Realme se prepara para asaltar también el mercado de los auriculares inalámbricos con gran relación calidad/precio. Sus nuevos Realme Buds Air son sus primeros auriculares sin cable clásicos, los cuales presentan un diseño conocido y prestaciones que buscan convencer al usuario de dispositivos Android con detalles diferentes como la baja latencia en modo juego y un precio atractivo. En Xataka ya los hemos probado.
Ficha técnica de los auriculares Realme Buds Air
Realme Buds Air | |
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Dimensiones | 51.3 x 45.3 x 25.3 mm // 42.3 gr (Caja) 4,6 gr (auricular) |
Chip | R1 |
Micrófonos | Dual Mic con ENC (Environment Noise Cancellation Technology) |
Conectividad | Bluetooth 5.0 GFP (Google Fast Pair Technology) |
Batería | 17 horas (carga USB-C y Qi) |
Controles | Controles táctiles sobre el auricular |
Sensores | Sensor óptico de colocación en el oído |
Precio | 69,90 euros |
Cómodos y ligeros como pocos
En el apartado de diseño, los Realme Buds Air apuestan a lo seguro. La apariencia es sencilla y aunque el claramente reconocible es el modelo en blanco que hemos probado, vendrán en otros tonos: negro y un llamativo amarillo.
Pero más allá de su apariencia, lo primero que llama la atención de los auriculares de Realme es su increíble ligereza, apenas 4 gramos cada uno de ellos. El diseño, de tipo botón, no permite un ajuste exacto para cada usuario, así que dependerá de la forma de tu oído obtendrás más o menos ajuste. Ese inconveniente tiene una contraprestación importante: mucha comodidad en el día a día. Los Realme Buds Air lo son de manera exagerada, casi parece que no llevas nada puesto y te olvidas muy fácilmente de ellos.
Pese a ese poco ajuste en el oído, su uso no me ha generado en estos días de uso un temor a las caídas. Los Realme Buds Air son bastante estables en el oído, incluso realizando actividad física. Más problemas hemos sufrido por los gestos de control, pero de ello hablaremos más adelante en su apartado correspondiente.
Los Realme Buds Air vienen con su correspondiente estuche de carga/almacenaje. Esta caja, del mismo color que los auriculares, tiene unas dimensiones de 51.3 x 45.3 x 25.3 mm y un peso de solo 42 gramos. Es muy cómoda de llevar en el bolsillo.
La caja tiene una apertura sólida y en el diseño solo hay que mencionar el botón de sincronización, que está situado en la parte delantera, así como el LED de estado, que nos da información visual de la carga restante de la caja.
Usando los Realme Buds Air
Sin aplicación nativa asociada, la puesta en marcha de los Realme Buds Air no esconde más secretos que un emparejamiento clásico con el terminal en que queramos usar los auriculares inalámbricos.
Para el primer emparejamiento con un terminal se procede de la manera habitual: pulsamos unos segundos el botón (en este caso basta con 3-4 segundos) y en unos instantes se produce la asociación con el dispositivo que queramos. Estamos ante un dispositivo con un chip R1 con Bluetooth 5.0 que además incluye soporte para Google Fast Pair.
Los Realme Buds Air también cuentan con un modo Gaming donde la latencia se reduce un 51% según datos del fabricante, hasta quedarse en 119 ms, algo que efectivamente ayuda bastante cuando jugamos con el teléfono móvil y una sincronía total entre imagen y sonido es esencial.
En cuanto a la calidad de sonido, los Realme Buds Air cuentan con un driver de 12 mm que además viene personalizado por los ingenieros de Realme con tecnología de refuerzo de graves DBB (Dynamic Bass Boost). El objetivo es conseguir un espacio sonoro más amplio y envolvente, lo cual consiguen efectivamente aunque con limitaciones cuando el volumen aumenta por encima del 70-80%, momento en que este efecto queda diluido e incluso empiezamos a apreciar algo de distorsión.
En la prueba de sonido, los Realme Buds Air cumplen justo con lo que esperábamos por su precio: nivel sonoro más que suficiente para un uso generalista de los auriculares, con sonido equilibrado y nítido, sin alardes en graves pero con suficiente refuerzo como para apreciarlos y que el resto de frecuencias no se vean afectadas.
El punto débil de los Realme Buds Air está en el aislamiento. Los auriculares ofrecen una sujección básica y universal. En mi caso no han resultado unos auriculares que tiendan a soltarse, pero la sensación no deja de resultar extraña en tanto que el agarre parece bastante ligero. Esa soltura y comodidad de uso provoca que el aislamiento pasivo sea nulo, así que cualquier sonido ambiente, por débil que sea, se cuela sin problema.
Reducción de ruido solo para las llamadas
Los Realme Buds Air tampoco pueden presumir de reducción de ruido activa. Al menos cuando reproducimos contenido en ellos. Sí que incluyen reducción del sonido ambiente cuando realizamos llamadas telefónicas gracias a un segundo micrófono en cada auricular, encargado de recoger el sonido que luego el sistema emplea para esa reducción del ruido.
Esta funcionalidad la hemos probado en varios escenarios con diferentes niveles y tipo de ruido de fondo, y en general, nuestro interlocutor nos entendía bastante bien pero según el entorno, con cierta artificialidad.
Tanto en dispositivos Android como en iOS, el sensor que se encarga de detectar si lo llevamos puesto o no funciona bastante bien, y ha habido pocos "falsos positivos". La respuesta es rápida, también para el enlace con el smartphone cuando abrimos la caja y nos colocamos los auriculares, momento que queda registrado con un aviso sonoro algo alto de volumen.
Muchos controles asociados
Los Realme Buds Air incluyen controles táctiles sobre su superficie. Los mismos parten de dos toques, no habiendo posibilidad de configurarlos. El sistema funciona de manera correcta pero los hemos notado menos sensibles que otros modelos de la competencia.
Los controles son estándar y una vez acostumbrados a la fuerza y zona en que hay que aplicar los dos o tres toques, el sistema es eficaz, aunque es en este caso cuando más caídas de los auriculares hemos sufrido porque se requiere cierta firmeza. Los dos toques sobre los auriculares ponen en pausa/reproducción la pista actual (o contestar llamada), mientras que tres toques avanzan en un tema.
También admiten los Realme Buds Air una presión larga sobre su superficie para finalizar una llamada o lanzar el asistente de voz, por defecto Google Assistant, opción que funciona muy bien. También con presión sobre los dos auriculares a la vez nos hacen entrar en el "modo juego", que como hemos adelantado, consigue una latencia más reducida. El ruido del motor de un coche nos anuncia, de nuevo de manera bastante contundente, que nos encontramos en dicho modo de juego.
Algo que ya es demasiado habitual es que este tipo de dispositivos wearables no admitan algo tan básico como el control de volumen. Al menos en mi caso, es algo que quiero usar en muchas más ocasiones que adelantar o retrasar pista en una lista de reproducción.
Autonomía suficiente para olvidarse de su carga
Uno de los atractivos de los auriculares sin cable que vienen con caja de transporte/carga es que, con un uso moderado, podemos olvidarnos muchos días de su batería, un aspecto que hasta no hace mucho era uno de los inconvenientes de este tipo de dispositivos.
En el Realme Buds Air el estuche de transporte hace las veces de cargador de los auriculares. La carga se realiza vía puerto USB-C, para lo que Realme proporciona un pequeño cable, cómodo pero quizás demasiado corto para según qué escenarios en que querremos cargarlo. Es ideal para usarlo con un portátil pero menos cuando usamos cargadores de pared o incluso de sobremesa en escritorios.
Los datos oficiales de Realme respecto a la autonomía de sus auriculares nos indican 3 horas por carga, para un total de 17 horas con la caja. La realidad de nuestra prueba, de más de una semana de uso, ha estado bastante cerca. Los auriculares, usando ambos para la reproducción multimedia a algo más del 50% de volumen, nos indicaban batería baja pasadas las 2 horas y 15 minutos. Y entonces el apagado no era casi inmediato, como nos ha ocurrido con otros auriculares tras el aviso de batería baja.
Respecto a la capacidad de recarga de la caja, con una capacidad de 400 mAh, en la prueba intensiva, nos indicó mediante el LED rojo intermitente la carga baja tras 5 cargas de los auriculares, no muy lejos de las cifras ofrecidas por Realme.
Un punto a favor de los Realme Buds Air es que la caja admite carga inalámbrica de hasta 10 W en bases compatibles con el estándar Qi, aunque no es demasiado eficiente. Mejor recurrir a la carga por USB-C, para la que requiere unas dos horas de alimentación para la carga completa.
Realme Buds Air, la opinión de Xataka
El mercado de los auriculares inalámbricos de tipo botón no para de crecer. Lo está haciendo en un alto porcentaje asociado a fabricantes de smartphones. El último en unirse con su propio modelo es Realme, cuyos nuevos auriculares Buds Air ofrecen justo lo que la marca ha conseguido con sus smartphones: gran relación calidad/precio.
Los Realme Buds Air han demostrado en nuestra prueba ser unos auriculares poco originales en el diseño pero con aciertos completos a nivel de autonomía, comodidad de uso y funcionamiento, especialmente en la rapidez de conexión y eficacia de los sensores que detectan si los llevamos puestos o no.
El margen de mejora está donde era de esperar: el aislamiento. Su buen nivel de detalle y calidad de sonido no es superior por el nulo aislamiento que consiguen del ruido exterior, lo que los deja como elementos cómodos y sólidos para reproducir contenido en entornos cómodos pero donde no necesitemos escuchar lo que tenemos alrededor.
Los Realme Buds Air han sido cedido para la prueba por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas