El primer gama alta de Honor con pantalla agujereada llegó al mercado ofreciendo un cocktail interesante a nivel de diseño y hardware, manteniendo la idea del fabricante de ofrecer terminales donde diseño y precio son importantes. En nuestro primer análisis nos gustó lo que vimos pero, ¿ocurre lo mismo tras un mes de uso?
Durante cuatro semanas hemos vuelto al honor View 20 para usarlo como dispositivo principal, contaros la experiencia y ver si sigue cumpliendo o si hay aspectos que con el paso del tiempo pueden marcar diferencias tanto para bien como para mal. Así podréis sacar vuestras propias conclusiones acerca de si puede ser o no vuestro próximo smartphone.
Diseño atractivo por las dos caras
Honor es un fabricante que se caracteriza por diseños donde el color, los brillos y los reflejos son claros protagonistas. En este Honor View 20 no hay excepción y se mantiene una estética muy llamativa, de las que no dejan indiferente. Otra cosa será que guste más o menos, porque eso ya es algo muy personal.
A nivel de construcción mantenemos la valoración del primer análisis. El Honor View 20 es un dispositivo bien acabado, algo más grueso que otras propuestas pero no por eso se ve penalizado. Dicho grosor se justifica en parte por una batería de 4.000 mAh de la que luego hablaremos con más detalle.
En mano resulta cómodo y además, la posición de sus botones de encendido y control de volumen es muy correcta. Para usuarios zurdos, como es mi caso, llegar a ellos no implica hacer malabares con el terminal en la mano. Tampoco es incómodo acceder al lector de huellas situado en la parte trasera, que mantiene la distancia suficiente con las cámaras y evita que posemos el dedo sobre ellas al desbloquear.
El único punto o detalle que no convence del todo es la posición del conector jack de 3,5mm situado en la parte superior. Al conectarle unos auriculares con cable puede molestar cuando lo guardamos en un bolsillo.
¿Y qué ocurre si le damos la vuelta? Pues que nos encontramos con un frontal donde el aprovechamiento es notable gracias al uso de una pantalla agujereada, una forma también de eliminar el notch. A priori parecía que no convencería pero tras probarla convence, incluso frente a aquellos notch en forma de gota.
Con todo esto el Honor View 20 resulta un dispositivo atractivo. Es cierto que el cristal tiene los problemas de huellas y fragilidad que todos conocemos pero con una funda estos se reducen. Si estás dispuesto a sacrificar parte de su vistosidad por llevarlo protegido con funda, se acabaron los inconvenientes.
La pantalla y sus sombras
Honor ha montado en este View 20 un panel agujereado y de partida es uno de sus grandes atractivos, al menos hasta que te fijas en dos detalles: la falta de brillo y las sombras del panel, pero vayamos por partes.
Por temas de resolución, contraste, reproducción de color y nitidez está bastante bien. Es un panel con el que se puede disfrutar de todo tipo de contenidos y además ofrece diferentes perfiles de color para que cada usuario elija el que más le convenza. Tenemos un modo Vívido que da más vistosidad a base de saturar los colores y el modo Natural que nos convence más. Esto junto a la posibilidad de modificar la temperatura de color creemos que da opciones al usuario para adaptarla a su gusto.
El problema es que a la pantalla le falta brillo y sufre cierto sombreado que le restan puntos. El brillo, el primer inconveniente, no es excesivamente preocupante pero un poco más le hubiese sentado genial. La gestión del brillo automático por su parte siempre lo deja por debajo de lo que nos gustaría. Aún así en exteriores es usable pese a sentirse algo apagada.
No obstante el mayor inconveniente no es el brillo sino las sombras del panel. Cuando se usan fondos de pantalla oscuros o aplicaciones con interfaces oscuras es difícil apreciar algo que con un fondo blanco llama la atención tras varios días de uso: el sombreado en los bordes y la cámara frontal.
Al principio se puede pensar que es un sombreado que aplica el sistema similar al que podemos ver en la zona superior con muchas capas de personalización, pensada para facilitar la lectura de los elementos que se posicionan en la barra de notificaciones. No es el caso, las sombras son propias del panel y donde más llaman la atención es alrededor del agujero para la cámara frontal.
Todo parece apuntar a un panel cuya calidad posiblemente no sea la mínima necesaria para un diseño de pantalla agujereada. Un panel que, tal vez, permite ajustar más el precio final pero penaliza a un dispositivo que en el resto de apartados mantiene muy bien el tipo.
Aún así, no es esa pantalla horrible que algunos están describiendo. El sombreado se nota y si estás acostumbrado a paneles de mayor calidad será inevitable sentir un poco de descontento. Pero no implica que toda la experiencia global sea un desastre. Al final, aunque no sea lo idea, es similar a lo ocurrido con el Google Pixel 2 donde los ángulos de visión deslucían una gran experiencia de usuario. Pues aquí igual, si aceptas estos dos aspectos de su pantalla por el resto de apartados posiblemente compensará.
Cuando la potencia no es un problema y el software acompaña
La mayoría de dispositivos de la gama alta de Honor y Huawei apuestan por configuraciones de CPU y memoria RAM idénticas, por lo que visto uno vistos todos.
Los procesadores Kirin 980 pueden no ser los más potentes a nivel de test sintéticos si los comparamos con Exynos, Snapdragon 855 o Apple A12, pero sí lo suficientemente capaces para ofrecer una experiencia fluida con cualquier aplicación o tarea.
En el caso del Honor View 20 la combinación de CPU Kirin 980 y 6GB de RAM (hay un modelo con 8GB de RAM y mayor almacenamiento) ofrecen una experiencia que durante un mes no nos ha generado ningún tipo de problema. Cualquier juego se ejecuta de forma correcta, desde Fortnite hasta PUBG u otros disponibles en la Play Store.
En software el trabajo también es bueno. El sistema va fluido y el único problema es cómo nos adaptamos a la capa Magic UI, en su versión 2.0.1, que es muy similar a EMUI. Una personalización con toques particulares que se ejecuta sobre Android 9 y que incluye una serie de ajustes y opciones interesantes pero a las que hay que acostumbrarse. Si venís de usar Android Stock u otras capas más limpias como Oxygen OS puede gustar menos.
Por ejemplo, más allá de las notificaciones, ajustes o centro de control, los gestos en pantalla para sustituir a los botones de navegación hacen que para volver atrás tengamos que deslizar desde el borde derecho hacia la izquierda o desde el izquierdo hacia la derecha. Gesto diferente, tal vez menos intuitivo frente a los de otras capas que se realizan mediante el deslizamiento desde el borde inferior hacia arriba. Y que según partas desde el centro o uno de los laterales la acción corresponderá con ir atrás, volver a la Home o acceder a la multitarea.
La parte positiva es que como es habitual en Android si no te convence puedes ir a la Play Store para descargar algún launcher diferente. En nuestro caso probamos con el clásico Nova Launcher. De todos modos os recomendamos darle una oportunidad a Magic UI.
En resumen, con un hardware capaz y un software a la altura de las circunstancias, la experiencia de uso de este Honor View 20 deja un buen sabor de boca de principio a fin.
Autonomía, su primer gran valor
La batería es para la gran mayoría uno de los apartados claves de todo dispositivo móvil y en este caso cumple muy bien. Después de los primeros días, donde el uso suele ser mayor, el consumo se estabiliza permitiendo llegar sin problemas al final del día. En ocasiones incluso puedes aguantar parte del siguiente.
Contar con un panel FHD+ y una buena eficiencia energética de sus componentes también ayuda. De modo que comparado con el rendimiento de terminales con un coste superior y baterías de capacidad igual o muy cercana supone una ventaja que quien busque autonomía valorará.
Si todo eso no fuese suficiente tendremos opciones de ahorro de energía y un sistema de carga rápida que darán otro empujón para que en días más exigentes podamos tener la tranquilidad de no vernos tirados. El rendimiento de la batería es otro de los puntos por los que este Honor View 20 gusta por encima de opciones similares.
Sonido de calidad pero no brillante
Al apartado de sonido cada usuario le exige de forma diferente. Es importante pero a su vez es donde más concesiones hacemos. Posiblemente porque muchos recurrimos al uso de auriculares y con ellos la diferencia entre distintos modelos no es tan grande.
Con el honor View 20 la ventaja a la hora de usar auriculares es que podremos optar tanto por modelos sin cable como con cables, sin necesidad de adaptadores porque mantiene el conector jack de 3,5mm.
Del altavoz colocado en su zona inferior decir que suena bien, no recomendamos subir a su máximo volumen si no queremos que distorsione en exceso y hay que cuidar no taparlo porque en la ubicación que está es fácil hacerlo. Por lo demás, la experiencia sonora es correcta, tenemos opciones para personalizar el sonido y sin ser la experiencia de referencia en el sector smartphone mantiene el nivel general del dispositivo.
Una cámara muy capaz que se apoya en el sensor ToF
Para los fabricantes la fotogrfía es uno de sus grandes argumentos de ventas. Hay quienes buscan sorprender con varios sensores y un zoom de infarto como es el caso del Huawei P30 Pro mientras que otros con un único sensor recurren a un fuerte del software, como el Pixel de Google. Y luego están opciones, digamos intermedias, que con un único sensor se apoyan en otro de tipo ToF -Time of Flight- para ganar ese extra con el que intentar desmarcarse.
El Honor View 20 es uno de estos últimos, un dispositivo con una cámara con un sensor principal de 48MP más otro sensor ToF para la captura de información adicional referente a la profundidad de campo. Una ayuda que teóricamente apoyaría al modo retrato, apertura y aplicaciones como realidad aumentada.
En la práctica nos encontramos con una cámara que cumple bastante bien. La diferencia entre una de las consideradas cámaras top y esta del Honor View 20 no es tanto la calidad sino la consistencia. No siempre obtenemos el mejor resultado para cada toma y a veces hay que repetir hasta que se consigue, pero es una cámara con la que se disfruta.
El punto débil está en la fotografía nocturna o con baja luz. Gracias al modo noche o manual obtenemos mejores los resultados, no despuntarán frente a otros terminales pero se notan. Eso sí, recuerda ayudarte de algún tipo de trípode o sistema que permita estabilizar el terminal para evitar trepidaciones.
En el resto de situaciones las fotografías que logra son de buena calidad, tanto si usamos el modo de 48MP de resolución como si recurrimos al digamos "normal" donde bajando resolución ganamos un zoom de 2x. También en el modo retrato y apertura que con la ayuda del sensor ToF son algo más naturales pese a que el recorte no siempre resulta lo preciso que gustaría.
Lo que sigue haciendo dudar es si su IA aporta realmente valor o no. Esto pasa en general con cualquier smartphone y en particular con los de Honor y Huawei. Más allá de una mayor saturación en los colores no vemos un beneficio real, y esa modificación en cómo interpreta la imagen es algo que podemos hacer en edición. Evitando condicionar la imagen con un resultado que luego a nivel creativo nos daría mejor juego. De todos modos, juzgar vosotros. Tenéis una galería con imágenes editadas y otra con las imágenes tal cual las captura la aplicación nativa de cámara.
Hablando de la app de cámara, descoloca mucho como Honor/Huawei en algunas versiones deciden añadir más o menos modos en su carrusel y llevando el resto al apartado Más. No es grave pero estaría bien una unificación.
No podía olvidarme de la grabación de vídeo. La estabilización funciona bastante bien y, aunque por rango dinámico no despunta, si aprovechamos aplicaciones como Filmic Pro o Moment los resultados mejoran. Quien quiera grabar vídeo con smartphone podrá encontrar en este un buen aliado.
Un mes con el Honor View 20
El Honor View 20 es un terminal que durante este mes dejó buenas sensaciones en todos sus apartados importantes. El único punto negro fue su pantalla por las sombras que, si bien es cierto no son como para descartar el terminal, sí lo ensombrecen.
Si aceptas que no vas a contar con una pantalla a la altura de lo que se merecía el dispositivo pero sí una con la que podrás disfrutar bien de contenido multimedia, webs, etc., entonces es una opción interesante con un precio inferior al que piden por la gama alta.
El resumen, el Honor View 20 gusta por diseño, cámaras y batería, sus tres principales valores. También a nivel de rendimiento, software y sonido que sin despuntar ofrecen una experiencia notable. Sólo la pantalla nos deja con una sensación agridulce porque en general es un buen dispositivo.