Continuando con su línea de renovaciones de este curso, el iMac de 21.5 (y 27 pulgadas) se actualizó internamente hace unas semanas con la llegada de nuevos procesadores y opciones gráficas que mejoran notablemente la potencia tanto de la CPU como de la GPU respecto a la generación anterior.
En Xataka hemos pasado unos días analizando el modelo de 21.5 pulgadas con la configuración base más completa. Y éste es nuestro análisis del iMac 21.5 2019.
iMac 21.5 pulgadas (2019), ficha técnica
Arrancamos la review del iMac 2019 de 21.5 pulgadas con un repaso a sus características principales. En concreto analizamos el modelo con la siguiente configuración:
iMac 21.5 pulgadas (2019) | |
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Pantalla | Retina LED de 21.5 pulgadas (500 nits) |
Resolución | 4.096 x 2.304 píxeles |
Procesador | Intel Core i5 de seis núcleos a 3 GHz (Turbo Boost de hasta 4,1 GHz) |
Gráficos | Radeon Pro 560X con 4 GB de VRAM |
RAM | 8 GB DDR4 2.666 MHz |
Almacenamiento | Fusion Drive de 1 TB |
Versión S.O. | macOS Mojave |
Conectividad | Inalámbrica: WiFi 802.11ac / Bluetooth 4.2 Física: 4 x USB 3 (tipo A) / 2 x Thunderbolt 3 (USB-C) / 1 x Gigabit Ethernet / 1 x tarjetas SDXC / 1 x auriculares |
Dimensiones | 45 x 52,8 x 17,5 cm |
Peso | 5,66 Kg |
Precio | 1609 euros euros |
Como podemos apreciar en la hoja técnica, los nuevos iMac de 21.5 pulgadas han sido actualizados con procesadores y GPU sustancialmente más potentes que la generación anterior, pero son los únicos cambios reseñables. La conectividad, diseño y sobre todo, almacenamiento, permanece inamovible pese a las potenciales mejoras que podría albergar en 2019 un equipo de estas características y precio.
En esa ficha técnica hay que añadir los dos periféricos principales que vienen de serie con el equipo. Son el Magic Mouse 2 y el Magic Keyboard.
Un diseño icónico que pide pequeños retoques
El iMac de 21.5 pulgadas sigue siendo un ordenador de sobremesa relativamente ligero y sencillo de llevar de un lado a otro usando un solo cable (si recurres a conectividad inalámbrica para los periféricos). Ahí nada ha cambiado. También se mantiene como un equipo atractivo visualmente y muy reconocible por el usuario.
Pero si en muchos aspectos el diseño perenne (7 años ya) del iMac de aluminio funciona incluso a día de hoy, hay aspectos que en estos años deberían haber evolucionado. Uno de ellos es el de los marcos, que se mantienen idénticos desde el primer modelo de esta generación, lo que a día de hoy supone un envejecimiento considerable de la apariencia del iMac, especialmente en el modelo de 21.5 pulgadas. Es un modelo que se suele escoger por compacto, pero podría serlo más.
Tampoco hay novedades en cuanto a la ergonomía del equipo. La leve regulación de inclinación sigue estando presente pero a estas alturas esperábamos más posibilidades, entre ellas poder gestionar la altura de la pantalla o incluso algún tipo de movimiento lateral.
A nivel de puertos, el iMac mantiene un buen hacer en cuanto a cantidad y tecnologías, todos ellos en la parte derecha: lector de tarjetas de memoria, 4 puertos USB 3.0 de tipo A, un puerto Ethernet y los dos Thunderbolt 3 (USB-C).
La lástima es que Apple mantiene todos esos conectores exclusivamente en la parte trasera. Dependiendo de cómo tengas colocado el equipo, buscar un puerto en concreto en la parte trasera no es muy cómodo.
También en el apartado de la conectividad incluimos la webcam, que se mantiene en sus trece y no nos da más resolución que unos 720p que hoy en día suenan a ridículo. Lo mismo podríamos decir de la conectividad inalámbrica. Apple ha perdido la oportunidad de actualizar a WiFi 6 y Bluetooth 5.0.
La pantalla 4K sigue siendo una referencia de calidad
El valor real de muchos ordenadores de sobremesa todo en uno de gama alta reside en su pantalla. En ellos no buscamos solamente que todo el ordenador venga integrado en la pantalla o una pequeña base, sino que el equipo completo satisfaga unos valores de calidad en todos sus apartados.
Esa máxima el iMac la cumple perfectamente. Optar por configuraciones de torre más pantalla suele suponer una inversión importante justo en el panel si buscamos una pantalla de calidad al menos para igualar la experiencia que proporciona la que trae de serie un iMac.
Las dos versiones del nuevo iMac 20.5 pulgadas optan ya por ofrecer un panel con resolución 4K. La pantalla del nuevo iMac es concretamente una LED Retina con resolución de 4096 x 2304 píxeles.
Con esa diagonal la pantalla se ve muy nítida, destacando por el brillo alto (500 nits) y regulado automáticamente por un sensor de luminosidad, así como una reproducción de color de sobresaliente (espacio de color DCI-_P3). Esa configuración le proporciona una experiencia de visualización muy precisa para profesionales así como cómoda para cualquier usuario por los reducidos reflejos que da.
Aquí volvemos a una de las pegas del diseño del iMac. Los grandes marcos afean el conjunto cuando podrían ofrecer una experiencia visual más inmersiva y actual, amén de reducir las dimensiones finales de este sobremesa. Incluso el iMac pequeño podría aventurarse a una diagonal intermedia de 24 pulgadas.
Aunque no es un elemento que deba marcar diferencias con el enfoque más profesional de este equipo de sobremesa, el sonido del iMac se mantiene en un discreto plano. Lo habitual es recurrir a auriculares o barras externas para mejorar el sonido que ofrece, pero un refuerzo de graves hubiera sido un añadido o mejora a esperar en esta nueva generación del iMac.
Llegan los seis núcleos al iMac de consumo
La verdadera razón de la actualización del iMac este año 2019 hay que buscarla en la potencia bruta del equipo. En el caso del modelo que hemos probado, de 21.5 pulgadas, no tiene un destinatario eminentemente profesional sino más cercano al ámbito de consumo pero que no quiera renunciar a edición de fotos, vídeo o programación de manera eficaz y suficiente.
El corazón del iMac 21.5 2019 que hemos probado en Xataka lo conforman los procesadores Intel Core i5 de seis núcleos a 3 Ghz (4.1 Turbo Boost) con 9 MB de caché L3. Lo acompañan 8 GB de memoria RAM DDR4 a 2666 Mhz y una unidad Fusion Drive de 1 TB. La parte gráfica queda del lado de la tarjeta dedicada Radeon Pro 560X con 4 GB de VRAM, más o menos la equivalente a una Nvidia GeForce GTX 1050 Ti.
Con esa configuración base el coste del iMac 21.5 2019 sería de 1699 euros. Habida cuenta de que es un equipo en el que ya no podremos mejorar sus componentes internos, sería recomendable optar por más memoria RAM, al menos 16 GB, así como desterrar definitivamente el almacenamiento de tipo clásico, algo que, pese a ser de tipo Fusion, pensábamos que ya veríamos lejos de los iMac a estas alturas. De hecho, el modelo más básico de la nueva generación directamente cuenta con una unidad HDD a 5400 rpm. Una locura.
Si optáramos por esos 16 GB de RAM nada descabellados y por ejemplo una unidad SSD de 1 TB, el precio se dispararía a los 2779 euros. Ya puestos a invertir más dinero del mínimo del iMac de 21.5 pulgadas, se pone más interesante el modelo de entrada de la versión de 27 pulgadas que para empezar ya admitiría que el propio usuario mejorara la RAM a un precio razonable.
En funcionamiento, el iMac 21.5 (2019) permite trabajar con soltura y agilidad independientemente de si le exigimos que gestione muchas pestañas en nuestro navegador o realizar multitarea o algo de edición a nivel no profesional.
En las pruebas con software de benchmarks, los resultados muestran una considerable mejora respecto al rendimiento de la generación anterior. En Geekbench hemos obtenido una puntación de 5422 puntos en modo mononúcleo y casi 21000 puntos para la prueba con varios núcleos.
Si pasamos a Cinebench R15, en la prueba Single-Core obtuvimos de media 197.6 puntos, por los 942 puntos del modo multi-core. A nivel gráfico, este iMac de 21.5 pulgadas superó los 105 fps.
Pese a que no nos parece adecuado que en esta gama del iMac todavía no venga el modelo de serie exclusivamente con unidades SSD, los resultados de los benchmarks pasados a la unidad Fusion ofrecen resultados interesantes y cercanos a unidades SSD SATA3 discretas, pero alejadas de los rendimiento de contar con un buen SSD nativo en el sistema, algo a lo que Apple le pone un muy alto precio.
En las pruebas con BlackMagic, el Fusion Drive de 1 TB nos dejó una media de 845 MB/s en modo escritura y de 1.421 MB/s en modo lectura secuencial.
De los factores que juegan a favor del iMac como sobremesa no hay que olvidar el gran trabajo de Apple para que, pese a este considerable aumento de potencia, el equipo siga siendo un elemento muy silencioso en funcionamiento. La mayor parte del tiempo en que estamos trabajando con el iMac los ventiladores están apagados, y cuando se ponen en marcha apenas son apreciables.
En el caso de que nos animáramos a jugar de manera más seria con este iMac 21.5 pulgadas con la Radeon Pro 560X, el equipo se comportaría de manera bastante justa con títulos demandantes a 1080p. En Mac, el juego Rise of Tomb Raider es nuestra referencia, y en los test con resolución 1080p y modo de juego Muy Alto no logramos alcanzar los 30 fps para un juego fluido. Nos quedamos en 27 fps. Si rebajamos la calidad a solo Alta, sí que podemos movernos en tasas sostenidas de hasta 36 fps.
iMac 20.5 pulgadas (2019), la opinión de Xataka
Como ocurre cuando analizamos un ordenador Mac, buena parte del motivo de compra hay que advertir que suele estar marcado por la preferencia o necesidad alrededor de un determinado sistema operativo. Dicho esto, en la gama de equipos todo en uno la competencia en el ámbito Windows ha crecido mucho. Tenemos desde equipos muy innovadores como los Surface Studio 2 a modelos potentes y asequibles como los Dell Inspiron 27 7000.
Ante esa situación, la renovación de los iMac resulta limitada y se ha centrado exclusivamente en el interior, avance necesario pero que vuelve a ser a costa de un precio bastante alto a poco que queramos mejorar los modelos base de cada diagonal.
En el caso del iMac de 21.5 pulgadas, su rendimiento tanto a nivel de procesador como de la GPU ha dado un salto cualitativo muy importante para aquellos consumidores que quieren ir más allá del equipo de consumo sin tirar por un modelo de más diagonal. Ese rendimiento junto con la calidad de la pantalla son sus puntos fuertes.
Del lado contrario tenemos una apariencia mejorable en marcos y ergonomía, y por encima de todo, el diseño cerrado para ampliaciones más allá de la compra inicial.
Apple iMac MRT42Y/A - Ordenador de Sobremesa
El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.