La OMS ha advertido en más de una ocasión sobre el papel que tiene la calidad del aire en nuestra salud. Según las estadísticas recogidas en 2016, más de 4,2 millones de muertes prematuras se deben solo a esta cuestión.
Con la llegada del Internet de las Cosas, algunas empresas han apuntado hacia la calidad del aire para ofrecer sus servicios con la premisa de mejorar nuestra calidad de vida. ¿Es eso posible? Hemos probado un Awair 2, de la marca homóloga. ¿Nos ayudará a mejorar nuestro día a día?
Awair model 2: así es un medidor de calidad de aire comercial
Abro el paquete y lo primero y más llamativo, aunque probablemente no tan importante, es la sensación de buen acabado que tiene este producto. No soy una persona demasiado exquisita para ciertos detalles. Me va más lo práctico. Sin embargo, admito que el nivel de atención en el embalaje es máximo. El aparato en sí es muy elegante y bonito, a la par que discreto. Lo abrimos y solo tenemos que conectar el enchufe y el cable. Aquí es donde llega mi primera pequeña decepción, aunque es minúscula y ahora explicaremos por qué.
El adaptador viene con varios tipos de enchufes para Europa. Eso me hace recordar que el producto es americano, así que es todo un detalle el poder enchufarlo, estés donde estés. Qué menos, pensará más de uno, pero se toman la molestia de mandarlo con ambos enchufes. Es un detalle. El cable de conexión es USB a micro USB tipo C. Bien, está adaptado a tiempos modernos. Además es largo, pero no lo suficiente.
Como decía, esto es una pequeña decepción. Por las imágenes y las descripciones estaba convencido de que es un aparato inalámbrico, pero no lo es. Aunque el cable es muy largo, limita dónde puedes colocarlo ya que necesitas un enchufe relativamente cerca. Por otro lado, el aparato, aunque visualmente correcto, tiene los marcadores un poco pequeños, pero solo ligeramente, lo que puede dificultar la información "en un solo vistazo" que pretende. Pero bueno, no es nada importante, sobre todo teniendo en cuenta que el aparato en sí es pequeño.
Aparte de estos dos detalles, el Awair es bastante bonito y cómodo de configurar, así como de usar (mirar los datos). Tiene una aplicación que necesitamos para configurarlo a través de nuestro móvil, obligatoriamente. También necesitaremos WiFi, como todos los objetos de la era del Internet de las Cosas. El proceso es muy sencillo, y solo deberemos seguir unos pocos pasos, creando una cuenta, por supuesto. Ya tengo el aparato configurado en menos de siete minutos, y de manera cómoda. Muy bien.
La App es bonita, elegante y práctica, muy a la par del aparato. Te da información meteorológica sacada a partir de las estaciones locales, además de las del propio Awair. En ella descubro que la caja que me proporciona indicaciones, además, tiene dos controles táctiles más para cambiar el tipo de información. Creo que está todo en orden. La sensación general es buena, la forma de mostrar los datos, tanto en el aparato como en la aplicación, también. Pero es hora de entender qué estamos viendo y para qué nos puede servir en nuestro día a día.
¿Qué información nos da el Awair 2?
En la pantalla principal podemos ver seis puntuaciones. La más clara es la puntuación general, la cual se obtiene a partir de los parámetros que mide. Estos son temperatura, humedad, cantidad de dióxido de carbono, cantidad de "químicos" volátiles y partículas en suspensión. Los tres últimos, en especial, están relacionados con la salud según diversas autoridades. Por ejemplo, la OMS tiene unas guías muy concisas sobre las concentraciones y cantidades máximas permitidas de partículas en suspensión o reactivos como los óxidos nitrosos y sulfurosos.
Los niveles de CO2 están asociados a diversos tipos de rendimiento, pero, sobre todo, una alta concentración de este gas puede resultar peligrosa (especialmente letal, si la concentración aumenta por encima de ciertos niveles, cosa que ocurre en algunos accidentes domésticos). Los químicos a los que se refiere Awair son los conocidos como compuestos orgánicos volátiles, o VOCs. Estos sirven como indicadores de reactivos orgánicos volátiles, mucho más peligrosos.
Existen diversas regulaciones, muy cambiantes, dependiendo del organismo que las aplica y el país donde se hace. En cuanto a los VOCs en el hogar, hasta donde llegan el consenso científico, recogido por metanálisis como este del Instituto Nacional de Salud Ocupacional de Dinamarca, han comprobado que no existen evidencias de la presencia de estos VOCs y la aparición de enfermedades respiratorias o el infame síndrome de hipersensibilidad química.
En general, el patrón de calidad de aire que aporta el dispositivo es bastante completo. Todos los datos, puedo comprobar tras unos días, son adquiridos directamente por el aparato. De hecho, detecta los cambios al abrir las ventanas o poner el aire acondicionado, casi de inmediato. Aporta bastante información. Casi podríamos decir demasiada, ya que la cantidad VOCs o la concentración de CO2 no son parámetros que podríamos considerar realmente útiles en la evaluación del aire de una casa. Esto tiene una excepción, y es si lo usamos como medidor de dióxido de carbono, el cual podría alertarnos de un inminente accidente que podría resultar letal. Si a esto le añadimos la capacidad de integrarse con servicios como los de Google, Alexa o IFTT, una buena programación podría ayudarnos a prevenir un susto (lanzando una alarma o encendiendo el aire acondicionado, etc.).
Por último, la información sobre humedad local y las partículas en suspensión sí que resultan increíblemente útiles. La humedad está directamente relacionada con la supervivencia de los virus y la propagación de enfermedades (además de con la comodidad). Las partículas por millón de menos de 2,5 micras se ligan a todo tipo de enfermedades respiratorias y están presentes en el ambiente doméstico. Estos parámetros, son los más útiles, con diferencia.
¿Qué respiras y cuándo es de calidad?
Existen numerosas investigaciones sobre la calidad del aire en el hogar y la oficina. Las directrices marcadas por organismos como la OMS indican que la humedad y la temperatura, así como la presencia de partículas en suspensión y ciertos agentes potencialmente tóxicos como el NO2, el SO2 o el O3 (ninguno medido por Aiwair, por cierto) son los principales agentes potencialmente causantes de malestar.
En otras palabras, que a ojos de los organismos oficiales, de todos los parámetros, el consenso basado en evidencia científica especifica que ni el dióxido de carbono, en una concentración normal, ni los VOCs están implicados, con seguridad, en la calidad de vida relacionada con el aire. Aun así, veamos un pequeño patrón de medidas que nos permita saber qué debemos buscar y por qué.
Temperatura: el ser humano se mueve en una temperatura óptima de entre 18 y 25 ºC. Más allá, o por debajo, provoca entorpecimiento, malestar, incomodidad... Si la temperatura baja mucho más puede darse una situación de hipotermia o hipertermia, pero eso no es común, y este medidor de aire no debería servir para controlar tales situaciones.
Humedad: la humedad por encima de 50% puede ser agobiante. Está relacionada con bajadas de productividad, incomodidad, problemas para controlar la temperatura corporal... pero también con la propagación de enfermedades e infecciones. Por debajo de 40%, la sequedad puede irritar nuestras vías respiratorias.
Dióxido de carbono: el CO2 en concentraciones de más de 30 000 partes por millón (o ppm) pueden provocar la asfixia. Aunque no hay declaraciones al respecto por parte de los grandes organismos reguladores, el Instituto Nacional de Seguridad Ocupacional de EE.UU. considera que unos niveles por encima de las 1 000 ppm son signo de una mala ventilación. Se aconseja, en general, mantenerlos por debajo de los 600. Aunque los rangos de evidencia sobre su peligro para la salud son mucho mayores, no está mal como muesca de ejemplo, no superar esta cifra.
VOCs: los compuestos orgánicos volátiles proceden de todo tipo de sustancias. Hasta donde sabemos, "podrían" tener efectos adversos, sobre todo porque algunos son precursores de organoreactivos volátiles, que sí sabemos que son peligrosos. Pero, precisamente por esta relación hipotética, existen pocas evidencias al respecto de su papel. Sin embargo, estos compuestos pueden aparecer en mayor concentración en situaciones concretas: al pintar, usando ciertos productos químicos, como fruto de la descomposición de algunos materiales... No existe un consenso claro al respecto.
Partículas en suspensión: llamadas también PM 2,5 (u otro número, dependiendo de su tamaño), estas son minúsculas, inapreciables. Sin embargo, están directamente relacionadas con el empeoramiento y la aparición de numerosas enfermedades respiratorias, tanto de las vías altas como de los pulmones. Estas deben mantenerse en los niveles más bajos posibles, siempre. Normalmente se miden en microgramos por metro cúbico. Cuanto más cerca de cero, mejor. Si sobrepasan los 50 microgramos, estaremos en una situación peligrosa. La humedad puede agravar su afección.
En general, Awair anota los rangos límites marcados por las autoridades o las empresas y entidades que se han molestado en hacer dichas mediciones, independientemente del consenso o el nivel de evidencia actual. Esto, que conste, el que no existan una enorme cantidad de pruebas científicas al respecto, no quiere decir que no sirva para medir la calidad del aire. Como premisa general, podemos entender que cuanto más limpio sea el aire, mejor. Pero sí puede ayudarnos a entender por qué no debe obsesionarnos en ningún caso. Lo que nos lleva al siguiente punto.
Un detector de calidad de Aire como Aiwair, ¿ayudará a mejorar mi calidad de vida?
Nada más comenzar a configurar el aparato, la aplicación me preguntaba para qué quería usar el detector: en el dormitorio, para productividad, para el comedor... Me paso una ingente cantidad de horas metido en mi despacho, escribiendo y trabajando con varios ordenadores. Se acumula polvo, tengo varias plantas (una de ellas enorme), y un sinfín de productos de plástico (que no me preocupan en absoluto). Así que no lo he dudado mucho: vamos a ver cómo me ayuda en mis horas de trabajo.
La experiencia ha sido muy curiosa: lo primero que ha hecho ha sido lanzarme una puntuación de setenta y pico, sin alcanzar los 80 que la App considera como óptima. ¿La razón? Muy sencillo: la alta temperatura y la humedad. Tras calibrarse el sensor de VOCs y medir las condiciones de la habitación, el resto parece bien. Las partículas por millón un poco más altas (normal por el polvo). Compruebo los datos de temperatura y humedad con otros medidores que tengo en casa y, además, miro los datos de los servidores locales que miden la calidad del aire.
Parece que el Aiwair está haciendo su trabajo, y lo está haciendo adecuadamente. Pero la cuestión no es esa, sino cómo puede ayudarme a mejorar mi vida diaria. Aquí es donde brilla el apartado de los "consejos" que trae la aplicación. La empresa se ha dedicado a reunir una cantidad bastante interesante de documentación, incluyendo investigaciones científicas, para contextualizar sus medidas. Esto cristaliza en una serie de tips, bastante obvios para quien ha investigado los patrones de calidad del aire pero muy prácticos para cualquiera. Esto, probablemente, sea lo más útil con diferencia.
En apenas un par de frases, la aplicación te explica que tener un nivel de humedad tan alto (como el que tenía) puede conllevar problemas de salud relacionados con la propagación vírica o la aparición de mohos infecciosos. Un vistazo rápido a los repositorios científicos y me topo con un montón de investigaciones que lo confirman, como esta revisión, bastante completa no tanto por sus autores sino por sus extensas y bien escogidas referencias. Para solucionarlo, me indica, puedo encender el aire acondicionado. Además, así, bajo los agobiantes 31 grados de este día de verano. Dicho y hecho. Y, ¡voilà! La humedad y la temperatura comienzan a bajar a unos rangos más adecuados.
Lo de la temperatura, era obvio, pero lo de la humedad, no tanto. Seguidamente, comienzo a explorar diversos informes y artículos donde explican los valores de mantener un aire de calidad en el trabajo. Estos muestran estadísticas y valores avalados por estudios, algunos con más calidad, otros con menos. Pero el trabajo de documentación es bastante bueno. Me topo con un artículo sobre las alergias y me sorprendo de lo riguroso que llega a ser a pesar del claro interés comercial. De hecho, estoy convencido de que los niveles de partículas en el aire pueden ayudar a entender un malestar no diagnosticado. No es mi caso, pero podría ser el de otra persona.
Úitl y eficaz, pero no indispensable: la opinión de Xataka
Pero esto tampoco debe subirse a la cabeza. La calidad del aire es importante, pero sobre todo en personas con problemas respiratorios. Para el resto de personas, no debe ser una cuestión importante. Si lo es, no necesitaremos un medidor de aire para decirnos que algo está mal en nuestra habitación. Sí que puede resultar útil a la hora de medir circunstancias muy concretas: la cantidad de partículas suspendidas, en una casa vieja o muy sucia, en ambientes cerrados con fuentes de CO2...
Esto podría ayudarnos para estas situaciones, pero no parece de tanta utilidad para el día a día. Esto se compensa enormemente, como decíamos, por ser increíblemente beneficioso para controlar los parámetros en caso de enfermedad. Según la OMS, la contaminación del aire provoca en todo el mundo (según los datos de 2016) más de 4,2 millones de muertes al año. Si bien el foco y las consecuencias de estas no se pueden controlar con un aparato como Awair, este sí que permite monitorizar la calidad de tu propia casa.
Es más, te permite actuar para tratar de mejorarla, bien mediante consejos bien documentados, bien mediante la integración de servicios externos que conectan el medidor con el ecosistema domótico (si lo tenemos). En definitiva, no es un aparato imprescindible, ni mucho menos, pero puede ser de gran ayuda en caso de patologías respiratorias o, sencillamente, una manera de mantener estadísticas fiables de varios parámetros relacionados con la calidad del aire dentro de tu hogar.
Awair 2nd Edition. Vea lo invisible - Monitor de calidad del aire
Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de Awair. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Imágenes | Webedia, Awair