Tal y como adelantaban los rumores, ya tenemos entre nosotros al sucesor del Xiaomi Mi A2, uno de los modelos con mejor relación calidad-precio del año pasado. El Mi A3 llega ahora para continuar una estirpe de teléfonos con Android One que inició allá por 2017 el Xiaomi Mi A1 y que ya va por su tercera generación.
Finalmente, se ha cumplido prácticamente todo lo que se había filtrado, y el Xiaomi Mi A3 ha llegado al mercado como la versión global del CC9e presentado hace un par de semanas en China, eso sí, con Android One como sistema operativo. Hemos estado un rato probándolo y aquí están nuestras primeras impresiones.
Ficha técnica del Xiaomi Mi A3
XIAOMI MI A3 | |
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PANTALLA | AMOLED HD+ de 6,088 pulgadas (19,5:9) |
PROCESADOR | Snapdragon 665 |
RAM | 4 GB |
ALMACENAMIENTO | 64 o 128 GB (más micro SD hasta 256 GB) |
SOFTWARE | Android 9 Pie (Android One) |
CÁMARA FRONTAL | 32 MP |
CÁMARA TRASERA | 48 MP + 8 MP + 2 MP |
BATERÍA | 4.030 mAh con carga rápida 18W |
DIMENSIONES Y PESO | 153,48 x 71,85 x 8,475 mm 173,8 g |
OTROS | Lector de huellas en pantalla, reconicimiento facial, USB-C, dual SIM, jack 3,5 mm |
PRECIO | Desde 249 euros |
Un diseño que enamora, una pantalla que no tanto
Lo primero que destaca del nuevo Xiaomi Mi A3 es su construcción de cristal con unos bordes metalizados y unas esquinas redondeadas, que hacen que en conjunto resulte atractivo a la vista y agradable al tacto. A diferencia del aluminio con acabado mate del Mi A2, en este caso tenemos tres colores brillates (azulón, grisáceo y blanco puro) que generan unos bonitos reflejos en función de cómo incide la luz en el terminal y le otorgan un aspecto premium.
Además de que resulta algo resbaladizo, el problema, salta a la vista el problema habitual con este tipo de materiales: la presencia de huellas y suciedad en general, algo que es mucho más visible en los colores oscuros (en el blanco no se notan tanto). En cualquier caso, siempre podemos recurrir a la funda que Xiaomi incluye en la caja para evitarlo y proteger el teléfono contrarrestando la sensación de fragilidad que transmite y mejorando a la vez el agarre.
En el borde inferior, tenemos el conector USB-C y el altavoz, mientras que en el superior, encontramos la toma jack para auriculares y el sensor de infrarrojos. El lateral derecho queda reservado para los controles de volumen y el botón de encendido, y el izquierdo, para la ranura de tarjetas. En este sentido, el Mi A3 cuenta con una bandeja doble, de forma que podemos elegir si metemos en ella dos tarjetas SIM o una SIM y una micro SD.
La parte trasera es completamente lisa, salvo por la triple cámara, que está alineada verticalmente en la esquina superior izquierda. Los tres sensores están alojados en un módulo que sobresale del cuerpo, lo que provoca que se acumule algo de suciedad en su contorno y que el terminal "cojee" ligeramente cuando lo dejamos sobre una superficie lisa. Eso sí, a diferencia del Mi A2 y el Mi A1, en este caso no tenemos lector de huellas en la zona posterior porque está integrado en la pantalla.
Y precisamente de la pantalla es de lo que vamos a hablar ahora. El nuevo Mi A3 incorpora un panel AMOLED de 6,1 pulgadas (6,088 para ser más exactos) con cristal Corning Gorilla Glass 5 y un notch en forma de gota que lo diferencia bastante de sus predecesores. Los marcos son relativamente ajustados, algo más grueso el inferior, pero sin ser exagerado para un móvil de gama media.
Pero si nos fijamos en la pantalla, hay un detalle que no podemos pasar por alto: su resolución. Y es que, para decepción de muchos, Xiaomi ha optado por dotar al Mi A3 de resolución HD+, lo que supone un paso hacia atrás respecto a su antecesor, el Mi A2, que sí contaba con un panel FullHD. ¿Por qué? Según nos han dicho desde la propia marca, para mantenerse en ese rango de precio, "no se puede tener todo", y han preferido apostar por el apartado de la cámara y de la autonomía.
Y a la hora de la verdad, ¿se nota? Lamentablemente, sí. Se echa de menos ese plus de resolución, como también se echa de menos algo más de brillo, ya que incluso si lo llevamos al máximo, se nos antoja algo corto. No hemos podido probarlo en exteriores, pero intuimos que, bajo la luz directa del sol, esto puede suponer un problema.
Además, los blancos tienden a quedar algo fríos, y como estamos ante un terminal Android One, el sistema de Google nos ofrece muchas menos opciones de personalización que MIUI y no nos permite ajustar temperatura, contraste y saturación.
Android puro en un hardware que no da un gran salto
El Mi A3 integra como procesador al sucesor del Snapdragon 660 de Qualcomm, que precisamente era el que tenía el Mi A2. Hablamos del Snapdragon 665, que tiene una construcción de 11 nanómetros LPP y está formado por ocho núcleos Kyro 260 hasta 2,0 GHz. Le acompañan la GPU Adreno 610, 4 GB de RAM y dos opciones de almacenamiento: 64 o 128 GB de almacenamiento (en ambos casos, ampliable con una tarjeta micro SD hasta 256 GB).
No hemos podido someter al Mi A3 a los benchmarks correspondientes ni tampoco hemos tenido tiempo de ponerlo a prueba con juegos exigentes, pero durante el tiempo que hemos estado con él, sí que hemos percibido algún retardo en la multitarea y algún cierre repentino de apps. Tendremos que probarlo a fondo en nuestro análisis, pero la primera impresión que nos ha transmitido es que habría sido deseable un procesador de mayor nivel y algo más de RAM.
Respecto al software, la seña de identidad de la familia Mi A es, precisamente, Android One, un software básico y ligero, que, como decimos siempre, tiene sus ventajas y desventajas cuando lo traducimos a la experiencia de usuario. En un lado de la balanza, tenemos esa experiencia pura y limpia de Android, que nos resulta familiar y nos da una cierta seguridad a nivel de fluidez y estabilidad. Pero en el otro, están sus escasas opciones de personalización.
El Xiaomi Mi A3 llega de serie con Android 9 Pie y las apps que Google obliga a instalar, sin añadidos estéticos, ni bloatware ni apps duplicadas. El único toque que aporta Xiaomi en el software de este Mi A3 es un pequeño apartado propio en los ajustes, la aplicación de cámara y un par de apps.
En cuanto a las opciones para desbloquear el terminal, la nueva propuesta de Xiaomi incluye, como hemos dicho, un sensor de huellas integrado en la pantalla y reconocimiento facial. Hemos probado ambos métodos y funcionan correctamente, con precisión y rapidez. En el caso del sensor de huellas, cada vez que tocamos la pantalla, aunque esté apagada, aparece un pequeño símbolo que nos indica dónde debemos poner el dedo para que sea más fácil.
48 megapíxeles, selfies grupales y ultra gran angular como bazas
En el apartado fotográfico, el Mi A3 incluye una cámara frontal de 32 megapíxeles con apertura f/2.0 que se apoya en la Inteligencia Artificial para la detección automática de escenas y el modo retrato. La cámara trasera, por su parte, está formada por un sensor principal de 48 megapíxeles con apertura f/1.79, un sensor secundario de 8 megapíxeles con ultra gran angular de 118 grados y un tercer sensor de 2 megapíxeles que se ocupa de la profundidad. En ambas cámaras, recurre a la tecnología Pixel Binning para combinar cuatro píxeles en uno más grande.
Uno de los pocos aspectos en los que Xiaomi da su propio toque personal, como decíamos antes, es en la aplicación de cámara. Aquí, nos encontramos una interfaz, intuitiva y sencilla, que mantiene las líneas de diseño y distribución de iconos que hemos visto en otros modelos de la marca con la última versión de MIUI.
En la cámara trasera, tenemos un total de siete modos de disparo: Vídeo Corto, Vídeo, Foto, Retrato, Nocturno, Panorámica y Pro. En este último, podemos ajustar manualmente la velocidad de exposición, el diafragma, el balance de blancos, la sensibilidad y la lente: amplio o ultra amplio.
En el modo Foto es donde podemos jugar con el gran angular disparando a 0,6x, 1x o 2x, mientras que en el modo Retrato, disponemos de un embellecedor, filtros y la posibilidad de ajustar la profundidad de campo para lograr el efecto bokeh. Además, tenemos varios filtros, flash, Inteligencia Artificial, Google Lens, temporizador... En definitiva, a falta de probar su comportamiento en diferentes escenas, no echamos de menos ninguna opción.
En cuanto a la cámara frontal, tenemos cuatro modos de disparo: Vídeo Corto, Vídeo, Foto, Retrato y Panorámica. Como dispone de un único sensor, se ve obligada a recurrir al software para lograr el efecto bokeh. ¿Lo malo? Que no es muy preciso y resulta algo artificial. ¿Lo bueno? Que podemos ajustar el desenfoque a nuestro gusto.
Aquí, destaca especialmente ese modo Panorámica (Panorama Selfie), que permite girar la cámara a ambos lados mientras nos hacemos un autorretrato para abrir el ángulo de visión e incluir más elementos en la foto (más amigos o más fondo, según la situación).
Los rivales más duros están en casa
A falta de probar los apartados en los que más esfuerzo ha puesto Xiaomi para este modelo (la autonomía y el desempeño de las cámaras), el Mi A3 es un móvil que aspira a convertirse en el superventas que ya fue su antecesor, pero no tenemos muy claro que lo vaya a tener tan fácil.
El hecho de haber apostado por una única configuración de 4 GB de RAM (en lugar de una alternativa con 6 GB) y un procesador de la serie 6 de Qualcommm (en vez de uno de la serie 7) es algo que, probablemente, repercutirá en el rendimiento general del teléfono. Tampoco ayuda el haber sacrificado la resolución FullHD+ de la pantalla, sobre todo teniendo en cuenta que también habría sido deseable algo más de brillo.
En cualquier caso, estamos ante un modelo que ha dado un gran salto en diseño y que cuenta con valores añadidos como esa enorme batería de 4.030 mAh con carga rápida, el lector de huellas integrdo en la pantalla y unas cámaras que, a priori, prometen amplias posibilidades. Todo ello por un precio que, recordemos, parte de los 249 euros. Pocos modelos de otras marcas hay en ese rango que puedan hacerle frente...
El problema, en este caso, está dentro del catálogo de Xiaomi, donde por ese precio o poco más, sí que tenemos algún que otro rival considerable para el Mi A3 (léase el Mi 9T, por ejemplo). Incluso si nos fijamos en modelos del año pasado (el Pocophone F1 o hasta su antecesor, el Mi A2).