, el dispositivo y la bisagra son resistentes y aguantan bien.
- Es muy, muy cómodo plegarlo y guardarlo en el bolsillo, y es fácil acostumbrarse a hacerlo
- La pantalla secundaria permite estar al tanto de todo lo que pasa en el teléfono, como llamadas o notificaciones.
En contra
- Se han hecho sacrificios en la cámara y ni la calidad ni la versatilidad es la que ofrecen otros terminales de gama alta.
- El pliegue, aunque no molesta en el día a día, se nota y está siempre presente.
- Para algunos usuarios, puede resultar molesto tener que estar siempre usando las dos manos para manejar el terminal.
Samsung Galaxy Z Flip (precompra)