El pasado mes de mayo estallaba la bomba: Google dejaba de colaborar con Huawei por el veto de Estados Unidos a China. Esto significa que los próximos móviles de la firma no podrían contar con los servicios y apps de Google que encontramos en cualquier móvil Android y que muchos usamos a diario. La amenaza se cumplió y el Huawei Mate 30 Pro es el primer móvil en llegar al mercado sin el paquete Google preinstalado.
El Huawei Mate 30 Pro es, aparentemente, un móvil normal, pero basta con encenderlo e intentar instalar una app para ver que la ausencia de la Play Store lo cambia todo. Como no es un móvil normal, este análisis tampoco lo va a ser. Para reflejar cómo es vivir con un móvil que no tiene las apps que usamos en nuestro día a día hemos decidido contarlo a través de tres puntos de vista diferentes: el de un usuario de a pie, uno más avanzado y un usuario técnico. Vamos allá.
Huawei Mate 30 Pro, análisis en vídeo
Huawei Mate 30 Pro, ficha técnica
Huawei Mate 30 Pro | |
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Pantalla | AMOLED de 6,53 pulgadas 18,5:9 con resolución 1.176 x 2.400 píxeles (409 ppp) |
Procesador | Kirin 990 7 nanómetros 2x2.86 GHz Cortex-A76 2x2.36 GHz Cortex-A76 4x1.95 GHz Cortex-A55 |
Memoria RAM | 8 GB (12 GB Porsche Edition) |
Almacenamiento interno | 256 GB (ampliables mediante tarjeta NM Card) 512 GB Porsche Edition |
Cámara trasera | Sistema
Sensor de 40 MP de 1/1,54 pulgadas (Cine Camera) f/1.8, 18 mm
Sensor de 40 MP de 1/1,7 (SuperSensing Camera) f/1.6, 27 mm, OIS
Ultra gran angular con sensor de 16 megapíxeles Teleobjetivo con sensor de 8 megapíxeles f/2.4, OIS |
Cámara frontal | Sensor de 32 MP f/2.0 + TOF |
Batería | 4.500 mAh, con carga rápida 40W,carga inalámbrica y soporte de carga inalámbrica inversa |
Conectividad | Wifi a/b/g/n/ac, NFC. BT 5.0 aptX HD LE, USB tipo-C, GALILEO, GLONASS, GPS dual-band, NFC |
Software | EMUI 10 |
Otros | Lector de huellas en pantalla, 3D Face ID, sonido por pantalla |
Dimensiones y peso | 158,1 x 73,1 x 8,8 mm, 198 gramos |
Precio | 8 GB + 256 GB: 1.099 euros 5G 8 GB + 256 GB: 1.199 euros |
Un análisis desde tres puntos de vista
Como adelantaba en la introducción, hemos abordado el análisis del Mate 30 Pro de una forma distinta. El problema de software que arrastra este dispositivo no es igual de grave para un usuario experto que para alguien que hace un uso más básico de su smartphone, por lo que hemos contado con la participación de dos compañeros del equipo de vídeo, además de una servidora. En esta primera parte, nos centramos sobre todo en cómo es el software del dispositivo y los retos que plantea su uso (el análisis técnico viene después). A continuación detallamos los participantes por orden y el perfil de cada uno:
Fabio Rodríguez, equipo de vídeo de Webedia: usuario de a pie. Se maneja sin problema a nivel usuario con todo tipo de apps, pero nunca ha rooteado un móvil.
Samuel Oliver, equipo de vídeo de Webedia: usuario avanzado. Controla algo más de tecnología y sabe cómo proceder si tiene que hacer alguna modificación a su smartphone.
Amparo Babiloni, directora de Xataka Android y Xataka Móvil: usuaria técnica. Hace reviews técnicas de smartphones regularmente y tiene experiencia con modificaciones de software (sobre todo jailbreak, pero también algo de root).
El Huawei Mate 30 Pro para un usuario de a pie
Huawei publicita el Mate 30 Pro como un dispositivo para usuarios 'pro', valga la redundancia. Pero no profesionales de la fotografía, sino 'pro' a nivel software, capaces de instalar las apps que quieran a pesar del bloqueo que sufre este terminal. ¿Qué pasa cuando el Mate 30 Pro cae en manos de un usuario de a pie?
Fabio confiesa que en los primeros días de uso, el Mate 30 Pro "fue prácticamente un pisapapapeles con el que no podía hacer mucho más que fotos y llamadas". Cuando encendemos el dispositivo tenemos unas cuantas apps preinstaladas como Música, Vídeos, Calendario, Reloj, Salud o el navegador pero no hay ni rastro de apps de redes sociales o mensajería. Cuando entramos en la App Gallery, la tienda de Huawei, tampoco encontramos los títulos más conocidos.
En estos primeros días, Fabio tiró de ingenio y halló una solución provisional: compartía la conexión de datos con su móvil habitual para poder usar apps de uso cotidiano. Sin embargo, seguía teniendo el problema de WhatsApp ya que solamente funciona en el móvil donde tenemos la SIM instalada. Aquí encontró otra solución: usar WhatsApp Web en el Mate 30.
Pero ir con dos móviles a todas partes no es precisamente cómodo. Afortunadamente, Fabio tenía experiencia instalando aplicaciones a través de archivos APK. Concretamente, lo hizo para poder jugar a Pokémon Go y Harry Potter Wizards Unite antes de que llegaran a España. Si funcionó entonces, ahora también debería, ¿no?
"Fue cuando empecé a bajarme APK's cuando descubrí el verdadero potencial de Mate 30 Pro" nos cuenta Fabio. "A través de páginas de descargas de APK's, obtuve Whatsapp, Instagram, Twitter y Spotify sin necesidad de Google Play y comencé a hacer vida con el Huawei". Superado el bache inicial, Fabio pudo centrarse en las capacidades del Mate 30 a nivel hardware. Destaca sobre todo "su potencia, su fluidez y su portentosa cámara", aunque no le gustó tanto que la trasera fuera tan resbaladiza.
Eso sí, aunque instaló varios APK, sigue sin ser posible instalar apps que dependen de los servicios de Google como YouTube, Gmail o Google Maps a menos que llevemos a cabo un proceso bastante más complejo y no apto para usuarios de a pie. Fabio nos lo comenta en sus impresiones finales:
"Aunque es un móvil sobresaliente, sigue pareciéndome un "glass cannon"; muy potente y puntero en cuanto a especificaciones generales, pero muy poco útil en un aspecto cotidiano del día a día, ya que incluso con APK's descargadas, habrá aplicaciones que no funcionarán (como es el caso de Youtube) debido a la ausencia de los servicios de Google."
El Huawei Mate 30 Pro para un usuario avanzado
Samuel fue el siguiente en probar el Huawei Mate 30 Pro, el cual fue restaurado antes de llegar a sus manos. Lo primero que hizo fue probar la cámara, una de las cosas que más le llamaba la atención junto con su pantalla, pero tras esta primera toma de contacto tocaba pasar al tema delicado: el software. Aunque Samuel controla más de root y otras modificaciones de software, la cosa no fue tan sencilla como parecía. Así relata su experiencia:
"Lo primero que probé fue lo más tonto: descargar una apk de la Play Store. Obviamente no funcionó. Tras investigar un poco descubrí que la forma “fácil” que existía había sido capada y lo único que encontraba era correr una máquina virtual con un Android con los servicios de Google (algo bastante poco práctico) o bajar un ROM de muy dudosa procedencia y que no garantizaba que todo funcionase bien."
"Hablando con compañeros, pensamos que quizás haciendo una copia de seguridad de un Huawei con los servicios y restaurando esa copia en el Mate 30 podría dar buen resultado…. Pero no. Solo conseguí que apareciera el icono de Google Fotos, que se cerraba al momento de abrirla."
"Tras unas cuatro horas de ensayo y error casi habiendo aceptado la derrota, me topé con varios tutoriales que aseguraban el funcionamiento de los servicios con su método. Dentro de lo engorroso, no era algo demasiado complicado, y a pesar de un par de intentos fallidos que me llevaron a restaurar el móvil al fin conseguí instalarlos."
Aunque el proceso de instalar las apps de Google no es complejo en sí, como cuenta Samuel, encontrar el método que funcionaba no fue algo inmediato. Eso sí, una vez instalados los servicios de Google, el Mate 30 Pro pasó a ser un dispositivo totalmente funcional que pudo usar sin problema en su día a día y pudo centrarse de verdad en sus capacidades.
La pantalla curva le llamó la atención a nivel diseño, pero en el uso le resultó bastante engorrosa ya que la curva es muy pronunciada y no se lleva bien con el gesto de volver atrás. También le dio guerra en algunas apps como WhatsApp, donde el botón de grabar audios queda justo en la curva. Además, señala que la curva "hace que sea todavía más resbaladizo".
Salvo este detalle, Samuel no tiene más quejas sobre el móvil. Destaca la fluidez del Kirin 990 y sus 8GB de RAM. También destaca su batería de 4.000 mAh con carga rápida. "He sentido que el móvil podía con cualquier cosa que le echase encima" dice Samuel.
De las cámaras también tiene buenas palabras, sobre todo por la versatilidad que da el zoom combinado con el gran angular, pero también por la estabilización en la grabación de vídeos. Por supuesto, se sorprendió con la grabación a cámara lenta a 7.680 fps, aunque el modo retrato no le terminó de convencer porque "en ocasiones es muy agresivo y nos presenta una toma bastante artificial". Samuel concluye con un resumen de su experiencia:
"Para mi, este Huawei Mate 30 Pro es un teléfono increíble pero lo es siempre y cuando consigamos instalar los Google Services porque sino nos vamos a encontrar con un móvil con el que vamos a poder tomar fotos, navegar por Internet, llamar y… Poco más. Como ya he dicho, una vez solucionado esto tenemos un teléfono increíble que va a cumplir con todas nuestras exigencias pero que al fin y al cabo se queda en incertidumbre ya que una simple actualización podría borrar la existencia de estos servicios."
El Huawei Mate 30 Pro para usuario técnico
Igual que con mis compañeros, cuando el dispositivo llegó a mis manos lo hizo en su estado original, es decir, restaurado a los ajustes de fábrica. Mi idea inicial era intentar convivir con el terminal sin hacerle nada, solo para ver hasta qué punto era posible funcionar sin las apps que usaba en mi día a día. Confieso que no lo intenté demasiado. En apenas un par de horas ya estaba instalándole los servicios de Google, y es que sin ellos, el Mate 30 Pro no es un dispositivo funcional. Pero vayamos por partes. ¿Qué pasa cuando encendemos el Mate 30 Pro?
Cuando encendemos un móvil Android, lo primero que vemos es el asistente de configuración. En el Mate 30 Pro también tenemos un asistente, pero en este caso no nos pide nuestra cuenta de Google como sucede en otros terminales, sino que nos da la opción de crear el ID de Huawei. En otros móviles no es obligatorio, pero en el Mate 30 Pro es más necesario ya que sin ID de Huawei no podremos acceder a la App Gallery. Además, tener cuenta nos permite acceder a servicios de la firma como son Cloud, Buscar mi teléfono y Wallet.
En el siguiente paso, el asistente de configuración nos da la opción de importar datos de otro dispositivo o desde una copia de seguridad en la nube de Huawei. En mi caso estaba usando un Pixel 4, así que elegí este método con el que es necesario instalar la app Phone Clone.
Al elegir qué datos queremos copiar, lo normal es que la lista sea mucho más larga, pero aquí solamente nos deja copiar los contactos, mensajes, registro de llamadas y calendarios. Nada de copiar las aplicaciones instaladas en el otro móvil y, en este caso, tampoco las fotos ya que se almacenan en Google Fotos.
Antes de poder empezar a usar el móvil, aparece una pantalla de la App Gallery donde nos sugiere algunas aplicaciones para instalar. Según Huawei, son aplicaciones populares, y algunas como Booking, Aliexpress, Amazon o TikTok lo son, pero no había ni rastro de las apps que uso en mi día a día.
Superado el asistente de configuración, éstas son las apps que nos encontramos instaladas en el Mate 30 Pro. Como decía antes, trae unas cuantas utilidades comunes como el reloj, el calendario o el navegador. En el rato que pasé intentando usar el terminal, me vi entrando al navegador muchas veces, por ejemplo para acceder a Twitter, Instagram o ver un vídeo de YouTube, pero pronto se me quedó corto.
Antes de ponerme manos a la obra e instalar los servicios de Google, me di una vuelta por la App Gallery a ver si encontraba alguna app de uso cotidiano. Spoiler: no fue así. Las búsquedas de apps como WhatsApp, Telegram o Facebook nos devuelven muchos resultados, pero ninguno de la app que estamos buscando, sino apps "accesorio" para por ejemplo descargar vídeos de YouTube (app que, obviamente, no tenemos).
Como decía, no tuve demasiada paciencia con esto y tras un par de horas de uso, me dispuse a instalar las apps de Google. Yo jugaba con ventaja porque Samuel ya había hecho el trabajo sucio por mí y no tuve que emplear tiempo buscando el método que funcionaba, sino que fui directamente al que usó él.
El proceso no es muy complicado, pero son necesarios un adaptador USB OTG y un pen drive para poder cargar los archivos necesarios. Sobre la eficacia del proceso, yo os puedo decir que funcionó y desde entonces no he tenido ningún problema en el uso. Hasta se me ha actualizado el móvil y las apps siguen intactas. Lo único es que Google Pay no funciona y tuve que instalar Netflix mediante un APK. Eso sí, lo de tener que inyectar archivos descargados de la red y que nos aparezcan varias apps en chino no es precisamente fiable. Hacer del Mate 30 Pro un dispositivo 100% funcional es posible, pero a día de hoy es un riesgo que cada uno debe asumir bajo su responsabilidad.
Huawei Mate 30 Pro, análisis a fondo
Instalando las apps de Google, el Huawei Mate 30 Pro es lo que podemos esperar de uno de los candidatos a móvil del año. Por eso, además de aportar esta experiencia inicial centrada sobre todo en el software, vamos a desgranar sus capacidades en los apartados habituales de nuestros análisis.
Diseño: cuidado no se te resbale
Llevo con el Mate 30 Pro más de una semana y no me acostumbro a su diseño. No hablo de la estética, sino del manejo. Aunque no es excesivamente grande para su enorme pantalla (hola, compactación), es uno de los terminales más incómodos que recuerdo haber probado. La culpa no es del tamaño, sino de lo resbaladiza que es su trasera, además de un imán para las huellas (aunque esto me preocupa menos). He echado y sigo echando muchísimo de menos una funda de silicona para mejorar ese agarre.
Nos quedamos un momento en esa trasera para comentar el nuevo diseño de cámara redonda. A nivel estético me resulta más agradable que el módulo cuadrado del Mate 20, aunque quizá le sobra el círculo cromado que rodea la cámara, pero es una cuestión de gustos. El módulo sobresale, no en exceso pero sí lo justo para que sea un argumento más a favor de colocarle una funda. Sobre el color, la unidad de prueba es en tono 'Space Silver', un plateado casi espejo con un suave degradado de malva a azulado. Si consigues mantenerla limpia, la trasera es preciosa.
El otro aspecto que hace que el Mate 30 Pro sea un móvil incómodo es que la pantalla se curva en exceso. A estas alturas del partido, ha quedado claro que los paneles tipo 'edge' no son lo mejor para un manejo cómodo y un agarre seguro. La propia Samsung, marca que popularizó esta característica, ha ido reduciendo la curva de sus pantallas hasta quedar en algo muy suave. La curva del Huawei Mate 30 Pro es demasiado pronunciada, haciendo que los bordes laterales sean más finos y sea imposible agarrar el móvil sin tocar parte de la pantalla. También es incómodo al hacer el gesto de volver atrás o pulsar elementos en el borde de la pantalla, tal y como señalaba Samuel en sus comentarios. Soy usuaria de un Huawei P30 Pro y la curva de su hermano mayor es más pronunciada. De nuevo, colocarle una funda podría minimizar el problema (en el P30 llevo una y me resulta mucho más cómodo).
En el frontal tenemos un notch bastante ancho, aunque no tanto como el de otros competidores como el iPhone 11 Pro. Tiene excusa, y es que integra un sistema de desbloqueo facial 3D además de la cámara delantera y el sensor ToF. Si molesta, es posible ocultarlo por software haciendo que toda la parte superior se oscurezca. Por cierto, los marcos laterales apenas se perciben al verlo de frente gracias a la curva (alguna ventaja tenía que tener) y el inferior es muy delgado. La compactación es excelente y hace que una pantalla de 6,53 pulgadas no resulte excesiva en tamaño. El peso roza los 200 gramos, pero tampoco es exagerado.
Otro punto del diseño que tiene que ver con la curva y también juega en contra de la comodidad es que no hay botones de volumen. Para poder ajustarlo hay que dar un doble toque en el borde y entonces aparece el control de volumen. Para moverlo basta con deslizar arriba o abajo. Esto que la primera vez que lo vi me pareció muy vistoso, se ha convertido en uno de los aspectos más engorrosos del terminal. No es posible ajustar el volumen rápidamente, y olvídate si el móvil está bloqueado. También es molesto si estamos viendo un vídeo o jugando en modo apaisado. Igual que la curva, más allá de la estética, no encuentro ningún argumento a favor que justifique esta decisión.
El diseño del Mate 30 Pro transmite una sensación muy premium en sus acabados, pero su trasera tan resbaladiza, la curva de la pantalla y la ausencia de los botones laterales lo penalizan.
Pantalla: vuelve el FullHD, o casi
Desde sus inicios, la serie Mate se ha caracterizado por pantallas grandes y el Mate 30 Pro sigue la tradición con un panel de 6,53 pulgadas en diagonal. Como decía, a pesar de ser una pantalla más que generosa, el trabajo de compactación y su formato alargado (18,5:9) permiten que lo podamos operar con una mano (siempre que no sea una tarea compleja como escribir).
El cambio de esta generación viene con la resolución. Si el año pasado Huawei daba el salto al QHD+, este año hay una vuelta a los orígenes y nos traen un panel FullHD+. Bueno, más o menos, porque no tenemos las habituales 1080 líneas, sino que la resolución es de 1.176 x 2.400 píxeles. No he echado en falta más densidad y la nitidez es más que suficiente, pero no deja de ser un paso atrás con respecto al Mate 20 Pro. Comentar que se puede activar el modo de resolución inteligente, pero en este caso solo podemos pasar de FullHD+ a HD+.
Una vez más, Huawei confía en la tecnología OLED para su gama alta y da muy buen resultado tanto a nivel de contraste como de reproducción del color. Aquí tenemos varios ajustes disponibles como el modo normal o vívido. Con el primero tenemos unas tonalidades más naturales, aunque la pantalla queda algo apagada, mientras que el modo vívido da un plus de saturación pero sin pasarse. Eso sí, si dejamos el modo vívido recomiendo hacerlo en combinación con la opción 'Tono natural' ya que de lo contrario la pantalla queda demasiado fría.
'Tono Natural' es una función que ya venía en modelos anteriores y va ajustando la tonalidad del panel dependiendo de la luz ambiente. Yo la he mantenido activada por lo que comentaba justo arriba, pero tampoco he notado grandes cambios de tonalidad al cambiar de ambiente. Bien el ajuste de brillo automático, que por cierto tiene un máximo bastante alto y, junto con el contraste, nos da una buena visualización en exteriores.
La experiencia general con la pantalla es buena, pero de nuevo tengo que mencionar la curva como aspecto negativo. Si hay información muy al borde, la curva hace que aparezca como ensombrecida, además de que la experiencia táctil se ve perjudicada por este detalle.
Rendimiento: la potencia esperada
Como marca la tradición, la serie Mate es la encargada de estrenar nuevo procesador de la marca Kirin y en este caso el Mate 30 Pro llega con el nuevo Kirin 990. La unidad que hemos analizado es la que cuenta con 8 GB de memoria RAM y 128 GB de capacidad.
El rendimiento del Mate 30 Pro está a la altura de la gama en la que compite. El chip mueve sin problemas tareas complejas como edición de vídeos en 4K o juegos de gran carga gráfica como PUBG (que por cierto nos deja elegir la calidad alta) sin que hayamos detectado lag o caídas de fps. La experencia en multitarea también es muy fluida y no ha habido cierres inesperados. Sobre la temperatura, no he notado picos alarmantes, aunque tras periodos de uso largos sí notamos el móvil caliente. A continuación os dejamos los resultados de las pruebas benchmark.
HUAWEI MATE 30 PRO | ONEPLUS 7T PRO | REALME X2 PRO | SAMSUNG GALAXY NOTE 10+ | PIXEL 4 XL | |
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PROCESADOR | Kirin 990 | Snapdragon 855+ | Snapdragon 855+ | Exynos 9825 | Snapdragon 855 |
RAM | 8 GB | 8 GB | 12 GB | 12 GB | 6 GB |
ANTUTU | 420.256 | - | 461.370 | 340.698 | 360.601 |
GEEKBENCH 5 | 758 / 2.894 | 781 / 2.863 | 677 / 2.577 | - | 2.254 / 614 |
Biometría: este sí es el desbloqueo facial más rápido
Tras el rendimiento toca hablar de seguridad, concretamente de biometría. Huawei repite la jugada y nos trae el mismo combo que vimos con la anterior generación: un lector de huellas integrado bajo la pantalla y un sistema de desbloqueo facial 3D.
Sobre el lector de huellas no tengo quejas; el área de desbloqueo es amplia como para que no haya errores por la posición del dedo y es bastante rápido. Sin embargo, personalmente lo he usado poco porque el desbloqueo facial ha sido la mejor opción en la mayoría de ocasiones.
Hace poco analicé el Pixel 4 XL y su nuevo desbloqueo facial, un sistema que se apoya en un sensor radar y es muy rápido, o de eso presumía Google. Los he probado juntos, y el sistema del Huawei Mate 30 lo gana por goleada en lo que a rapidez se refiere. Si además lo configuramos para que no haya que deslizar y nos lleve a la pantalla de inicio directamente, el desbloqueo es inmediato.
También lo he comparado con el desbloqueo del Huawei P30 Pro y aquí la cosa está muchísimo más empatada, aunque el Mate 30 Pro se adelanta por poco. La pega es que el notch del Mate es mucho más ancho para albergar los sensores necesarios para el desbloqueo, aunque además de ser más seguro, funciona sin luz.
Software: el talón de Aquiles
Ya hemos hablado en profundidad del asistente de configuración y las apps que vienen preinstaladas en el Mate 30 Pro, pero hay otros aspectos que vale la pena comentar dentro del apartado de software. Cuando lo encendemos, el Mate 30 Pro viene con EMUI 10 de serie sobre Android 10 (AOSP). Tenemos la misma interfaz de EMUI que ya conocíamos. A excepción de que no hay apps de Google, no noté cambios a nivel interfaz con respecto al P30 Pro. Una vez instalados los servicios de Google, la experiencia fue exactamente la misma que tengo con mi móvil habitual.
Pero lo que quería comentar en este apartado son algunas novedades que llegan con el Mate 30 Pro, como los gestos en el aire. Se activa desde el menú Accesibilidad y nos permite realizar dos gestos: desplazamiento en el aire y captura por agarre. En el primero solo hay que mover la mano para poder hacer scroll y en el segundo sacamos capturas cerrando el puño. La detección es buena y no suele dar problemas, la duda está en su utilidad. Yo lo usé para probarlo y después se me olvidó que estaba.
Hablando de capturas, como sabrás, para poder hacer una se suele usar la combinación de botones encendido + bajar volumen, pero el Mate 30 Pro no tiene esos botones. Entonces, ¿Cómo las hacemos? Además de con el gesto en el aire que acabo de explicar, lo más rápido es hacerlas con un doble toque con el nudillo sobre la pantalla. A veces falla, pero no más que la famosa combinación de botones, de hecho, diría que hasta es más rápido.
Sobre EMUI 10 ya hablamos en detalle y, como decía, no hay cambios con respecto a lo que ya habíamos visto. Tenemos modo oscuro para todo el sistema, el nuevo diseño 'magazine' en las apps del sistema y detalles como que desaparece el botón del cajón de apps.
Autonomía: miliamperios para rato
La autonomía es uno de los puntos fuertes de la gama alta Huawei y el Mate 30 Pro no iba a ser menos. Incluye una batería de 4.500 mAh y un cargador rápido de 40W. Además es compatible con carga inalámbrica hasta 27W y permite cargar otros gadgets con la carga inalámbrica inversa. Una configuración muy completa que auguraba una gran experiencia energética.
Llegar al final de la jornada con el Mate 30 Pro es facilísimo, incluso en días de uso intensivo he conseguido llegar a casa con un 30% de carga, que se dice pronto. Si le damos un uso más moderado y estamos conectados a WiFi la mayor parte del tiempo, podemos estar día y medio o incluso dos días sin tener que visitar el enchufe.
Si vamos a las cifras, una carga me ha dado para unas 24 horas de uso, con 8 horas de pantalla, que no está nada mal. Además, con la carga rápida en apenas una hora tenemos la batería al 100%, pero si tenemos menos tiempo también nos da bastante carga. Muy bien aquí.
Audio: un sonido bastante mejorable
El sonido es un pilar clave en la experiencia multimedia, pero mientras la pantalla cumple con nota (salvo por esas curvas...), el sonido hace que la mesa cojee. Tenemos un altavoz en la parte inferior del chasis y otro en el frontal, justo en el notch, pero no es un altavoz al uso y su potencia es ínfima en comparación.
El hecho de que el altavoz principal esté en la parte inferior hace que muchas veces lo tapemos sin querer cuando sujetamos el móvil, tanto en horizontal como en vertical. El sonido casi desaparece cuando pasa esto, que es bastante a menudo. Además, si no lo tapamos, tampoco es que estemos ante un audio estéreo de gran calidad por el desequilibrio entre los dos altavoces. Lo mejor, como siempre, es tirar de auriculares, pero que sean USB-C o inalámbricos.
Cámaras: la apuesta por la versatilidad se mantiene, pero pierde fuerza
Huawei es una de las firmas más comprometidas con esto de las lentes múltiples, y además desde hace bastante tiempo. Como viene siendo habitual en sus últimos gama alta, la presencia de varias cámaras tiene que ver más con el zoom que con el modo retrato u otros efectos poco prácticos (hola, sensor monocromo). Veamos qué nos ofrece cada una de las cámaras del Huawei Mate 30 Pro:
- Ultra angular (0,6x): sensor de 40 megapíxeles (1/1.7"), f/1.8 y 18 mm
- Angular (1x): sensor de 40 MP, f/1.6 (1/1.54"), 27 mm y estabilizador óptico
- Telefoto (3x): sensor de 8 megapíxeles (1/4"), f/1.8, 80 mm y estabilizador óptico
- Sensor de profundidad (ToF)
- Cámara frontal: sensor de 32 megapíxeles, apertura f/2.0 y sensor de profundidad (ToF).
Como vemos, en esta ocasión el zoom óptico que nos ofrece el Mate 30 Pro llega hasta los tres aumentos y no los cinco que encontramos en el Huawei P30 Pro, aunque podemos llegar a esos cinco aumentos con el sistema de zoom híbrido. El máximo zoom digital es 30 aumentos.
Donde sí hay un salto importante es en la resolución con esos dos sensores de 40 megapíxeles, que por defecto vienen ajustados a 10 megapíxeles, tanto para la lente principal como para el gran angular. Además, incluye nuevas funciones específicas para vídeo como los vídeos en cámara lenta a 7680 fps, time-lapse o en condiciones de luz muy baja.
Antes de entrar a analizar los resultados, nos detenemos un momento en la app de cámara. Huawei sigue apostando por la misma interfaz que ya conocíamos, con el carrusel de modos situado sobre el botón disparador, algunas herramientas en la parte superior y más opciones ocultas en el apartado Más. Es una app cargada de opciones, pero están bastante bien organizadas de forma que no resulta confuso.
Como decía, por defecto, la cámara viene configurada para disparar imágenes a 10 megapíxeles de resolución, pero desde Ajustes podemos hacer que el sensor aproveche los 40 megapíxeles. El resultado es una foto más grande (y más pesada) que nos permite ampliar detalles muy lejanos y seguir reconociendo formas de forma bastante precisa. Por ejemplo, la cara del peatón no está definida al máximo, pero lo reconoceríamos si fuera una persona conocida.
Lo malo de este modo es que, cuando ampliamos tanto, descubrimos que el procesado es muy agresivo y ese detalle no está tan bien resuelto como cabría esperar. Casi parece como si le hubiéramos aplicado un filtro artístico a la foto. En el plano general no lo apreciamos, pero ahí está.
Capturamos la misma escena pero esta vez en el modo de 10 megapíxeles. La foto es más pequeña y no podemos ampliar tanto, pero en general la foto está mejor resuelta. Lo que hace aquí es fusionar cuatro píxeles en uno, de forma que cada punto contiene más información y la foto está mejor tanto a nivel contraste como representación del color.
Basta con mirar detalles como los graffitis de la derecha o las copas de los árboles del fondo para ver que, pese a que la foto sea más pequeña, contiene más detalle e información que la de 40 megapíxeles. También sale mejor parada en lo que a rango dinámico se refiere. El trozo de cielo al fondo conserva algo de textura de las nubes. He mantenido los 10 megapíxeles activados, además de por una razón de optimizar el espacio, porque salta a la vista que el resultado es mejor.
Por la noche, la cámara cumple con nota, casi siempre sin tener que tirar de modo noche. En esta imagen consigue representar muy bien las texturas del suelo y la pared de piedra, al tiempo que hace un buen trabajo de balance de blancos.
En interiores con luz artificial también se luce, siempre y cuando no estemos fotografiando cosas en movimiento. Aquí el gato se movió bastante pero por fin conseguí sacar una foto en la que estaba quieto. El detalle en el pelo se mantiene al ampliar y también destaca toda la textura de la toalla en primer plano.
Otro ejemplo de foto nocturna donde el Mate 30 Pro sale airoso. En este caso había bastante menos luz de la que ha quedado plasmada en la imagen, pero la cámara consigue levantar mucho toda la escena, incluyendo las áreas más alejadas. El software para minimizar el ruido "lava" un poco el detalle pero se conserva bastante bien al ampliar.
En la calle y con farolas de las que dan una luz muy amarilla, la cosa se complica un poco, pero seguimos teniendo un buen nivel de detalle al ampliar.
Como decía, la versatilidad es la máxima de la cámara del Mate 30 Pro que, igual que su predecesor, integra una lente gran angular, esta vez además con sensor de 40 megapíxeles. El resultado del angular es bueno, aunque tiende a sobreexponer ligeramente las imágenes. Aquí se aprecia como los árboles del primer plano aparecen más iluminados y en general toda la imagen es más clara. De noche se aprecian más debilidades en el detalle porque el sensor es más pequeño, pero en general da bastante buen resultado.
Si comparamos el sensor principal con el telefoto, el resultado sigue siendo consistente, pero hay menos detalle en la zona de los árboles y pasa lo contrario: tiende a subexponer ligeramente. También suele presentar los colores más saturados y el rango dinámico no es tan amplio.
Es posible llegar hasta los cinco aumentos con un sistema híbrido que, según Huawei, conserva la nitidez. La realidad es que hay pérdida de detalle, pero no es algo exagerado y he acabado usando esta focal en bastantes ocasiones. Eso sí, mejor evitarlo cuando hay poca luz ya que las debilidades se notan mucho más. Si pasamos del 5x la pérdida es mucho más evidente. No recomiendo usarlo.
Aquí se pueden ver varios ejemplos de la variedad de encuadres que podemos conseguir con las tres lentes del Mate 30 Pro más ese zoom híbrido 5x. No llega a la versatilidad que nos da el P30 Pro, pero aun así da bastante juego a la hora de encuadrar sin tener que estar moviéndonos.
Con respecto al modo retrato, seguimos teniendo unos resultados bastante agresivos tanto pot cantidad de desenfoque como saturación, algo ya habitual en terminales de la marca. El recorte suele ser acertado pero como desenfoca tanto, el efecto es un poco 'pegote' en muchos casos. Mención especial al modo retrato con dos o tres aumentos ya que suele quedar mejor.
El resultado del modo retrato depende mucho de la luz. Aquí le puse las cosas muy difíciles y salvó la foto bastante bien, pero la pérdida de detalle de toda la foto es más que evidente. El modo apertura es otra opción si queremos desenfocar cosas que no sean personas (o personas de espaldas, en este caso), pero de noche la calidad también se resiente.
Aquí un ejemplo de lo que podemos conseguir con el modo apertura. La calidad se mantiene y el desenfoque es mucho más gradual y natural que con el modo retrato, por lo que es recomendable usarlo también con personas. Además, podemos ajustar la apertura a mano para conseguir distintos efectos.
Con respecto a la cámara selfie, la calidad es bastante buena si la luz acompaña. Tenemos el modo belleza ajustable a distintos niveles (recomiendo dejarlo en niveles bajos para más naturalidad) y también modo retrato, pero no suele dar muy buen resultado. Pese a que cuenta con un sensor ToF en el frontal, el recorte de zonas complejas como el pelo es muy errático como se ve en la foto de la derecha.
El apartado de vídeo es lo más destacado de la cámara del Huawei Mate 30 Pro, especialmente la grabación en cámara lenta a 7680 fps. Hay que matizar ya que en realidad el vídeo se graba a 960 fps y después lo interpola, pero no deja de ser un resultado espectacular para un teléfono móvil. A las pruebas me remito.
Pero además de esta cámara lenta impresionante, Huawei afirma que su nuevo gama alta ha mejorado mucho la calidad de vídeo, sobre todo en condiciones de poca luz. Veamos los resultados.
Obviamente, de día y con la lente principal es como mejores resultados obtendremos a nivel calidad. Bien de nitidez, reproducción de color y muy buen trabajo de estabilización. Grabé el vídeo cámara en mano y moviéndome bastante intencionadamente pero aun así consigue minimizar los temblores bastante bien. Eso sí, le cuesta un poco adaptarse a cambios de luz, se ve claramente cuando apunto al cielo y éste sale quemado casi todo el tiempo hasta que por fin se ajusta.
De noche la calidad cae de forma drástica. Vale que las farolas dan una luz muy amarilla y que hay movimientos bruscos, pero esperaba un mejor rendimiento con baja luz tanto en calidad como en estabilización.
Las inconsistencias entre lentes de las que hablaba más arriba también se aprecian si hacemos zoom durante un vídeo. El salto que hay entre la lente principal y el angular es notable, aunque menos exagerado que al hacer zoom, donde hay una pérdida de nitidez momentánea pero más exagerada.
Por la noche, el salto de zoom también es bastante evidente, aunque queda algo más disimulado porque la calidad de la que partimos es más baja. Sobre la grabación de audio, aunque en el local había mucho ruido se distinguen las canciones sin mayor problema, aunque no le vendría mal un poco más de nitidez.
Huawei Mate 30 Pro, la opinión y nota de Xataka
Los Mate de Huawei se han convertido en una referencia dentro del sector móvil y este año, a pesar de todo, no han faltado a su cita. A Europa nos llega el Mate 30 Pro, el más avanzado de la familia, y lo hace luciendo los componentes más avanzados del momento.
Tenemos potencia, una cámara muy versátil y una autonomía nuclear, tres pilares clave en un gama alta de su talla. En el diseño no llega a convencernos por esa pantalla tan curva y la ausencia de botones de volumen, pero pocas pegas se le pueden sacar en el resto de apartados. Siempre, claro está, que no hablemos de software.
Ya lo dijimos en las primeras impresiones y la sensación se mantiene: es una pena que un gran teléfono haya quedado empañado por el problema de las apps de Google, pero es que vaya problema... Pocas soluciones hay de momento más allá de instalar las apps de forma extraoficial, por lo que este smartphone queda reservado para aquellos usuarios que sepan y, sobre todo, se atrevan a hacerlo.
Cuando asistí a la presentación del Mate 30 Pro no tenía nada claro que el terminal fuera a llegar a Europa, pero pese a todas las adversidades, Huawei ha decidido lanzarlo igualmente. Así, el nuevo gama alta de la firma china nos llega sin las aplicaciones y servicios de Google, servicios que, tras pasar por tres manos, han demostrado ser imprescindibles en nuestro día a día. Quizá en China les funcione, pero en Europa lo van a tener muy complicado. Morfeo decía que el cuerpo no puede vivir sin la mente. Aquí, el hardware no puede vivir sin el software.
8,3
A favor
- La autonomía vuelve a ser una prioridad para Huawei y, junto con la carga rápida, forma un combo ganador.
- El desbloqueo facial es uno de los más rápidos y seguros.
- El Kirin 990 cumple con nota.
- La versatilidad de sus cámaras.
En contra
- Sin apps ni servicios de Google el móvil no es funcional.
- La curva de su pantalla y la trasera tan resbaladiza hacen que el diseño sea muy incómodo.
- Huawei sigue apostando por un procesado muy agresivo en las fotos, sobre todo en los retratos.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Huawei. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.