Habiendo ya analizado la práctica totalidad de las R9 (290X, 290 y 280X; dentro de poco habrá más) es el turno de bajar un poco el nivel e ir a por la familia de menor categoría. Las AMD R7, tarjetas gráficas evolucionadas de pasadas generaciones pero que también han visto pequeños cambios en su precio y diseño. Empezamos con la AMD R7 260X.
Por unos 130 euros ya podemos encontrar algún que otro fabricante que vende este modelo de gama media que ha de considerarse como una evolución de la AMD 7790. Mismo núcleo Bonaire XTX, formato pequeño (algún modelo habrá que ocupe un slot) y un rendimiento que, como siempre, pasamos a describir a continuación: en nuestros benchmarks de la AMD R7 260X.
Condiciones de la prueba
Una breve descripción del equipo de pruebas y el software utilizado:
- Mountain GTM 3000, con Intel Core i7-3930K, 16 GB de RAM DDR3 y placa Asus Rampage IV Extreme son algunas de sus especificaciones.
- Controladores oficiales de AMD, controladores beta Catalyst 13.11 beta 9.2 para sistemas Microsoft Windows 7/8 de 64 bits.
- Sistema operativo Windows 8 de 64 bits.
- AMD R7 260X modelo de referencia y evaluación, no comercial. GPUZ responde con la siguiente información:
Los resultados que veréis a continuación son fruto de todas las comparativas de tarjetas gráficas que hemos realizado en los últimos meses.
Benchmarks dedicados
Cuatro pruebas divididas en:
En todos estos benchmarks dedicados la configuración es la predeterminada. A mayor puntuación, mejor.
Unigine 2.5
Unigine 4.0
PCMark 7
PCMark 8
3DMark 11
3DMark
Pruebas en videojuegos
Encontraréis el dato imágenes por segundo (fps) a la derecha de la barra de cada gráfica. La resolución en todos los casos es de 1920×1080 píxeles.
En todos los casos, cuanto mayor sea el valor fps, mejor.
Far Cry 2
Configuración gráfica máxima, todos los valores al límite.
Starcraft II: Wings of Liberty
Configuración gráfica máxima, todos los valores al máximo:
Call of Duty: Black Ops
Configuración gráfica máxima, todos los valores al máximo:
Mafia II
Benchmark integrado, configuración gráfica máxima, todos los valores al máximo:
Battlefield 3
Configuración gráfica máxima, todos los valores al máximo:
The Elder Scrolls V: Skyrim
Configuración gráfica ‘Ultra’, todos los valores al máximo:
Diablo 3
Configuración gráfica ‘Ultra’, todos los valores al máximo:
Bioshock Infinite
Benchmark integrado, secuencia de ejecución 2-2-1-4
:
SimCity
Configuración gráfica máxima, todos los valores al máximo:
Tomb Raider
Benchmark integrado:
Consumo
Tomamos dos valores de consumo, idle y full. El primero con el ordenador arrancado en el sistema operativo pero sin ejecutar ninguna aplicación o juego (idle):
El segundo, con el ordenador al máximo (full):
A menor consumo, mejor.
Temperatura de funcionamiento
Lo mismo, dos valores idle y full. El primer valor es la temperatura media en funcionamiento con el ordenador sin ejecutar ningún proceso de usuario:
El otro la temperatura de funcionamiento con un uso extremo:
En ambos casos, a menor temperatura mejor.
AMD R7 260X, conclusiones
Introducíamos este análisis hablando de que estábamos ante una gráfica de gama media. Y así es: AMD R7 260X es una gama media rival para la NVidia GTX 650 Ti que analizamos hace no mucho. Prácticamente todas las pruebas realizadas sitúan al modelo de NVidia ligeramente por encima de la AMD aunque con un precio también algo superior, en torno a unos 20-30 euros más.
AMD R7 260X nos servirá para jugar, sí, y de hecho es una de las gráficas dedicadas más baratas que podemos utilizar para esta tarea. En los juegos probados ha producido por encima de 30 imágenes por segundo — salvo Tomb Rider en 28 — que es el mínimo que se suele exigir para asegurar una buena experiencia. Si reducimos un poco la configuración se podrán conseguir mejores tasas.
En principio parece suficiente, sí, pero hay que tener en cuenta que no es una GPU para disfrutar de la máxima calidad en videojuegos. Para esta tarea merece la pena realizar un desembolso ligeramente mayor y acudir a una gama superior, como puede ser una AMD R9 270 — pronto os ofreceremos su análisis — o, en la competencia, una NVidia GTX 660 o similar. Es la diferencia entre la gama media y lo que empieza a entreverse como una gama alta, y que supone la diferencia entre la franja de los 130-150 euros y los 190-210 euros.
Sí hay que destacar el bajo consumo energético del conjunto, sin grandes alabanzas a la temperatura de funcionamiento al máximo rendimiento que incluso puede ser tachada como bastante mala (al mismo nivel que las soluciones de doble GPU 6990 y 7990, hasta por encima de R9 290) debido, quizá, a la reducida solución de refrigeración. Ésta es muy curiosa y atractiva, aunque desde luego no destaca por su eficiencia a la hora de sacar el calor del chip.
No esperéis grandes cosas de la R7 260X. AMD ha decidido diferenciar de forma notable sus dos principales gamas, las R7 para productos de entrada y las R9 para los que busquen un rendimiento mucho más decente y equilibrado, que realmente merece la pena.
AMD R7 260X ha sido cedida para la prueba por parte de AMD. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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