Huawei no detiene su alto ritmo de presentación de nuevos smartphones y ya tenemos sobre la mesa otra apuesta en la gama media. El nuevo Huawei P Smart Z es el primer modelo de teléfono con cámara periscópica de la compañía, que además ha sido colocado en un margen de precios no habitual para esta novedosa funcionalidad.
En Xataka ya hemos podido probar el Huawei P Smart Z. En su análisis completo te contamos sus puntos fuertes y deficiencias dentro de una gama de precios donde la competencia no está solo en otras marcas sino en la propia gama media de Huawei.
Huawei P Smart Z, ficha técnica
La ficha técnica del Huawei P Smart Z cumple a rajatabla con lo que esperamos hoy en día de un gama media de Huawei. El problema es la saturación de modelos de la propia marca en un margen de precio muy similar y con pocas diferencias sustanciales en su ficha técnica.
A nivel de especificaciones, este Huawei P Smart Z ofrece un procesador, memoria RAM y capacidad de almacenamiento que no desentonan frente a rivales directos, a los que también puede impresionar por su batería de 4000 mAh. Veremos si la buena ficha técnica sobre el papel se materializa en la experiencia.
Huawei P Smart Z |
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Dimensiones y peso |
196,8 gramos |
Pantalla |
IPS 6,59 pulgadas 19,5:9 |
Procesador |
Kirin 710F |
Versiones |
4 GB / 64 GB (opción de MicroSD hasta 512 GB) |
Cámaras traseras |
16 megapíxeles f/1.8 |
Cámara frontal |
16 megapíxeles f/2.2 extraíble |
Software |
Android 9 Pie |
Batería |
4.000 mAh |
Conectividad |
Dual 4G |
Otros |
Lector de huellas trasero |
Precio |
279 euros |
El Huawei P Smart Z no tiene que luchar solamente contra modelos de Xiaomi o de Samsung, sino que tiene al reciente P Smart 2019, ya consolidado en la gama media del fabricante chino, o el siempre interesante Huawei P30 Lite. Un móvil que con ofertas puntuales incluso puede conseguirse al mismo o menor precio que este nuevo terminal de gama media de Huawei, cuyo precio es de 279 euros.
Un peso pesado de la gama media
El nuevo Huawei P Smart Z rezuma ADN de la marca china. Lo notamos a primera vista observando con detenimiento la parte trasera, de un brillante azul con el logo apaisado del gigante chino, el sensor de huellas bien centrado en la mitad superior de la parte trasera, así como un sistema de doble cámara ajustado a una de las esquinas de este nuevo smartphone de gama media.
Esa trasera con el atractivo del doble tono se curva además en los bordes laterales para hacer muy agradable en mano al P Smart Z. Sin embargo, una vez que lo cogemos, de este nuevo terminal de gama media sorprende mucho su alto peso de casi 200 gramos. Es además un smartphone de un grosor considerable para lo que se estila últimamente.
Pese a la apariencia brillante y colorida de la trasera del Huawei P Smart Z, el acabado es discreto. El material usado es plástico, así se aprecia al tacto, lejos del lujo del cristal pero ganando seguramente más resistencia a caídas, golpes y en general el paso del tiempo por el terminal.
A lo que no ayuda nada el acabado de la trasera del P Smart Z es a mantenerla impoluta. La capa oleofóbica, si es que existe, deja mucho que desear, y a pesar de que el azul no es muy propenso a que las huellas se vean sin fijarse uno bastante, la grasa y huellas están ahí.
En esa parte trasera hay lugar para un lector de huellas clásico, con su relieve para delimitarlo. Funciona correctamente y permite una identificación rápida y segura en el sistema.
Ese mismo lector de huellas admite gestos sobre su reducida superfice. No son muchos, pero si nos acostumbramos a ellos, pueden sernos útiles. El de bajar el panel de notificaciones, hacer una foto en modo vertical o incluso contestar llamadas al mantenerlo pulsado son opciones que suman y resultan prácticas para manejarse con el terminal usando una sola mano en determinadas circunstancias.
El grosor del Huawei P Smart Z, de casi 9 mm, le permite venir bien cargado de elementos en ese marco. Este teléfono mantiene el puerto de auriculares, se pasa al puerto USB-C para la carga, y a pesar de que creemos que había espacio para un sistema de sonido estéreo con dos altavoces en el marco inferior, finalmente se ha optado por una disposición con altavoz único.
En el lateral derecho tenemos los controles de volumen y más centrado en el borde, el botón de encedido/apagado. Ya en el marco superior aparece el espacio para la bandeja de la tarjeta nanoSIM y la ampliación de memoria de tipo microSD. Y la gran sorpresa, la razón de ser de este terminal, la cámara periscópica, está bien a resguardo en la parte izquierda de ese marco superior.
Esa cámara extracorpórea cuando hacemos uso de ella provoca un frontal muy limpio y despejado. Para entender la locura y vorágine del diseño del frontal de los smarpthones actuales baste este ejemplo: en apenas un año y medio, el tiempo que ha pasado desde el primer Huawei P Smart hasta este P Smart Z, Huawei ha pasado de ofrecer un teléfono con marcos "clásicos" a uno sin ni tan siquiera agujero en la pantalla, con paso intermedio obligatorio por el notch del P Smart 2018. Increíble.
Otra cosa es que, en la gama media, esta "innovación" pueda justificarse, al menos antes que otras mejoras o a costa de sacrificar otros apartados para mantener el precio sin renunciar a los efectos especiales que nos da esa cámara periscópica de la que ya pasamos a hablar con más detalle.
La cámara periscópica como atracción de compra
Como decíamos anteriormente y no nos cansaremos de repetir, la razón de ser de este Huawei P Smart Z en el catálogo del fabricante chino parece una mera fase de pruebas para llevar el sistema de cámara retráctil a la gama alta, seguramente en la próxima generación de terminales de la compañía.
Pero para quien ahora quiera contar con esta extravagancia al haberla visto u oído, y presumir por ello, ya tiene opción en la gama media.
Para ser un sistema de primera generación, funciona perfectamente. También es cierto que no hay muchos secretos ni misterios a resolver más allá de aspectos como la durabilidad o resistencia a pequeños golpes/suciedad durante la vida útil del teléfono. En estos días de uso, la cámara sale y se recoge de manera correcta, sin incidente alguno.
El funcionamiento no tiene secretos. Cuando estamos dentro de la aplicación de cámara del Huawei P Smart Z y cambiamos de la cámara trasera a la de selfie, en poco más de un segundo y medio la cámara ya está lista para hacernos la foto. Al volver a cambiar a la cámara trasera, la de selfie tarda lo mismo en desaparecer. Por defecto, esa salida y entrada viene acompañada de un débil efecto sonoro que podemos anular vía configuración en el apartado de sonido de EMUI.
El sistema retráctil solo se activa vía interfaz cuando la aplicación de cámara o alguna de terceros que necesite acceso a la cámara secundaria, así que es imposible devolverla dentro del cuerpo haciendo fuerza con el dedo.
La cámara hay que admitir que es llamativa, pero menos de lo que quizás nos esperábamos. Los comentarios de quienes la han podido ver en funcionamiento estos días (muchos de ellos ni se dieron cuenta de lo que ocurría al hacernos un selfie hasta que lo indicábamos) han sido más del lado de ¿de verdad? Pero, ¿era necesario? que admiración por algo que fuera a ser motivo de compra.
Creo sinceramente que una calidad mayor o el uso de un gran angular serían funcionalidades sin tanto fuego artificial y que dejarían más satisfecho al usuario que ver cómo sale una cámara por arte de magia.
Un daño colateral de contar con una cámara periscópica y nada más, es que perdemos la posibilidad de integrar el sistema de reconocimiento de rostros. Aquí el lector de huellas funciona muy bien pero sinceramente nos habíamos acotumbrado a que nos acompañara también una identificación por rostros que reforzara en ciertos escenarios la identificación biométrica.
Sin notch, todo es pantalla
La desaparición de la cámara frontal en la pantalla del Huawei P Smart Z deja todo el espacio disponible para el panel. Estamos ante uno de tipo LCD con aspecto 19,5:9, 6,59 pulgadas de diagonal y resolución clásica en Huawei: FullHD+. No hay pues ni recortes por notch ni tan siquiera agujeros en la pantalla.
El panel LCD, lejos de mostrar sus armas frente a la tecnología OLED, me ha parecido algo discreto en algunos apartados para el precio que pide Huawei por este teléfono. Quede como ejemplo que los ángulos de visión tienen margen de mejora y el contraste está muy lejos de lo que podemos disfrutar en un panel OLED o incluso un LCD de la gama alta.
También es un panel que viene calibrado de fábrica muy frío, así que hay que recurrir a los ajustes para mejorar la experiencia de visualización.
A nivel de brillo hemos quedado más contentos, pero sin alardes. La pantalla del Huawei P Smart Z tiene un brillo suficiente pero no destacado, lo que no penaliza demasiado su visualización en exteriores pero tampoco destaca especialmente. Sí que da lo mejor al cambiar de estancias, y la regulación automática del brillo funciona a la perfección. En ninguna situación, ni a oscuras ni a plena luz del día hemos tenido que tirar del deslizador de brillo manualmente en todo este tiempo con el Huawei P Smart Z.
En cuanto a la densidad, en este panel de 6,59 pulgadas, la resolución FullHD+ nos parece suficiente para una experiencia completa en esta gama media. Se queda algo por debajo de los 400 ppp. Eso sí, la dejaría siempre así y no activaría la resolución inteligente de la pantalla porque no me ha desmostrado que a nivel de batería tenga un efecto merecedor de perder ese extra de puntos por pulgada.
Otras ausencias importantes en el panel del Huawei P Smart Z son el modo de pantalla ambiente o el doble toque sobre la pantalla para activarlo, dos aspectos a los que nos hemos acostumbrado ya en casi todas las gamas y que echamos de menos en este terminal chino.
Es obvio que los marcos de este Huawei P Smart Z son reducidos, pero cuando uno enciende la pantalla ya puede notar que la innovación de sacar la cámara selfie de la parte frontal tampoco resulta en un aprovechamiento completo del diseño, quedando algo de marco físico en la parte inferior, en la que conviene pasar de los controles virtuales de Android para no defraudar a esa cámara periscópica símbolo de este terminal.
Debemos pues ir a los ajustes y escoger un control por gestos que funciona bastante bien y que nos hace ganar algo de espacio extra, aunque no todas las aplicaciones acaban por aprovecharlo. A esos efectos, aunque el notch no esté presente, sus efectos secundarios sí que lo hacen.
El buen tamaño de pantalla de este Huawei P Smart Z, sin elementos que despisten, invita de entrada a darle un uso extra como elemento multimedia. Pero estamos hablando de una gama media donde los esfuerzos se han centrado en otros aspectos, así que no hay muchas alegrías del lado del sonido.
Por ejemplo, el sonido vía altavoz, que ya comentamos que era mono, es bastante potente y distorsiona menos a máximo de volumen de lo que pensábamos. Sin embargo, en nuestra experiencia nos ha parecido un sonido demasiado básico y plano. Suena pero si el consumidor busca algo más como más matices o rango dinámico amplio, no es su terminal.
Lo mismo ocurre con el sonido que sacamos vía auriculares. Contamos para ello con salida de 3.5 mm y unos auriculares de serie que no merecen más comentario que su comodidad de uso y justo eso, que vienen de serie. A nivel de calidad mejor optar por algunos propios en los que hayamos invertido algunos euros.
Una vez conectados ya tenemos acceso a las supuestas mejoras de audio bajo EMUI, centradas básicamente en los efectos de sonido de Huawei Histen, los cuales resultan en unos perfiles o modos de escucha predefinidos, desde el natural hasta el estándar donde podemos ecualizar a mano o los automático y de sonido 3D.
También podemos rascar algo de personalización si le indicamos al sistema el tipo de auricular que estamos usando, ya sea genérico o de los modelos que vende Huawei. Esa opción existe en todos los modos menos en el natural. Gracias a estas ayudas y si contamos con unos buenos auriculares, la experiencia de sonido podemos aprobarla.
EMUI no se lo pone fácil a la gama media de Huawei
Además de por precio, el Huawei P Smart Z queda englobado en la gama media de los terminales de Huawei (muy poblada ya) gracias al procesador que el fabricante le ha colocado. Hablamos del omnipresente Kirin 710, acompañado en la única versión disponible por 4 GB de memoria RAM y una interna de 64 GB.
La combinación cumple sin grandes alardes. Creo que es suficiente memoria interna para el precio que pagamos por el terminal habida cuenta de otros factores en su precio. En caso necesario podemos recurrir a tarjetas microSD. En cuanto al rendimiento, nos encontramos con retrasos cuando le exigimos con juegos o aplicaciones intensas, o cuando hay mucho efecto visual por la capa EMUI, pero por ahora esos 4 GB de RAM son suficientes para el consumidor medio.
Donde más hemos apreciado ese extra de fluidez que no alcanza el Huawei P Smart Z bajo EMIU ha sido en la navegación web, donde el desplazamiento a veces nos mostraba tirones no deseados.
Comparando en números con otros terminales en la misma gama y categoría, los resultados del Huawei P Smart Z quedan tal que así:
Huawei P Smart Z | Samsung Galaxy A50 | Vsmart Active 1+ | Redmi Note 7 | Huawei P Smart 2019 | Motorola Moto G7 Plus | GALAXY A9 2018 | bq Aquaris X2 Pro | |
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Procesador | Kirin 710 | Exynos 9610 |
Snapdragon 660 | Snapdragon 660 | Kirin 710 | Snapdragon 636 | Snapdragon 660 | Snapdragon 660 |
RAM | 4 GB | 4 GB | 6 GB | 4 GB | 3 GB | 4 GB | 6 GB | 4 GB |
AnTuTu | 131.459 | 147.589 |
142.641 | 147.046 | 130.026 | 116.035 | 141.346 | 141.558 |
Geekbench 4.0 (Single/Multi) | 1.547 / 5.594 | 1.719 / 5.630 |
1.626 / 5.875 | 1.627 / 5.823 | 1.531 / 5.149 | 1.317 / 4.723 | 1.584 / 5.772 | 1.642 / 5.763 |
PCMark Work | 5.956 | 5.556 | 6.061 | 6.335 | 5.853 | 6.230 | 5.977 | 6.085 |
Más de un día de batería: el verdadero motivo de compra
Y por fin llegan las muy buenas noticias. El Huawei P Smart Z llega al mercado con una cifra intersante asociada a su batería: 4000 mAh de capacidad. Habiendo solucionado hace un par de generaciones los problemas de sus procesadores a nivel de consumo de energía, esta capacidad es muy prometedora y seguramente el elemento más destacado del terminal si dejamos de lado la extravagancia de la cámara selfie retráctil. Eso sí, esa batería, como vimos, penaliza bastante el peso y comodidad en mano de este Huawei P Smart Z.
En nuestras pruebas de autonomía, con un uso intensivo, ningún día tuvimos problema alguno en llegar a la noche con algo de batería restante, entre un 20 y 30% de media. En cifras más concretas estamos hablando de una autonomía media de unas 24 horas, con más de 11 de ellas de pantalla. Aquellos usuarios con un uso más moderado del smartphone, con no más de 4-5 horas de pantalla al día, los dos días de autonomía serían posible. Nosotros lo conseguimos por ejemplo en fin de semana sin mucho esfuerzo.
Algo que no nos ha gustado de este Huawei P Smart Z es la ausencia de carga rápida en el terminal, al menos tal y como sale de la caja. El cargador es uno sencillo de 10 W, así que una de las grandes ventajas de los terminales de Huawei como es su fantástica velocidad de carga, se queda por el camino.
En nuestras pruebas, que parten de un 2% de batería restante y se carga encendido y con conectividad plena, para alcanzar el 25% hemos necesitado 23 minutos. El 50% de la batería se lleva 52 minutos, mientras que para conseguir la carga completa del Huawei P Smart Z con el cargador de 10 W de serie, hay que esperar una hora y 13 minutos. Repetimos: una verdadera lástima la ausencia de carga rápida con esta batería y un puerto USB-C disponible.
Respecto a EMUI, la única novedad de este Huawei P Smart Z, la cámara retráctil, no trae nada específico a nivel de interfaz. La versión con la que viene de serie es Android 9 Pie con EMUI 9.0.1, contando con el parche de seguridad de Android del 1 de marzo de 2019.
Con EMUI nos encontramos una capa muy personalizable y donde cuesta reconocer Android de serie, especialmente en los ajustes generales, que se adaptan completamente en distribución y apariencia al resto de capa de Huawei.
De los extras que aporta EMUI no faltan sus propios servicios, los temas o las herramientas de gestión para conocer algo mejor qué ocurre en nuestro terminal y cómo optimizar aspectos como el consumo o la RAM.
También tenemos aplicación para conocer el uso que hacemos del terminal, tanto en tiempo global como en detalle por aplicaciones, y que nos ha resultado bastante completa y agradable para quienes gustan de analizar datos.
Doble cámara para retrato y poco más
A estas alturas, que incluso un gama media llegue al mercado con "simplemente" una cámara doble resulta bastante extraño. Y lo es todavía más si nos referimos a Huawei. En este terminal, esa ausencia puede quedar maquillada a nivel mediático por la cámara secundaria telescópica, pero ya veremos que no es así en la práctica.
El sistema fotográfico principal del Huawei P Smart Z está compuesto por un módulo doble con una cámara principal de 16 MP y apertura f1.8, acompañada de un segundo sensor de 2 MP cuya única labor es la de apoyar a la principal en el modo retrato. Nada de zoom ni otros usos. El sistema fotográfico se completa con la cámara pop-up, de 16 MP de resolución y apertura f2.2.
En la interfaz de la cámara tenemos los modos de disparo disponibles. Entre ellos hay que hablar especialmente del citado modo retrato, con algunos efectos de luz, el modo de apertura (podemos variarla virtualmente entre f/0.95 y f/16) o el modo noche que poco a poco va ganandose también la gama media de Huawei.
La navegación por la app de cámara del Huawei P Smart Z es una vieja conocida. Se basa en un carrusel fluido aunque en alguna ocasión nos ha dejado tirones inesperados. No hay modo HDR directo en el carrusel ni tampoco la posibilidad de activarlo desde los menús directos de los modos fotográficos. No nos preocupa mucho porque realmente no aporta nada a la experiencia ni posibilidad del apartado fotográfico salvo en contraluces o atardeceres en que logra levantar algo las sombras sin perder calidad.
Y curiosamente es algo que no le vendría nada mal a la cámara del Huawei P Smart Z vistos los resultados con el rango dinámico, algo pobre, pero sobre todo con la tendencia clara y algo exagerada para sobreexponer en condiciones de luz casi ideales, donde además de dellalle, perdemos buena reproducción de color por este motivo.
Ya habíamos indicado que el modo noche entraba de lleno como protagonista de este Huawei P Smart Z. Y menos mal. Sin ser un modo precisamente destacado, en alguna situación y no muchas ocasiones, nos puede salvar la escena de noche sin resultar exagerada. Pero en nuestras pruebas no ha sido siempre así. Ni tan siquiera frecuente.
Lo habitual en escenas con poca luz es que, con disparo en automático, la pérdida de detalle y lavado excesivo de la imagen sean una constante. Y el modo noche, salvo si recurrimos a un trípode o un pulso de cirujano por esos más de 5 segundos que necesitamos aguantar la exposición, es complicado de aprovechar.
Tampoco sale muy bien parada la cámara del Huawei P Smart Z cuando se trata de aplicar desenfoque. Sus resultados son en general mediocres en el recorte aunque con un efecto bokeh más natural. Al menos en el modo retrato, el cual solo funciona con personas y a determinadas distancias.
En ese modo de retrato hay modos de iluminación para aplicar, pero las diferencias entre hacerlo o no son casi nulas ... o demasiado imperfectas para que nos sirvan de algo.
Para realizar desenfoque de fondo de objetos hay que recurrir al **modo de apertura******. Aquí lo ideal sería jugar con las distancias y sobre todo el modo macro de mucha calidad para alcanzar una separación correcta entre primer plano o fondo. Es lo que recomiendo. Pero si queremos realizar pruebas y jugar con la apertura, no esperes grandes fotografías ni recortes precisos por debajo de f2.0.
En cuanto a la AI, algo mejor de lo esperado. Como siempre, detecta muy bien la escena pero luego su aplicación está algo más limitada a escenas de noche con buena iluminación o los efectos habituales de saturar la imagen.
Y pasamos ya a la protagonista mediática de este Huawei P Smart Z: la cámara periscópica. El caso es que más allá de su manera de activarse, no hay unos resultados que nos hayan sorprendido.
La cámara para selfies cumple bien su cometido con un detalle adecuado y reproducción del color bastante fiel. Además del modo belleza y el de AI, la cámara secundaria incluye un modo retrato que da un buen desenfoque de fondo.
Respecto al vídeo, con condiciones de luz idóneas el vídeo es aceptable pero peca de poca estabilización y también hemos notado en las pruebas un desenfoque que no se mantiene siempre. Cuando pasamos a la grabación en baja luz, los problemas con ruido y enfoque son ya muy notables y apreciables. Por cierto, la máxima calidad que admite es FullHD a 60 fps.
Huawei P Smart Z, la opinión y nota de Xataka
Huawei ha ensanchado su catálogo de manera considerable y en todas las gamas. Del Huawei P Smart Z, pese a su cámara selfie periscópica, me quedo con la autonomía excelente en esta gama de precio, así como el equilibrio de prestaciones a pesar de que no lo hace incómodo para los rivales.
Contra ellos tiene de su lado la experiencia multimedia de una pantalla correcta y que ocupa todo el frontal, pero con una cámara demasiado justa a estas alturas del juego.
Tras probar el Huawei P Smart Z durante estos días previos a su presentación oficial, la gran duda que me ha quedado es si ese coste extra que pagamos por la cámara oculta conviene en un gama media o no se trata más que de un extra diferente con el que tratar de ganar un atractivo y diferenciación cada vez más complejo de conseguir en la gama media sin tirar los precios.
8
A favor
- Una batería de gran duración y casi única en la gama media
- Puerto USB-C y jack de 3.5 mm
- La experiencia visual de tener un frontal que es todo pantalla
En contra
- La optimización de EMUI en esta gama
- Calidad global de pantalla inferior al precio que pagamos por el teléfono
- Diseño discreto y muy pesado
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Huawei. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.