Como marca la tradición, Sony es una de las marcas en anunciar nuevo móvil en la feria IFA, evento que inaugura la vuelta al cole en el mundo tecnológico. Este año no iba a ser menos y el fabricante nipón nos ha traído el Sony Xperia 5, un smartphone que nos recuerda bastante al Xperia 1 que anunciaron en el Mobile World Congress, pero con un cuerpo más compacto.
El Sony Xperia 5 es una especie de Xperia Compact que ha perdido este característico apellido que la firma venía usando. Mantiene elementos clave como la pantalla 21:9 enfocada tanto al consumo como creación de contenido multimedia, la cámara triple o el chip Snapdragon 855. Hemos estado probando el Xperia 5 tras la presentación y os contamos nuestras impresiones.
21:9, el formato que llegó para quedarse
Sony apostó por el formato 21:9 con el Xperia 1 y su hermano pequeño sigue la misma estela, pero en un formato más reducido. La pantalla mide 6,1 pulgadas en diagonal, que no es precisamente pequeña, pero el formato panorámico hace que la anchura sea bastante más reducida, por lo que el agarre es más cómodo. Eso sí, llegar a la parte superior de la pantalla con el pulgar sigue siendo complicado, más incluso que en otros formatos.
El móvil se siente muy cómodo en mano, además de por su formato, porque los bordes están redondeados y no se nos clava ninguna arista al sujetarlo. Comentar que el marco que rodea el dispositivo es de metal, mientras que las dos caras están cubiertas de cristal Corning Gorilla Glass. Es decir, que tenemos el mismo estilo de diseño del modelo anterior y sí, también atrae las huellas que da gusto. La trasera reflectante es muy elegante, lo difícil es mantenerla limpia.
Sobre los controles, el Xperia 5 los agrupa todos en el lateral derecho: botones de volumen, lector de huellas, botón de encendido y disparador para la cámara. En el lado izquierdo encontramos únicamente la bandeja SIM. Con respecto a conectores, tenemos el USB-C en el borde inferior, junto al altavoz, y no hay minijack.
En el frontal, la protagonista absoluta es la pantalla, pero aquí tenemos unos marcos algo más anchos en la parte superior e inferior. Sony se mantiene estoica ante la moda del notch o el agujero en la pantalla, elementos que según la marca empañarían la experiencia multimedia que es clave en sus terminales. El aprovechamiento del frontal no es tan extremo como en otros móviles, pero el esfuerzo de compactación es más que evidente y no da la sensación de espacio desaprovechado.
Ya que estamos en el frontal, hablemos de la pantalla. Sony apuesta por un panel de 6,1 pulgadas, con resolución FullHD y tecnología OLED: Durante la toma de contacto no hemos podido sacarlo del stand, por lo que no ha sido posible ver como se comporta el panel en exteriores. No obstante, las luces eran lo suficientemente intensas como para ver que el alto contraste ayuda mucho a minimizar los reflejos. Muy bien de reproducción del color y nitidez pese al recorte de resolución.
Triple sensor, misma resolución
Sony se resistió bastante a sumarse a la tendencia de las cámaras múltiples, pero actualmente ya se ha convertido en norma en la gama Xperia. Como el Xperia 1, el nuevo modelo cuenta con un módulo trasero con cámara triple y además lleva tres sensores de la misma resolución: 12 megapíxeles. Hay algunos cambios como la llegada de la tecnología EyeAF que hereda de las cámaras Sony Alpha y permite que el enfoque se centre en el ojo de la persona enfocada. También hay mejoras en el disparo en ráfaga, pero en esencia el hardware es el mismo.
La triple cámara nos permite disparar en tres focales distintas: súper gran angular, angular o zoom de dos aumentos. No es un rango de zoom más amplio que podemos encontrar, pero sin duda da juego a la hora de encuadrar. Durante la toma de contacto hemos detectado cierto lag a la hora de pasar de una focal a otra, pero puede ser debido a que estábamos con unidades de demo y el software no era final. En el análisis a fondo saldremos de dudas.
La app de cámara ofrece una buena variedad de modos y la disposición de la interfaz resulta bastante cómoda a diferencia de versiones de años anteriores. Tenemos un modo profesional bastante completo, el modo retrato y varias apps integradas para añadir efectos tanto tipo filtros como en realidad aumentada. Lo que hemos podido probar ha funcionado muy bien y ofrece muchas posibilidades.
Pero donde Sony pone toda la carne en el asador es en la grabación de vídeo con la app Cinema Pro que ya conocíamos por el Xperia 1. Aquí podemos seleccionar la focal, sensibilidad ISO, obturador, el balance de blancos y aplicar filtros cinematográficos predefinidos. En cuanto a la resolución de los vídeos, aquí no hay recortes y también permite el registro en 4K.
Software limpio + motor potente = rendimiento fluido
Sony apostó en el pasado por aligerar su capa y ofrecer una versión de Android casi pura, algo que ha demostrado ser una decisión acertada por el buen ritmo de actualizaciones de sus terminales. Con el Xperia 5 no llegan a ofrecer Android 10 desde el lanzamiento, pero nos han asegurado que planean traer la nueva versión lo más rápido posible.
La interfaz respeta la experiencia Android y apenas tiene un poco de personalización en el menú Ajustes. También vemos la huella de Sony en algunas apps preinstaladas como Creador 3D o el instalador de Fornite, pero salvo estos detalles tenemos un sistema muy limpio.
El Xperia 5 lleva un Snapdragon 855 acompañado de 6 GB de RAM, exactamente igual que el Xperia 1. No obstante, no hemos podido ponerlo a prueba con juegos ya que no era posible conectar los terminales a la red, por lo que nos reservamos una vez más para el análisis a fondo. Sobre la batería, lo mismo, habrá que esperar a probarla durante un periodo prolongado para valorar.
El móvil que debió llamarse Xperia 1 Compact
Como decíamos al principio, el Sony Xperia 5 es una versión más compacta del Xperia 1. Sony mantiene la estrategia de su extinta gama Compact con la que recortaban en tamaño pero no en prestaciones. Así, tenemos un móvil más reducido pero con el mismo chip Snapdragon 855, la misma RAM de 6 GB y la misma configuración de cámaras.
La pantalla es OLED y el formato 21:9, pero sí que recorta en resolución y se queda en FullHD, justificable ya que la pantalla es más pequeña. El diseño tiene muy buenos acabados y el formato panorámico, aunque al principio choca ya que es bastante largo, funciona bien a nivel interfaz y ofrece un buen agarre.
El problema del Xperia 5 es el que vienen arrastrando casi todas las marcas que presentan dos móviles cada año: la ausencia de factor sorpresa. Además, en este caso, el hecho de que sea una variante más compacta de lo que vimos en el Mobile World Congress, con ligeros cambios en la cámara (no de hardware), nos hace preguntarnos si habría tenido más sentido anunciarlos en pareja y apostar por la fórmula Xperia 1/Xperia 1 Compact.