Fitbit acabará 2019 con un nuevo reloj avanzado en su catálogo. El Fitbit Versa 2 ofrece toques de smartwatch y mejoras en la cuantificación del sueño al tiempo que ofrece la novedad de la pantalla siempre activa. Ya lo hemos probado.
Especificaciones técnicas
PANTALLA | LCD táctil en color Gorilla Glass 3 |
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DIMENSIONES | Ancho de la correa: 40 mm |
SENSORES Y COMPONENTES | Acelerómetro de tres ejes, monitor óptico del ritmo cardiaco, altímetro, sensor de luz ambiental, sensor SpO2 relativo, micrófono integrado |
MEMORIA | Guarda todos los datos de los movimientos durante siete días, minuto a minuto Guarda el total diario durante los últimos 30 días Almacena datos sobre el ritmo cardiaco en intervalos de un segundo durante la monitorización del ejercicio y de cinco segundos el resto del tiempo |
CONECTIVIDAD | Antena wifi (802.11 b/g/n), GPS-Glonass, Bluetooth 4.0, NFC |
RESISTENCIA AL AGUA | Sumergible hasta 50 metros |
CONDICIONES DE FUNCIONAMIENTO | Temperatura de funcionamiento: de –10 a 60 °C |
PRECIO |
Fitbit Versa 2, el smartwatch que te ayuda a mejorar la salud y la forma física, y que incorpora control por voz, puntuación del sueño y música, Gris piedra/gris niebla - Amazon Alexa Integrada
Un diseño para todo tipo de usuarios
Con la primera generación de su reloj avanzado Versa, Fitbit encontró un diseño acorde con el público potencial de su dispositivo más avanzado. El Fitbit Versa 2 mejora y afina esa idea con un diseño algo más redondeado y muy atractivo visualmente, con acabado en aluminio en tres tonos: gris carbón, gris niebla y rosa cobrizo.
Ese diseño, dependiendo de la correa que escojas para acompañarlo (el sistema de retirada de las correas es rápido pero no ocurre lo mismo para colocarlas, además de que me ha parecido un sistema menos seguro que el de otros relojes del mercado), encaja muy bien tanto en el ámbito puramente deportivo amateur como en el de los dispositivos de corte smartwatch de calle.
Pero el Fitbit Versa 2 es ante todo un reloj muy cómodo, con un tamaño acertado y que apenas se nota que lo llevamos puesto. Esto es especialmente interesante cuando dormimos, uno de los puntos fuertes de este reloj de Fitbit.
En el diseño del Fitbit Versa 2 se ha prescindido de casi todo control físico y se ha optado por dejar solamente un botón principal situado en el lateral izquierdo (cuando lo llevamos en la muñeca izquierda) de manera que podemos pulsarlo de manera natural y cómoda con un gesto clásico. El botón es del mismo tono que la caja del reloj y tiene unas dimensiones y recorrido adecuados.
Pese a no ser un reloj deportivo al uso, Fitbit le da dado resistencia al agua suficiente para que pueda sumergirse hasta 50 metros, por lo que nadar con él es perfectamente posible.
Una pantalla que ahora sí puede estar todo el tiempo encendida
La base de un smartwatch está en la pantalla. Aquí el Fitibt Versa 2 cumple con creces. La pantalla es de tipo AMOLED, ofrece un brillo suficiente para visualizarla cómodamente en exteriores y la respuesta táctil es precisa con gestos, aunque para despertarla hay que ser contundente con los toques sobre el cristal. Viene por cierto protegida con Gorilla Glass 3.
Una novedad del reloj Fitbit Versa 2 es que la pantalla admite quedarse todo el tiempo encendida. Esta opción es cómoda y el sistema nos permite decidir qué información básica queremos tener en esa esfera permanente: batería, fecha, hora digital o analógica, pasos, distancia ... Sin embargo esa esfera que se ve cuando la pantalla no está activa es única y no se trata en ningún caso de la principal atenuada o en blanco y negro, lo que le quita bastante atractivo a la funcionalidad si somos de personalizar a tope la esfera que queremos tener siempre en nuestra muñeca.
Las esferas disponibles, tanto de Fitbit como de terceros, son numerosas pero con variación sobre todo de diseño. No hay mucha funcionalidad integrada. Además, para cambiarlas hay que recurrir sí o sí a la aplicación y es una tarea que no es instantánea y a lo que hay que sumar que, al menos en Android, no es extraño que nos encontremos con problemas de conectividad en los momentos más inoportunos.
Pese a la buena respuesta táctil de la pantalla, el manejo de la interfaz no es demasiado intuitivo. Si bien admite gestos para desplazarnos por el menú principal de manera lateral, cuando estamos por ejemplo dentro de las opciones de configuración, la intuición te lleva a tratar de desplazarte por las opciones y menús deslizando desde los laterales ... pero no es así. Para volver atrás hay que recurrir al botón físico por lo que siempre estamos cambiando de posición la mano para gestionar una simple alarma.
Mejor se han implementado los gestos hacia arriba y abajo. Lo primero nos lleva a una pantalla con información sobre las estadísticas de nuestro día (pasos, distancia, calorías ...), mientras que deslizando hacia abajo hace lo esperado: acceso a las notificaciones y la configuración rápida, además del control de la música y Alexa por medio de una cortinilla que se sobrepone a la barra de notificaciones.
Otro detalle que no nos ha gustado de la interfaz es que desde la "pantalla siempre encendida" no haya posibilidad de acceder a los menús de actividad (deslizando hacia arriba) o la de notificaciones (hacia abajo), por lo que siempre debemos partir desde la pantalla activa, la cual tiene la opción de encenderse también con el giro de muñeca.
Lo mejor de nuevo es la monitorización de todo nuestro día (y la noche)
El Fitbit Versa 2 nos ha vuelto a demostrar en estas semanas de uso que está a un gran nivel tanto en diseño como especialmente en la parte de ecosistema alrededor de la monitorización de la actividad diaria. Es a donde ha vuelto la gama Versa tras los intentos por hacerse con un hueco en el mercado de los smartwatches más completos. Ahí no puede competir.
El Fitbit Versa 2 hay que considerarlo en primer lugar un cuantificador avanzado que nos permite tener alguna aventura en el ámbito de los smartwatches, pero no es para nada su fuerte. Para medir la actividad diaria (pasos, distancia, pisos subidos, avisos de inactividad ...) y el sueño, para mi, sigue siendo el modelo de referencia por funcionamiento e interfaz/ecosistema.
Muy del lado del público menos tecnificado al que creo que se dirige este reloj. Los retos, las clasificaciones claras con otros usuarios de dispositivos Fitbit, los logros y sobre todo el análisis del sueño, con puntuación (basada en datos del ritmo cardíaco, horas de sueño y los movimiento) y consejos, son una delicia si te gustan los datos y cuantificarte el día a día.
Para toda esa cuantificación recurre a una serie de sensores como el acelerómetro, el monitor óptico de ritmo cardíaco, un altímetro y un sensor SpO2 relativo.
Es importante también tener en cuenta que el Fitbit Versa 2 no es un reloj con GPS integrado, lo que le resta valor como equipo deportivo puro, por lo que no es un modelo recomendado para quien prioriza el registro serio de datos de sus actividades deportivas como correr o bicicleta. Sí que podemos registar numerosas actividades pero no con datos provenientes del GPS salvo que tengamos conectado el teléfono.
En ese registro de nuestro día a día hay opción de que detecte automáticamente la actividad que estamos realizando pero no es precisa y nos ha detectado falsos positivos en forma de actividad como montar en bicicleta cuando en realidad solo estábamos andando rápido.
Un smartwatch poco independiente
Cuando queremos darle un uso más de smartwatch es cuando llegan las deficiencias del Fitbit Versa 2. Lo que podemos hacer sin sacar el teléfono del bolsillo no es mucho realmente, y apenas nos permite realizar pagos o revisar notificaciones y avisos. Nada de gestionarlos directamente excepto alguna excepción como con los correos de Gmail que podemos por ejemplo archivar pero no contestar. Justo por el camino contrario al que pilota el mercado de los smartwatches, que buscan independencia de unos teléfonos cada vez más grandes.
Una novedad que presenta el Fitbit Versa 2 es el micrófono integrado para poder enviar instrucciones a Alexa. Una vez identificados en nuestra cuenta de Amazon, basta pulsar el botón de manera prolongada (podemos configurarlo así o para que abra Wallet para el pago contactless) o ir al menú correspondiente en la cortina sobre el panel de notificaciones para que Alexa nos empiece a escuchar. La sensibilidad del micrófono es mejorable y hay que acercarse el reloj a la cara para que no nos de fallos.
El reconocimiento de voz es muy bueno y la respuesta de Alexa siempre es en modo texto sobre la pantalla. Resulta cómodo para conocer algún tipo de información rápida sobre eventos o tiempo sin tener que recurrir al teléfono. También para añadir recordatorios o temporizadores.
Además de las aplicaciones instaladas de serie, el Fitbit Versa 2 admite las de terceros disponibles en la tienda de la compañía. Pero casi mejor que no bucees mucho por ella porque ni en cantidad ni en calidad podemos salvar un par de aplicaciones que realmente merezca la pena tener instaladas en el reloj.
Dos de las recomendables son Spotify y Strava. La primera nos permite controlar la música que se está reproduciendo en nuestro teléfono, pero no reproducirla en el reloj. Eso es posible con el propio reproductor de Fitbit pero que requiere de una suscripción de pago.
Otra funcionalidad interesante del Fitbit Versa 2 como smartwatch es la que está asociada a la conectividad NFC que tiene integrada. Con ella y haciendo uso del servicio Fitbit Pay podemos realizar pagos contactless. El servicio por ahora es compatible con muy pocas entidades financieras en España. Apenas Santander, La Caixa, OpenBank o Revolut entre las digitales.
Bien de batería
Con la novedad de la función de pantalla siempre activa, el Fitbit Versa 2 requería de un repaso de sus posibilidades asociadas a la autonomía. En el modo de uso clásico (pantalla solo activa al tocarla o girar la muñeca, siempre conectado al teléfono, notificaciones principales funcionando), el Fitibt Versa 2 cumple con lo esperado y midiendo una actividad deportiva cada dos días, una a la semana con el uso del GPS del teléfono, en estas semanas de uso la media de duración de la batería ha sido de entre 5 y 6 días.
Esa buena cifra se ve mermada si queremos sacar provecho de la nueva funcionalidad y mantener la pantalla siempre activa. En ese caso, la carga del reloj debemos hacerla de media cada dos días y medio. No estaría mal para un smartwarch con funciones completas de reloj deportivo o de uso más intensivo, pero para un modelo de seguimiento de actividad y notificaciones, es algo insuficiente vista además la competencia.
Dado además el poco valor más allá de conocer la hora o lo que queda de batería que nos ofrece la función de pantalla siempre activa, nuestra elección sería dejar esta opción desactivada y poder disfrutar de casi toda una semana de reloj medidor de nuestra actividad (con un par de sesiones de entrenamiento de por medio).
Para la carga (casi 2 horas para tenerlo de nuevo al 100%) contamos con un cargador propietario. Hubiera sido un acierto, dado el grosor de la caja de 40 mm, pasar por fin a una carga más compatible, por ejemplo vía USB-C.
Fitbit Versa 2, la opinión y nota de Xataka
A falta de que en los próximos meses conozcamos el plan que tiene Google con Fitbit, la prueba del último reloj que saca la marca de manera independiente es una confirmación de lo bien que está la compañía en diseño, acabado y tirón de su plataforma de cuantificación.
El Fitbit Versa 2 hace muy bien lo que siempre ha sido referencia para la compañía: la cuantificación. Pero sigue sin convencer ni avanzar en un camino hacia el mundo smartwatch donde la competencia de Apple es ahora mismo inabarcable. Pero podría serlo de la mano de Google. Mimbres, haberlos haylos.
8
A favor
- Diseño y comodidad de uso
- La cuantificación del sueño y su plataforma social
- Batería cuando no tenemos la pantalla siempre activa
En contra
- Pocos bancos compatibles con el sistema de pago integrado
- Funcionalidades como smartwatch
- No lleva GPS integrado
Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de Fitbit. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.